El Gobierno del Presidente Evo Morales excluyó la participación de la Iglesia en el proceso de diálogo. Para el Gobierno bolivino, la Iglesia Católica quedó al margen de una mediación en un eventual diálogo entre el Ejecutivo y los prefectos de las regiones autonomistas, a raíz de que su principal representante, el cardenal Julio Terrazas, participara en el referéndum del 4 de mayo. "Nosotros esperábamos contar con la mediación de la Iglesia Católica para una negociación en los próximos días, pero lo cierto es que la Iglesia, por voluntad propia, ha dado un paso al costado y corresponde al Gobierno, a los prefectos y la oposición asumir la responsabilidad directa de gestionar el diálogo", señaló el 5 de mayo el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
En efecto, el cardenal Terrazas había aceptado en marzo -tras reunirse con el presidente Evo Morales- que la Iglesia Católica facilitara el diálogo para resolver la crisis política.
Sin embargo, el cardenal votó en el referéndum del Estatuto Autonómico y, según Quintana, este es un "apoyo explícito a la ilegalidad".
En efecto, el cardenal Terrazas había aceptado en marzo -tras reunirse con el presidente Evo Morales- que la Iglesia Católica facilitara el diálogo para resolver la crisis política.
Sin embargo, el cardenal votó en el referéndum del Estatuto Autonómico y, según Quintana, este es un "apoyo explícito a la ilegalidad".
La respuesta institucional no se hizo esperar, la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) dio a conocer el 5 de mayo una nota ante la opinión pública, "en respuesta a las recientes declaraciones del ministro de la Presidencia, en sentido de que la Iglesia Católica quedaría inhabilitada de realizar su servicio de facilitación del diálogo, por el hecho de que el Cardenal Julio Terrazas haya ejercido su derecho al voto en el referéndum de Santa Cruz".
En la nota aclaratoria la CEB afirma que "el cardenal Julio Terrazas es ciudadano boliviano y cruceño y como tal tiene el legítimo derecho de ejercitar su voto". "Esta responsabilidad ciudadana -añade-- no es incompatible con su función de Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y líder de la Iglesia Católica".
Mm el problema del cardenal es que jugó de un lado. Cierto tiene sus derechos ciudadanos a salvo, pero no puede quitarse el cargo de Presidente de la CBP.
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