5 feb 2008

La biométrica y el FBI

La información no es tan nueva.
Y es que después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, la biométrica comenzó a ser considerada como una herramienta de seguridad. Un año después, el Congreso determinó que la nueva técnica se incorporará a un nuevo sistema de entrada y salida para los visitantes, el denominado US-Visit.
Y pues, en unos días más, la Oficina Federal de Investigación (FBI) anunciará en los próximos días la adjudicación de un contrato de 1,000 millones de dólares para crear una enorme base de datos con información física de los ciudadanos, informó la cadena de televisión CNN, señala una nota de la agencia española EFE.
Esta base de datos incorporará información biométrica para identificar a las personas según sus rasgos físicos, como la palma de la mano, el iris o cicatrices, y su fin es poder identificar mejor a delincuentes y terroristas.
No obstante, esta iniciativa ha levantado preocupaciones entre los grupos defensores de las libertades civiles, sobre la privacidad de los ciudadanos.
El jefe de la sección de Servicios Biométricos del FBI, Kimberly Del Greco, afirmó a CNN que agregar esa información a la base de datos es "importante para proteger las fronteras, prohibir la entrada a terroristas y ofrecer seguridad a nuestros ciudadanos, vecinos e hijos para que puedan tener un buen trabajo y seguridad en el lugar donde viven".
Para los que se oponen al programa, la futura base de datos del FBI supone vigilar a la sociedad permanentemente. "Es el comienzo de una sociedad vigilada, en la que uno puede ser rastreado en cualquier lugar y en cualquier momento y en la que todos tus movimientos y posiblemente todas tus actividades serán seguidas, anotadas y comparadas", advirtió Barry Steinhart, director de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) en declaraciones a la cadena CNN.
Empero, el FBI cuenta ya con archivos digitales de 55 millones de huellas dactilares y en los próximos años quiere añadir datos sobre la palma de la mano, cicatrices, tatuajes, el iris, características de los ojos y de los rasgos faciales de las personas.
La idea es combinar varias piezas de información biométrica para lograr mayores posibilidades de identificar correctamente a un potencial sospechoso.
Perfeccionar la tecnología necesaria
El desarrollo de la base de datos dependerá de la rapidez con la que se logre perfeccionar la tecnología necesaria, según Thomas Bush, responsable de las instalaciones del FBI en Clarksburg (Virginia), donde la oficina de investigaciones guarda las huellas dactilares recogidas hasta el momento.
"Las huellas dactilares seguirán siendo el dato más importante", dijo Bush, asistente del director de la división de Servicios de Información Judicial y Criminal del FBI.
La agencia federal comenzará con la información de la palma de la mano, según Bush.
De hecho, el FBI ya ha comenzado a acumular imágenes que espera poder usar pronto como herramienta adicional para el reconocimiento facial y datos de cicatrices y tatuajes.
Aquellos países que ya aplican esta técnica han encontrado en el 20% de los casos comparaciones positivas con las huellas recogidas en escenarios de crímenes, de acuerdo con Bush.
Adicionalmente, la Oficina Federal de Investigación también podría empezar pronto a comparar los ojos de la gente, especialmente el iris, como parte de su nuevo programa biométrico denominado 'Identificación Nueva Generación', asegura la CNN.
Investigadores de la Universidad de Virginia ya están haciendo pruebas de algunas de las tecnologías necesarias para la nueva base de datos del FBI.
El pasado mes de diciembre Richard Kolko, vocero del FBI había confirmado la noticia del proyecto biométrico, revelado originalmente por el Washington Post.
Tres son las modalidades más usuales de la biométrica, a saber: huella digital, rasgos faciales y reconocimiento del iris (o una combinación de dos de las tres). La primera es habitual en las redes informáticas o para bloquear ordenadores portátiles. La segunda, aún imperfecta, será útil en la identificación a distancia. En cuanto al iris, suele usarse en controles de acceso a recintos restringidos.
Se utiliza la biométrica con tres finalidades: 1) verificar que una persona es quien dice ser; 2) determinar la identidad de un desconocido, y 3) comparar sus datos con los de una lista (de sospechosos, por ejemplo).
Los especialistas advierten que ningún documento digital es seguro al 100%.
La biométrica es sólo una parte de un sistema, y no puede ser completamente segura si el resto del proceso (en primer lugar, el factor humano) está expuesto a errores o engaños-
La biométrica en México, en pañales:
El pasado mes de noviembre, el Procurador Medina Mora Icaza, durante la presentación del Programa Sectorial de Procuración de Justicia en el municipio de Xochitepec, Morelos, dijo:
"El señor Presidente de la República ha instruido desde el primer día de su administración una estrategia integral, que incluye un proyecto para poner a la Procuraduría General de la República a la vanguardia, mediante la renovación de las herramientas jurídicas y tecnológicas y el fortalecimiento del capital humano. Con este proyecto, por primera vez en la historia de México, la investigación y persecución de los delitos contará en breve tiempo con un sistema tecnológico de punta, por medio de averiguaciones y procesos penales digitales interrelacionados, a partir del rediseño del actuar de los servidores públicos, de los procesos y la incorporación de actores y herramientas robóticas que hagan sólida su actuación. Este sistema, permitirá entre muchas otras cosas:
1. Que toda la información que se capte en las diligencias ministeriales y judiciales se procese en forma automática en bases de datos especializadas e interrelacionadas, dejando atrás los procesos manuales actuales;
2. Dejar huella de todas las actuaciones en el sistema informático, para evitar distorsiones en los registros, así como la identificación biométrica de quienes intervienen en las diligencias, y la certeza de las actuaciones y notificaciones por medio de firma electrónica avanzada.
3. Generar un protocolo de investigación que determine con certeza, por tipo de delito y atendiendo a los hechos denunciados, las diligencias y los tiempos de desahogo por parte del ministerio público y la policía, en un nuevo esquema de corresponsabilidad, así como las necesidades de intervención pericial o de colaboración de otras instituciones públicas o privadas.
4. Dar seguimiento puntual al protocolo de investigación, para evitar con apoyo en la tecnología los retrasos, los actos de corrupción o de desidia. Además, será apoyo, con base en formatos digitales, de las diligencias necesarias por cada tipo delictivo y de los requerimientos jurídicos para la consignación ante los tribunales.
5. Determinar cuándo es necesario dar intervención a células de investigación criminal especializadas, o cuándo deben los casos ser atendidos por el sistema desconcentrado.
6. Generar comunicación electrónica con el Poder Judicial de la Federación, e intercambio de información con los corresponsables y las instituciones nacionales y extranjeras que colaboren en la investigación criminal.
7. Administrar los recursos financieros, humanos y materiales en forma óptima, a partir de la evaluación del desempeño y la eficacia del uso de los recursos en tiempo real.

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