Diputada Josefina Vázquez Mota, Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados.
Senador Gustavo Madero Muñoz, Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Senadores.
Muy querido don Luis H. Álvarez, Ex Presidente nacional de nuestro Partido.
Estimado licenciado Luis Felipe Bravo Mena, Ex Presidente nacional del PAN.
Licenciado Manuel Espino Barrientos, Presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América.
Diputada Mariela Pérez de Tejada, Secretaria de Promoción Política de la Mujer.
Licenciado José Luis Coindreau, Presidente de la Comisión de Reflexión y Análisis de los Procesos Electorales de 2009.
Queridas y queridos compañeros consejeros, amigos todos:
Acudimos a esta sesión a poco más de un mes de aquella ocasión que nos convocó y en la que recibí de este Consejo la honrosísima responsabilidad de dirigir, junto con todos ustedes, los destinos de Acción Nacional.
Lo hacemos también en el marco inmejorable de la celebración del aniversario de nuestro instituto político.
A 70 años de aquellos días de septiembre que vieron nacer al PAN y cambiaron para siempre el destino de todo un país, vale la pena rendir homenaje a los fundadores de Acción Nacional que concibieron y crearon un Partido construido sobre la roca firme de los principios que le dieron vida y le siguen dando sentido, no un Partido edificado sobre la arena movediza de la aventura pasajera o la ambición del episodio electoral.
Un Partido que nació moderno en 1939 y sigue siendo moderno en 2009. No un Partido restaurador ni un Partido conservador del status quo, un Partido que ha sido moderno por tradición y que hoy mira el futuro anclado en lo que lo hace más fuerte, más potente y más robusto: Su identidad. La identidad, es aquello que hace del PAN un Partido distinto y distinguible, distinto porque tiene un núcleo de convicciones propias que lo hacen ser lo que es y no otra cosa. Distinguible, porque tiene un sello original en su forma de hacer política y de hacer gobierno.
Un Partido que postula la realización ética de la política y que aspira a vivir en la permanente conciliación de ambas esferas. Un Partido con un ideario democrático y cívico, visible y comprable, anclado en la concepción y en la defensa de las libertades públicas: La libertad de conciencia, la libertad de expresión, la libertad de credo, la libertad de prensa, la libertad de enseñanza, la libertad de trabajo, la libertad de asociación, la libertad de inversión, la libertad de crear empleos, la libertad de votar, la libertad de ser votado para acceder democráticamente al poder.
El PAN tiene identidad no sólo porque defiende y promueve la dimensión individual de la persona, sino también al ser humano en su faceta comunitaria y social.
Pone a la persona en el centro de todo y plantea la necesaria promoción de las condiciones materiales mínimas para la vida digna de todos los mexicanos.
La nueva agenda de modernidad de México también hace al PAN distinto y distinguible. En lo político, postulamos democracia efectiva en un marco de libertades.
En lo económico, creemos en el libre mercado con responsabilidad social y sustentabilidad ambiental.
En lo social, pensamos y defendemos la intervención del Estado para asegurar la equidad en el reparto de la riqueza, con especial atención a la población más vulnerable.
Es con este ánimo renovado y con esta convicción que concurrimos hoy a esta Sesión y lo hacemos con un doble propósito: Primero, concluir el proceso de reflexión y evaluación de los procesos electorales que culminaron el pasado 5 de julio; segundo, lanzarlos de lleno a los nuevos retos que nos esperan.
De esta manera honraremos a nuestros fundadores, de los que podremos decir que siempre ejercieron tanta reflexión como fuera necesaria y tanta acción como fuera posible.
Acudimos, por otra parte, en un contexto nacional caracterizado por el término de la mitad del gobierno del Presidente Calderón; un Presidente que ha enfrentado valiente y eficazmente, junto con todos nosotros, las peores crisis que pudiéramos haber imaginado durante estos tres años: La crisis provocada por la respuesta del crimen organizado frente a la acción del Estado, la crisis alimentaria mundial, la crisis económica global, la crisis sanitaria provocada por el surgimiento del virus AH1N1 y al crisis por falta de lluvias en nuestro país.
Cualquiera de ellas habría sido suficiente para comprometer la viabilidad de cualquier Nación.
Ante estas adversidades, no han cabido ni cabrán actitudes, ni de cinismo ni de desilusión. No hay lugar a las prácticas que se mimetizan a la subcultura de la componenda, vacías de proyecto y llenas de avidez, del poder por el poder.
Tampoco hemos dejado ni dejaremos espacio a la desilusión, al derrotismo ni a la autoflagelación.
De cara a los siguientes tres años de gobierno decimos junto con el Presidente Calderón: Si los primeros tres años fueron el tiempo de las reformas posibles, los siguientes tres deben ser los años de las reformas necesarias para el país.
Lo sabemos todos, los recursos petroleros se agotan paulatina y dramáticamente, mientras que las finanzas públicas no pueden ser apuntaladas con las recetas del pasado que han quebrado al país.
Por un lado, se requiere resolver, en el corto plazo, los huecos generados por los efectos de la crisis global en nuestras finanzas; por el otro, es preciso emprender un conjunto de reformar de largo aliento que impliquen cambios sustanciales y que marquen claramente un antes y un después para el crecimiento y la competitividad de nuestra economía nacional.
Lo hemos dicho y lo reiteramos: Respaldamos el Paquete Económico 2010, enviado por el Presidente Calderón al Congreso de la Unión, porque reúne tres características esenciales: es un paquete responsable, es un paquete austero y es un paquete solidario con los que menos tienen.
Es responsable, porque implica una fuerte reducción en el gasto público, de unos 200 mil illones de pesos que representan dos veces el presupuesto anual del Gobierno del Distrito Federal.
Es austero, porque el gobierno ha sido el primero en poner el ejemplo, proyectando ahorros con motivo del adelgazamiento de la Administración Pública Federal.
Desde aquí nuestro reconocimiento por su labor a nuestros compañeros Rodolfo Elizondo, Salvador Vega y Abelardo Escobar. Es solidario, porque prevé un aumento significativo en los programas sociales que atienden las necesidades más sentidas de los mexicanos particularmente de los que menos tienen; educación, salud y alimentación. Porque contiene un crecimiento del 50 por ciento en los programas sociales más importantes: Oportunidades, Apoyo Alimentario y Seguro Popular.
Y es también solidario porque propone la creación de la primera contribución en la historia de nuestro país, destinada específicamente a combatir la pobreza en la que viven millones de mexicanos. Con la CAP, Contribución Anti Pobreza, quienes gasten más, pagarán más y quienes gasten menos, pagarán menos.
Por estas razones, el PAN apoya el Paquete Económico enviado por el Presidente Calderón al Congreso y confía en las posibilidades de diálogo y entendimiento con todas las fuerzas políticas, para alcanzar un presupuesto que al mismo tiempo cuide las finanzas públicas y cuide el bolsillo de los mexicanos, particularmente los que menos tienen.
No es suficiente la inercia.
Estamos obligados a poner todo de nuestra parte para alcanzar los cambios de fondo que el país necesita. Porque no hemos llegado al poder solamente para administrarlo, sino para transformar y tocar las realidades concretas.
No podemos limitarnos ni mucho menos resignarnos a aplicar los remiendos necesarios para una economía maltrecha y estancada.
Estamos obligados a pensar con audacia las transformaciones que hagan de nuestra economía una economía competitiva, atractiva de inversiones, plena de empleo y apta para el desarrollo de todos los mexicanos.
Es por ello que Acción Nacional reitera su compromiso para apoyar la realización de los cambios necesarios para el país.
Nuestros grupos parlamentarios en ambas cámaras están abiertos al diálogo y a los acuerdos.
Confiamos en la responsabilidad histórica de las demás fuerzas políticas en el Congreso. Pedimos a la oposición lo mismo que supo dar el PAN cuando fue oposición durante 61 años.
No pedimos más ni pedimos menos: Altura de miras y lealtad con el país.
Todo esto lo hacemos en medio de dos contiendas locales que culminarán el próximo 18 de octubre. Se trata de las primeras dos pruebas electorales que enfrentaremos.
En Coahuila nos enfrentamos juntos a la adversidad sobre la adversidad, después de los resultados electorales del pasado 5 de julio y bajo una Ley Electoral asfixiante, que llega al ridículo extremo de prever apenas 10 días de campaña para algunos municipios y 30 para los municipios más grandes, como Saltillo y Torreón. Nos presentaremos con las mejores mujeres y los mejores hombres al frente, y pelearemos por igual en Laguna, en el Centro y en el Norte.
Vamos a refrendar nuestras victorias en nuestros bastiones: Torreón y Ramos Arizpe. Y vamos a recuperar Saltillo, Monclova y otras ciudades, para las causas de Acción Nacional.
En Tabasco hacemos una apuesta histórica: Hemos optado por presentar a nuestros mejores candidatos sin abrir las puertas a la escisión en turno del PRI o del PRD.
Se trata de demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de ganar y pelear con nuestras propias armas y de aspirar al voto ciudadano por lo que somos, no por lo que podríamos ser o peor aún, lo que podríamos parecer.
La meta clara y en ella estamos empeñados todos: Ganar para el PAN el primer municipio en la historia en Tabasco.
Llegamos, por último, animados por el gesto generoso y ejemplar de Daniel Alvarado, entrañable compañero nuestro del estado de México, que merece ser reconocido y seguido por todos.
Como sabemos, habiendo obtenido en forma legal y legítima una diputación local por la vía plurinominal, decidió dar un paso al lado y dejar su lugar para que fuera ocupado por nuestra compañera mazahua Florentina Salamanca, la primera Diputada indígena en la historia de Acción Nacional. Actos como el de Daniel Alvarado, representan lo mejor del PAN y nos hacen recordar la limpieza del propósito con la que todos venimos algún día a abrazar esta causa que es nuestra.
Nos hace recordar que cuando se tiene por encima de todo la causa común y el proyecto de Nación, y se destierran el apetito y la ambición malsana, son los motivos espirituales los que inspiran y rigen, los que subordinan cualquier proyecto personal, por más legítimo que sea, al bien superior.
Desde aquí, nuestro reconocimiento y agradecimiento a Daniel Alvarado, y nuestra bienvenida a Florentina Salamanca, nuestra primera Diputada indígena en la historia.
El día de hoy, conoceremos a los integrantes de la Comisión de Análisis y Reflexión de los Procesos Electorales de 2009, sus conclusiones y recomendaciones, a la luz de las expresiones de miles de militantes, dirigentes y candidatos que participaron durante estas semanas en ejercicios locales y nacionales de reflexión.
A los integrantes de la Comisión y a su presidente, José Luis Coiendreau, nuestro agradecimiento y reconocimiento por su tarea.
En tan solo cinco semanas recorrieron el país, participaron en múltiples sesiones y acordaron la redacción del documento que será puesto a la consideración de este Consejo.
Sin duda, podemos decir que esta Comisión ha derrumbado la concepción generalizada de las Comisiones como instancias de eterna deliberación sin resultados visibles.
Nuestros compañeros trabajaron duro, trabajaron rápido y trabajaron bien.
Es de destacarse que en su informe a este Consejo, la Comisión haya decidido no conformarse con presentar un listado de conclusiones a manera de evaluación de lo ocurrido durante las pasadas elecciones, sino que fue mucho más allá y presentará a este Consejo un listado de recomendaciones para el trabajo de Acción Nacional en todos sus órdenes y vertientes.
En sintonía, con la labor de la Comisión, les propongo que hagamos una reflexión desde esa virtud que se supone lejana al político común, dado el descrédito general que padece esta noble actividad que hemos abrazado. Me refiero a la humildad.
Debemos hacer un análisis sincero, desprovisto de la cera con la que los griegos recubrían las imperfecciones de las esculturas y que bajo el rayo del sol se derretían.
Nuestro análisis debe ser humilde, objetivo y cimentado desde el núcleo central de nuestras convicciones, con los pies bien puestos en la tierra, pero con la mira en lo que desde siempre estamos llamados a hacer.
Estoy cierto que esta sesión representará un viraje y, al mismo tiempo, un impulso decidido para abrazar los nuevos retos a partir de la corrección de nuestras debilidades y la potencia de nuestras fortalezas.
Las conclusiones de este Consejo Nacional darán lugar a compromisos concretos que esta dirigencia está dispuesta a asumir en forma inmediata, procurando la concurrencia de nuestras estructuras estatales y municipales para su consecución.
En adición, propondré a este Consejo la transformación de la Comisión de Reflexión y Análisis, en la Comisión de Seguimiento de las Acciones de Mejora, de manera tal que el órgano de este Consejo supervise permanentemente el apego del Comité Ejecutivo Nacional y del Partido a todas las líneas de trabajo aquí aprobadas.
Con estas acciones estoy seguro que construiremos un Partido moderno para el país que necesitamos, un Partido moderno para un México moderno.
En su tradición, el PAN ha sido siempre moderno, nunca ha vuelto la mirada ni para añorar ni para restaurar, porque -como decía Castillo Peraza- Gómez Morín no fundó esta tradición mirando hacia atrás; Gómez Morín fundó esta tradición, el PAN, mirando hacia adelante.
Los fundadores de tradiciones están parados en una convicción, pero son autores de una mirada certera hacia el futuro, desde unas convicciones.
Al poner en práctica su identidad, desde la oposición y también en el ejercicio del poder, desde el Legislativo y el Ejecutivo, el PAN ha construido su tradición de ser un Partido siempre moderno.
Ha generado frutos de bien común para México: el IMSS, el Banco de México, el Voto de la Mujer, el Padrón Electoral, la credencial para votar con fotografía, los organismos electorales autónomos y ciudadanos, la alternancia democrática, la efectiva división de poderes, el federalismo vivo, la transparencia y acceso a la información, a plena libertad de expresión y de prensa.
70 años después, el reto del PAN es ser fiel a sí mismo y a su tradición de modernidad, un Partido actual, abierto, incluyente y de futuro.
Un PAN capaz de construir una nueva agenda para el país, de comunicarla efectivamente y de ganar la confianza y el voto.
Un PAN visionario para generar ideas que trasciendan y entusiasmen.
Un PAN fuerte para romper los lazos que atan a México al pasado.
Un PAN inconforme para tocar la conciencia de los jóvenes que buscan razones para creer y para pelear.
Un PAN generoso que abra sus puertas y reciba a cientos de miles de mexicanos que quisieran de hacer de Acción Nacional su casa.
Un PAN solidario para hacer suyas las causas del México más apartado.
70 años después, nuevas soluciones para los nuevos problemas de México; nos honra un pasado que nos llena de orgullo y tenemos un presente que nos compromete.
Esta será la mejor manera de rendir homenaje a nuestros fundadores: Construir el México moderno a partir de la fortaleza de nuestra identidad
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