27 feb 2008

Un cártel de la droga el autor

El Procurador capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas, confirmó que un cártel de la droga contrató a sicarios de Tepito para cometer el atentado del pasado 15 de febrro en Av. Chapultepec, por lo que solicitó que la PGR atraiga el caso de forma inmediata.
Por la mañana el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, había adelantado a un noticiero de TV que la bomba iba destinada al Jefe de la Policía Sectorial, Julio César Sánchez Amaya, alías Pegaso quien ha encabezado diversas acciones contra la delincuencia.
El fallido atentado, consideró Ebrard, fue organizado por el crimen organizado, por bandas de otros estados del País, cuyos miembros contrataron a delincuentes comunes de Tepito, quienes posiblemente no se conocían entre sí y estaban relacionados principalmente con acciones de narcomenudeo. En total, añadió, se tiene conocimiento de la participación de al menos seis personas, todas relacionadas con el narcomenudeo y que operaron en tres escalas: actores operativos, organizadores y reclutadores y mandos.
Planearon bombazo en bar de Ciudad Azteca; nota de Alejandro Medellín
Detalla la PGJDF cómo se desarrollaron los hechos previos a la explosión que costó la vida a Manuel Meza Campos, 'El Pipen', en las cercanías de la Secretaría de Seguridad Pública local
Video: Pasan inadvertidos paquetes sospechosos
En un ejercicio periodístico se ubicaron dos puntos estratégicos y se dejaron dos bultos, en ambos casos, los ciudadanos alertaron a policías

Alejandro Medellín, reportero
El Universal, On line, miércoles 27 de febrero de 2008
14:22 El procurador de justicia del Distrito Federal, Rodolfo Félix Cárdenas, reveló que fueron grupos de narcotraficantes los que orquestaron desde algún lugar, fuera del Distrito Federal, el atentado con explosivos el narcotráfico que el 15 de febrero tenía como objetivo quitarle la vida al jefe sectorial de la Policía Preventiva, Julio César Sánchez Amaya, identificado con el nominativo "Pegaso".
Para tal fin, dijo al leer un comunicado con el balance de las investigaciones, se utilizó a un grupo de narcomenudistas del barrio de Tepito, integrado por al menos ocho personas, de las cuales por lo menos tres huyeron de la ciudad de México.
Félix Cárdenas detalló que un día antes del atentado, Juan Manuel Meza Campos,“El Pipen”, Karla Monserrat González Gallegos y Óscar Santoyo Rodríguez "El Mosco" se reunieron en el bar "Tequilas", localizado en Ciudad Azteca, estado de México, para ultimar los detalles.
En ese lugar, “El Pipen” le dijo a Karla: "mañana me voy a chingar a un güey de la SSP", acción por lo que le iban a pagar mucho dinero.
El procurador dijo que Tania Vázquez Muñoz, una de las personas arraigadas por estos hechos, conoció a Daniel Ramírez Ávila, alias “El Nazi”, hace cuatro o cinco meses, porque Óscar Santoyo se lo presentó.
“El Nazi” vende cocaína y piedra y llevaba una amistad estrecha con Santoyo, así como con “El Pipen” y González Gallegos.
Al salir del bar, Santoyo abrazó a Karla diciéndole que le pidiera a Dios porque mañana, 15 de febrero, iban a hacer eso, refiriéndose al bombazo. “El Nazi” le platicó a ella que tenía puesto un tiro.
El día de los hechos, Tania Vázquez Muñoz, “El Pipen”, “El Mauro” y “El Mosco” se vieron a las 13:00 horas en el restaurante Wings de avenida Chapultepec.
Ahí le dijeron a “El Pipen” que tenía que colocar el paquete en la parte trasera de la camioneta con antenas y que ese vehículo podría traer una lona.
Tras abandonar el Wings, los cuatro sujetos caminaron juntos por la acera de avenida Chapultepec.
Dos de ellos hicieron llamadas telefónicas pues habían olvidado un boleto de estacionamiento del automóvil Jetta negro en el que habían llegado.
Después arribó el vehículo Phantom verde al que subieron “El Pipen” y Tania, y que era conducido por Gerardo Sánchez Montoya, que a su vez estaba acompañado de Erika N, otra implicada en los hechos.
Dentro del vehículo, Erika le entregó a “El Pipen” la bolsa negra que contenía el explosivo. Tania y “El Pipen” caminaron sobre la acera de avenida Chapultepec hacia el estacionamiento de la Policía conocido como cama de piedra, pero en ese lapso algo ocurrió con el mecanismo de detonación.
El procurador explicó que, "al llegar a un lugar en donde hay unas láminas con anuncios, Tania recibió una alerta en su radio Nextel, verificando que quien le marcaba era el mismo número que ese día 15 de febrero le había marcado al medio día. Minutos antes, Mauro le había llamado a Tania por un teléfono celular para decirle que luego pasarían por ella.
Al recibir Tania la llamada, cuando caminaba con “El Pipen”, escuchó como un eco y sintió que se quemaba su cuerpo.
El procurador capitalino resumió las investigaciones de la Policía Judicial señalando que detrás de los hechos del 15 de febrero se encuentra la acción del narcotráfico, que el objetivo era el jefe sectorial Julio César González Amaya, que la instrucción para llevar a cabo el atentado vino de fuera de la ciudad de México y que para colocar la bomba se utilizaron a diversas personas del Distrito Federal y del estado de México dedicadas al narcomenudeo, al robo de vehículos con violencia y a la venta de armas entre otras actividades.
El procurador Félix Cárdenas pidió a la Procuraduría General de la República que atraiga el caso, ya que por naturaleza es del ámbito federal.
Solicitó además a la PGR asumir la custodia de las personas arraigadas y buscar en el interior del país a los prófugos Óscar Santoyo Rodríguez, alias “El Mosco”; Mauricio Navarro Hernández, “El Mauro”, así como a Erika N y Gerardo Sánchez Montoya, de quienes dijo abandonaron el Distrito Federal.
Sin embargo, el procurador omitió señalar el móvil del atentado, es decir, por qué motivo el "jefe Pegaso" se convirtió en blanco de grupos del narcotráfico a los que tampoco identificó el titular de la PGJDF
Otra omisión del procurador giró en torno al papel de Rogelio Mena alias "el Chilango", quien vivía a dos calles del domicilio de Tania Vázquez y de quien se dijo que había sido el instigador de estos hechos debido a que el 13 de febrero la policía capitalina lo detuvo con un arsenal de armas de alto poder que eran para el Cártel de Sinaloa.
Félix Cárdenas omitió cualquier dato referente a estos hechos. fml

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