Jornada Semanal, domingo 4 de diciembre de
2005 ..
EN
RECUERDO DE ALEJANDRO AVILÉS/HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Alguna
vez acompañé a Alejandro Avilés en uno de sus rituales viajes a La Brecha,
Sinaloa, su minúsculo y muy bello lugar de origen. Estaba emocionado, reconocía
todas las cosas y algunos árboles eran sus conocidos. El calor crecía y nos
sentamos a beber una cerveza y a contemplar el paso cadencioso de las
lugareñas. Nos asombraron sus bien torneadas piernas, sus estrechas cinturas,
amplias caderas y sus pequeños y erguidos pechos. Alejandro gozaba con nuestro
entusiasmo y sonreía benévolamente cuando el objeto de nuestra admiración era
alguna de sus muchas y muy hermosas parientas. Por esos tiempos dirigía la
revista La Nación y estrechaba sus relaciones con el COPEI venezolano y con la
Democracia Cristiana Chilena. Se escribía con Caldera, Frey y Tomic. Teníamos
los del sector juvenil del PAN el propósito de aumentar los intercambios de
ideas y de proyectos con la izquierda cristiana de Chile y con los organismos
internacionales ligados a la Democracia Cristiana de Italia y de Alemania.