Una bagatela para Daniel Sada (1953-2011)/José Emilio Pacheco
A Daniel le gustaban los sonetos,
Los versos en sus muchos recipientes.
La prosa hecha de arroyos y torrentes
Fue para él un arte sin secretos.
Novelista del norte y sus desiertos,
Los hizo florecer con su lenguaje.
En ríos de arena levantó un paisaje
De enigmas y prodigios siempre inciertos.
Nunca se sabe la verdad, decía
En la que fue tal vez su gran novela.
El arte de narrar es la gran tela
Que él pintó con historias y poesía.
Será difícil ya no ver a Sada.
Nos queda su obra inmensa iluminada.
Publicada en la revista Proceso # 1830, 27 de noviembre de 2011
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