He dicho siempre que el no hay secretos en el cónclave y aunque se castigan con excomunion in mediata siempre sabemos lo que pasa en la capilla Sixtina…
El unico que puede dar a conocer los secretos es el el nuevo papa como lo hizo Francisco con algunas gentes….
El históriador y vaticanista Alberto Melloni, publicó ayer en Corriere della Sera los secretos del cónclave..
Melloni contó que, una vez iniciado el cónclave y luego de trascurridas las primeras votaciones, surgieron en Italia versiones de que Pietro Parolin iba ganando en los votos; se dice que Parolin alcanzaba 49 votos, mientras que Robert Prevost se quedaba con 38.
Melloni señala que se trata de "cifras que hay que tomar con pinzas porque, aunque fueran casi ciertas, significaría que dos candidatos insistían en obtener dos tercios de los votos, mientras que un tercio de los cardenales preferían a otros", aunque sin indicar cuáles.
¿El cónclave de León XIV fue casi unánime?-, pregunta y responde...No, primero porque no es necesario, comenta qe el cónclave del Papa Prevost se parece al de 2013, porque parece ser el fruto de un acto de inteligencia política, eclesiástica y espiritual.
Parolin entró como favorito y después de una fumata blanca tan rápida, casi con toda seguridad, Papa. Así que cuando el protodiácono dijo «Robertus Franciscus» se entendió que había habido una operación sofisticada, de la cual Parolin no era el perdedor, sino el ganador, lo supieran o no los electores de León XIV.
Sobre las papeletas sólo existen confidencias no verificables. Se dice que después del primer recuento de los 7 y de la primera adición de los votos, Parolin y Prevost se habrían encontrado muy arriba (el 49 a 38 según algunos es desmentido por amigos; algunos hablan de que el consenso del cardenal americano es más alto que el de Parolin). Sin embargo, ambos estaban por encima o alrededor de 1/3 de los votos, es decir, en el umbral que podría bloquear a cualquiera y obligar al Cónclave a comenzar de nuevo al día siguiente con nuevos nombres. Nombres que no correspondían a los deseos de Bergoglio ni a los que no querían ninguno de los otros italianos, como siempre, meticulosamente descoordinados.
El riesgo de un reinicio similar al que llevó a cabo el Papa Wojtyla en 1978 no se resolvió con la votación de Prevost sobre Parolin, sino al contrario. ¿Fruto de un acuerdo que, según un cardenal no elector, nació de la mediación de un cardenal: un hombre de la curia que ha (re)ganado méritos? ¿De un cardenal diocesano que ha asumido la estatura de un gran eclesiástico? ¿De un cardenal latinoamericano que impidió que el papado pasara a otro de los catolicismos emergentes? Quizás lo sepamos.
Pero lo que se sabe es que esta "operación" cerró el Cónclave no mediante una avalancha que agregó diversos conglomerados de votos previamente reticentes: sino soldando a quienes votaron a Prevost por convicción, a quienes lo votaron por afecto a Bergoglio, a quienes votaron contra Bergoglio y a quienes lo votaron esperando las sucesivas votaciones.
Pensar que Parolin construyó un acuerdo tan importante para conservar la Secretaría de Estado sería una injusticia a la estatura moral y al talento diplomático de quien, en lugar de intentar ser Papa, prefirió hacer un Papa cuyo carácter todos entienden, pero cuyos pensamientos nadie conoce.
Está claro también que si Parolin sigue siendo Secretario de Estado ya no tendrá que leer el periódico para saber lo que piensa el Papa, sino que será el primer ministro para los asuntos universales (para Italia, basta con Zuppi) del gobierno de la Iglesia y el jefe de un Sustituto que podría volver a ser italiano.
El "visto bueno" lo dio el primer comunicado en el que León XIV, en lugar de reconfirmar a los jefes de dicasterios que por ley cesan en su cargo a la muerte del Papa, pone en rebeldía "a los jefes y miembros de las instituciones de la Curia Romana, así como a los secretarios, así como al presidente de la Pontificia Comisión del Estado de la Ciudad del Vaticano" reservándose el derecho de hacer nombramientos o confirmaciones. Todo porque es “su voluntad”. Hicieron un Papa canonista: cerca de 400 personas en la Curia lo saben ahora.
##
Angie Nataly Ruiz Hurtado, periodista del periodico colombiano Tiempo lo escribió ayer…
"Sin embargo, la prensa italiana reveló este viernes, 9 de mayo, lo que habría ocurrido y cómo se habrían movido las discusiones para elegir un papa.
¿Qué pasó al interior del cónclave, según los medios de Italia?
Los detalles de lo que habría ocurrido en el cónclave fueron contados por el historiador italiano Alberto Melloni en un artículo para el destacado medio Corriere della Sera.
El Il Messaggero cuenta una versión similar: señala que Parolin era el candidato favorito al inicio del cónclave con un "paquete considerable de votos" (entre 40 y 50). Dice, además, que Prevost arrancó las votaciones con "una base de consenso no indecisa".
El citado medio señala que Parolin, consciente de que no podría alcanzar los dos tercios de votos requeridos para ser elegido como nuevo papa (89 votos en total), decidió dar un paso al costado y empezar una campaña para convencer a otros cardenales de que Prevost era la opción a considerar.
"El cardenal Parolin, en un momento, dado trabajó con cincel e inició una mediación, tejiendo la red para conseguir hacer posible la elección de este cardenal outsider (Prevost), volcando en él sus votos, convenciendo al cordado diplomático y lanzando a los brasileños que inicialmente habían dejado claro que querían converger en él", indicó Il Messaggero.
Según ese medio, Parolin -consciente de que "ya no le quedaba nada por hacer", cambió la estrategia y se empeñó en tender puentes, pero también en conseguir el mayor número de votos posibles para Prevost, con el fin de mostrar que "la unidad de la Iglesia" es posible.
Los detalles de la elección, en todo caso, permanecerán en secreto, salvo que el nuevo papa decida lo contrario. Sin embargo, el arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco, quien estuvo en el cónclave, dijo que León XIV obtuvo "un resultado magistral".
"Estoy muy, muy feliz, como todo el colegio cardenalicio. Hubo una inmensa unanimidad, una inmensa alegría", dijo.
"Durante las congregaciones generales se expresó la diferencia, y luego muy rápido llegó el tiempo de la unidad. Fuimos unánimes. No estaba ganado de antemano", agregó.
Y con este asunto coincide con algunos maties otros medis italoanos como
No hay comentarios.:
Publicar un comentario