La canción de la noche/ Friedrich Nietzsche.
En Así habló Zaratustra (1883-1885).
“Es de noche: a esta hora hablan más fuerte todos los manantiales.
Y también mi alma es un manantial.
Es de noche: sólo ahora se despiertan todas las canciones de los amantes.
Y también mi alma es la canción de un amante.
Hay en mí algo insatisfecho, algo insaciable, que quiere hablar. Hay en mí un ansia de amor, que habla asimismo el lenguaje del amor.
Luz soy: ¡Ay, si fuera noche! Mas ésa es mi soledad, estar circundado de luz.
¡Ay, si yo fuese noche y oscuridad!
¡Cómo iba a sorber de los pechos de la luz!
¡Aun a vosotras os bendecería, pequeñas estrellas centelleantes, luciérnagas del cielo! Vuestros regalos de luz me darían la dicha.
Pero yo vivo en mi propia luz, yo reabsorbo en mí las llamas que de mí brotan.
Desconozco la felicidad del que recibe; con frecuencia he soñado que el robar debe ser más deleitoso que el aceptar.
En eso está mi pobreza: mi mano nunca descansa de dar.
Ésta es mi envidia: ver ojos que aguardan con avidez y noches en vela de anhelo. ¡Malaventurados los que dais!