Jorge
Meléndez Preciado, mencionó el 11 de diciembre en su columna Botica de El
Financiero:
¿Será?
Informa
Raymundo Riva Palacio (El Universal, 8 de diciembre) que de Televisa salió
Bernardo Gómez, primo de Jorge Rosillo, ex diputado del PRD. Grave en serio. El
dato había sido ya comentada por Marcela Gómez Zalce en Milenio Diario, y este
lunes 12 de diciembre lo reconfirma Federico Arreola en La Jornada:
El
otrora poderosísimo Bernardo Gómez ya no le sirve a Televisa. Así funcionan las
cosas ¡Qué le vamos hacer!
Por
cierto, Bernardo fue quien veto a Jorge el Guero Castañeda en Televisa por un
viejo pleito.
Dijo
Raymundo en su columna del viernes 8 de diciembre en El Universal:
Barbas
mojadas
"Desde
hace algunas semanas circula la versión de que Bernardo Gómez, el poderoso
vicepresidente de Televisa, fue destituido porque su sola presencia era un
agravio para el presidente Felipe Calderón. Incluso, entre la opinión informada
circulaba un diálogo de Calderón y el presidente de la más importante empresa
de comunicación en habla hispana, Emilio Azcárraga, en el que supuestamente el
Presidente le indicaba que jamás le tomaría una llamada a Gómez, y que la
relación sería, cuantas veces quisiera, única y exclusivamente con él. La
especie se reavivó esta semana porque, en el cenit de la subjetividad, en las
oficinas del audaz vicepresidente de Televisa vieron una mudanza a destino
desconocido.
Esa
conversación no fue confirmada, sino desmentida por cercanos a Calderón. Sin
embargo, la circulación de la versión tuvo sus efectos. Uno de ellos fue el
mensaje que altos ejecutivos de Televisa enviaron al equipo de transición de
Calderón antes que anunciara su gabinete. Si deseaba nombrar a Javier Lozano,
acérrimo crítico de la llamada Ley Televisa, en la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes, les dijeron, no tendrían problema, lo que contradice las
versiones en la industria que Televisa había vetado a Lozano. En realidad,
dicen cercanos a Calderón, no fue así. El presidente electo no estaba dispuesto
a comer lumbre, y si Lozano tenía como enemigo a Televisa y a otros líderes de
la industria de telecomunicaciones, no iniciaría un enfrentamiento por un
cargo. Lozano terminó como secretario de Trabajo.
Pero
si esa conversación no existió, lo que sí sucedió fue un cambio general en las
relaciones institucionales con la empresa. Ni Gómez, que había despachado
varios asuntos estratégicos para Televisa desde Los Pinos, ni Azcárraga, ante
quien se había arrodillado el ex presidente Vicente Fox, tendrían ese tipo de
relación personal con el nuevo Presidente. La nueva, fue el mensaje de
Calderón, será institucional. No se trata de que se vaya Gómez de la empresa o
de México, que modifiquen la programación o alteren el contenido de sus
noticiarios, les hicieron saber personas cercanas al Presidente, sino que la
relación a partir de las personas era cosa del pasado.
Si
esto no tuviera una correlación con varias acciones que se han venido dando,
habría que saludar la medida y congratularnos de ese paso. Sin embargo, las
cosas marchan por otro camino....."
Federico
Arreola, comenta este martes 12 de diciembre en La Jornada:
Sintetizo
lo que Bernardo Gómez me dijo, el jueves 7 de diciembre, en una de las salas de
juntas de Televisa Chapultepec: "No he visto a Felipe Calderón, no conozco
al secretario de Gobernación Ramírez Acuña. Ya no me encargo de las relaciones
políticas de Televisa, esto ahora lo ve Emilio Azcárraga. Voy a ocuparme otra
vez, sobre todo trabajando en San Diego, California, de lo que hacía cuando
entré a Televisa: los nuevos negocios. Estaré tres semanas en Estados Unidos y
una en México. Actuamos como árbitros en las elecciones del 2 de julio,
tratamos de darle su lugar a todos los candidatos y al final no quedamos bien
con nadie. Y así nos fue".
Ese
jueves visité al vicepresidente de Televisa porque me interesaba conocer su
opinión acerca de los rumores de su salida de esta empresa, que han circulado a
partir de un comentario de la columnista Marcela Gómez Zalce: que Bernardo no
había sido visto en ninguno de los actos de la toma de posesión de Felipe
Calderón.
Gómez
me recibió en una sala de juntas. Como no entré a su despacho, no pude darme
cuenta de si eran ciertas o no las versiones periodísticas que aseguran que él
ya ha empezado a vaciarlo con propósitos de mudanza.
Al
parecer, Felipe Calderón ha vetado a Bernardo Gómez. La ley del kleenex tarde o
temprano se aplica. No es probable que Bernardo haya incomodado a Calderón por
sus posiciones críticas. En los últimos días de noviembre, Gómez recibió en
España un premio por la "excelente" cobertura que hizo Televisa del
proceso electoral de 2006 y dijo en una entrevista: "Estoy convencido de
que el triunfo de Felipe Calderón fue legítimo. En la democracia se gana por
uno o por cuatro, pero así es. Empezó sembrando la duda la corriente opositora.
Ahora sólo un grupo radical no cree en el resultado de las urnas, y apostará
por la desestabilización".
En
otra entrevista Bernardo aclaró que "no es la intención de Televisa poner
o quitar candidatos presidenciales". Sorprendente declaración,
particularmente si uno recuerda las relaciones de negocios y de amistad de
Bernardo Gómez con el ex director del Cisen, ex secretario de Seguridad Pública
y actual procurador general de la República, Eduardo Medina Mora. Este es
accionista de una empresa ligada a Televisa, TV Promo, que según trascendió en
su momento firmó un contrato multimillonario con el gobernador del estado de
México, Enrique Peña Nieto, cuyo objetivo final es hacer a don Enrique
candidato presidencial en 2012.
Aunque
la Televisa de Bernardo Gómez y Emilio Azcárraga Jean ha sido más abierta que
la encabezada por el padre de este último empresario, lo cierto es que su buen
desempeño en las elecciones de 2000 quedó opacado por acontecimientos
posteriores.
En
2002, Bernardo Gómez ofendió a no pocos mexicanos cuando agradeció a Marta
Sahagún de Fox, besándole la mano en público, la disminución de los tiempos
oficiales en la televisión. Gómez dijo, buscando justificar esa medida, que
Díaz Ordaz los había establecido para castigar a los concesionarios por haber
transmitido la tragedia de 1968. No es verdad. Elena Poniatowska, en La
Jornada, puso las cosas en claro: "En el 68 y después, los medios de comunicación
callaron la matanza del 2 de octubre, hicieron un silencio ominoso, incluyendo
Televisa. Bernardo Gómez está soñando. La televisión fue comparsa del gobierno
y apoyó la represión".
También
en 2002, siendo presidente de la Cámara de la Radio y la Televisión, Gómez
envió una carta a Jorge Alvarez Hoth, a la sazón subsecretario de
Comunicaciones, para reprocharle que su dependencia hubiera entregado a una
revista la relación completa de las concesiones refrendadas por el gobierno en
2001.
Dos
años después, Bernardo permitió el castigo a Adela Micha y Leonardo Kourchenko
porque éstos cuestionaron la orden de entrevistar a José Murat. En Televisa son
normales las sanciones a los periodistas. En 2000, Gómez despidió a Guillermo
Ortega, entonces conductor del informativo estelar de la televisora, porque
éste actuó con criterio propio.
Bernardo
Gómez fue el artífice de las reformas a la ley de radio y televisión, que se
había mantenido sin cambios desde 1960 y que garantizan que durará varias
décadas más el duopolio de Televisa y Tv Azteca. La ley Televisa se elaboró en
las oficinas de uno de los asesores de Bernardo, Javier Tejado Dondé.
Gracias
a las habilidades de Bernardo, en 2005 el ex secretario de Gobernación y actual
senador panista Santiago Creel entregó a Televisa numerosas concesiones para
casas de apuestas.
Los
videoescándalos de 2004 fueron estratégicamente conducidos por Bernardo. De
hecho, la noticia se volvió espectáculo en el periodo durante el cual este
hombre manejó la información en Televisa. Esta empresa y la Agencia Federal de
Investigación (AFI) en más de una ocasión realizaron montajes para que los
televidentes conocieran "en vivo" la captura de secuestradores. Así
ocurrió con la aprehensión de la francesa Florence Marie Cassez. Por presiones
diplomáticas, la AFI tuvo que admitir que, "a petición de las
televisoras", se había escenificado de nuevo la detención de esta mujer.
Lo mismo ocurrió cuando se rescató al entrenador de futbol Rubén Omar Romano y
en la liberación de las hermanas de la cantante Thalía.
Alfonso
de Angoitia, el cerebro financiero de Emilio Azcárraga Jean, dijo frente a un
grupo de inversionistas que "no podría entenderse lo que se ha logrado en
la compañía, sin ver el profundo cambio que tuvieron los noticieros de
Televisa... Esto se debió, en gran medida, a la visión de liderazgo de Bernardo
Gómez".
Fue
en la Televisa de Bernardo Gómez donde Carlos Salinas de Gortari buscó lavar su
imagen. Lo hizo en dos grandes actos a los que asistieron los principales
empresarios y políticos de México: la inauguración del Centro de Noticias de
Televisa y el arranque de la campaña Celebremos México. Andrés Manuel López
Obrador denunció que Salinas planteó en Televisa la estrategia de vincularlo
con Hugo Chávez.
Al
principiar 2006, Televisa montó en Valle de Bravo una pasarela para que
desfilaran López Obrador, Calderón y Madrazo. Frente a consejeros, funcionarios
y periodistas de esta televisora, Bernardo Gómez sometió a los candidatos a un
interrogatorio del que sólo podía salir bien librado el panista.
En
la actualidad, Televisa (Tv Azteca también) le está dando una golpiza al
empresario Isaac Saba por haber cometido un único pecado: asociarse con
Telemundo para buscar un canal de televisión en México.
Durante
los años en que fui vicepresidente del Grupo Multimedios traté en repetidas
ocasiones a Bernardo Gómez y sólo en una lo vi agresivo: cuando se enteró de
que Multimedios estaba en pláticas con Telemundo para una posible asociación.
"Si pactan con Telemundo, habrá guerra", me dijo Bernardo.
José
Bastón, otro importante directivo de Televisa, describió en la revista Líderes
al personaje de esta historia: "Bernardo es la mano dura, tiene un
carácter muy fuerte; creo que siempre hace falta tener a alguien así".
Tendrá
que recurrir a ese carácter fuerte para superar la crisis por la que atraviesa
hoy que dejó de ser funcional en la relación de Televisa con el gobierno
panista. Porque el jueves, cuando lo vi en su oficina, sentí a Bernardo
realmente deprimido. En los ámbitos del poder, nadie elude la suerte del
kleenex: te usan, te ensucian y te desechan.
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