3 jun 2014

Francisco interviene en un debate sobre justicia penal


Francisco interviene en un debate sobre justicia penal /Fred Alvarez

Publicado en La Otra Opinión, 3 de junio de 2014.
 Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el papa Francisco compartió con destacados penalistas argentinos una serie de reflexiones en torno a la justicia que vale la pena rescatar, sobretodo por ser una opinión de un lego en el tema de justicia penal.
La  extensa misiva del papa, fechada el 30 de mayo pasado se la dirigió  a su amigo, el Ministro de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni; fue leído integra en el marco del 19° Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Derecho Penal y del III Congreso de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología (ALPEC), que preside Zaffaroni y de la que forman parte destacados penalistas latinoamericanos.

En el mensaje de cuatro cuartillas Francisco da muestras de que no le es ajeno el tema e indicó que “el Derecho penal requiere un enfoque multidisciplinar que trate de integrar  y armonizar todos los aspectos que confluyen en la realización de un acto plenamente humano, libre, consciente y responsable.” Y agrega que “también la iglesia quisiera decir una palabra como parte de su misión evangelizadora, y en fidelidad a Cristo, que vino a "anunciar Ia libertad a los cautivos" (LC 4,18). Por eso, me animo a compartir con Ustedes algunas ideas que llevo en el alma y que forman parte del tesoro de la Escritura y de la experiencia milenaria del Pueblo de Dios.”
Y de entrada dijo que  “en nuestras sociedades tendemos a pensar que los delitos se resuelven cuando se atrapa y condena al delincuente, pasando de largo ante los daños cometidos o sin prestar suficiente atención a la situación en que quedan las víctimas.”
Y agrego que “sería un error identificar la reparación (del daño) sólo con el castigo, confundir la justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada".
El papa dijo que la doctrina cristiana enseña una “necesaria asimetría” entre el delito y la pena, porque “un ojo o un diente roto no se remedia rompiendo otro”.
También señaló que la confesión del inculpado “es la actitud de quien reconoce y lamenta su culpa”, y afirmó que “si al delincuente no se le ayuda suficientemente, no se le ofrece una oportunidad para convertirse, termina siendo víctima del sistema”. Penal.
Por lo que agrega es “es necesario hacer justicia, pero la verdadera justicia no se contenta con castigar simplemente al culpable: hay que avanzar y hacer lo posible por corregir, mejorar y educar al hombre para que madure en todas sus vertientes”, afirmó.
Hay que hacer todo para reinsertar a las personas a la sociedad.
Aquí Francisco habla de reinserción, y subraya que “el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia".
Y no sólo ello sino que afirma que con ello “se pueden generar graves problemas para las sociedades, como son las cárceles superpobladas o los presos detenidos sin condena".
“Cuántas ocasiones se ha visto al reo expiar su pena objetivamente, cumpliéndola, pero sin cambiar interiormente ni restablecerse de las heridas del corazón", afirmó.
Para Francisco, "la Iglesia plantea una justicia que sea humanizadora, genuinamente reconciliadora, que lleve al delincuente, a través de un camino educativo y de esforzada penitencia, a su rehabilitación y total reinserción en la sociedad".
El contexto de la misiva papal.
El texto del líder religioso se presenta en Argentina en medio de la polémica por el anteproyecto de reforma del Código Penal.
En mayo de 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner solicitó a través de un decreto que una comisión de juristas presidida por el ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, redactara la reforma del Código Penal. La comisión redactora está conformada por el ex diputado radical Ricardo Gil Lavedra; por el abogado y ex-juez
León Carlos Arslanián; por María Elena Barbagelata, del Partido Socialista, y Federico Pinedo, diputado del Partido Propuesta Republica. (PRO).
El nuevo texto sería más “garantista” que el actual, en contradicción con las demandas de la “mano dura”. “Este anteproyecto sigue los lineamientos de los códigos más modernos, es un texto convencional en ese sentido”, explicó en una entrevista Gil Lavedra.
Entre las modificaciones que se prevén –dicen algunos medios en Bs As-, se eliminaría la prisión perpetua, la libertad condicional y la reincidencia, y se bajaría la pena máxima de 35 a 30 años. Además –entre otros-, se incorporarán nuevos delitos relacionados a la informática y la tecnología, así como a la defensa de los recursos naturales y el medio ambiente.
Hace una semanas- el lunes 24 de abril-,  quedó formalmente constituida la ronda de consultas por la reforma del Código Penal en las universidades de todo el país; y desde ese momento y durante los próximos 90 días –hasta agosto- las universidades podrán hacer sugerencias o eventuales modificaciones al anteproyecto que elaboró una comisión de juristas.
Las críticas más duras al proyecto de la ALPE han sido del diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
En ese sentido el papa se comunicó este fin de semana con el titular de la comisión encargada de redactar el anteproyecto, Roberto Carlés, para enviarle una carta dirigida al Ministro Eugenio Raúl Zaffaroni, en su carácter de secretario ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología, para emitir un posicionamiento como cualquier ciudadano.
De hecho la carta fue dada a conocer a los medios, por el coordinador de la comisión especial para la redacción del anteproyecto del Código Penal argentino, Roberto Carlés, quien también es el secretario adjunto de la ALPE.
Debemos señalara que Carlés se habría reunido hace unas semanas con el papa para interiorizarlo del proyecto elaborado por los académicos de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología que preside el Ministro Raúl Zaffaroni.
Al final de la misiva, Francisco precisó que "no pocas veces la delincuencia hunde sus raíces en las desigualdades económicas y sociales, en las redes de la corrupción y en el crimen organizado, que buscan cómplices entre los más poderosos y víctimas entre los más vulnerables". "Para prevenir este flagelo, no basta tener leyes justas, es necesario construir personas responsables y capaces de ponerlas en práctica”:
El papel de los medios:
De los medios –dijo Francisco-, depende informar, no contribuir a crear alarma o pánico social. Ellos tienen "un papel muy importante" y "una gran responsabilidad" en la difusión de los hechos de inseguridad: "De ellos depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos".
Agregó que deben saber que “están en juego la vida y la dignidad de las personas, que no pueden convertirse en casos publicitarios, condenado a los presuntos culpables al descrédito social antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas, a revivir públicamente el dolor sufrido".
Muy interesante la misiva papal. Termina con un “les ruego que recen por mi, pues lo necesito bastante. Cordialmente” Francisco.
Sobretodo rompe tabúes de que el líder de la iglesia se meta en el tema.
Seguramente habrá reacciones.
¿Qué nos dicen los penalistas mexicanos?
Por cierto, el destacado penalista mexicano Moisés Moreno Hernández es fundador de la ALPE, y presidente del capitulo México.
Recomiendo leer la carta integra de Francisco en:

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