Ante
el “enfrentamiento” en Michoacán, las dudas/FRANCISCO
CASTELLANOS J.
Revista Proceso No 2012, 23 de mayo de 2015
De
nueva cuenta en Michoacán, el viernes 22 un presunto enfrentamiento entre
fuerzas federales y miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación dejó un
policía y 42 civiles muertos. Es la peor masacre que en las últimas décadas se
haya visto en esa entidad y sus características despiertan las mismas dudas que
las matanzas más recientes en Guerrero y Jalisco…
ECUANDUREO,
MICH.- En relación con la balacera que el viernes 22 dejó 43 personas muertas
–42 civiles y un policía– en el Rancho del Sol, ubicado en el kilómetro 370 de
la autopista México-Guadalajara, se imponen varias dudas ante los precedentes
en el país de otras masacres semejantes que han sido reportadas por autoridades
como producto de “enfrentamientos”.
En
una rueda de prensa realizada ese mismo día, el comisionado nacional de
Seguridad, Monte Alejandro Rubido, aseguró que los 42 civiles muertos eran
miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CNJG). La refriega, agregó,
fue consecuencia de la Operación Jalisco, que se inició el viernes 1 de mayo.
El
presunto enfrentamiento, a decir del funcionario, se desató cuando elementos de
la Policía Federal atendían una averiguación previa relacionada con la
ocupación ilegal del rancho, que se encuentra en un lugar solitario, sin
ninguna vivienda en cinco kilómetros a la redonda.
“En
seguimiento a una averiguación previa iniciada el día de ayer por la invasión
de una propiedad ubicada en el municipio de Ecuandureo, Michoacán, por
presuntos delincuentes armados, la Secretaría de la Defensa Nacional, la
Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal y autoridades
estatales implementaron un operativo de investigación”, aseveró Rubido en su
conferencia, realizada en un hotel de Zamora.
Como
sea, esta matanza es la más grande que se recuerde en la historia de Michoacán,
al menos desde la Guerra Cristera.
Tras
la refriega, el kilómetro 370 de la carretera México-Guadalajara fue acordonado
por más de 2 mil elementos del Ejército Mexicano, Policía Federal, Policía
Estatal, Fuerza Ciudadana, Policía Ministerial y hasta Policía Estatal de
Jalisco.
Caravanas
de vehículos –oficiales y particulares– entraron y salieron de la finca durante
todo el día, tanto de militares como de agentes federales y fuerzas especiales.
No se permitió la entrada a los medios de comunicación.
Cerca
de las 17:30 horas, 19 camionetas de la Policía Federal abandonaron el lugar y
llegaron al sitio 12 vehículos de la Policía Ministerial de Michoacán.
Una
hora y 15 minutos después, ocho camionetas de la Policía Estatal de Jalisco
salieron del sitio, escoltadas por la Policía Federal, el Ejército Mexicano y
elementos de la PGR, rumbo a Zamora. Las autoridades michoacanas no dieron
ninguna explicación acerca de la presencia de las fuerzas policiales
jaliscienses.
Fuentes
de inteligencia militar señalan que el hermetismo se debe a que entre los
muertos puede haber varios líderes del CJNG.
Hasta
las 22:00 horas del viernes 22 no se había logrado identificar a los 42
pistoleros muertos ni se había difundido el nombre del agente caído. De hecho,
durante las primeras horas del sábado 23 los peritos de la PGR y de la
procuraduría michoacana continuaban en el rancho practicando las diligencias de
ley.
Región
caliente
La
zona donde ocurrió el presunto enfrentamiento –ubicada a unos 20 kilómetros de
Jalisco– es conocida desde hace unos 15 años como La franja de los narcos y
comprende los municipios de Zamora, Ecuandureo, Yurécuaro y Tanhuato.
En
este sector, que incluso toca Jalisco, son frecuentes los combates entre grupos
del crimen organizado. La región se la disputan el CJNG, Los Caballeros
Templarios y La Familia Michoacana.
En
contraparte, el 6 de mayo, Rubido había aseverado en Morelia que la democracia
“de ninguna manera” estaba en riesgo por la violencia. Prometió incluso que,
por el contrario, la inseguridad bajaría en los próximos días gracias a la
detención de líderes de organizaciones criminales, según una nota de Excélsior.
“No
creo que esté en riesgo de ninguna manera la democracia en nuestro país”, dijo
el funcionario tras firmar el Convenio con Estados y Municipios Beneficiarios
del Fondo y Subsidios Federales de Apoyo a la Seguridad Pública.
Rubido
subrayó que todas las fuerzas federales trabajan de cara al proceso electoral
del 7 de junio y que no se había presentado “absolutamente ningún incidente que
pudiera poner en riesgo la elección”.
Las
detenciones de presuntos delincuentes como Servando Gómez La Tuta y Omar
Treviño, siguió, contribuirán “de manera significativa” a que en las entidades
donde operaban hubiera más tranquilidad. l
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