PAN, la división y el factor Margarita
Columna Razones /Jorge Fernández Menéndez
Excélsior, 30/11/2010;
El presidente Calderón se apresta a festejar (en realidad ya lo hizo, por lo menos públicamente, el domingo) sus cuatro años y los diez del panismo en el poder. Lo hace apenas unos días antes de que en un proceso que será especialmente cerrado, se deba elegir la nueva dirigencia de su partido, lo que junto con el tono muy partidista del discurso dominical del Presidente en el Auditorio, deberá ser interpretado como el inicio de la sucesión en el panismo.
La reunión del Consejo Nacional del próximo sábado será especialmente compleja para el presidente Calderón, un político que paradójicamente siempre ha sabido operar muy bien dentro de su partido, pero al que no le han salido bien los dos últimos movimientos estratégicos, uno buscado con ahínco, el otro obligado por las circunstancias: la llegada a la presidencia, primero, de Germán Martínez, y luego su reemplazo por César Nava.
Lo que está marcando al PAN es la división y ella tendrá un papel protagónico en toda esta historia. Fue muy significativo que el ex presidente Fox no estuviera el domingo en el Auditorio Nacional y que en lugar de ello ofreciera en el Centro Fox un informe con comparaciones entre sus resultados y los de la actual administración. Es igualmente significativo que uno de los hombres cercanos a Fox (aunque con una agenda propia) como el ex líder nacional del PAN, Manuel Espino, haya notificado el mismo día del festejo que había sido expulsado del PAN. O que otro opositor interno, el senador Santiago Creel, haya elegido ese mismo día para ser lanzado como precandidato a la Presidencia.
Todos esos datos muestran que las cosas son mucho más complejas de lo que parecen en el panismo. Llama la atención, sobre todo, la división dentro del calderonismo: entre Gustavo Madero y Roberto Gil, el equipo cercano al mandatario y sus consejeros nacionales se han dividido de forma tal que ninguno de los dos puede garantizar una mayoría pese a que el calderonismo tiene poco más de 60% de los votos del Consejo Nacional (para elegir al nuevo presidente se requieren 66% de los votos, es decir, unos 254 de los 381 consejeros actuales, en el supuesto de que todos vayan a la reunión). La duda es cómo se repartirán esos votos y que harán los otros candidatos con los propios. La apuesta de Ramírez Acuña es que Madero y Gil se desgasten y él pueda salir como una suerte de tercero emergente ante la polarización de sus otros adversarios. Las opciones de Cecilia Romero y Judith Díaz no tienen posibilidad alguna de llegar a la presidencia, pero será importante ver a quién le otorgan sus votos. Y ya han dicho que no serán para Gil.
Ahora bien, si éste logra una amplia mayoría en la primera ronda, aunque no llegue a los dos tercios, tendrá posibilidades de acuerdos con Madero que le garanticen la presidencia. Si el que alcanza el porcentaje mayor es Madero, deberá recurrir a alianzas con los otros tres candidatos para poder alcanzar 66 por ciento. El problema se presentaría si ambos quedan lejos de la mayoría calificada y se neutralizan mutuamente. Entonces cualquier escenario podría ser posible.
Lo que resulta difícil de comprender es por qué el presidente Calderón no logró cohesionar a su equipo tras un candidato. Y eso confirma que el desorden ha permeado esa estructura de Los Pinos que se basaba, según las palabras del Presidente, en la lealtad hacia su persona e investidura. Y ello va de la mano con los tiempos sucesorios: comienzan a perfilarse cada vez más los precandidatos panistas, pero los del calderonismo parecen estar demasiado atados a esos compromisos. A partir del domingo se supone que ya no sucederá así y tendrá que ser, también, tiempo de definiciones para ellos y ellas.
El factor Margarita
Por cierto, no deja de ser un rumor que crece en forma constante, para luego atenuarse, pero lo que ocurre es que está basado en datos tan duros como la capacidad, la exposición o los índices de aceptación y popularidad. ¿Realmente está descartado que Margarita Zavala tenga opciones como candidata presidencial? No hay nada en el priismo y el perredismo a lo que le teman más de cara a 2012. No hay, tampoco, ningún candidato o candidata en el PAN que pudiera competirle (espere usted el aplausómetro en el Consejo panista). Y en todas las encuestas es el personaje político mejor posicionado de esta administración, pero también de los mejores en cualquier evaluación general. Sé que se aparta de toda tradición política nacional. Pero hemos visto tanto, han cambiado los paradigmas de forma tan radical, que cada día, en lo personal, Margarita me parece una opción menos descabellada.
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