Y ahora la guerra interna
Ricardo Ravelo, reportero.
El sometimiento de los miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) que se niegan a pasarse a las filas de la Policía Federal Preventiva, llevó al clímax las diferencias entre el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora. Aunque sofocado su movimiento, los llamados afis sostienen que la única solución al problema es la renuncia de García Luna a su cargo, pues se empeña en dejar a la PGR sin su brazo operativo: la AFI.
La pugna entre el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, impactó contra la estructura de las policías federales en el momento de mayor violencia.
A la desorganización que priva en las instituciones en la lucha contra el narcotráfico se suman ahora las protestas y los paros de cientos de elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), el modelo policiaco más publicitado durante el sexenio de Vicente Fox. Los agentes inconformes se niegan a engrosar las filas de la Policía Federal Preventiva (PFP) pues, arguyen, fueron capacitados como investigadores, no como policías de reacción.
Y se quejan porque, dicen, sus superiores intentan hacerlos firmar un contrato para incorporarse a la nueva Policía Federal cuando el proyecto de unificación de ambas corporaciones aún no se discute en la Cámara de Diputados.
Sin coordinación ni orden estructural, tanto la AFI como la PFP muestran signos de inoperancia. A pesar de que ambas dependen operativamente de la Secretaría de Seguridad Pública, aunque en materia administrativa la primera sigue ligada a la PGR.
Los choques entre la procuraduría y la SSP se agudizan en momentos en que el gobierno federal busca aumentar el presupuesto en materia de seguridad para 2009. De aprobarse la propuesta, la dependencia que encabeza García Luna puede convertirse en la segunda institución con mayores recursos, después de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Las inconformidades de los afis derivaron en crisis el martes 23, cuando 150 agentes de esa corporación marcharon por la avenida Reforma y se plantaron frente a las instalaciones de la PGR en protesta por la unificación de las policías federales. "Eso nos deja en completa vulnerabilidad laboral", dijeron.
Una comisión de afis entregó a las autoridades de la procuraduría un pliego petitorio en el que manifestaron su temor a ser desplazados si su corporación desaparece; así mismo, pidieron incremento salarial, pues, dijeron, ganan menos de 2 mil 500 pesos quincenales, y mejor armamento para enfrentar con eficacia a la delincuencia organizada.
Durante el bloqueo a los carriles laterales de la avenida Reforma, Enrique Benitez Álvarez, un agente con categoría C y siete años de servicio, expuso que en los últimos meses los agentes de la PFP se han apoderado del equipo de trabajo de la AFI, entre otros, automóviles, helicópteros, detectores de droga, explosivos, armas, así como buena parte del equipo canino.
Otros compañeros suyos declararon que son presionados por funcionarios de la SSP, entre ellos el propio Genaro García Luna, quienes los conminan a salirse de la AFI y pasarse a la PFP. Relataron que sus jefes les aplican exámenes rigurosos y les advierten: "O te pasas a la PFP o renuncias".
El problema se agudizó la noche del jueves 25. Luego de dos días de plantones y marchas, elementos de la PFP, al mando del subsecretario Luis Cárdenas Palominos, tomaron el control de la AFI, cuyos agentes se habían entrevistado horas antes con diputados para explicarles su situación.
Los legisladores Alberto Esteva Salinas y Layda Sansores, del Partido Convergencia, así como David Mendoza Arellano y José Jacques, del PRD, escucharon las demandas de los policías y luego hicieron un recorrido por las instalaciones de la AFI. Más tarde surgieron las confrontaciones y agentes de la PFP desarmaron a decenas de afis; les quitaron sus celulares y les exigieron permanecer en su área de trabajo hasta recibir nuevas instrucciones.
En este operativo, similar a los que realizan contra la delincuencia organizada, los agentes de la PFP pidieron apoyo de las Fuerzas Federales de Apoyo y, para tomar el control total de las instalaciones de la AFI, solicitaron refuerzos al Agrupamiento Femenil de la PFP.
Diferencias
La crisis entre las corporaciones policiacas federales no es nueva. Surgió a principios de sexenio, cuando el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ordenó el cambio de uniforme. Los primeros en protestar fueron los agentes de la Policía Federal de Caminos, quienes se negaron a cambiar su uniforme beige y verde olivo por uno azul.
Varios elementos de esa corporación acusaron a García Luna de pretender "despersonalizar" a la institución, una de las más antiguas del país. El uso de la nueva indumentaria generó más problemas: los agentes no encontraron las tallas adecuadas y tuvieron que comprar el uniforme para evitar suspensiones y castigos.
A poco más de 20 meses de que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico, la violencia sigue escalando, mientras que la división entre las policías es cada vez más abierta.
Al interior de la PFP y de la AFI, por ejemplo, persisten las filtraciones de información, las traiciones, y se mantienen impunes varios asesinatos planeados presuntamente desde la SSP, como los de los agentes Édgar Millán e Igor Labastida, presuntamente perpetrados por sicarios del cártel de Sinaloa.
El comisario Javier Herrera Valles, excoordinador de despliegue regional de la PFP, asegura que durante los operativos conjuntos en Michoacán, Guerrero, Tijuana y Nuevo León, entre otros, la descoordinación fue el principal problema. "No hicimos trabajo de inteligencia".
A principios de 2007, el presidente Felipe Calderón presentó una iniciativa de ley para unificar a las policías federales bajo un mando único. El proyecto se basó, en buena medida, en las recomendaciones de García Luna, quien pretendía -y aún persiste- concentrar toda la fuerza policial del país en un solo mando.
La iniciativa sigue congelada en el Congreso. El presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Dipu-tados, Juan Rivera Bedoya, considera que el proyecto es peligroso e inviable. Según él, no es sano concentrar tanto poder en una sola dependencia.
Sin que el proyecto fuera sometido a discusión, García Luna aceleró la unión de la AFI y de la PFP mediante el acuerdo 05/2007, publicado el 25 de abril de 2007 en el Diario Oficial de la Federación, y enseguida creó la instancia de coordinación única.
Las confrontaciones
Hasta el pasado 30 de marzo, la Policía Federal contaba con 24 mil 533 efectivos: 18 mil 640 eran elementos de la PFP; 5 mil 893, investigadores de la AFI.
A esta fuerza policial se suman los 370 mil policías estatales agrupados en poco más de mil 600 cuerpos de seguridad. Hasta ahora ha sido ineficaz para detener la ola de violencia del crimen organizado.
Por si fuera poco, los titulares de la PGR y de la SSP, Medina Mora y García Luna, siguen enfrascados en una pugna de poder que se inició con el sexenio, cuando Ardelio Vargas Fosado, recién nombrado alto comisionado de la PFP y coordinador de la AFI, se enemistó con García Luna.
Incluso presentó su renuncia y se incorporó a la PGR invitado por Medina Mora. Los desencuentros entre el procurador y García Luna continuaron. Un episodio más de la confrontación se dio a finales de agosto, cuando en una reunión del gabinete de seguridad ambos funcionarios se acusaron mutuamente de las fallas en materia de seguridad, en particular por el secuestro y muerte del joven Fernando Martí.
En aquella ocasión, ambos discutieron por las diferencias entre las corporaciones que cada uno dirige. Y en medio de esas diferencias, el jueves 25 García Luna dijo que los agentes de la AFI que protestaron son parte de los grupos que rechazan someterse a los exámenes de control de confianza, afirmación que los afis rechazan.
Dijo el titular de la SSP: "El motivo de la marcha (del martes 23) es que se está instrumentando un esquema donde toda la policía sin excepción pase a registro completo de voz, huellas, de ADN, para tener la referencia completa de cada policía y, en particular, de los que se incorporen a la Policía Federal, si pasan".
García Luna no se refirió a las causas de las protestas de los agentes, ni dijo si eran válidas o exageradas; tampoco aclaró si la SSP está conformando a la Policía Federal desde 2007 sin que esté constituida legalmente, lo cual fue uno de los principales reclamos de los agentes que protestaron.
El martes 23, cuando los afis realizaban un plantón frente a la PGR, el procurador Eduardo Medina Mora ofreció una entrevista radiofónica en la que habló de los esfuerzos de la institución que encabeza contra el crimen organizado.
Ahí mismo se refirió al desorden policiaco, a la protesta organizada frente al edificio central donde despacha y al proyecto de unificación de las policías federales:
"Estos procesos administrativos naturalmente conllevan un ajuste que tiene que hacerse respecto del personal; es decir, personal que tiene que dejar de prestar servicios en una institución y brindarlos en otra. Necesitamos ver que los derechos laborales de todos sean garantizados y ese es el punto crítico de esta protesta.
"La reforma constitucional, en el rescate de la reforma al artículo 123 constitucional, plantea con toda claridad que se puede, evidentemente, dar por terminada la relación de trabajo de policías, ministerios públicos o peritos, siempre que, desde luego, se les dé la indemnización correspondiente en términos de ley. Aquí estamos planteando este proceso y hay, evidentemente, expresiones de inconformidad, pero tienen que irse canalizando."
Después de que personal de la PFP tomó el control de las instalaciones de la AFI, el viernes 26, agentes de esa corporación insistieron en que continuarán protestando debido a que sus garantías laborales están en riesgo. Y expusieron que la única solución al problema es la renuncia de García Luna como titular de la SSP, quien se empeña en dejar a la PGR sin la AFI, su brazo operativo.
La pugna entre el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, impactó contra la estructura de las policías federales en el momento de mayor violencia.
A la desorganización que priva en las instituciones en la lucha contra el narcotráfico se suman ahora las protestas y los paros de cientos de elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), el modelo policiaco más publicitado durante el sexenio de Vicente Fox. Los agentes inconformes se niegan a engrosar las filas de la Policía Federal Preventiva (PFP) pues, arguyen, fueron capacitados como investigadores, no como policías de reacción.
Y se quejan porque, dicen, sus superiores intentan hacerlos firmar un contrato para incorporarse a la nueva Policía Federal cuando el proyecto de unificación de ambas corporaciones aún no se discute en la Cámara de Diputados.
Sin coordinación ni orden estructural, tanto la AFI como la PFP muestran signos de inoperancia. A pesar de que ambas dependen operativamente de la Secretaría de Seguridad Pública, aunque en materia administrativa la primera sigue ligada a la PGR.
Los choques entre la procuraduría y la SSP se agudizan en momentos en que el gobierno federal busca aumentar el presupuesto en materia de seguridad para 2009. De aprobarse la propuesta, la dependencia que encabeza García Luna puede convertirse en la segunda institución con mayores recursos, después de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Las inconformidades de los afis derivaron en crisis el martes 23, cuando 150 agentes de esa corporación marcharon por la avenida Reforma y se plantaron frente a las instalaciones de la PGR en protesta por la unificación de las policías federales. "Eso nos deja en completa vulnerabilidad laboral", dijeron.
Una comisión de afis entregó a las autoridades de la procuraduría un pliego petitorio en el que manifestaron su temor a ser desplazados si su corporación desaparece; así mismo, pidieron incremento salarial, pues, dijeron, ganan menos de 2 mil 500 pesos quincenales, y mejor armamento para enfrentar con eficacia a la delincuencia organizada.
Durante el bloqueo a los carriles laterales de la avenida Reforma, Enrique Benitez Álvarez, un agente con categoría C y siete años de servicio, expuso que en los últimos meses los agentes de la PFP se han apoderado del equipo de trabajo de la AFI, entre otros, automóviles, helicópteros, detectores de droga, explosivos, armas, así como buena parte del equipo canino.
Otros compañeros suyos declararon que son presionados por funcionarios de la SSP, entre ellos el propio Genaro García Luna, quienes los conminan a salirse de la AFI y pasarse a la PFP. Relataron que sus jefes les aplican exámenes rigurosos y les advierten: "O te pasas a la PFP o renuncias".
El problema se agudizó la noche del jueves 25. Luego de dos días de plantones y marchas, elementos de la PFP, al mando del subsecretario Luis Cárdenas Palominos, tomaron el control de la AFI, cuyos agentes se habían entrevistado horas antes con diputados para explicarles su situación.
Los legisladores Alberto Esteva Salinas y Layda Sansores, del Partido Convergencia, así como David Mendoza Arellano y José Jacques, del PRD, escucharon las demandas de los policías y luego hicieron un recorrido por las instalaciones de la AFI. Más tarde surgieron las confrontaciones y agentes de la PFP desarmaron a decenas de afis; les quitaron sus celulares y les exigieron permanecer en su área de trabajo hasta recibir nuevas instrucciones.
En este operativo, similar a los que realizan contra la delincuencia organizada, los agentes de la PFP pidieron apoyo de las Fuerzas Federales de Apoyo y, para tomar el control total de las instalaciones de la AFI, solicitaron refuerzos al Agrupamiento Femenil de la PFP.
Diferencias
La crisis entre las corporaciones policiacas federales no es nueva. Surgió a principios de sexenio, cuando el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ordenó el cambio de uniforme. Los primeros en protestar fueron los agentes de la Policía Federal de Caminos, quienes se negaron a cambiar su uniforme beige y verde olivo por uno azul.
Varios elementos de esa corporación acusaron a García Luna de pretender "despersonalizar" a la institución, una de las más antiguas del país. El uso de la nueva indumentaria generó más problemas: los agentes no encontraron las tallas adecuadas y tuvieron que comprar el uniforme para evitar suspensiones y castigos.
A poco más de 20 meses de que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico, la violencia sigue escalando, mientras que la división entre las policías es cada vez más abierta.
Al interior de la PFP y de la AFI, por ejemplo, persisten las filtraciones de información, las traiciones, y se mantienen impunes varios asesinatos planeados presuntamente desde la SSP, como los de los agentes Édgar Millán e Igor Labastida, presuntamente perpetrados por sicarios del cártel de Sinaloa.
El comisario Javier Herrera Valles, excoordinador de despliegue regional de la PFP, asegura que durante los operativos conjuntos en Michoacán, Guerrero, Tijuana y Nuevo León, entre otros, la descoordinación fue el principal problema. "No hicimos trabajo de inteligencia".
A principios de 2007, el presidente Felipe Calderón presentó una iniciativa de ley para unificar a las policías federales bajo un mando único. El proyecto se basó, en buena medida, en las recomendaciones de García Luna, quien pretendía -y aún persiste- concentrar toda la fuerza policial del país en un solo mando.
La iniciativa sigue congelada en el Congreso. El presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Dipu-tados, Juan Rivera Bedoya, considera que el proyecto es peligroso e inviable. Según él, no es sano concentrar tanto poder en una sola dependencia.
Sin que el proyecto fuera sometido a discusión, García Luna aceleró la unión de la AFI y de la PFP mediante el acuerdo 05/2007, publicado el 25 de abril de 2007 en el Diario Oficial de la Federación, y enseguida creó la instancia de coordinación única.
Las confrontaciones
Hasta el pasado 30 de marzo, la Policía Federal contaba con 24 mil 533 efectivos: 18 mil 640 eran elementos de la PFP; 5 mil 893, investigadores de la AFI.
A esta fuerza policial se suman los 370 mil policías estatales agrupados en poco más de mil 600 cuerpos de seguridad. Hasta ahora ha sido ineficaz para detener la ola de violencia del crimen organizado.
Por si fuera poco, los titulares de la PGR y de la SSP, Medina Mora y García Luna, siguen enfrascados en una pugna de poder que se inició con el sexenio, cuando Ardelio Vargas Fosado, recién nombrado alto comisionado de la PFP y coordinador de la AFI, se enemistó con García Luna.
Incluso presentó su renuncia y se incorporó a la PGR invitado por Medina Mora. Los desencuentros entre el procurador y García Luna continuaron. Un episodio más de la confrontación se dio a finales de agosto, cuando en una reunión del gabinete de seguridad ambos funcionarios se acusaron mutuamente de las fallas en materia de seguridad, en particular por el secuestro y muerte del joven Fernando Martí.
En aquella ocasión, ambos discutieron por las diferencias entre las corporaciones que cada uno dirige. Y en medio de esas diferencias, el jueves 25 García Luna dijo que los agentes de la AFI que protestaron son parte de los grupos que rechazan someterse a los exámenes de control de confianza, afirmación que los afis rechazan.
Dijo el titular de la SSP: "El motivo de la marcha (del martes 23) es que se está instrumentando un esquema donde toda la policía sin excepción pase a registro completo de voz, huellas, de ADN, para tener la referencia completa de cada policía y, en particular, de los que se incorporen a la Policía Federal, si pasan".
García Luna no se refirió a las causas de las protestas de los agentes, ni dijo si eran válidas o exageradas; tampoco aclaró si la SSP está conformando a la Policía Federal desde 2007 sin que esté constituida legalmente, lo cual fue uno de los principales reclamos de los agentes que protestaron.
El martes 23, cuando los afis realizaban un plantón frente a la PGR, el procurador Eduardo Medina Mora ofreció una entrevista radiofónica en la que habló de los esfuerzos de la institución que encabeza contra el crimen organizado.
Ahí mismo se refirió al desorden policiaco, a la protesta organizada frente al edificio central donde despacha y al proyecto de unificación de las policías federales:
"Estos procesos administrativos naturalmente conllevan un ajuste que tiene que hacerse respecto del personal; es decir, personal que tiene que dejar de prestar servicios en una institución y brindarlos en otra. Necesitamos ver que los derechos laborales de todos sean garantizados y ese es el punto crítico de esta protesta.
"La reforma constitucional, en el rescate de la reforma al artículo 123 constitucional, plantea con toda claridad que se puede, evidentemente, dar por terminada la relación de trabajo de policías, ministerios públicos o peritos, siempre que, desde luego, se les dé la indemnización correspondiente en términos de ley. Aquí estamos planteando este proceso y hay, evidentemente, expresiones de inconformidad, pero tienen que irse canalizando."
Después de que personal de la PFP tomó el control de las instalaciones de la AFI, el viernes 26, agentes de esa corporación insistieron en que continuarán protestando debido a que sus garantías laborales están en riesgo. Y expusieron que la única solución al problema es la renuncia de García Luna como titular de la SSP, quien se empeña en dejar a la PGR sin la AFI, su brazo operativo.
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