8 nov 2011

Tomas Segovia, el último Rulfo (1927-2011)

“Mis besos lloverán sobre tu boca oceánica
primero uno a uno como una hilera de gruesas gotas
anchas gotas dulces cuando empieza la lluvia
que revientan como claveles de sombra
luego de pronto todos juntos
hundiéndose en tu gruta marina
chorro de besos sordos entrando hasta tu fondo
perdiéndose como un chorro en el mar
en tu boca oceánica de oleaje caliente….....Tomas Segovia (1927-2011), In Memorian.
Este lunes 7 de noviembre a las 15 horas falleció en la Ciudad de México víctima de un cáncer de hígado el poeta hispano Tomás Segovia, tenía 84 años de edad.
Originario de Valencia, España, donde nació  en mayo de 1927. 

No pertenezco ni a un país ni a otro, ni a ningún grupo, generación, corriente literaria ni nada parecido, decía. Esto no lo he buscado, simplemente creo que así fue mi destino, afirmaba.
Se sentía hispano simplemente, de hecho no quería que lo llamaran exiliado. Además se decía desarraigado en el sentido literal de “arrancado de sus raíces”. (Pacheco)
Segovia pertenece por el hecho de haber nacido -entre 1920 y 1930- a la generación de Ángel González, José Manuel Caballero Bonald y José Ángel Valente. Pero él se identificaba con todo derecho  en la generación de 1950 y es de la misma época que Rubén Bonifaz Nuño, Jorge Hernández Campos, Jaime Sabines,  Rosario Castellanos y  Enriqueta Ochoa.
Fue amigo del Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez (1881 –1958), Ramón Gaya, Juan Gil-Albert, Octavio Paz, Ali Chumacero, Luis Cernuda, José de la Colina, José Emilio Pacheco y de Joaquín Díez-Canedo, entre otros.
A los nueve años de edad emigró con su familia a Francia, luego a Marruecos y posteriormente - a los 13 años- a México (1940), su país de adopción, donde residió  la mayor parte de su vida.
Estudió filosofía y literatura en la Universidad Autónoma  de México y en el año de 1957 ingresó como profesor en la misma universidad, asimismo dio cursos en El Colegio de México y otras universidades como la de Princeton.
En 1950 obtuvo la beca Guggenheim.
Hace poco recibió en Aguascalientes un homenaje, al lado del argentino-mexicano  Juan Gelman, ambos ganadores del Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval.
Fue un poeta  que  pasará a la historia de la literatura como una figura clave del exilio español y uno de los máximos referentes de la poesía en lengua hispana de la segunda mitad del siglo XX.
Entre 1995 y 2011 publicó una veintena de libros de poesía y ensayos, entre los que se cuentan, "La luz provisional" en 1950, "Apariciones"  en  1957, "Cuaderno del nómada" en 1978, "Cantata a solas" en 1985, "Lapso" en 1986, "Noticia natural" en 1992,  "Fiel imagen" en 1996 y "Sonetos votivos" en 2007, “Anagnórisis”,  “Salir con vida”. “Siempre todavía”, "Actitudes", "Trilla de asuntos", "Sextante", "Contracorrientes", "Cuaderno inoportuno" (que incluye el indispensable Elogio del oficio), “Poética y profética”, “Cartas cabales”, “Resistencia, “Alegatorio” y “Digo yo”, publicado apenas este 2011.
Publicó en revistas como "Diálogos", "Plural" y "Vuelta", dirigió la "Revista Mexicana de Cultura".
Entre los reconocimientos a los que fue acreedor destaca el premio 'Xavier Villaurrutia' en 1972, 'Magda Donato' en 1974, 'Alfonso X' de Traducción en 1982, 1983 y 1984 y 'Octavio Paz' en el 2000.
Fue el último Premio Rulfo
Durante una mañana de agosto del 2005, en la tradicional rueda de prensa para dar a conocer el fallo en donde Segovia se alzaba como vencedor de este reconocimiento otorgado por la FIL, comenzó la polémica que luego desterró al galardón de su nombre y apellido.
"Siempre he pensado que él (Juan Rulfo) es un tipo de escritor muy peculiar, creo que es el tipo de escritor que tiene el puro don, es decir, es un escritor misterioso, nadie sabe por qué Rulfo tenía ese talento, porque en otros escritores uno puede rastrear el trabajo, la cultura, las influencias, incluso la biografía, pero Rulfo es un puro milagro, nadie sabe por qué tiene ese talento, fueron las palabras de Segovia, durante su encuentro telefónico con los medios.
La familia de Rulfo manifestó su enojo por las palabras del autor y emprendió un largo viaje jurídico, por los derechos de uso del nombre y para que la Feria Internacional del Libro dejara de asociar el galardón al escritor jalisciense.
Un poema inédito en su Blog:
RASTREOS POR MIS LINDES
Séptimo rastreo
... «En tantos sitios no he tenido casa…»
Yo mismo
Tendría que aceptar que me reprochen
Si es que puede nacer ese reproche
Que siempre haya esperado mucho más que buscado
El amor la alegría la dicha el cumplimiento
Que nunca haya buscado aunque lo haya esperado
Pertenecer a nada
Que haya alterado yo tan poco el orden
A pesar de haber sido tan poco resignado
Pues siempre fue en mi vida incomparable
Lo mucho recibido con lo poco exigido
Nunca fui cazador de la verdad
Sino fiel cuidador de su guarida
Y siempre entre los muchos que poblaron mis días
Quise tener un sitio pero cuidando siempre
De no tener un puesto
Tendré pues que aceptar que me reprochen
Que aun hoy siga queriendo creer sin desdecirme
Que es posible tener lo que no se ha tomado
Que el verdadero don llega sin merecerlo
Que toda gracia es gratis
Que en el instante en que alguien
Logra poseer algo
En ese mismo instante lo ha perdido
Y sólo si en verdad nada poseo
Puede todo ser mío
Y tendré que aceptar también que me reprochen
Hacer mi casa y no tenerla
Llamar mía a la casa que levanto
Dondequiera que llego
Y no a la que he pagado o conquistado
Regalar mi palabra a quien la quiera
Sin pedir más que eso que todo gesto pide
Que toda entrega pide que toda vida pide
Sin pedir más que amor
Aceptar que tal vez es reprochable
No aprender a tener una raíz segura
Una raíz firme y dormida
Que nunca cambia y nunca se desnuda
No asoma nunca afuera
A que el viento la palpe y desordene
Una raíz sin tiempo
Que me permitirá saber cuál es el centro
Y no buscarlo más por las orillas
Que me permitirá escoger mi casa
Saber cuál es el sitio donde guardar mi bien
Y donde quedarán al fin mis huesos
Y sin embargo sin embargo
Siempre supe vivir con el reproche
Si es que puede salirme al paso ese reproche
Y seguir avanzando mientras tanto
Siempre supe estar fuera de los muros
Soñar a campo raso
Regresar a mis viejos campamentos
Fieles a su intemperie
Y acariciar sin añorar festines
Su verdín amistoso
Y supe también siempre que el reproche
Si es que puede escucharse ese reproche
De que nunca haya habido una casa en el mundo
Que me haya sido dada como mía
A nada o nadie puedo dirigirlo
Sino acaso a mí mismo
Y tampoco a mí mismo lo dirijo
Aunque bien sé que ese reproche siempre
Ha de acecharme en algún sitio.
**
"Amigos: Si leerme sin pagar es piratería, vivan los piratas. Se puede leer parte de mi obra (¡gratis, Friedman nos perdone!) picando en Google el siguiente enlace: LIBROS DE T.S.

Dirección electrónica: tomas_segovia@yahoo.es..." Escribió el Maestro Tomas Segovia en su Blog...

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