Los
padres sinodales, en la tarde del sábado 18 de octubre votaron y aprobado la Relatio
Synodi, documento servirá para seguir trabajando durante este año en
preparación para el Sínodo Ordinario del 2015.
158
padres sinodales de un total de 174 han aprobado el Mensaje final del Sínodo
extraordinario sobre la familia, que concluyó el domingo 19 de octubre.
El cardenal Ravasi
fue el encargado de leer en el Aula del Sínodo el borrador
del Mensaje. Después hubo un tiempo para las intervenciones libres sobre el
mensaje, después la versión revisada, se ha leído y ha sido aprobada por mayoría.
El
padre Federico Lombardi ha indicado que los modos (enmiendas a la Relatio post
disceptationem) presentados por los círculos menores fueron 470, una media de
50 modos por grupo. Algunos presentaron 80, otros 30, ha indicado.
El punto del texto que hablaba de las posturas discutidas sobre la readmisión a los sacramentos obtuvo 104 votos favorables y 74 en contra.
Se modificó el texto sobre los homosexuales, que obtuvo 118 consensos y 62 votos en contra, a pesar de que citara el Catecismo. Así, sobre estos puntos no hubo consenso absoluto del Sínodo, a pesar de haber contado con la mayoría
El párrafo sobre la cuestión más delicada de la discusión, relacionado con los divorciados que se han vuelto a casar, es el siguiente (que obtuvo 104 votos favorables y 74 en contra): «Se ha reflexionado sobre la posibilidad de que los divorciados que se han vuelto a casar accedan a los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía. Varios padres sinodales insistieron a favor de la disciplina actual, en fuerza de la relación constitutiva entre la participación a la eucaristía y la comunión con la Iglesia y su enseñanza sobre el matrimonio indisoluble. Otros se expresaron por na acogida no generalizada al banquete eucarístico, en algunas situaciones particulares y bajo condiciones bien precisas, sobre todo cuando se trata de casos irreversibles y vinculados con obligaciones morales para con los hijos que sufrirían violencias injustas. El eventual acceso a los sacramentos debería ir precedido por un camino penitencial bajo la responsabilidad del obispo diocesano. Debe ser profundizada ulteriormente la cuestión, teniendo en cuenta la diferencia entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes, dado que la ‘imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden ser disminuidas o anuladas’ por diferentes ‘factores psíquicos o bien sociales’ (Catecismo de la Iglesia católica, 1735)».
El nuevo texto de la «Relatio» sobre los homosexuales, que obtuvo la mayoría de los consensos pero no las dos terceras partes, quedó redactado de esta manera:
(118 votos a favor y 62 votos en contra)
«Algunas familias viven la experiencia de tener en su interior personas de orientación homosexual. Al respecto nos hemos interrogado sobre cuál atención pastoral podría ser oportuna frente a esta situación, refiriéndose a lo que enseña la Iglesia: ‘No existe fundamento ninguno para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia’. Sin embargo, los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza. ‘En relación con ellos se evitará cualquier marca de injusta discriminación’ (Congregación para la Doctrina de la Fe)». Hay que notar, para comprender cuán sensible es este argumento, que no obtuvo los dos tercios ni siquiera un texto que vuelve a proponer el Catecismo de la Iglesia Católica y una explicación del ex Santo Oficio.
El documento final:
La
Relatio esta sólo en italiano?
El párrafo sobre la cuestión más delicada de la discusión, relacionado con los divorciados que se han vuelto a casar, es el siguiente (que obtuvo 104 votos favorables y 74 en contra): «Se ha reflexionado sobre la posibilidad de que los divorciados que se han vuelto a casar accedan a los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía. Varios padres sinodales insistieron a favor de la disciplina actual, en fuerza de la relación constitutiva entre la participación a la eucaristía y la comunión con la Iglesia y su enseñanza sobre el matrimonio indisoluble. Otros se expresaron por na acogida no generalizada al banquete eucarístico, en algunas situaciones particulares y bajo condiciones bien precisas, sobre todo cuando se trata de casos irreversibles y vinculados con obligaciones morales para con los hijos que sufrirían violencias injustas. El eventual acceso a los sacramentos debería ir precedido por un camino penitencial bajo la responsabilidad del obispo diocesano. Debe ser profundizada ulteriormente la cuestión, teniendo en cuenta la diferencia entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes, dado que la ‘imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden ser disminuidas o anuladas’ por diferentes ‘factores psíquicos o bien sociales’ (Catecismo de la Iglesia católica, 1735)».
El nuevo texto de la «Relatio» sobre los homosexuales, que obtuvo la mayoría de los consensos pero no las dos terceras partes, quedó redactado de esta manera:
(118 votos a favor y 62 votos en contra)
«Algunas familias viven la experiencia de tener en su interior personas de orientación homosexual. Al respecto nos hemos interrogado sobre cuál atención pastoral podría ser oportuna frente a esta situación, refiriéndose a lo que enseña la Iglesia: ‘No existe fundamento ninguno para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia’. Sin embargo, los hombres y las mujeres con tendencias homosexuales deben ser acogidos con respeto y delicadeza. ‘En relación con ellos se evitará cualquier marca de injusta discriminación’ (Congregación para la Doctrina de la Fe)». Hay que notar, para comprender cuán sensible es este argumento, que no obtuvo los dos tercios ni siquiera un texto que vuelve a proponer el Catecismo de la Iglesia Católica y una explicación del ex Santo Oficio.
El documento final:
Synod2014
52.
Si è riflettuto sulla possibilità che i divorziati e risposati accedano ai
sacramenti della Penitenza e dell’Eucaristia. Diversi Padri sinodali hanno
insistito a favore della disciplina attuale, in forza del rapporto costitutivo
fra la partecipazione all’Eucaristia e la comunione con la Chiesa ed il suo
insegnamento sul matrimonio indissolubile. Altri si sono espressi per
un’accoglienza non generalizzata alla mensa eucaristica, in alcune situazioni particolari
ed a condizioni ben precise, soprattutto quando si tratta di casi irreversibili
e legati ad obblighi morali verso i figli che verrebbero a subire sofferenze
ingiuste. L’eventuale accesso ai sacramenti dovrebbe essere preceduto da un
cammino penitenziale sotto la responsabilità del Vescovo diocesano. Va ancora
approfondita la questione, tenendo ben presente la distinzione tra situazione
oggettiva di peccato e circostanze attenuanti, dato che «l’imputabilità e la
responsabilità di un’azione possono essere sminuite o annullate» da diversi
«fattori psichici oppure sociali» (Catechismo della Chiesa Cattolica, 1735).
53.
Alcuni Padri hanno sostenuto che le persone divorziate e risposate o conviventi
possono ricorrere fruttuosamente alla comunione spirituale. Altri Padri si sono
domandati perché allora non possano accedere a quella sacramentale. Viene
quindi sollecitato un approfondimento della tematica in grado di far emergere
la peculiarità delle due forme e la loro connessione con la teologia del matrimonio.
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