Columna Archivos del poder/Martín Moreno
Chivatos
En nuestra columna del martes pasado, antes que cualquier otro medio, adelantamos la siguiente información:
“Noé Ramírez Mandujano. El hasta hace algunos días poderoso titular de la SIEDO fue obligado a renunciar en circunstancias misteriosas y, hasta ahora, ocultas a la opinión pública. Resulta que, el 30 de julio pasado, el mismo día en que Ramírez Mandujano presentó su dimisión, fueron detenidos, al mediodía, tanto Jorge Colorado, jefe del equipo especial conocido como Los Gafes, así como algunos de sus subordinados: Fernando Rivera, Roberto García y Milton García.(*)
La orden de arraigarlos salió directamente de la oficina del secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna. Tanto Colorado como sus colaboradores fueron, en primera instancia, interrogados en el tercer piso de la PGR y, posteriormente, conducidos hasta el Centro de Operaciones de la Policía Federal, en Iztapalapa, donde permanecen arraigados. ¿Por qué fueron detenidos y por qué no se ha informado de su arraigo? No se sabe. Pero lo cierto es que, horas después de su detención, Ramírez Mandujano fue obligado a presentar su renuncia”.
Ayer miércoles, según publica Excélsior en primera plana con información del reportero Lemic Madrid, “seis funcionarios de alto nivel de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), son investigados por filtrar información a personas no autorizadas.
“Versiones extraoficiales señalan que la organización de narcotraficantes liderada por los hermanos Beltrán Leyva, quienes tuvieron fuertes vínculos delictivos con JoaquínEl ChapoGuzmán, podría ser el grupo beneficiado.”
De acuerdo con la información de Madrid, la PGR dio a conocer, el martes por la noche, que “en los actos de corrupción y deslealtad” se encuentran involucrados tanto Colorado como Fernando Rivera, Roberto García y Milton Cilia Pérez (no García, como aquí lo publicamos), “quienes fueron formados en el Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales (Gafes)”.
Es decir: la PGR confirmó la información exclusiva publicada en estos Archivos desde el martes pasado a primera hora.
En nuestra columna del martes pasado, antes que cualquier otro medio, adelantamos la siguiente información:
“Noé Ramírez Mandujano. El hasta hace algunos días poderoso titular de la SIEDO fue obligado a renunciar en circunstancias misteriosas y, hasta ahora, ocultas a la opinión pública. Resulta que, el 30 de julio pasado, el mismo día en que Ramírez Mandujano presentó su dimisión, fueron detenidos, al mediodía, tanto Jorge Colorado, jefe del equipo especial conocido como Los Gafes, así como algunos de sus subordinados: Fernando Rivera, Roberto García y Milton García.(*)
La orden de arraigarlos salió directamente de la oficina del secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna. Tanto Colorado como sus colaboradores fueron, en primera instancia, interrogados en el tercer piso de la PGR y, posteriormente, conducidos hasta el Centro de Operaciones de la Policía Federal, en Iztapalapa, donde permanecen arraigados. ¿Por qué fueron detenidos y por qué no se ha informado de su arraigo? No se sabe. Pero lo cierto es que, horas después de su detención, Ramírez Mandujano fue obligado a presentar su renuncia”.
Ayer miércoles, según publica Excélsior en primera plana con información del reportero Lemic Madrid, “seis funcionarios de alto nivel de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), son investigados por filtrar información a personas no autorizadas.
“Versiones extraoficiales señalan que la organización de narcotraficantes liderada por los hermanos Beltrán Leyva, quienes tuvieron fuertes vínculos delictivos con JoaquínEl ChapoGuzmán, podría ser el grupo beneficiado.”
De acuerdo con la información de Madrid, la PGR dio a conocer, el martes por la noche, que “en los actos de corrupción y deslealtad” se encuentran involucrados tanto Colorado como Fernando Rivera, Roberto García y Milton Cilia Pérez (no García, como aquí lo publicamos), “quienes fueron formados en el Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales (Gafes)”.
Es decir: la PGR confirmó la información exclusiva publicada en estos Archivos desde el martes pasado a primera hora.
Además, la Procuraduría reportó a otros dos detenidos: Antonio Mejía Robles y Jorge Alberto Zavala, ambos también adscritos a la SIEDO.
Sin embargo, al amparo de esta información confirmada, surgen todavía varias dudas:
¿Por qué se informó de la detención del jefe Colorado, así como del resto de los agentes federales, hasta que un medio, en este caso Excélsior, hizo público lo ocurrido, y que hasta el mismo martes 12 por la tarde, había sido ocultado? ¿Por qué la tardanza?
Colorado y los demás policías fueron detenidos realmente desde el pasado 30 de julio, al mediodía, en la PGR, por chivatos, justo el mismo día en el que presentó su renuncia Ramírez Mandujano. ¿Qué relación tienen estas detenciones con la salida del titular de la SIEDO? ¿Qué otros vínculos se están ocultando y a quién se está protegiendo?
Pero hay más información.
A partir de la renuncia de Ramírez Mandujano, se están realizando una serie de auditorías a la SIEDO, principalmente en el área de delitos contra la salud. ¿Se estará investigando al bolsillo de quién fue a dar parte del dinero incautado a Zhenli Ye Gon?
También es necesario señalar que, en nuestra misma columna del martes pasado, apuntamos: “Ebrard y Mendieta. Angustiado por el secuestro de su ser querido, el padre de familia tocó varias puertas hasta legar a la oficina del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard. Pidió ayuda. Ebrard se limitó a contestarle: “Busca a Ernesto Mendieta”. ¿Y quién es Mendieta? Es conocido en el medio policiaco como negociador de secuestros y quien fue, entre otros muchos casos, encargado de mediar con los secuestradores de Fernando Martí…”.
Hasta aquí la cita sobre Mendieta.
Y ayer miércoles, Ebrard rechazó haber recomendado a Mendieta para mediar con los secuestradores de Fernando Martí. Por eso, debemos establecer que en ninguna parte de nuestra columna pasada afirmamos que Ebrard le hubiera recomendado a Alejandro Martí recurrir a Mendieta para tratar lo del secuestro de su hijo. Cuando citamos que “un padre de familia” fue a ver a Ebrard para solicitarle ayuda, nos referimos a otra persona de la que seguiremos omitiendo su nombre por razones de seguridad.
Es importante subrayar entonces que fue a ese padre de familia, y no a Alejandro Martí, a quien Ebrard recomendó a Mendieta. Sin embargo, esta acción del jefe de Gobierno del DF es, de suyo, un acto tan alarmante porque evidencia la poca confianza de la autoridad hacia las policías locales, como irresponsable, por confiar la vida de una plagiada a la tarea de un “negociador de secuestros”.
Archivo confidencial… Desaparecer a la Policía Judicial del DF y poner en su lugar a un híbrido llamado Policía Investigadora resultará tan poco efectivo como el tan cacareado “pacto federal contra la inseguridad”. ¿Por qué? Debido a que serán los mismos comandantes, agentes y funcionarios actuales, con toda su estela de corrupción y desprestigio, quienes se hagan cargo tanto de la nueva policía capitalina como de las operaciones que se desprendan del “pacto federal”. Mientras no se desmantele la estructura de poder policiaco que domina a las policías federales y a las locales, la situación seguirá siendo la misma: impunidad y desconfianza por todas partes, teniendo como rehén a la cada vez más desprotegida población.
Sin embargo, al amparo de esta información confirmada, surgen todavía varias dudas:
¿Por qué se informó de la detención del jefe Colorado, así como del resto de los agentes federales, hasta que un medio, en este caso Excélsior, hizo público lo ocurrido, y que hasta el mismo martes 12 por la tarde, había sido ocultado? ¿Por qué la tardanza?
Colorado y los demás policías fueron detenidos realmente desde el pasado 30 de julio, al mediodía, en la PGR, por chivatos, justo el mismo día en el que presentó su renuncia Ramírez Mandujano. ¿Qué relación tienen estas detenciones con la salida del titular de la SIEDO? ¿Qué otros vínculos se están ocultando y a quién se está protegiendo?
Pero hay más información.
A partir de la renuncia de Ramírez Mandujano, se están realizando una serie de auditorías a la SIEDO, principalmente en el área de delitos contra la salud. ¿Se estará investigando al bolsillo de quién fue a dar parte del dinero incautado a Zhenli Ye Gon?
También es necesario señalar que, en nuestra misma columna del martes pasado, apuntamos: “Ebrard y Mendieta. Angustiado por el secuestro de su ser querido, el padre de familia tocó varias puertas hasta legar a la oficina del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard. Pidió ayuda. Ebrard se limitó a contestarle: “Busca a Ernesto Mendieta”. ¿Y quién es Mendieta? Es conocido en el medio policiaco como negociador de secuestros y quien fue, entre otros muchos casos, encargado de mediar con los secuestradores de Fernando Martí…”.
Hasta aquí la cita sobre Mendieta.
Y ayer miércoles, Ebrard rechazó haber recomendado a Mendieta para mediar con los secuestradores de Fernando Martí. Por eso, debemos establecer que en ninguna parte de nuestra columna pasada afirmamos que Ebrard le hubiera recomendado a Alejandro Martí recurrir a Mendieta para tratar lo del secuestro de su hijo. Cuando citamos que “un padre de familia” fue a ver a Ebrard para solicitarle ayuda, nos referimos a otra persona de la que seguiremos omitiendo su nombre por razones de seguridad.
Es importante subrayar entonces que fue a ese padre de familia, y no a Alejandro Martí, a quien Ebrard recomendó a Mendieta. Sin embargo, esta acción del jefe de Gobierno del DF es, de suyo, un acto tan alarmante porque evidencia la poca confianza de la autoridad hacia las policías locales, como irresponsable, por confiar la vida de una plagiada a la tarea de un “negociador de secuestros”.
Archivo confidencial… Desaparecer a la Policía Judicial del DF y poner en su lugar a un híbrido llamado Policía Investigadora resultará tan poco efectivo como el tan cacareado “pacto federal contra la inseguridad”. ¿Por qué? Debido a que serán los mismos comandantes, agentes y funcionarios actuales, con toda su estela de corrupción y desprestigio, quienes se hagan cargo tanto de la nueva policía capitalina como de las operaciones que se desprendan del “pacto federal”. Mientras no se desmantele la estructura de poder policiaco que domina a las policías federales y a las locales, la situación seguirá siendo la misma: impunidad y desconfianza por todas partes, teniendo como rehén a la cada vez más desprotegida población.
La columna del martes:
*Al margen: el boletín no 667/08 del martes d12 de agosto de de la PGR no señala cuando fueron detenidos los agentes de SIEDO, pero todo apunta que la detención fue el miércoles 6 de agosto y no el 30 de julio como lo señala el columnista Martín Moreno. Y tiene razón cuando pregunta el ¿por qué no se informó de inmediato de su arraigo? La información fue ocultado varios días hasta que él publico su columna el martes 12 de agosto.
Pero, la nota de Lemic Madrid en Excelsior (13 de agosto) señala que "las primeras diligencias 8de corrupción y deslealtad de los agentes de SIEDO) sobre éste caso iniciaron desde hace tres meses".
Agrega la nota de Lemic que "Algunas versiones extraoficiales señalan que uno de los elementos con mayor contundencia para iniciar esta investigación se encontró en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuando fue asegurado Ramón Ramírez Luna.
Este hombre arribó a la terminal aérea el pasado 3 de agosto, procedente de Costa Rica; se había tragado 75 cápsulas de cocaína para asegurar la entrega del embarque sin que fuera detectado. Durante el operativo también fueron capturados dos acompañantes, a quienes se identificó como Azucena Ramírez Flores y José de Jesús Cortés Hernández; al ser interrogados en la SIEDO, presuntamente proporcionaron información sobre los servidores públicos involucrados en la filtración de datos confidenciales (...) Esta situación originó una reunión de mandos en la SIEDO, en la que estuvieron presentes la actual titular de esta área de investigación (Marisela Morales Ibáñez) y un militar de apellido Murgan, presunto enlace con las fuerzas castrenses."
Este hombre arribó a la terminal aérea el pasado 3 de agosto, procedente de Costa Rica; se había tragado 75 cápsulas de cocaína para asegurar la entrega del embarque sin que fuera detectado. Durante el operativo también fueron capturados dos acompañantes, a quienes se identificó como Azucena Ramírez Flores y José de Jesús Cortés Hernández; al ser interrogados en la SIEDO, presuntamente proporcionaron información sobre los servidores públicos involucrados en la filtración de datos confidenciales (...) Esta situación originó una reunión de mandos en la SIEDO, en la que estuvieron presentes la actual titular de esta área de investigación (Marisela Morales Ibáñez) y un militar de apellido Murgan, presunto enlace con las fuerzas castrenses."
Por lo que tiene lógica que la detención se dio el 4 de agosto, no el 30 de julio.
En fin, hay muchas cosas todavía por salir.
El periodismo de investigación está haciendo su trabajo.
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