2 may 2012

El debate será hoy en Francia!

Elecciones Francia 2012
Sarkozy confía en que el debate reducirá su desventaja ante Hollande
Hollande mantiene su ventaja de entre seis y ocho puntos y está "preparado" para una cita "áspera"
Los expertos señalan que, en 45 años, los cara a cara no han modificado la tendencia precedente
Miguel Mora
El País, París 2 MAY 2012 - 14:01 CET5
El primer y único cara a cara entre los dos aspirantes a las elecciones presidenciales francesas (TF1 y France2, 21.00 horas locales), el gran acto teatral de una larga campaña, se celebrará esta noche, cuando solo faltan cuatro días para el voto y los sondeos indican que la partida final está prácticamente decidida. El socialista François Hollande, gran favorito desde hace un año, y Nicolas Sarkozy, el presidente saliente, serán observados con lupa durante dos horas y media por cerca de 20 millones de franceses, según calculan los organizadores, y muy probablemente por un número mayor de ciudadanos europeos. Pero los expertos advierten de que los debates franceses no suelen ser decisivos: llegan demasiado tarde como para hacer cambiar de idea a mucha gente, y suelen servir más para conformar a los electores con su opción que para modificarla.

 “El miércoles será el gran momento de la verdad porque se abre la veda de la pesca de la anguila”, lanzó el martes el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, desde el escenario de la plaza Trocadéro, donde Nicolas Sarkozy organizó su mitin del Primero de Mayo. Muchos fans del presidente confiaban en que el debate servirá para voltear las encuestas, y decían que su mayor experiencia y agresividad servirán para convencer a los electores de que el socialista no es idóneo para gestionar el timón del país.
 Los politólogos de este país, lleno de ellos, enfrían las expectativas, y afirman que no cabe esperar milagros de los cara a cara ya que históricamente el debate ‘entre turnos’ no invierte la tendencia precedente ni ayuda a movilizar a los indecisos.
 Según publicaba ayer Le Figaro, desde que se empezó a celebrar, en 1974, el debate solo ha conseguido cambiar de signo un máximo de 300.000 votos. Parecen pocos como para influir de verdad en una batalla que a día de hoy sitúa a Hollande con una ventaja de entre seis y ocho puntos.
 Los detalles, que fueron pactados al martes por los responsables de comunicación de los dos candidatos, Frank Louvrier por parte de Sarkozy, y Manuel Valls por parte de Hollande, son sobre todo medioambientales: el tiempo global no podrá superar las dos horas y media, la temperatura del estudio será de entre 19 y 20 grados, la altura de las sillas será regulable, y los moderadores podrán interrogar a los candidatos acerca de cualquier acontecimiento importante que ocurra durante la emisión.
 Sarkozy preparará el combate en el Elíseo durante el día de hoy. Su equipo tiene fe ciega en su capacidad dialéctica y en su raza de fajador peso pluma, e insiste en que ese 20% de indecisos que según las encuestas todavía no quiere o no sabe decir a quién votará el domingo puede acabar inclinándose hacia el presidente.
 Durante la campaña, el jefe del Estado y sus colaboradores han acusado de forma reiterada a Hollande de esquivar la confrontación directa para evitar así responder sobre su programa, y el último mensaje enviado desde el cuartel general de Sarkozy afirma que este le obligará a “aclarar todos los puntos oscuros”.
 En realidad, el aspirante socialista ha sometido su programa al ojo público muchas veces desde hace meses: empezó en los tres debates de las primarias socialistas de octubre, y acabó en una reciente conferencia de prensa en la que respondió a numerosas preguntas de casi 200 periodistas internacionales en París, sin límite de tiempo ni de temas. Además, ha concedido 120 entrevistas a medios franceses.
 Sarkozy no ha tenido tanta deferencia con la prensa, a la que ha acusado varias veces de parcialidad e incluso de incurrir en actos de “terrorismo mediático”. La violencia en el lenguaje ha ido acompañada de algunos hechos desagradables. El martes, Sarkozy presentó una demanda contra el diario digital Mediapart, no por difamación sino por “uso y publicación de un documento falso”, después de que la web publicase una nota atribuida a los servicios secretos libios en la que se afirmaba que Muamar el Gadafi dio su acuerdo a aportar 50 millones de euros para financiar la campaña de Sarkozy en 2007.
 El martes, antes del mitin de Trocadéro, Marine Turchi, una reportera de Mediapart, fue agredida por algunos militantes de la UMP. La web acusó ayer a Sarkozy de haber alimentado un clima de odio contra los periodistas, y reclamó a la Fiscalía de la República que actúe con la misma celeridad que aplicó al admitir la demanda.
 Este clima tenso y el tono brutal han sido una constante en el campo de Nicolas Sarkozy desde que el presidente salió perdedor de la primera vuelta, momento en el que decidió incluir en su discurso muchas de las tesis sobre inmigración, identidad, fronteras, trabajo y familia que defiende el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Sarkozy empezó la carrera electoral con una desventaja de casi 15 puntos y dada su elevada impopularidad se ha visto nadando a contracorriente todo el tiempo. En los meses de campaña oficial, desde que en febrero desveló que sería candidato, logró reducir las distancias con Hollande y llegó a colocarse en cabeza para la primera vuelta a raíz de los atentados de Toulouse y Montabuan, aunque después volvió a bajar y acabó llegando en segundo lugar a la primera meta con 1,5 puntos menos que su rival (28,6% frente a 27,1%).
 Desde hace un año, cuando Dominique Strauss-Kahn fue denunciado por violación en Nueva York, Hollande ha sido el preferido de los franceses para suceder a Sarkozy. Desde que ganó el primer turno, el socialista ha logrado mantener una cómoda ventaja para el segundo, que según los días se ha movido entre los seis y los diez puntos. La distancia ha sido siempre mayor que la que Sarkozy tuvo hace cinco años ante Ségolène Royal, a la que se impuso en las urnas con el 53,06% de los votos.
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38 años de debates presidenciales
D'Estaing a Mitterrand (1974): "No tiene usted el monopolio del corazón"
Mitterrand a Chirac (1988): "Tiene usted toda la razón, señor primer ministro"
Sarkozy a Royal (2007): "Veo que pierde los nervios fácilmente"
Un repaso de las frases memorables que ha dejado el tradicional debate en la política francesa
Rosa Pascual Madrid El País, 2 MAY 2012 - 14:28 CET
Las previsiones dicen que veinte millones de franceses estarán hoy pendientes del enfrentamiento de dos hombres en la televisión a partir de las 21.00. Son François Hollande y Nicolas Sarkozy, candidato del Partido Socialista francés y de la Unión por un Movimiento Popular respectivamente. Los expertos consideran que los debates televisados entre los candidatos a la presidencia nunca han tenido una gran influencia en el voto de los electores y, sin embargo, son una tradición que despierta un gran interés mediático.

 1974: Giscard D'Estaing- François Mitterrand
 El primer debate en la historia de las presidenciales francesas tuvo lugar el 10 de mayo de 1974, cuando la tradición se había consolidado ya en América tras el legendario enfrentamiento entre Kennedy y Nixon. En aquella ocasión, Valéry Gircard D'Estaing y François Mitterand se sentaron frente a frente durante 1 hora y 40 minutos en un escenario entre pomposo y lúgubre. Los tiempos se medían con unos cronómetros semejantes a los de la Estación de Saint Lazare de París y los periodistas no tenían opción a hacer preguntas. De ese duelo queda una frase histórica para la política francesa. Cuando parecía que Mitterrand se llevaba el gato al agua en el debate, Giscard D'Estaing le dijo: "Señor Mitterrand, usted no tiene el monopolio del corazón". La leyenda dice que esa frase hizo mucho por la victoria del candidato conservador.

  1981:Giscard D'Estaing- François Mitterrand
 El 5 de mayo de 1981, los mismos protagonistas se enfrentaron con diferente resultado. Esta vez, el socialista saldría victorioso en las elecciones tras un debate gris en el que, no obstante, regaló dos frases de revancha contra Giscard D'Estaing. "Usted tiene tendencia a llamarme a mí hombre del pasado pero ha acabado por ser el hombre del pasivo", espetó Mitterrand. No tuvo suficiente con esto. Cuando el presidente le interrogaba sobre el marco alemán, el socialista le respondió: No me gustan mucho sus formas, yo no soy su alumno ni es usted el presidente de la República aquí, es simplemente mi oponente". Miterrand se alzó con la victoria por el 51,7% de los votos.

 1988: François Mitterrand - Jaques Chirac
 El tercer debate presidencial en Francia se recuerda como el que dejó una de las humillaciones más grandes en la política del país. Se enfrentaban el presidente de la República y su primer ministro, una cuestión jerarquica a la que Chirac trató de restar importancia recordando que en ese debate eran solo dos candidatos. "Tiene usted toda la razón, señor primer ministro", le espetó con malicia Miterrand. Minutos después, cuando Chirac le preguntaba por la subida de una tasa sobre la comida de los animales domésticos, el presidente, sin poder olvidar tantos años después, a Giscard D'Estaing, le dijo a su oponente: "Usted no tiene el monopolio del corazón de los perros y los gatos, a mi también me gustan". El presidente venció no solo en oratoria, también en las urnas, con un 54,02%.

 1995: Lionel Jospin - Jaques Chirac
Demasiada educación para pasar a los anales de la historia. Es lo que se dice de este debate que no tuvo nada que ver con la edición anterior entre dos candidatos muy sonrientes que intuían el resultado final. Solo una frase para recordar. El socialista propuso una reforma constitucional para que los mandatos presidenciales fueran de cinco años frente a los siete que aún duran: "Sería mejor cinco años con Jospin que siete con Chirac", aseguró el socialista que perdió las elecciones con un 47,4%.

 2002: Única edición sin debate
 Jaques Chirac se negó a debatir con el ultraderechista Jean-Marie Le Pen que se había impuesto al socialista Jospin en la primera vuelta protagonizando la sorpresa del año. Chirac se impuso con un 80% de los votos en la segunda vuelta al llevarse todos los votos del resto de opciones políticas en un frente antilepenista.

 2007: Nicolas Sarkozy-Ségolène Royal
 Muy agrio debate en el que Sarkozy no dejó de remarcar la palabra "madame" cada vez que se dirigía a la candidata socialista.  "La señora Royal trata de todos los temas al mismo tiempo y muy por encima. No es precisa", comenzó Sarkozy, que en ningún momento dejó de llamar a su adversaria con un irónico "Madame". Royal quería demostrar que Sarkozy era un hombre nervioso. Solo consiguió todo lo contrario. El actual presidente consiguió crispar a la socialista que le interrumpía constantemente. "Usted alcanza el súmmum de la inmoralidad política. Ese abismo entre las palabras y los hechos no es aceptable", dijo indignada. "Yo nunca me dirigiría a usted en estos términos. Veo que pierde los nervios fácilmente. Para ser presidente hay que conservar la calma", respondió un sonriente Sarkozy. Royal, intentando controlarse, sentenció: "No he perdido los nervios, estoy enfadada y hay enfados muy sanos".

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