El gobierno guatemalteco sabe que está perdiendo la batalla contra el crimen organizado por lo que insistirá con el presidente George W. Bush, en esta visita, en su petición de solicitar ayuda con helicópteros, radares y aviones.
"Nuestra propuesta es la misma que hemos hecho desde que llegamos: movilidad. Necesitamos helicópteros y aeronaves para poder mejorar la movilidad de nuestro personal para hacer intercepciones además de radares pasivos", dijo a la agencia AP el ministro de gobernación de Guatemala, Carlos Vielman.
Y es que el mas reciente informe estadounidense indica que Centroamérica es el principal punto de paso de cocaína sudamericana hacia ese país y la mayoría de cargamentos pasan por Guatemala.
Sin embargo, Guatemala es el país de la región que menos droga decomisó en 2006.
Y es que el mas reciente informe estadounidense indica que Centroamérica es el principal punto de paso de cocaína sudamericana hacia ese país y la mayoría de cargamentos pasan por Guatemala.
Sin embargo, Guatemala es el país de la región que menos droga decomisó en 2006.
El quid del asunto es fundamentalmente la corrupción en las fuerzas de seguridad, aunado a la falta de recursos.
La infiltración del crimen organizado dentro de las fuerzas de seguridad quedó en evidencia el pasado mes de febrero, cuando los cuatro policías detenidos por asesinar tres diputados salvadoreños fueron ejecutados dentro de una prisión de máxima seguridad para impedir que delataran a sus jefes. "No es algo que nos tome por sorpresa, quizá por la magnitud de los ataques, pero ya habíamos alertado de la penetración del crimen organizado en los aparatos del estado", dijo el vicepresidente Eduardo Stein.
Para el director de la policía Erwin Sperissen, uno de los principales problemas que tienen para depurar la institución es que los juzgados laborales reinstalan a agentes que fueron destituidos por faltas o delitos. Más de 1,000 de los 21,000 policías con que cuenta Guatemala han sido despedidos en los últimos 3 años, casi todos han sido reinstalados.
Para tener una idea de la falta de sistemas de control de confianza, de los 401 agentes que tenía el Servicio de Análisis e Información Antinarcóticos (SAIA) de la policía en noviembre de 2005 cuando su jefe Adán Castillo y a su ex adjunto Jorge Aguilar fueron capturado en EE UU, solo 50 pasaron las pruebas de Control de Confianza. El resto fueron destituidos.
Por cierto, apenas, el 19 de enero del 2007, una Corte Federal de Washington condenó a diez años de prisión a Adán Castillo por ''conspirar para producir" cocaína' destinados a EE UU.
Sobre la disminución de los decomisos, el jefe de la SAIA, Daniel Guerrero, lo atribuyó en una entrevista a la agencia AP a que "la mayor parte de nuestros agentes están recién salidos de la academia policial. Pero esperamos que este año comenzaremos a ver resultados".
La mayor parte de la droga que entra a Guatemala lo hace por vía marítima y de acuerdo con el reporte en 2006 descendió el uso de lanchas rápidas para dar paso a barcos con más capacidad cuya carga es trasladada a la costa en pequeñas lanchas pesqueras.
Aunque los traficantes ya tienen quienes transporten la droga a tierra firme, hay ocasiones en que tienen que tirarla al mar para evitar ser capturados. Al conocerse que hay cocaína flotando en el pacífico es posible ver zarpar mar adentro decenas de lanchas que buscan una pesca que les saque de la pobreza. "Cuando alguien rescata un cargamento se dice que se coronó y arman fiestas y se llenan los bares y prostíbulos", relató Guerrero.
Pero, la baja interceptación de drogas en Guatemala es motivo de preocupación; en 2006 se decomisaron solo nueve toneladas de cocaína, mismas que fueron realizadas en operaciones conjuntas con la guardia costera de EE UU.
Y también en agosto del 2006 las autoridades guatemaltecas, con apoyo de EE UU; destruyeron casi 80 hectáreas de amapola, para ello el gobierno tuvo que declarar el Estado de Prevención, donde se suspendieron las libertades civiles en cinco municipios del departamento de San Marcos, frontera con México.
Y apenas hace unos días, entre el 13 y 17 de febrero, fueron destruidas unas 50 millones de plantas de amapolas en la misma región, también se destruyeron manualmente 700,000 plantas de marihuana, en un operativo en el que participaron soldados guatemaltecos y aeronaves norteamericanas;
El Departamento de Estado estima que parte de la droga que se queda en Guatemala es distribuida por las pandillas denominadas maras. Esto aumenta el consumo y los crímenes relacionados con el narcotráfico en las áreas urbanas del país.
El gobierno estadounidense pidió y consiguió que el congreso guatemalteco pasara en junio leyes contra el crimen organizado que permitan hacer escuchas telefónicas, colocar agentes encubiertos en organizaciones criminales y realizar entregas controladas de droga para conseguir más capturas y desbaratar las organizaciones criminales que funcionan en el país. Empero, Diez meses después aún no se elabora un reglamento que permita operar esa ley.
Y para acabara de amolar, la narcopolítica es una innegable realidad; asesinatos, sobornos, amenazas y otras formas similares de presión ilegal son utilizadas por el crimen organizado para convencer a aspirantes desvinculados a las mafias, a declinar su participación o no intentar reelegirse en regiones productoras de drogas; los tentáculos del narcotráfico pueden dominar el Congreso y a una mayoría de las alcaldías de los departamentos mencionados de San Marcos.
La infiltración del crimen organizado dentro de las fuerzas de seguridad quedó en evidencia el pasado mes de febrero, cuando los cuatro policías detenidos por asesinar tres diputados salvadoreños fueron ejecutados dentro de una prisión de máxima seguridad para impedir que delataran a sus jefes. "No es algo que nos tome por sorpresa, quizá por la magnitud de los ataques, pero ya habíamos alertado de la penetración del crimen organizado en los aparatos del estado", dijo el vicepresidente Eduardo Stein.
Para el director de la policía Erwin Sperissen, uno de los principales problemas que tienen para depurar la institución es que los juzgados laborales reinstalan a agentes que fueron destituidos por faltas o delitos. Más de 1,000 de los 21,000 policías con que cuenta Guatemala han sido despedidos en los últimos 3 años, casi todos han sido reinstalados.
Para tener una idea de la falta de sistemas de control de confianza, de los 401 agentes que tenía el Servicio de Análisis e Información Antinarcóticos (SAIA) de la policía en noviembre de 2005 cuando su jefe Adán Castillo y a su ex adjunto Jorge Aguilar fueron capturado en EE UU, solo 50 pasaron las pruebas de Control de Confianza. El resto fueron destituidos.
Por cierto, apenas, el 19 de enero del 2007, una Corte Federal de Washington condenó a diez años de prisión a Adán Castillo por ''conspirar para producir" cocaína' destinados a EE UU.
Sobre la disminución de los decomisos, el jefe de la SAIA, Daniel Guerrero, lo atribuyó en una entrevista a la agencia AP a que "la mayor parte de nuestros agentes están recién salidos de la academia policial. Pero esperamos que este año comenzaremos a ver resultados".
La mayor parte de la droga que entra a Guatemala lo hace por vía marítima y de acuerdo con el reporte en 2006 descendió el uso de lanchas rápidas para dar paso a barcos con más capacidad cuya carga es trasladada a la costa en pequeñas lanchas pesqueras.
Aunque los traficantes ya tienen quienes transporten la droga a tierra firme, hay ocasiones en que tienen que tirarla al mar para evitar ser capturados. Al conocerse que hay cocaína flotando en el pacífico es posible ver zarpar mar adentro decenas de lanchas que buscan una pesca que les saque de la pobreza. "Cuando alguien rescata un cargamento se dice que se coronó y arman fiestas y se llenan los bares y prostíbulos", relató Guerrero.
Pero, la baja interceptación de drogas en Guatemala es motivo de preocupación; en 2006 se decomisaron solo nueve toneladas de cocaína, mismas que fueron realizadas en operaciones conjuntas con la guardia costera de EE UU.
Y también en agosto del 2006 las autoridades guatemaltecas, con apoyo de EE UU; destruyeron casi 80 hectáreas de amapola, para ello el gobierno tuvo que declarar el Estado de Prevención, donde se suspendieron las libertades civiles en cinco municipios del departamento de San Marcos, frontera con México.
Y apenas hace unos días, entre el 13 y 17 de febrero, fueron destruidas unas 50 millones de plantas de amapolas en la misma región, también se destruyeron manualmente 700,000 plantas de marihuana, en un operativo en el que participaron soldados guatemaltecos y aeronaves norteamericanas;
El Departamento de Estado estima que parte de la droga que se queda en Guatemala es distribuida por las pandillas denominadas maras. Esto aumenta el consumo y los crímenes relacionados con el narcotráfico en las áreas urbanas del país.
El gobierno estadounidense pidió y consiguió que el congreso guatemalteco pasara en junio leyes contra el crimen organizado que permitan hacer escuchas telefónicas, colocar agentes encubiertos en organizaciones criminales y realizar entregas controladas de droga para conseguir más capturas y desbaratar las organizaciones criminales que funcionan en el país. Empero, Diez meses después aún no se elabora un reglamento que permita operar esa ley.
Y para acabara de amolar, la narcopolítica es una innegable realidad; asesinatos, sobornos, amenazas y otras formas similares de presión ilegal son utilizadas por el crimen organizado para convencer a aspirantes desvinculados a las mafias, a declinar su participación o no intentar reelegirse en regiones productoras de drogas; los tentáculos del narcotráfico pueden dominar el Congreso y a una mayoría de las alcaldías de los departamentos mencionados de San Marcos.
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