8 feb 2011

Pobre debate en San Lázaro, hoy

Los legisladores del PAN - Arturo García Portillo y Leandro Rafael García Bringas- no estuvieron al nivel de "defender" al Presidente Calderón de las calumnias de los legisladores del PT. Lo más que dijo García Bringas a Noroña fue Aquí lo quiero, me gusta cómo se viste y todas sus payasadas, eh.”.
Fernández Noroña  se la pasó calumniando impunemente -¡tiene fuero!-, ante la pobre llamada de atención del Presidente de la mesa directiva del PRI, José Carlos Ramírez Marín, que decía:
“Señor diputado Fernández Noroña, refiérase con respeto a sus pares.
Recuerdo a los señores diputados el contenido del artículo 8o. en su fracción IV:
IV) Dirigirse con respeto y cortesía a los demás diputados y diputadas, e invitados, con apego a la normatividad reglamentaria.
Y la propia disposición de la Ley Orgánica, en el artículo 23, con respecto a las atribuciones del presidente para la conducción de los debates.
Una vez más, llamo a los señores oradores a conducirse con respeto parlamentario a los demás diputados y a las instituciones de este país.
 El PRD – en voz de Ríos Piter y Agustín Guerrero- aprovecharon el espacio para solidarizarse con Aristeguí (aunque en la mañana el diputado Alejandro Encinas, decía que ese no "era pleito de ellos".- lo mismo hizo –al final-, la diputada Beatriz Paredes, pero sin darle fuerza a los del PT.
Vale la pena leer los posicionamientos de: Jaime Cardenas Gracia y Beatriz Paredes.
El diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia: Gracias, presidente. El asunto de Carmen Aristegui, su despido injustificado de la empresa MVS Medios, es un hecho ominoso, es un hecho abominable de la historia política de nuestro país. Digo ominoso porque augura seguramente acontecimientos de mayor autoritarismo en la vida política de México.
Con esta decisión el gobierno federal que encabeza Felipe Calderón está demostrando que es un censor, está demostrando que es un violador de las garantías individuales, principalmente de la libertad de expresión. A mí no me queda duda de que la Presidencia de la República influyó en la destitución, en el despido injustificado de Carmen Aristegui. No hay ninguna duda. (tiene pruebas el diputada Cárden as Gracis?)
La empresa MVS tiene en este momento en trámite prórrogas en sus concesiones radiofónicas. La empresa MVS sabe cómo actúa el gobierno federal. Cómo limita la libertad de expresión de sus comunicadores, de sus reporteros, a fin de obtener la prórroga de las concesiones.
Llama también mucho la atención que el reclamo que hicimos algunos legisladores en la manta del jueves pasado en donde exponíamos el alcoholismo de Felipe Calderón, haya suscitado el reclamo de un Grupo Parlamentario del PAN que, como bien saben los abogados del PAN, en este tipo de asuntos que tienen que ver con la vida privada -como adujeron algunos de ellos y me lo señalaron posteriormente al debate-, la única legitimación procesal para cualquier reclamo es del propio Felipe Calderón. Y hasta el momento Felipe Calderón no ha exigido una disculpa de parte de los legisladores; no ha entablado ninguna demanda de carácter civil para demandarnos reparación de daño moral por los comentarios y los contenidos de esta manta.
Esto lo señalo porque hay aquí defensores oficiosos de Calderón y el que debe reclamar la violación, en todo caso, a sus derechos, a su intimidad, a su vida privada, a sus datos personales es el propio Felipe Calderón.
Señor presidente, quiero informar a este pleno y a usted mismo, que he presentado el día de hoy una iniciativa de reforma a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, para adicionar un artículo 19 Bis a esa ley, a efecto de que el expediente médico y los datos médicos de los titulares de los tres poderes públicos, de los órganos constitucionales autónomos y los titulares de los sujetos obligados a que se refiere la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, sea información de conocimiento general, sea información de carácter público.
Yo entiendo que el expediente médico, las enfermedades o las adicciones de los particulares, de los gobernados, deben entenderse como información confidencial y están protegidas por el artículo 19 de la Ley Federal de Transparencia y por el segundo párrafo del artículo 16 de la Constitución, pero en tratándose de servidores públicos, sobre todo los servidores públicos más encumbrados, como somos los diputados; los senadores; los ministros de la Suprema Corte, el titular del Poder Ejecutivo; los titulares de los órganos electorales;  del  Banco de México, esa información debería ser totalmente pública.
En qué me apoyo. Me apoyo en el derecho comparado. En la jurisprudencia norteamericana se ha sostenido que los ciudadanos tienen derecho a conocer de las actividades sexuales y los problemas médicos de los servidores públicos. Este mismo principio existe en distintos sistemas jurídicos de la Commonwealth.
La polémica que provocamos el jueves pasado algunos diputados, y que ha generado como dijo bien el diputado del PRD, Agustín Guerrero, la primera víctima con el despido injustificado de Carmen Aristegui, exige medidas legislativas del Congreso de la Unión. Esas medidas legislativas estimo yo tienen que ver con reformas de este tipo, para que todos los altos servidores públicos del país hagamos público nuestro expediente médico, porque nuestra misión...
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Concluya, diputado.
El diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia: Termino, presidente. Nuestra función puede afectar, puede determinar el funcionamiento de las instituciones.
Nuestras decisiones y omisiones afectan a millones de personas, por eso esta información debe ser de carácter público, y por eso esa información no es de carácter confidencial ni reservado cuando se trata de los servidores públicos más importantes de este país.
Entrego a usted desde este momento, presidente, copia de esta iniciativa que en el momento procesal y parlamentario correspondiente, presentaré  y argumentaré ante este pleno. Por su atención, muchas gracias, presidente.
El Presidente diputado Jorge Carlos Ramírez Marín: Muchas gracias, diputado. Vamos a concluir este debate con la intervención de la diputada Beatriz Paredes Rangel, por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional.
La diputada Beatriz Elena Paredes Rangel: Gracias, señor presidente. Mi participación está inscrita en el marco de este debate y estas reflexiones en torno a la política interior en esta etapa de la vida del país.
Quisiera señalar que ratifico en todos sus términos la intervención del diputado José Ramón Martel que, por decisión de nuestro grupo parlamentario, hizo el planteamiento general del posicionamiento de nuestra bancada.
Sin embargo, cuando en el marco de este debate los grupos parlamentarios coincidieron que era pertinente abordar el tema vinculado con la periodista Carmen Aristegui estimé conveniente que el tiempo que se me ha destinado me permita compartir con ustedes algunas reflexiones.
¿Por qué la circunstancia de Carmen Aristegui provocó una reacción tan amplia en comunicadores y en la opinión pública? Independientemente de que el prestigio de la comunicadora tiene años de sustentación y no se ha caracterizado por ser obsecuente con el poder, cualquiera que sea el signo de éste, por encima del derecho que tienen los empresarios de la comunicación de decidir sobre quiénes colaboran en sus medios, lo que proyecta, lo que evidencia la reacción de tantas y diversas voces es la convicción de que la libertad de expresión es un valor irrenunciable y, sobre todo, lo que se aprecia es el derecho a la crítica.
El pluralismo no sólo es un tema de orden electoral. El pluralismo tiene que ver con una visión del mundo en donde reconoces que hay distintos, diferentes; que hay otros que no tienen que ser como tú ni profesar los mismos valores o dogmas o convicciones que tú profesas.
El pluralismo refleja la capacidad de las sociedades de trasladar la utopía de las uniformidades, que siempre es una utopía fascista, a la convicción de que en un mundo donde las personas son diferentes hay un pleno derecho a opiniones diferentes.
Supone reconocer que hay ideas distintas, posiciones encontradas, perspectivas incluso antagónicas y supone, sobre todo, el respeto a esa realidad heterogénea y diversa que enriquece, que permite que la humanidad sea este extraordinario mosaico creativo.
El derecho a la crítica en regímenes políticos en transición es indispensable porque en los procesos de transición siempre hay riesgo de posiciones regresivas y en esas etapas que se caracterizan por la confusión, la diatriba y, en muchos casos, por las acusaciones infundadas, la crítica es una práctica que oxigena y que obliga a todos a mirar con mayor objetividad y humildad que percepciones diversas existen.
El país tiene una gran tradición de ejercicio de la crítica política; tradición no sólo de crítica, incluso de sátira política, donde el escalpelo fino de un caricaturista como el caso de José Guadalupe Posada, en El Ahuizote, y de muchos grandes caricaturistas de la época prerrevolucionaria y de la época contemporánea, o la expresión libre de periodistas, editorialistas, comunicadores y  políticos, reflejan cómo hay opiniones distintas, puntos de vista diversos y eso es lo que construye la democracia. El desarrollo democrático del país demanda convicciones democráticas, desde luego, y requiere tolerancia.
Quiero concluir señalando lo que un pensador Voltaire, que fue destacado filósofo, perseguido y encarcelado por sus principios expresó: “Detesto lo que escribes, pero daría mi vida para que pudiera seguir escribiéndolo”.
No es Carmen Aristegui. Carmen Aristegui simultáneamente se convierte en un símbolo. En el país necesitamos que exista la crítica: la crítica objetiva, la crítica veraz, la crítica que no confunda al poder en su propio espejo. Muchas gracias.

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