En la conferencia de Prensa Conjunta que ofrecieron el Presidente Calderón, y José Manuel Durao Barroso, Presidente de la Comisión Europea; 12 de Mayo de 2008
Pregunta y respuesta:
Ivonne Melgar, de Excélsior-Imagen: -Presidente, los acontecimientos de la última semana, particularmente el hecho del asesinato de personas que estaban a cargo de la inteligencia, del cerebro de la estrategia de seguridad en México, se vive en las calles y en la opinión pública como un fracaso de la lucha del Gobierno frente al crimen organizado.
Qué puede decir usted frente a esta percepción, por un lado, y si habrá un replanteamiento de esa estrategia, toda vez que usted ha ofrecido que no habrá marcha atrás. Y, si podría ser un poco más explícito, Presidente, con respecto a qué significa decir ya basta, desde la sociedad civil frente al crimen organizado.
Qué puede decir usted frente a esta percepción, por un lado, y si habrá un replanteamiento de esa estrategia, toda vez que usted ha ofrecido que no habrá marcha atrás. Y, si podría ser un poco más explícito, Presidente, con respecto a qué significa decir ya basta, desde la sociedad civil frente al crimen organizado.
-PRESIDENTE CALDERÓN: Desde el inicio de mi Gobierno hemos iniciado una lucha decidida por liberar a nuestro país, a nuestros jóvenes, a nuestras ciudades de las garras del crimen organizado y de la delincuencia, y estamos absolutamente decididos a hacerlo.
Desde el principio, también, le expliqué a los mexicanos que esta no iba a ser una lucha sencilla, que iba a ser una lucha larga y difícil, que era una batalla que implicaría recursos económicos, que implicaría tiempo, porque sólo tiene una solución en el largo plazo y que, incluso, implicaría por desgracia la pérdida de vidas humanas, como así ha ocurrido.
Esta lucha por liberar a México del crimen organizado es una lucha en la que está en juego el futuro de nuestros hijos; se trata de recuperar espacios que la delincuencia organizada consideraba hasta hace un año y pico como propios, espacios donde imperaba en la absoluta impunidad.
Se trata, también, de debilitar las estructuras financieras, operativas, logísticas de las organizaciones criminales.
Y eso hemos hecho, hemos debilitado sustancialmente sus estructuras operativas y logísticas, y ello ha provocado, evidentemente, acciones criminales que buscan, de una manera desesperada, recuperar espacios de impunidad que tenían y que perdieron para seguir operando sus redes delincuenciales.
Ha habido, evidentemente, pérdidas muy lamentables para nosotros, como el caso de Edgar Millán y de otros valerosos policías federales, soldados, marinos.
Pero, afortunadamente, México cuenta con muchos patriotas, como ellos, que están dando la batalla, precisamente, para liberar a los mexicanos.
Y vamos a seguir porque es fundamental que esta generación, este Gobierno, esta sociedad civil dé la batalla para liberar a México, porque no nos vamos a sumar al abandono, a la cobardía o a la complicidad que permitieron que México llegara a esta situación.
Y el ya basta es una convocatoria y es una exigencia a todos, sin excepción: a los ciudadanos, para precisamente no ser cómplices de la ilegalidad, para denunciar los delitos, para avisar a las autoridades de las operaciones criminales, para no solapar la existencia ni el barrio, ni en la ciudad, ni en el comercio, ni en la cámara empresarial, de las organizaciones criminales.
Es un ya basta que es un llamado también a los líderes en el Congreso para tener legislación que permite terminar con la impunidad con la cual los delincuentes salen de las prisiones. El asesino material de Edgar Millán había estado preso tres veces en el Distrito Federal por diversos delitos, y las tres veces, a los pocos meses, obtuvo su liberación; eso es inaceptable.
Tiene que haber una transformación en la administración de justicia, y esta tarea también es un llamado para los jueces y para el Poder Judicial que tiene también que cerrarle el paso a la impunidad que se da, precisamente, en la liberación de muchos delincuentes que el Poder Ejecutivo, la Procuraduría General de la República, el Ejército o la Secretaría de Seguridad Pública pone en la cárcel y salen a los pocos meses por su propio pie.
El ya basta también es una exigencia a los medios de comunicación, precisamente, para que manifiesten y divulguen las acciones que están, precisamente, deteniendo la estructura de los criminales, para que no se convierta la estrategia de los criminales, que es una estrategia que busca sembrar terror, en una estrategia compartida por los propios medios de comunicación.
Para que los medios se unan a esta estrategia nacional contra la delincuencia porque son sus propios compañeros los que están siendo acallados en esas zonas.
Porque quienes insinúan que el Gobierno se haga para atrás en esta estrategia son, precisamente, quienes buscan que nosotros abandonemos a periodistas, a ciudadanos, a empresarios, a agricultores, a jóvenes, a la suerte y a las garras de la delincuencia.
Nosotros seguiremos en esta estrategia frontal contra el crimen organizado, seguiremos depurando nuestras estrategias, seguiremos construyendo una mejor Policía Federal, que le hacía mucha falta a este país. Prueba de ello es, precisamente, que la eficacia de la construcción de un nuevo cuerpo policiaco depurado estaba golpeando a la criminalidad y esta reacción es, precisamente, un gesto desesperado para debilitar a la Policía Federal.
No lo van a lograr, no lo van a lograr porque la fortaleza de las instituciones es precisamente eso, una fortaleza que va mucho más allá de una u otra persona, cuya pérdida lamentamos, que son valiosas, pero que afortunadamente estamos construyendo un entramado institucional, logístico, operacional, informático, financiero, de estructuras territoriales, que nos va a permitir no sólo seguir, sino redoblar esta lucha.
El ya basta es una invitación a las mexicanas y a los mexicanos a apoyar al Gobierno en esta lucha, es una exhortación respetuosa a los poderes públicos: al Ejecutivo, al Legislativo, al Judicial.
Al Legislativo para que perfeccione las normas jurídicas que nos permitan terminar con la impunidad.
Al Judicial para que revise, precisamente, la actuación de sus jueces que están poniendo en la calle a criminales que son, incluso, confesos.
Es una exhortación a los poderes de los estados, porque la tarea de la seguridad pública no es una tarea de competencia exclusiva al Gobierno Federal; antes bien, es una tarea que compete fundamentalmente a las autoridades locales, pero que nosotros es una responsabilidad que, por supuesto, asumimos de cara a los mexicanos, pero que tiene que ser asumida en su conjunto con los poderes locales.
A eso me refiero con ese ya basta y también es una convocatoria a todos los mexicanos a que sigamos adelante y entre todos pongamos un ya basta, un alto, un fin a la delincuencia.
Nosotros seguiremos en nuestro propósito a sabiendas de que es una estrategia que sólo rendirá frutos en el largo plazo.
Que es una estrategia, como he dicho, que implicará tiempo, dinero y pérdida de vidas humanas, pero que es una lucha que debemos dar hasta la victoria y no descansar, ni dar tregua ni cuartel hasta ver liberado a nuestro país, a nuestros niños, a los jóvenes, a los mexicanos del futuro de las garras de la delincuencia, que hoy está sufriendo nuestro país su embate (...)
Desde el principio, también, le expliqué a los mexicanos que esta no iba a ser una lucha sencilla, que iba a ser una lucha larga y difícil, que era una batalla que implicaría recursos económicos, que implicaría tiempo, porque sólo tiene una solución en el largo plazo y que, incluso, implicaría por desgracia la pérdida de vidas humanas, como así ha ocurrido.
Esta lucha por liberar a México del crimen organizado es una lucha en la que está en juego el futuro de nuestros hijos; se trata de recuperar espacios que la delincuencia organizada consideraba hasta hace un año y pico como propios, espacios donde imperaba en la absoluta impunidad.
Se trata, también, de debilitar las estructuras financieras, operativas, logísticas de las organizaciones criminales.
Y eso hemos hecho, hemos debilitado sustancialmente sus estructuras operativas y logísticas, y ello ha provocado, evidentemente, acciones criminales que buscan, de una manera desesperada, recuperar espacios de impunidad que tenían y que perdieron para seguir operando sus redes delincuenciales.
Ha habido, evidentemente, pérdidas muy lamentables para nosotros, como el caso de Edgar Millán y de otros valerosos policías federales, soldados, marinos.
Pero, afortunadamente, México cuenta con muchos patriotas, como ellos, que están dando la batalla, precisamente, para liberar a los mexicanos.
Y vamos a seguir porque es fundamental que esta generación, este Gobierno, esta sociedad civil dé la batalla para liberar a México, porque no nos vamos a sumar al abandono, a la cobardía o a la complicidad que permitieron que México llegara a esta situación.
Y el ya basta es una convocatoria y es una exigencia a todos, sin excepción: a los ciudadanos, para precisamente no ser cómplices de la ilegalidad, para denunciar los delitos, para avisar a las autoridades de las operaciones criminales, para no solapar la existencia ni el barrio, ni en la ciudad, ni en el comercio, ni en la cámara empresarial, de las organizaciones criminales.
Es un ya basta que es un llamado también a los líderes en el Congreso para tener legislación que permite terminar con la impunidad con la cual los delincuentes salen de las prisiones. El asesino material de Edgar Millán había estado preso tres veces en el Distrito Federal por diversos delitos, y las tres veces, a los pocos meses, obtuvo su liberación; eso es inaceptable.
Tiene que haber una transformación en la administración de justicia, y esta tarea también es un llamado para los jueces y para el Poder Judicial que tiene también que cerrarle el paso a la impunidad que se da, precisamente, en la liberación de muchos delincuentes que el Poder Ejecutivo, la Procuraduría General de la República, el Ejército o la Secretaría de Seguridad Pública pone en la cárcel y salen a los pocos meses por su propio pie.
El ya basta también es una exigencia a los medios de comunicación, precisamente, para que manifiesten y divulguen las acciones que están, precisamente, deteniendo la estructura de los criminales, para que no se convierta la estrategia de los criminales, que es una estrategia que busca sembrar terror, en una estrategia compartida por los propios medios de comunicación.
Para que los medios se unan a esta estrategia nacional contra la delincuencia porque son sus propios compañeros los que están siendo acallados en esas zonas.
Porque quienes insinúan que el Gobierno se haga para atrás en esta estrategia son, precisamente, quienes buscan que nosotros abandonemos a periodistas, a ciudadanos, a empresarios, a agricultores, a jóvenes, a la suerte y a las garras de la delincuencia.
Nosotros seguiremos en esta estrategia frontal contra el crimen organizado, seguiremos depurando nuestras estrategias, seguiremos construyendo una mejor Policía Federal, que le hacía mucha falta a este país. Prueba de ello es, precisamente, que la eficacia de la construcción de un nuevo cuerpo policiaco depurado estaba golpeando a la criminalidad y esta reacción es, precisamente, un gesto desesperado para debilitar a la Policía Federal.
No lo van a lograr, no lo van a lograr porque la fortaleza de las instituciones es precisamente eso, una fortaleza que va mucho más allá de una u otra persona, cuya pérdida lamentamos, que son valiosas, pero que afortunadamente estamos construyendo un entramado institucional, logístico, operacional, informático, financiero, de estructuras territoriales, que nos va a permitir no sólo seguir, sino redoblar esta lucha.
El ya basta es una invitación a las mexicanas y a los mexicanos a apoyar al Gobierno en esta lucha, es una exhortación respetuosa a los poderes públicos: al Ejecutivo, al Legislativo, al Judicial.
Al Legislativo para que perfeccione las normas jurídicas que nos permitan terminar con la impunidad.
Al Judicial para que revise, precisamente, la actuación de sus jueces que están poniendo en la calle a criminales que son, incluso, confesos.
Es una exhortación a los poderes de los estados, porque la tarea de la seguridad pública no es una tarea de competencia exclusiva al Gobierno Federal; antes bien, es una tarea que compete fundamentalmente a las autoridades locales, pero que nosotros es una responsabilidad que, por supuesto, asumimos de cara a los mexicanos, pero que tiene que ser asumida en su conjunto con los poderes locales.
A eso me refiero con ese ya basta y también es una convocatoria a todos los mexicanos a que sigamos adelante y entre todos pongamos un ya basta, un alto, un fin a la delincuencia.
Nosotros seguiremos en nuestro propósito a sabiendas de que es una estrategia que sólo rendirá frutos en el largo plazo.
Que es una estrategia, como he dicho, que implicará tiempo, dinero y pérdida de vidas humanas, pero que es una lucha que debemos dar hasta la victoria y no descansar, ni dar tregua ni cuartel hasta ver liberado a nuestro país, a nuestros niños, a los jóvenes, a los mexicanos del futuro de las garras de la delincuencia, que hoy está sufriendo nuestro país su embate (...)
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