10 may 2025

El 18 de mayo será la ceremonia de entronización en la Plaza de San Pedro

 El papa León XIV durante el encuentro a puerta cerrada con el Colegio Cardenalicio..

Dejó claro su programa de gobierno, totalmente en línea con su predecesor, Francisco..



Antes del Papa, el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, tomó la palabra y dirigió un saludo, en el que recordó inmediatamente "el entusiasmo con el que el mundo acogió su elección como Sucesor de Pedro"; en nombre de todos los cardenales, aseguró al Pontífice su cercanía, lealtad y deseo de colaborar especialmente en un momento histórico en el que "el mundo está atenazado por tantas guerras que desgraciadamente no quieren terminar, a pesar de las muertes y la destrucción".

Al principio de su discurso León XIV, después de recordar los dolorosos días vividos después de la “pérdida del Santo Padre Francisco” y la enorme responsabilidad que tuvieron juntos, tuvo palabras de agradecimiento para el colegio cardenalicio, a quien le recordó su misión de sostener al Pontífice.

“Ustedes, queridos cardenales, son los más estrechos colaboradores del Papa, y esto me sirve de consuelo al aceptar un yugo que claramente supera no sólo mis fuerzas, sino a las de cualquier otro”, dijo. “Su presencia me recuerda que el Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga de esta responsabilidad. Ante todo, sé que cuento siempre, siempre, con su auxilio, el auxilio del Señor, y, por su Gracia y Providencia, con la cercanía de ustedes y de tantos hermanos y hermanas que en el mundo entero creen en Dios, aman a la Iglesia y sostienen con la oración y las buenas obras al Vicario de Cristo”, añadió.

Y León XIV agradeció de entrada al decano de quien –dice– “merece un aplauso, al menos uno, si no más”. Su “sabiduría”, añadió, “fruto de una larga vida y de muchos años de fiel servicio a la Sede Apostólica, nos ha ayudado mucho en estos tiempos”.

Gracias también al Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, Kevin Joseph Farrell, por “el precioso y exigente papel” que desarrolló durante el tiempo de la Sede Vacante y gracias a los cardenales que, por motivos de salud, “no han podido estar presentes y con vosotros me uno a ellos en la comunión de afecto y de oración”.

Pero León XIV dirigió su agradecimiento a su predecesor Francisco, cuyo fallecimiento, dice, debe ser vivido como "un acontecimiento pascual". En esta perspectiva, León XIV anima: «encomendamos al Padre misericordioso y Dios de todo consuelo el alma del difunto Pontífice y el futuro de la Iglesia».

Dejó claro su programa de gobierno, totalmente en línea con su predecesor, Francisco..

En su primer discurso, León XIV  presentó su programa de gobierno, basado en el legado de Francisco. Destacó que fue él, en efecto, quien “ha recordado y actualizado magistralmente” el contenido del Concilio Vaticano II (1962-1965) a través de la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, de fines de 2013, de la que mencionó algunos puntos fundamentales. “El regreso al primado de Cristo en el anuncio; la conversión misionera de toda la comunidad cristiana; el crecimiento en la colegialidad y en sinodalidad; la atención al sensus fidei, especialmente en sus formas más propias e inclusivas, como la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y descartados; el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades”, aseguró, citando no sólo el documento programático de Francisco, sino también textos clave del Concilio Vaticano II.  

“Se trata de los principios del Evangelio que animan e inspiran, desde siempre, la vida y la obra de la Familia de Dios; de los valores a través de los cuales el rostro misericordioso del Padre se ha revelado y continúa a revelarse en el Hijo hecho hombre, esperanza última de todos los que busquen con ánimo sincero la verdad, la justicia, la paz y la fraternidad”, siguió al citar partes de documentos de Benedicto XVI y, otra vez, de Francisco.

“Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV”, dijo.  “Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”, explicó.

Acto seguido, también mencionó a otro de sus predecesores, Pablo VI. “Queridos hermanos, quisiera terminar esta primera parte de nuestro encuentro haciendo mío ―y proponiéndoselo también a ustedes― el deseo que san Pablo VI, en 1963, expresó en el inicio de su ministerio petrino: ‘Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo’”, afirmó, aportando más claves de lo que será su papado, el primero de un Papa venido de “dos mundos”, Estados Unidos y Perú.

“En este momento, a la vez triste y alegre, envuelto providencialmente en la luz de la Pascua, quisiera que contempláramos juntos el tránsito del recordado Santo Padre Francisco y el cónclave como un acontecimiento pascual, una etapa del largo éxodo a través del cual el Señor sigue guiándonos hacia la plenitud de la vida”, dijo también León XIV. 

“En esta perspectiva, confiamos al ‘Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo’ el alma del Pontífice difunto y también el futuro de la Iglesia”, agregó. Y volvió a demostrar su alineamiento total con Francisco, que siempre dijo que el poder es servicio. “El Papa, desde san Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde siervo de Dios y de los hermanos, y nada más que esto. Lo han demostrado bien los ejemplos de muchos de mis predecesores, como el del Papa Francisco mismo, con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en Dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno a la Casa del Padre”, subrayó.

“Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino, animados por la misma esperanza que nos viene de la fe”, pidió, otro mensaje claro de hacia dónde quiere llevar la barca de Pedro.

Para concluir su discurso, citó a otro Papa del pasado, San Pablo VI. León XIV hace suyas las palabras de Montini que en 1963 puso al inicio de su ministerio y relanza una particular esperanza a los cardenales:

"Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo".

Después del discurso, el encuentro con los cardenales continúa con una "segunda parte" de intercambio "para poder escuchar - dice el Papa - qué consejos, sugerencias, propuestas, cosas muy concretas, que ya se discutieron un poco en los días previos al Cónclave".

Y dijo que tomó "mi nombre por León XIII quien afrontó la defensa de la dignidad, la justicia y el trabajo., "por su compromiso con la causa social ante los desafíos de la nueva revolución industrial y los retos de la inteligencia artificial, durante un encuentro con cardenales.Mapa del sitio

Horas antes, con la solemne misa la Iglesia en el mundo, celebrada en la Capilla Sixtina y a la que asistieron todos los cardenales presentes en esta ciudad, reveló  que el 18 de mayo será la ceremonia solemne de entronización en la Plaza de San Pedro


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