25 feb 2020

UN DÍA SIN NOSOTRAS/Pbro. Dr. Mario Ángel Flores Ramos

UN DÍA SIN NOSOTRAS/Pbro. Dr. Mario Ángel Flores Ramos, rector de la Universidad Pontificia de México
 Nadie con un poco de sensatez se puede oponer a una manifestación como la que se ha sido propuesta para el 9 de marzo de este 2020 en México.

Con mucha creatividad se ha difundido el lema de que “el nueve ninguna de nosotras se mueve”, convocando así a un paro nacional a todas las mujeres con la proclama de “un día sin nosotras”.  Se trata de una urgente llamada de atención hacia la sociedad por la imparable violencia de los últimos años contra la mujer en nuestro país, no importando si son mayores, jóvenes o incluso niñas pequeñas, no importando si son de nuestro entorno familiar, o lejanas.
Nos hemos convertido en una sociedad sumamente violenta en todos los aspectos, pero sorprende la crueldad manifestada hacia la mujer: Falta de respeto a su dignidad, desconocimiento de sus valores, acoso de todo tipo y, finalmente, la agresión inhumana que ha provocado en algunos casos la muerte violenta, siendo mucho más dolorosa cuando ha sucedido a niñas pequeñas, inocentes e indefensas.

La Universidad Pontificia de México se pronuncia no solamente para señalar que ese día, si las mujeres no se presentan al trabajo o a sus clases, ‘no les será tomado en cuenta como una falta’, eso es apenas de sentido común, sino para expresar que el problema es mucho más grave y no se resuelve en un día. Bien por la llamada de atención a todos con esta noble convocatoria, que cada una debe mantener la plena libertad de unirse o no unirse, pero lo más importante es pensar hacia dónde vamos.
No basta criticar las erráticas reacciones del gobierno; no es suficiente mostrar nuestra indignación ante tantos acontecimientos deplorables; mucho menos podemos sentirnos justificados ‘lavándonos las manos ‘, al unirnos a esta propuesta. La gris neutralidad de los medios de comunicación que se limitan a señalar los hechos o a lucrar con ellos, nos muestran una inconsistencia más.
Rescatemos a la mujer de la violencia, rescatemos a las mujeres de una sociedad sumida en la degradación, más aún, rescatemos con ellas, nunca sin ellas, a nuestra patria hundida en la falta de rumbo, en las discusiones ideológicas y oportunistas, en la crisis de valores en todos los estratos sociales. Demos respuesta a la emergencia educativa, uniendo nuestros esfuerzos, hombres y mujeres, como sociedad civil, para cumplir con la tarea que nos toca ante una cultura que necesita de la responsabilidad de todos: los distintos niveles de gobierno, los medios de comunicación, las universidades, las diversas instituciones, las asociaciones religiosas, los ciudadanos en general y, sobre todo, nuestras familias, donde se forma a cada persona en todas sus dimensiones, especialmente en sus valores espirituales y trascendentes, que permite a cada uno descubrirse como un don de Dios, en relación con los demás y la naturaleza.

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