Una nueva crisis se gesta en Nicaragua.
La voz de alerta la da un alto exjefe militar del Ejercito.
En declaraciones a la prensa -El Nuevo Diario- el general de brigada en retiro Hugo Torres, señaló como ''sumamente peligroso que el Ejército salga de los cuarteles, mande a su casa a la dirigencia política y al mismo Presidente de la República y trate de resolver lo que los políticos por su atraso y falta de voluntad no pueden hacer''.
Torres, quien fue nada menos que el jefe de la Dirección de Información para la Defensa, fue entrevistado debido a una crisis institucional en que se debaten los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial con respecto a unas polémicas reformas constitucionales que los diputados aprobaron en enero pasado.
Y es que el pasado mes de enero el Congreso aprobó una reforma a la Constitución Nacional que quitó al Presidente Bolaños sus facultades como Ejecutivo, teniendo la Asamblea Nacional la potestad de destituir a los ministros y otros funcionarios que dependen de la Presidencia, así como ratificar el nombramiento de los mismos.
Con las reformas El Congreso tomó un enorme poder, ya que además de ratificar el nombramiento de ministros, viceministros, directores de entes autónomos, embajadores, procurador y subprocurador de justicia, la reforma también facultó al Congreso a solicitar informes a esos funcionarios e interpelarlos sobre sus actuaciones al frente del cargo. Incluso la sola no comparecencia a un llamado es causal de destitución, y en caso de que ésta sea aprobada podría dar lugar a la formación de una causa penal, lo que conllevaría la perdida de inmunidad.
El 14 de enero el periódico El Nuevo Diario señaló que “la ratificación de las enmiendas a la Carta Fundamental causó tal impacto, que se rumoró en círculos políticos que Bolaños estaría contemplando decretar el Estado de Emergencia, versión que no descarta el secretario de la Presidencia, Ernesto Leal.”
Y el tema esta en su punto de ebullición.
La reacción del ex jefe de inteligencia se da días después que el analista político Julio López, en alusión al presidente venezolano Hugo Chávez, dijo que ante la crisis institucional "podría surgir dentro de las filas castrenses un Hugo Chávez para evitar el colapso institucional el país''.
Mientras que, el jurista Sergio García Quintero subrayó que la crisis institucional ha puesto en un grave dilema a la fuerzas armadas y a la Policía Nacional. Aduce que las fuerzas armadas "no pueden continuar viendo los acontecimientos desde lo alto de su torre de marfil y obligadamente tiene que responder a los requerimientos del pueblo diciéndole por lo menos que se encuentra altamente preocupado, por lo que está ocurriendo''.
Y es que el presidente Enrique Bolaños rechaza una sentencia emitida por la Corte Suprema de Justicia, donde puso en firme las reformas constitucionales, y ha señalado que hará cumplir lo que manda la Ley Fundamental para mantener la democracia.
En tanto, el ministro de Gobernación, Julio Vega, dijo que no se puede descartar cualquier acción del gobierno, incluyendo el uso de la fuerza y decretar un Estado de Emergencia.
Pero, según la Constitución Política, el decreto de Emergencia del Ejecutivo debe ser enviado a la Asamblea Nacional para su aprobación o rechazo, sin embargo, es de esperarse que ante una solicitud de esa naturaleza los diputados la rechazarían de forma automática.
Por lo que las fuerzas armadas están alertas. El viernes 2 de septiembre, el jefe del Ejército, general Omar Halleslevens, durante el acto del XVI aniversario de las fuerzas armadas comento que las fuerzas armadas están preocupadas ante el conflicto entre poderes, y confió que los dirigentes políticos y las autoridades conseguirán los acuerdos necesarios que detengan el conflicto jurídico y político.
Este lunes 5, los presidentes centroamericanos firmaron una declaración de respaldo al presidente Bolaños, demandando una actuación más enérgica de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la crisis política nicaragüense.
Los presidentes centroamericanos concluyeron, en el Aeropuerto Internacional de Managua, una mini-cumbre, declarando que la actual crisis política nicaragüense afecta el orden democrático de la región, y demandando una actuación contundente de la OEA; al encuentro asistieron los presidentes Oscar Berger (Guatemala), Elías Antonio Saca (El Salvador), Abel Pacheco (Costa Rica), Ricardo Maduro (Honduras) y el anfitrión, Bolaños, además del vicepresidente de Panamá, Rubén Arosemena, el canciller de República Dominicana, Carlos Morales, y el embajador de Belice para la región, Moisés Cal.
México ofreció mediar en la crisis política que afronta Nicaragua, después que la misión especial de la OEA, fracasara al no lograr restituir el diálogo nacional tripartito entre el Frente Sandinista, el Partido Liberal Constitucionalista y el gobierno.
En un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, publicado por La Jornada, manifiesta estar atento al desarrollo de los acontecimientos políticos en Nicaragua y expresa su absoluta disposición para favorecer el diálogo entre las partes.
Por su parte, el jefe de la bancada liberal en la Asamblea Nacional, Enrique Quiñónez, agradeció la intención del gobierno mexicano, y asegura que el PLC tiene toda la intención de dialogar y buscar un entendimiento nacional que ponga fin a la crisis institucional.
Empero, Quiñónez advirtió que si el mandatario continúa amagando con usar la fuerza pública y militar para sofocar la crisis política nacional, corre el riesgo de terminar “en el exilio o preso en el Raizón”.
El diputado desestimó un eventual Estado de Emergencia decretado por Bolaños, alegando que la Asamblea Nacional lo rechazará en 72 horas, y garantiza que ese decreto no afectaría el funcionamiento de los distintos poderes del Estado, mucho menos a los funcionarios que gozan de inmunidad.
Así las cosas.
La voz de alerta la da un alto exjefe militar del Ejercito.
En declaraciones a la prensa -El Nuevo Diario- el general de brigada en retiro Hugo Torres, señaló como ''sumamente peligroso que el Ejército salga de los cuarteles, mande a su casa a la dirigencia política y al mismo Presidente de la República y trate de resolver lo que los políticos por su atraso y falta de voluntad no pueden hacer''.
Torres, quien fue nada menos que el jefe de la Dirección de Información para la Defensa, fue entrevistado debido a una crisis institucional en que se debaten los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial con respecto a unas polémicas reformas constitucionales que los diputados aprobaron en enero pasado.
Y es que el pasado mes de enero el Congreso aprobó una reforma a la Constitución Nacional que quitó al Presidente Bolaños sus facultades como Ejecutivo, teniendo la Asamblea Nacional la potestad de destituir a los ministros y otros funcionarios que dependen de la Presidencia, así como ratificar el nombramiento de los mismos.
Con las reformas El Congreso tomó un enorme poder, ya que además de ratificar el nombramiento de ministros, viceministros, directores de entes autónomos, embajadores, procurador y subprocurador de justicia, la reforma también facultó al Congreso a solicitar informes a esos funcionarios e interpelarlos sobre sus actuaciones al frente del cargo. Incluso la sola no comparecencia a un llamado es causal de destitución, y en caso de que ésta sea aprobada podría dar lugar a la formación de una causa penal, lo que conllevaría la perdida de inmunidad.
El 14 de enero el periódico El Nuevo Diario señaló que “la ratificación de las enmiendas a la Carta Fundamental causó tal impacto, que se rumoró en círculos políticos que Bolaños estaría contemplando decretar el Estado de Emergencia, versión que no descarta el secretario de la Presidencia, Ernesto Leal.”
Y el tema esta en su punto de ebullición.
La reacción del ex jefe de inteligencia se da días después que el analista político Julio López, en alusión al presidente venezolano Hugo Chávez, dijo que ante la crisis institucional "podría surgir dentro de las filas castrenses un Hugo Chávez para evitar el colapso institucional el país''.
Mientras que, el jurista Sergio García Quintero subrayó que la crisis institucional ha puesto en un grave dilema a la fuerzas armadas y a la Policía Nacional. Aduce que las fuerzas armadas "no pueden continuar viendo los acontecimientos desde lo alto de su torre de marfil y obligadamente tiene que responder a los requerimientos del pueblo diciéndole por lo menos que se encuentra altamente preocupado, por lo que está ocurriendo''.
Y es que el presidente Enrique Bolaños rechaza una sentencia emitida por la Corte Suprema de Justicia, donde puso en firme las reformas constitucionales, y ha señalado que hará cumplir lo que manda la Ley Fundamental para mantener la democracia.
En tanto, el ministro de Gobernación, Julio Vega, dijo que no se puede descartar cualquier acción del gobierno, incluyendo el uso de la fuerza y decretar un Estado de Emergencia.
Pero, según la Constitución Política, el decreto de Emergencia del Ejecutivo debe ser enviado a la Asamblea Nacional para su aprobación o rechazo, sin embargo, es de esperarse que ante una solicitud de esa naturaleza los diputados la rechazarían de forma automática.
Por lo que las fuerzas armadas están alertas. El viernes 2 de septiembre, el jefe del Ejército, general Omar Halleslevens, durante el acto del XVI aniversario de las fuerzas armadas comento que las fuerzas armadas están preocupadas ante el conflicto entre poderes, y confió que los dirigentes políticos y las autoridades conseguirán los acuerdos necesarios que detengan el conflicto jurídico y político.
Este lunes 5, los presidentes centroamericanos firmaron una declaración de respaldo al presidente Bolaños, demandando una actuación más enérgica de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la crisis política nicaragüense.
Los presidentes centroamericanos concluyeron, en el Aeropuerto Internacional de Managua, una mini-cumbre, declarando que la actual crisis política nicaragüense afecta el orden democrático de la región, y demandando una actuación contundente de la OEA; al encuentro asistieron los presidentes Oscar Berger (Guatemala), Elías Antonio Saca (El Salvador), Abel Pacheco (Costa Rica), Ricardo Maduro (Honduras) y el anfitrión, Bolaños, además del vicepresidente de Panamá, Rubén Arosemena, el canciller de República Dominicana, Carlos Morales, y el embajador de Belice para la región, Moisés Cal.
México ofreció mediar en la crisis política que afronta Nicaragua, después que la misión especial de la OEA, fracasara al no lograr restituir el diálogo nacional tripartito entre el Frente Sandinista, el Partido Liberal Constitucionalista y el gobierno.
En un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, publicado por La Jornada, manifiesta estar atento al desarrollo de los acontecimientos políticos en Nicaragua y expresa su absoluta disposición para favorecer el diálogo entre las partes.
Por su parte, el jefe de la bancada liberal en la Asamblea Nacional, Enrique Quiñónez, agradeció la intención del gobierno mexicano, y asegura que el PLC tiene toda la intención de dialogar y buscar un entendimiento nacional que ponga fin a la crisis institucional.
Empero, Quiñónez advirtió que si el mandatario continúa amagando con usar la fuerza pública y militar para sofocar la crisis política nacional, corre el riesgo de terminar “en el exilio o preso en el Raizón”.
El diputado desestimó un eventual Estado de Emergencia decretado por Bolaños, alegando que la Asamblea Nacional lo rechazará en 72 horas, y garantiza que ese decreto no afectaría el funcionamiento de los distintos poderes del Estado, mucho menos a los funcionarios que gozan de inmunidad.
Así las cosas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario