El lunes 8 de enero un avión de combate estadounidense lanzó varios ataques en el sur de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI) en su guerra contra el Gobierno de Somalia.
Según la cadena estadounidense CBS, entre los integrantes de la organización que EE UU atacó está el líder del grupo terrorista Al- Qaeda en el Cuerno de África, buscado por los atentados con coche-bomba contra las dos Embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998", cuando dichos atentados provocaron la muerte de unas 224 personas.
El avión de combate AC 130 de la Fuerza Aérea de EE UU, operado por el Comando de Operaciones Especiales, voló desde su base en Djibouti al extremo sur de Somalia, donde supuestos miembros de Al-Qaeda habrían huido desde la capital Mogadiscio, informó la cadena estadounidense.
Por su parte, la televisora NBC aseguró que la operación fue todo un éxito, citando fuentes que pidieron el anonimato.
El Pentagono se negó a hacer comentarios. Washington había amaenazado desde la semana pasada con atacar a los miembros de Al-Qaeda que quisieran escapar de Somalia, país que vive un conflicto civil entre el Gobierno y la UTI, que busca formar un Estado islámico.
El avión de combate AC 130 de la Fuerza Aérea de EE UU, operado por el Comando de Operaciones Especiales, voló desde su base en Djibouti al extremo sur de Somalia, donde supuestos miembros de Al-Qaeda habrían huido desde la capital Mogadiscio, informó la cadena estadounidense.
Por su parte, la televisora NBC aseguró que la operación fue todo un éxito, citando fuentes que pidieron el anonimato.
El Pentagono se negó a hacer comentarios. Washington había amaenazado desde la semana pasada con atacar a los miembros de Al-Qaeda que quisieran escapar de Somalia, país que vive un conflicto civil entre el Gobierno y la UTI, que busca formar un Estado islámico.
Mogadiscio era controlada hasta hace unos días por la UTI, cuyas fuerzas abandonaron la ciudad luego de que las tropas oficiales somalíes apoyadas por Etiopía lanzaron una ofensiva de gran escala.
El Gobierno somalí cuenta con el apoyo de EE UU para evitar que los militantes islámicos se apoderen de Somalia, país que podría convertirse en un refugio para Al-Qaeda, según Washington.
En tanto, el portavoz del Gobierno de transición somalí, Abdirahman Dinari, ha asegurado que el ataque del lunes, ha dejado "muchos muertos", gran cantidad de ganado y cosechas devastadas y se ha capturado a 28 presuntos islamistas después de que salieran huyendo tras el bombardeo.
El Gobierno somalí cuenta con el apoyo de EE UU para evitar que los militantes islámicos se apoderen de Somalia, país que podría convertirse en un refugio para Al-Qaeda, según Washington.
En tanto, el portavoz del Gobierno de transición somalí, Abdirahman Dinari, ha asegurado que el ataque del lunes, ha dejado "muchos muertos", gran cantidad de ganado y cosechas devastadas y se ha capturado a 28 presuntos islamistas después de que salieran huyendo tras el bombardeo.
Y lo más graves es la muerte de incocentes. La organización humanitaria Oxfam ha manifestado que los bombardeos de los últimos días en el sur de Somalia alcanzaron a pastores nómadas que descansaban junto a sus animales alrededor de hogueras y causaron, por lo menos, 70 muertos.
"De acuerdo con los informes de organizaciones locales del distrito de Afmadow, las bombas han caído sobre pozos de agua, así como sobre grandes grupos de nómadas que se habían concentrado por la noche alrededor de hogueras junto a sus animales para ahuyentar a los mosquitos
"De acuerdo con los informes de organizaciones locales del distrito de Afmadow, las bombas han caído sobre pozos de agua, así como sobre grandes grupos de nómadas que se habían concentrado por la noche alrededor de hogueras junto a sus animales para ahuyentar a los mosquitos
Son miles pues ya los desplazados somalíes quienes han huido de los combates registrados, y por tanto permanecen sin ayuda humanitaria en poblados cercanos a la frontera con Kenia.
Las agencias humanitarias de la ONU anunciaron que han acelerado los trabajos para ofrecer asistencia de emergencia.
Esa fue la segunda intervención militar directa de EE UU en Somalia, y la tercera en el continente africano.
La primera operación militar de EEUU en Somalia tuvo lugar en octubre de 1993. Murieron 18 soldados que formaban parte de una operación de paz de la ONU.
La primera operación militar de EEUU en Somalia tuvo lugar en octubre de 1993. Murieron 18 soldados que formaban parte de una operación de paz de la ONU.
En tanto, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, pidió la salida de las tropas extranjeras de Somalia y alentó a las partes en conflicto a dialogar.
El periódico El País, dedica su editorial de este sábado 13 de enero a Somalia: El frente de Somalia
Somalia, y por extensión África, se ha convertido en el tercer frente de la guerra global contra el terrorismo de EE UU, tras Irak y Afganistán, con el riesgo de que la situación de este Estado fallido degenere aún más. Pues pese a todas las críticas, la Unión de Tribunales Islámicos, que responden a una cierta tradición somalí y se habían hecho con el control del país en junio pasado, habían introducido un cierto orden al abrir los puertos y el aeropuerto de Mogadiscio y poner en funcionamiento varios ministerios.
Apoyada por EE UU, la rápida invasión etíope, que se gestaba desde hace meses, ha instaurado en el poder al Gobierno provisional de Yusuf que se creó en Kenia en 2004. Las milicias islámicas parecían haber huido en un primer momento, pero hay un grave riesgo de que siga la insurgencia.
Los 'señores de la guerra' somalíes aceptan desarmar sus milicias y entrar en el Ejército
Ésta es una guerra que ha suscitado críticas entre los europeos. Dado el apoyo iraní a los Tribunales Islámicos, es parte del pulso global entre Washington y Teherán, aunque se presente esencialmente como parte de la persecución de Al Qaeda. El bombardeo americano del pasado domingo contra un convoy que intentaba huir decía tener por objetivo matar a varios miembros prominentes de la organización terrorista, pero ayer no había confirmación todavía de que se hubiese logrado.
Con los etíopes y el Gobierno provisional han regresado también al poder los señores de la guerra. Estos días negocian una posible aunque improbable entrega de sus armas para integrarse en las fuerzas regulares. Esta guerra es un nuevo fracaso de la vía diplomática frente a la militar, a la que, sin embargo, habrá que acabar volviendo. Es urgente que los etíopes salgan rápidamente de Somalia, para que el conflicto no degenere en una nueva guerra contra un ocupante extranjero, apoyado por EE UU. Por ello es necesario que, como prácticamente ha decidido la ONU, una fuerza multinacional africana acuda para asegurar un mínimo de estabilidad.
Poco después del 11-S, EE UU envió tropas especiales al Cuerno de África en persecución de Al Qaeda, y cuenta ya con unos 1,500 soldados situados en Yibuti. África, cuyo petróleo ha ganado en importancia, se ha convertido en el tercer gran frente de la estrategia americana, reflejado en el hecho de que el Pentágono haya propuesto crear Africom, un mando militar específico para combatir en ese continente no sólo el terrorismo, sino el islamismo radical, más que directamente, por fuerzas interpuestas, como son las etíopes en Somalia. Nada está garantizado, salvo que en esta tragedia vuelven a morir centenares de inocentes que se suman al sufrimiento de los millares desplazados, con el riesgo de una nueva catástrofe humanitaria.
Los 'señores de la guerra' somalíes aceptan desarmar sus milicias y entrar en el Ejército
Ésta es una guerra que ha suscitado críticas entre los europeos. Dado el apoyo iraní a los Tribunales Islámicos, es parte del pulso global entre Washington y Teherán, aunque se presente esencialmente como parte de la persecución de Al Qaeda. El bombardeo americano del pasado domingo contra un convoy que intentaba huir decía tener por objetivo matar a varios miembros prominentes de la organización terrorista, pero ayer no había confirmación todavía de que se hubiese logrado.
Con los etíopes y el Gobierno provisional han regresado también al poder los señores de la guerra. Estos días negocian una posible aunque improbable entrega de sus armas para integrarse en las fuerzas regulares. Esta guerra es un nuevo fracaso de la vía diplomática frente a la militar, a la que, sin embargo, habrá que acabar volviendo. Es urgente que los etíopes salgan rápidamente de Somalia, para que el conflicto no degenere en una nueva guerra contra un ocupante extranjero, apoyado por EE UU. Por ello es necesario que, como prácticamente ha decidido la ONU, una fuerza multinacional africana acuda para asegurar un mínimo de estabilidad.
Poco después del 11-S, EE UU envió tropas especiales al Cuerno de África en persecución de Al Qaeda, y cuenta ya con unos 1,500 soldados situados en Yibuti. África, cuyo petróleo ha ganado en importancia, se ha convertido en el tercer gran frente de la estrategia americana, reflejado en el hecho de que el Pentágono haya propuesto crear Africom, un mando militar específico para combatir en ese continente no sólo el terrorismo, sino el islamismo radical, más que directamente, por fuerzas interpuestas, como son las etíopes en Somalia. Nada está garantizado, salvo que en esta tragedia vuelven a morir centenares de inocentes que se suman al sufrimiento de los millares desplazados, con el riesgo de una nueva catástrofe humanitaria.
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