Entre Corrientes 348 y la casa de La Bandida..

Entre Corrientes 348 y la casa de La Bandida..

El famoso tango de Carlos César Lenzi y Edgardo Donatto, "A media luz", evoca la imagen de un encuentro romántico: "A media luz, todo a media luz, que es un brujo el amor...". Sin embargo, la casa de citas que Lenzi describe en la letra, supuestamente en Corrientes 348 en Buenos Aires, nunca existió. El autor la imaginó como un burdel de lujo, un lugar elegante y costoso. La describió con muebles de la compañía Maple, un teléfono que sonaba sin cesar y detalles de porcelana, como "el gato para que no maúlle al amor". Incluso, el lugar cerraba los lunes.

Este tango ha sido grabado por grandes artistas, desde el icónico Carlos Gardel. A diferencia de lo que dice la letra, no habría hecho falta un gato de porcelana; un gato de verdad o, mejor aún, un perro, habría sido más discreto. Mientras el gato "maúlla al amor", el perro guarda silencio.

Dos Casas de Citas, Dos Mundos Distintos

Esto nos lleva a una comparación interesante: ¿cuál sería mejor, la casa de la calle Corrientes o la de "La Bandida" en México? Ambas eran muy diferentes.

En la casa de Buenos Aires, la música de tango sonaba en la victrola. En cambio, en la de "La Bandida", la música era en vivo, con cantantes de la talla de José Alfredo Jiménez, Agustín Lara y Marco Antonio Muñiz.

Para ir a la casa de Corrientes, había que agendar una cita, de ahí la necesidad del teléfono. Por su parte, la casa de "La Bandida" era más accesible: uno simplemente llegaba, tocaba la puerta, y casi no se discriminaba a nadie; cualquiera que pudiera pagar la entrada podía pasar. Contaba con 50 meseros y 100 mujeres.

En lo que coincidan ambas casas es que se podia encontrar de todo "como en Botica Cpoco…( Coca, mota y etecera..)…

Incluso el poeta Joaquín Sabina, influenciado tal vez por su amiga Chavela Vargas, escribió una canción que parece recordar este burdel, con la frase: "No había nadie detrás de la barra del otro verano. Y en lugar de tu bar me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano..."

La última casa de "La Bandida" se encontraba en la calle de Durango, casi esquina con Salamanca, justo al lado es hoy de una sucursal bancaria.

Graciela Olmos, más conocida como "La Bandida", era una mujer de gran carácter. Fue soldadera, compositora, y en su juventud conoció incluso a Al Capone en Chicago. Compuso varias canciones en su burdel, como "La Enramada", "El Siete Leguas" y "Benjamín Argumedo". Su casa de citas cerró el 31 de mayo de 1962, el día de su muerte. Quienes la conocieron la recuerdan como un "decente establecimiento"…