'Padecen'
Obispos males eclesiásticos
En
sintonía con el Papa Francisco, el presidente de la CEM, José Francisco Robles,
llamó a los sacerdotes a no generar chismes. Foto: Ángel Llamas
REFORMA/Redacción
Cd.
de México (03 abril 2015).- La jerarquía católica mexicana no está exenta de
las 15 "enfermedades" que, según el Papa Francisco, afectan a la
Curia Romana.
Durante
su discurso navideño de 2014, el Pontífice enlistó una serie de males y
tentaciones en las que incurren los sacerdotes católicos e hizo un llamado a
ser conscientes de ellos para poder empezar la sanación.
Entre
estos males señaló sentirse inmortales o inmunes, trabajar demasiado, padecer
un endurecimiento mental y espiritual, caer en la rivalidad y la vanagloria,
sentir indiferencia hacia los demás o transformar su servicio en poder y este
en mercancía para conseguir beneficios mundanos o más poder.
En
el País, hay Arzobispos y Obispos que incurren en alguno de esos males,
atraídos principalmente por el poder y los lujos.
Por
ejemplo, el Cardenal de la Arquidiócesis de México, Norberto Rivera, ha sido
descrito como el "capellán de la opulencia" por el experto en
religiones Bernardo Barranco, dada su estrecha relación con políticos y
empresarios.
A
su servicio continúan guardaespaldas, religiosas en cocina y administración,
personal de mantenimiento y su chofer, quien hasta últimas fechas conducía una
camioneta Chevrolet Suburban.
Una
muestra de los contactos con empresarios que tiene el Arzobispo Alfonso Cortés,
es el recibimiento que tuvo en León en 2013.
Corté
llegó al Aeropuerto del Bajío en un avión privado patrocinado por Santiago
Garza, empresario morelense y amigo personal del prelado, y lo recibió el
Gobernador Miguel Márquez, como lo publicó REFORMA.
También
cuenta con el apoyo el empresario Elías Villegas, señalado de ser el líder de
la organización de ultraderecha "El Yunque", y quien aporta recursos
para distintas obras de corte religioso.
Sin
pretensiones
Alejado
de la opulencia en la que vivieron sus antecesores, el Obispo de la Diócesis de
Matamoros, Ruy Rendón Leal se desplaza en un vehículo compacto por los
municipios del norte de Tamaulipas.
Rendón,
quien usa un pectoral que no es de oro, sino de alpaca, un metal parecido a la
plata, pero de menor valor, cuenta solo con dos empleados, uno que le ayuda a
manejar su vehículo y que a la vez cuida la casa, y el que le cocina cuando
está en Matamoros.
Tampoco
usa relojes caros, un Timex de correa le basta para saber la hora y la fecha.
Los
dos Obispos que lo antecedieron, Francisco Chavolla Ramos y Faustino Armendáriz
Jiménez, solían desplazarse en lujosas camionetas Suburban con chofer, reunirse
con políticos y asistir a restaurantes caros de Matamoros y de Brownsville.
José
Luis Dibildox Martínez, quien lleva 11 años desempeñándose como Obispo de la
Diócesis de Tampico, aseguró no tener propiedades, por lo que afirmó que sólo
serán sus libros lo que podrá dejar como herencia.
"Yo
no tengo millones, no tengo nada, mi herencia que voy a dejar son todos mis
libros, son un montón, es los único que tengo, en realidad", dijo.
"Aprendí
lo que es vivir con los indígenas, con más sencillez, no con lujos. Yo nunca he
andado así. El hecho de estar conviviendo con los indígenas tarahumaras que son
la gente más sencilla, más humilde, para mí es una muy hermosa experiencia. Por
eso he vivido con sencillez, no busco pretensiones", declaró.
Con
información de Emily Corona, Mariana Jaime, Pedro Diego Tzuc, Mariela Trinidad
y Mauro de la Fuente
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