9 oct 2008

Pio XII, hace 50 años

Papa: Pio XII, ejemplo del abandono “en las manos misericordiosas de Dios”
Homilía de Benedicto XVI en el 50 aniversario de la muerte de Papa Pacelli
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 9 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Con ocasión del 50º aniversario de su muerte, acaecida en las primeras horas del 9 de octubre de 1958, Benedicto XVI recordó este jueves al Papa Pío XII y su pontificado, “que tuvo lugar en los años duros del segundo conflicto mundial y en el periodo subsiguiente, no menos complejo, de la reconstrucción y de las difíciles relaciones internacionales que han pasado a la historia con el nombre significativo de 'guerra fría'”.
La postura cultivada “constantemente” por Pío XII, recordó el Papa durante la homilía de la Misa celebrada en la Basílica vaticana, fue la de “abandonarse en las manos misericordiosas de Dios”, con la conciencia de que “sólo Cristo es la verdadera esperanza del hombre” y “sólo confiando en Él, el corazón humano puede abrirse al amor que vence al odio”.
Esta conciencia, añadió, “acompañó a Pio XII en su ministerio de Sucesor de Pedro, ministerio iniciado precisamente cuando se cernían sobre Europa y el resto del mundo las nubes amenazadoras de un nuevo conflicto mundial, que intentó evitar por todos los medios”.
Durante la guerra, el Papa Pacelli llevó adelante “una intensa obra de caridad que promovió en defensa de los perseguidos, sin distinción de religión, de etnia, de nacionalidad de pertenencia política”, observó el Pontífice.
Decidido a no abandonar nunca Roma, también cuando, ocupada la ciudad, le fue aconsejado reptidamente abandonar el Vaticano para ponerse a salvo, se sometió voluntariamente a “privaciones en cuanto a comida, calefacción, vestidos, comodidades” para “compartir la condición de la gente duramente probada por los bombardeos y por las consecuencias de la guerra”.
Pio XII, declaró Benedicto XVI, “actuó a menudo de forma secreta y silenciosa precisamnt porque, a la luz de las situaciones concretas de aquel momento complejo histórico, intuía que sólo de esta forma podía evitarse o peor y salvar al mayor número posible de hebreos”.
Por estas intervenciones, al término del conflicto se le dirigieron “numerosos y unánimes reconocimientos de gratitud”, como el de la Ministra de Exteriores de Israel, Golda Meir, que en su muerte afirmó: “Lloramos la pérdida de un gran servidor de la paz”.
En su homilía, Benedicto XVI reconoció que “por desgracia el debate histórico sobre la figura del Siervo de Dios Pío XII, no siempre sereno, ha evitado que se pongan a la luz todos los aspectos de su poliédrico pontificado”.
Por esto, quiso subrayar algunos documentos importantes del Papa Pacelli, entre ellos la encíclica
Divino Afflante Spiritu, del 20 de septiembre de 1943, que “establecía las normas doctrinales para el estudio de la Sagrada Escritura poniendo de manifiesto su importancia y su papel en la vida cristiana”.
“¿Cómo no recordar esta Encíclica, mientras se desarrollan los trabajos del Sínodo que tiene como tema, precisamente, 'La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia'?”, se preguntó, refiriéndose a la asamblea de los Obispos del mundo cuyos trabajos se prolongarán hasta el 26 de octubre.
El Papa ha recordado también el “impulso notable” imprimido por Pío XII a la actividad misionera de la Iglesia, confirmando el amor por las misiones demostrado desde el principio de su pontificado consagrando personalmente -en octubre de 1939- a doce obispos de países de misión, entre ellos un chino, un japonés, el primer obispo africano y el primer obispo de Madagascar.
También, ha subrayado, una de las “constantes preocupaciones pastorales” del Pontífice fue también “la promoción del papel de los laicos, para que la comunidad eclesial pudiera valerse de todas las energías y los recursos disponibles”.
“La santidad fue su ideal, un ideal que no dejó de proponer a todos -añadió-. Por esto dio impulso a las causas de beatificación y canonización de pueblos diversos, representantes de todos los estados de vida, funciones y profesiones, reservando amplio espacio a las mujeres”.
A propósito de esto, durante el Año Santo 1950 proclamó el dogma de la Asunción indicando a la humanidad a la Virgen “como signo de segura esperanza”.
“En este mundo nuestro que, como entonces, está asaltado por preocupaciones y angustias por su futuro; de esta forma, donde, quizás más que entonces, el alejamiento de muchos de la verdad y de la virtud deja entrever escenarios sin esperanza, Pío XII nos invita a volver la mirada hacia María asunta en la gloria celeste”, concluyó Benedicto XVI.
“Nos invita a invocarla con confianza, para que nos haga apreciar cada vez más el valor de la vida en la tierra y nos ayude a poner la mirada hacia la meta a la que todos estamos destinados: la de la vida eterna que, como asegura Jesús, ya posee quien escucha y sigue su palabra”.
****
Judíos testimonian cómo fueron salvados por Pío XII
Entre ellos el hijo del rabino de Génova durante la guerra
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 9 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Judíos de Italia han testimoniado ante las cámaras cómo fueron salvados de la persecución nazi por personas de Iglesia, con el apoyo del Papa Pío XII.
Entre los testimonios se encuentra el del señor Emanuele Pacifici, hijo de Riccardo, que en la segunda guerra mundial era rabino jefe de Génova, y otros supervivientes lo narran en un reportaje vídeo producido por el mensual Inside the Vatican y por la agencia H2onews.org.
Pacifici, que en la guerra era un niño, recuerda el momento en el que los nazis pidieron a la comunidad judía de Roma 50 kilos de oro.
"Pero era imposible reunir 50 kilos de oro, en las pocas horas que teníamos. Sin haber hecho publicidad con nadie, la ciudad de Roma colaboró de todas las formas que pudo: con dientes de oro, que antes se llevaban dientes de oro, con un anillo, con lo que tenían... Se recogieron los 50 kilos de oro", recuerda el exponente judío.
"Pero la promesa de seguridad no se mantuvo --sigue recordando-- y los judíos se vieron obligados a esconderse para tratar de escapar de una muerte segura. La actuación del Papa Pío XII fue fundamental en esos difíciles momentos", afirmó.
Otro de los judíos supervivientes, Settimio Di Porto, recuerda: "Habíamos perdido los derechos civiles. No podíamos hacer nada. No teníamos ni siquiera cartillas para el racionamiento".
"El 16 de octubre fue una mañana tremenda -recuerda di Porto--. Todavía stoy viendo aquella escena. Se los llevaban a todos en los camiones, ue una gran redada, entraban en las casas y se llevaban a las amilias: mujeres, ancianos, niños, enfermos...".
Settimio di Porto recuerda: "Aquí en Roma abrieron las puertas todos los conventos".
Y Pacifici completa: "El Vaticano estaba lleno. Había gente que dormía también en los pasillos".
Claudio della Sera recuerda: "fui salvado en el tiempo de los alemanes or los Hermanos Maristas del Colegio San León Magno".
Por este motivo, en Yad Vashem, el museo y archivo del Holocausto en Jerusalén, se recuerdan a algunos de estos hombres y mujeres que arrancaron de la muerte a tantos judíos y les honra con el título de los "Justos de Israel".
El periodista del diario "Il Giornale", Andrea Tornielli, afirma: "Actuaron para salvar a los judíos, en un momento en el que no sabía cual iba a ser el destino de la guerra, y por tanto como un acto totalmente desinteresado".
Matteo Luigi Napolitano, profesor de historia de la Universidad del Molise, en Italia, testimonia: "Los documentos de los servicios secretos estadounidenses nos dicen también el motivo por el cual Hitler odiaba al Papa: porque estaba escondiendo judíos. Pues daba disposiciones a los conventos, a los santuarios, y los escondió en el mismo Vaticano".
Emanuele Pacifici narra cómo religiosas trataron de salvar a mujeres judías escondiéndolas en los conventos.
"Los alemanes entraron dentro y deportaron de este convento a 33 mujeres, entre las que estaba también mi madre. ¿Entiendes? La Madre superiora Sor Esther Busnelli, fue detenida porque había hecho algo que no debía hacer", dice conteniendo las lágrimas.
"Hay que entender que riesgo suponía esto... El riesgo que corrió Pío XII salvando a 8.000 personas", concluye.
El reportaje "Pío XII y el Holocausto" puede verse en www.h2onews.org.

No hay comentarios.: