Ecuador: "Colombia no cuida la frontera"
El Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, denunció la presencia de campamentos guerrilleros en la frontera de su país con Colombia. Insistió que la CIA sabía del ataque en suelo ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes.
Tomás Ciuffardi, redactor BBC Mundo
SEMANA on line (http://www.semana.com/)
El Ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, denunció la presencia de campamentos guerrilleros en la frontera de su país con Colombia. Insistió que la CIA sabía del ataque en suelo ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes.
Tomás Ciuffardi, redactor BBC Mundo
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En los últimos días militares ecuatorianos descubrieron dos campamentos clandestinos pertenecientes a grupos irregulares colombianos, en las provincias fronterizas de Sucumbíos y Esmeraldas, en el norte de Ecuador.
En el campamento de Sucumbíos, ubicado a tres kilómetros de la frontera, se halló material de propaganda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y documentos relacionados con la emisora "La Voz de la Resistencia", según informaron autoridades militares a medios locales.
Mientras que, en la provincia de Esmeraldas, los militares informaron que en el campamento clandestino se encontró armamento, ropa militar, equipos de visión nocturna y de navegación satelital, aunque no se identificó a quién pertenecen.
Los hallazgos son el último capítulo de varios hechos que se han sucedido en el último mes en la frontera colombo-ecuatoriana, con incursiones de presuntos paramilitares, refriegas entre grupos irregulares y el ejército ecuatoriano, y protestas de Ecuador hacia Colombia por no "cuidar" su frontera.
Las relaciones entre Ecuador y Colombia están rotas desde el 3 de marzo, dos días después del ataque militar colombiano a un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC ubicado en territorio ecuatoriano, donde murió el líder guerrillero "Raúl Reyes".
BBC Mundo habló con el ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, quien opina que lo ocurrido en las últimas semanas, sobre todo en la provincia costera de Esmeraldas, es "preocupante".
"Es una zona donde grupos de bandolerismo y grupos nacidos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) están asolando la zona con sicariato, amenazas a los propietarios de tierras, presión para la venta de tierras y una cantidad de fenómenos que se han dado en las últimas semanas que nos preocupan", afirma Ponce.
"Falta de interés"
A inicios de mes, el Ministerio de Defensa denunció la incursión de unos 20 miembros del grupo paramilitar denominado "Águilas Negras" al poblado costero de Borbón, en el noroeste de Ecuador, donde hirieron a tres personas, una de las cuales posteriormente falleció.
Esto provocó que el gobierno ecuatoriano enviara una nota de protesta a Colombia por una supuesta "falta de control fronterizo" y paralelamente destinó refuerzos militares a la zona, movilizando incluso tanquetas blindadas para evitar otras incursiones.
El ministro Ponce sostiene que Ecuador no se "ahorrará ningún sacrificio" para detener el ingreso de fuerzas irregulares al país y afirma que el gobierno no dejará de protestar ante su vecino cada vez que ocurra un evento de este tipo.
"Yo creo que el gesto de mandar notas (de protesta) es una demostración de que el problema está vivo para nosotros y no hace parte de nuestra rutina, no aceptamos que haga parte de nuestra cotidianeidad, ése fue un ataque grave, aleve", dijo el funcionario.
Según Ponce, a Ecuador le cuesta "por lo bajo, unos US$150 millones anuales" mantener la vigilancia en la frontera con Colombia, "sin contar lo que se tiene que invertir en armamento" ni lo que se invierte en asistencia para refugiados.
También afirma que, en los dos últimos años, siete soldados ecuatorianos han fallecido en choques contra las FARC.
"Desproporción"
La tesis de Quito es que hay una desproporción entre Ecuador y Colombia con respecto a los recursos que se destinan a la frontera, tomando en cuenta de que se trata de un problema interno colombiano.
"Creo que el problema radica en que no son las fronteras el principal interés del gobierno de Colombia, más bien prefiere actuar en lugares más centrales del país, no en zonas tan remotas como el Putumayo", aseguró el ministro.
"Es una estrategia de Colombia, ellos sabrán por qué lo hacen pero ciertamente no cuidan la frontera", añadió.
Creo que el problema radica en que no son las fronteras el principal interés del gobierno de Colombia, más bien prefiere actuar en lugares más centrales del país, no en zonas tan remotas como el Putumayo.
Hernando Salazar, corresponsal de la BBC en Colombia, indica que las autoridades de ese país niegan que tengan descuidada la frontera sur, pero explican que deben atender muchas áreas del país en la lucha contra la guerrilla y los narcotraficantes.
En la frontera con Ecuador, las fuerzas militares de Colombia tienen más de 4.000 del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, informa Salazar.
Agrega que en los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo operan dos brigadas del Ejército, un batallón de infantería de Marina y tres distritos de Policía. Además de efectivos contraguerrilla, en el área también operan unidades especializadas en la antinarcóticos.
Estados Unidos
Ecuador presentó un informe a fines de octubre donde se afirma que Estados Unidos tenía conocimiento del ataque que se estaba llevando a cabo en suelo ecuatoriano.
El ministro Ponce afirma que hay dos hechos concretos que prueban la participación estadounidense en la operación para acabar con Reyes.
"Uno es una llamada de un miembro de la CIA a un miembro de la unidad de investigaciones especiales de la policía a las 00h30 de la madrugada del 1 de marzo para informar que en ese momento estaba ocurriendo un ataque en la frontera norte y que el presidente Uribe le llamaría más tarde al presidente Correa para explicarle. ¿Cómo es que esa afirmación puede darse si es que no había un conocimiento previo?", pregunta Ponce.
"El otro dato es que, cuatro o cinco días antes del ataque, llegó a la base de Manta (operada por EE.UU.) un avión de inteligencia norteamericana que comienza a realizar vuelos nocturnos, cuando nunca se habían hecho vuelos nocturnos desde esa base. La víspera del ataque sale a las 21h00 y regresa el 1 de marzo a las 04h00 y, después de cuatro o cinco días, se va y no vuelve más".
Según Ponce estas evidencias "demostrarían que hay una injerencia real en la relación colombo-ecuatoriana por parte de potencias externas", aunque asegura que quien "debe explicar cómo ocurrió el ataque es, fundamentalmente, Colombia".
Reiteradamente, el gobierno colombiano ha negado la participación de terceros países-y concretamente de Estados Unidos- en la operación en que se atacó el campamento de Raúl Reyes.
Críticas
El ministro ecuatoriano también fue crítico con su par colombiano, Juan Manuel Santos, afirmando que éste "ha jugado un papel destacado en cuanto a alimentar la tensión" entre ambos países.
"(Santos) ha manejado denuncias a través de la OEA cuando, en el marco de la cartilla de seguridad, las Fuerzas Armadas colombianas podían transmitir información directa a nuestras Fuerzas Armadas, lo que me hace sentir que eso lo hacía simplemente para alimentar una tesis internacional de que el Ecuador no cuidaba su frontera norte", dijo Ponce a BBC Mundo.
Además, el ministro aseguró que la actual crisis entre Ecuador y Colombia va más allá de la pugna entre dos presidentes.
"Lo que quiso Colombia el 1 de marzo es probar en el Ecuador la tesis tan entrañable para Estados Unidos, y para otros países, de que cuando se trata del combate a un supuesto terrorismo no hay fronteras nacionales y entonces hay un deseo de regionalización del conflicto".
"Es demasiado ligero decir que es un problema de pugna entre dos temperamentos: Uribe y Correa. No, es un problema de proyecto político, de opciones políticas distintas", aseveró.
En el campamento de Sucumbíos, ubicado a tres kilómetros de la frontera, se halló material de propaganda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y documentos relacionados con la emisora "La Voz de la Resistencia", según informaron autoridades militares a medios locales.
Mientras que, en la provincia de Esmeraldas, los militares informaron que en el campamento clandestino se encontró armamento, ropa militar, equipos de visión nocturna y de navegación satelital, aunque no se identificó a quién pertenecen.
Los hallazgos son el último capítulo de varios hechos que se han sucedido en el último mes en la frontera colombo-ecuatoriana, con incursiones de presuntos paramilitares, refriegas entre grupos irregulares y el ejército ecuatoriano, y protestas de Ecuador hacia Colombia por no "cuidar" su frontera.
Las relaciones entre Ecuador y Colombia están rotas desde el 3 de marzo, dos días después del ataque militar colombiano a un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC ubicado en territorio ecuatoriano, donde murió el líder guerrillero "Raúl Reyes".
BBC Mundo habló con el ministro de Defensa de Ecuador, Javier Ponce, quien opina que lo ocurrido en las últimas semanas, sobre todo en la provincia costera de Esmeraldas, es "preocupante".
"Es una zona donde grupos de bandolerismo y grupos nacidos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) están asolando la zona con sicariato, amenazas a los propietarios de tierras, presión para la venta de tierras y una cantidad de fenómenos que se han dado en las últimas semanas que nos preocupan", afirma Ponce.
"Falta de interés"
A inicios de mes, el Ministerio de Defensa denunció la incursión de unos 20 miembros del grupo paramilitar denominado "Águilas Negras" al poblado costero de Borbón, en el noroeste de Ecuador, donde hirieron a tres personas, una de las cuales posteriormente falleció.
Esto provocó que el gobierno ecuatoriano enviara una nota de protesta a Colombia por una supuesta "falta de control fronterizo" y paralelamente destinó refuerzos militares a la zona, movilizando incluso tanquetas blindadas para evitar otras incursiones.
El ministro Ponce sostiene que Ecuador no se "ahorrará ningún sacrificio" para detener el ingreso de fuerzas irregulares al país y afirma que el gobierno no dejará de protestar ante su vecino cada vez que ocurra un evento de este tipo.
"Yo creo que el gesto de mandar notas (de protesta) es una demostración de que el problema está vivo para nosotros y no hace parte de nuestra rutina, no aceptamos que haga parte de nuestra cotidianeidad, ése fue un ataque grave, aleve", dijo el funcionario.
Según Ponce, a Ecuador le cuesta "por lo bajo, unos US$150 millones anuales" mantener la vigilancia en la frontera con Colombia, "sin contar lo que se tiene que invertir en armamento" ni lo que se invierte en asistencia para refugiados.
También afirma que, en los dos últimos años, siete soldados ecuatorianos han fallecido en choques contra las FARC.
"Desproporción"
La tesis de Quito es que hay una desproporción entre Ecuador y Colombia con respecto a los recursos que se destinan a la frontera, tomando en cuenta de que se trata de un problema interno colombiano.
"Creo que el problema radica en que no son las fronteras el principal interés del gobierno de Colombia, más bien prefiere actuar en lugares más centrales del país, no en zonas tan remotas como el Putumayo", aseguró el ministro.
"Es una estrategia de Colombia, ellos sabrán por qué lo hacen pero ciertamente no cuidan la frontera", añadió.
Creo que el problema radica en que no son las fronteras el principal interés del gobierno de Colombia, más bien prefiere actuar en lugares más centrales del país, no en zonas tan remotas como el Putumayo.
Hernando Salazar, corresponsal de la BBC en Colombia, indica que las autoridades de ese país niegan que tengan descuidada la frontera sur, pero explican que deben atender muchas áreas del país en la lucha contra la guerrilla y los narcotraficantes.
En la frontera con Ecuador, las fuerzas militares de Colombia tienen más de 4.000 del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, informa Salazar.
Agrega que en los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo operan dos brigadas del Ejército, un batallón de infantería de Marina y tres distritos de Policía. Además de efectivos contraguerrilla, en el área también operan unidades especializadas en la antinarcóticos.
Estados Unidos
Ecuador presentó un informe a fines de octubre donde se afirma que Estados Unidos tenía conocimiento del ataque que se estaba llevando a cabo en suelo ecuatoriano.
El ministro Ponce afirma que hay dos hechos concretos que prueban la participación estadounidense en la operación para acabar con Reyes.
"Uno es una llamada de un miembro de la CIA a un miembro de la unidad de investigaciones especiales de la policía a las 00h30 de la madrugada del 1 de marzo para informar que en ese momento estaba ocurriendo un ataque en la frontera norte y que el presidente Uribe le llamaría más tarde al presidente Correa para explicarle. ¿Cómo es que esa afirmación puede darse si es que no había un conocimiento previo?", pregunta Ponce.
"El otro dato es que, cuatro o cinco días antes del ataque, llegó a la base de Manta (operada por EE.UU.) un avión de inteligencia norteamericana que comienza a realizar vuelos nocturnos, cuando nunca se habían hecho vuelos nocturnos desde esa base. La víspera del ataque sale a las 21h00 y regresa el 1 de marzo a las 04h00 y, después de cuatro o cinco días, se va y no vuelve más".
Según Ponce estas evidencias "demostrarían que hay una injerencia real en la relación colombo-ecuatoriana por parte de potencias externas", aunque asegura que quien "debe explicar cómo ocurrió el ataque es, fundamentalmente, Colombia".
Reiteradamente, el gobierno colombiano ha negado la participación de terceros países-y concretamente de Estados Unidos- en la operación en que se atacó el campamento de Raúl Reyes.
Críticas
El ministro ecuatoriano también fue crítico con su par colombiano, Juan Manuel Santos, afirmando que éste "ha jugado un papel destacado en cuanto a alimentar la tensión" entre ambos países.
"(Santos) ha manejado denuncias a través de la OEA cuando, en el marco de la cartilla de seguridad, las Fuerzas Armadas colombianas podían transmitir información directa a nuestras Fuerzas Armadas, lo que me hace sentir que eso lo hacía simplemente para alimentar una tesis internacional de que el Ecuador no cuidaba su frontera norte", dijo Ponce a BBC Mundo.
Además, el ministro aseguró que la actual crisis entre Ecuador y Colombia va más allá de la pugna entre dos presidentes.
"Lo que quiso Colombia el 1 de marzo es probar en el Ecuador la tesis tan entrañable para Estados Unidos, y para otros países, de que cuando se trata del combate a un supuesto terrorismo no hay fronteras nacionales y entonces hay un deseo de regionalización del conflicto".
"Es demasiado ligero decir que es un problema de pugna entre dos temperamentos: Uribe y Correa. No, es un problema de proyecto político, de opciones políticas distintas", aseveró.
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