31 mar 2015

Precisiones del embajador Juan Manuel Gómez Robledo,

México, D. F., 31de marzo de 2015
Versión estenográfica de la entrevista del embajador Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanosde la cancillería
Pregunta: -Subsecretario, usted comentaba que había una posibilidad de que las ONG´s puedan retomar este tema y presentarlo ante la Corte. ¿Cuántas posibilidades ve el gobierno mexicano de que este tema pueda llegar a la Corte? y ¿cuáles son los efectos negativos que pudiera tener el gobierno mexicano al enfrentarse en la Corte con este tema de la tortura?
 Juan Manuel Gómez Robledo: En primer lugar lo que quiero decir, y agradezco mucho esta oportunidad, es que lo que no tiene que quedar en duda, y no puede quedar en duda, es la política permanente del Estado de apertura al escrutinio internacional en derechos humanos, y de cooperación con todos y cada uno de los mecanismos y procedimientos especiales, tanto de carácter regional, es decir de la OEA, como de carácter universal en Naciones Unidas.
 Eso no está en duda. México tiene previstas, en las próximas semanas y meses, una serie de visitas para seguir cooperando de manera normal con todos estos mecanismos y con gobiernos también, o grupos de gobiernos como es la Unión Europea, para seguir recibiendo el apoyo, la asistencia, la cooperación, que requerimos para mejorar nuestro estándar interno de derechos humanos. Eso no debe de quedar en duda.

 En una relación madura y de cooperación, como la que hemos sostenido desde hace ya tantos años, bueno pues ocurre, la primera vez que ocurre, que tengamos una discrepancia. Es en torno a la valoración que hizo el relator para la tortura del Consejo de Derechos Humanos sobre la caracterización de la situación que se vive en México.
 Muchos de los puntos contenidos en el informe tienen mucho valor. La inmensa mayoría de las recomendaciones está siendo atendida desde hace ya varias semanas en diversas instancias del gobierno, me viene a la mente en particular la Procuraduría General de la República, que está trabajando en las recomendaciones del relator. Pero, en donde tenemos una diferencia es en la valoración que se hace sobre la presunta práctica generalizada de la tortura en México.
 Y ustedes saben, como conocedores del tema que son, que el adjetivo tiene un significado muy preciso en Derecho Internacional, y ese significado tiene que ver con situaciones en donde hay una política de Estado de violación a los derechos humanos en un contexto de comisión generalizada de violaciones en contra de la población civil en forma sistemática y con conocimiento de causa de parte de quien lo perpetra, pero sobre todo dentro de una política de Estado.
 Eso es a lo que nos oponemos, porque en modo alguno la situación que se vive en México, por más de que enfrentemos todavía zonas de vulnerabilidad, desafíos, fragilidades institucionales que han sido reconocidas por el Estado en todo momento, por más de que tengamos situaciones de esta naturaleza, en modo alguno se puede decir que las instituciones del Estado no funcionan o que no están en un tránsito hacia mejores estándares, como es el caso del sistema de impartición de justicia, que está en tránsito hacia un nuevo sistema.
 Y desde luego, un informe de esa naturaleza que es público con el valor que se le asigna a todos los informes que emanan de una autoridad reconocida como es el Consejo de Derechos Humanos, aunque sea la responsabilidad individual de un relator, que tiene de alguna manera la cobertura del consejo que fue quien lo nombró, pues evidentemente incide negativamente en la valoración que se haga en el exterior y adentro también desde luego de la situación que vive México.
 Por ese sólo hecho nos preocupa que se perciba que hay una situación que no corresponde a la realidad pero, insisto, no debe caber duda de la política de apertura y de diálogo interno e internacional en materia de derechos humanos; y les puedo dar toda la lista de visitas que vamos a tener este año y habremos de informar, como lo hacemos de manera regular, ante el Consejo de cómo hemos dado cumplimiento a las recomendaciones de este informe y otros.
 En el marco del mecanismo de revisión periódico universal, hemos ya establecido la práctica de ir informando de manera regular, es decir a la mitad del ciclo, cuatro años, de cómo hemos cumplido con las recomendaciones y este caso no será le excepción.
 Pregunta: ¿Hay temor del Gobierno de México que esto llegue ante la Corte Interamericana?
 Juan Manuel Gómez Robledo: No es que haya temor de que llegue a una Corte o no, lo que hay es preocupación de que no haya una valoración objetiva de la situación que tiene México, eso es lo que nos preocupa que no se valore objetivamente el compromiso del Estado para con una agenda de derechos humanos y el compromiso del Estado de seguir allegándose de todas las herramientas de cooperación que tenga a su disposición para ir corrigiendo lo que haya que corregir.
 Y la lista de lo que se está haciendo en distintas instancias de gobierno es muy larga como lo podrán ver la semana que entra cuando venga el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, cuya oficina en México coopera con las Fuerzas Armadas, con la PGR, con la Secretaría de Gobernación.
 Pregunta: ¿Seguirá México trabajando con el relator?
 Embajador Juan Manuel Gómez Robledo: México seguirá trabajando con todos los mecanismos, los relatores suelen hacer una sola visita durante su mandato al mismo país, esa es la práctica, este año el doctor Méndez tendrá que ir creo que a Brasil y a Georgia, en general son dos, tres visitas por año, no más, entonces yo no conozco un caso que un mismo relator visite dos veces el mismo país.
 Lo que nos corresponde, es más allá de haber hecho este señalamiento de la forma tan clara en la que se hizo por conducto de nuestro representante permanente en Ginebra una vez que se conoció el informe, es informar al Consejo de cómo hemos dado cumplimiento a las recomendaciones.
 Pregunta: ¿Está es la primera ocasión en la que ocurre una discrepancia por parte del gobierno mexicano hacia una recomendación de la ONU?, y si es el caso, ¿cuáles son las acciones que va a tomar el gobierno mexicano ante esta discrepancia, qué es lo que sigue?
 Embajador Juan Manuel Gómez Robledo: Hasta donde yo tengo recuerdo, y llevo ya pues varios años en estos temas, es la primera vez, en efecto.
 Me parece, como bien dijo Marcia de Castro, la coordinadora residente de Naciones Unidas en México, que en una relación de confianza y de cooperación, pues es natural que de tanto en tanto surjan discrepancias y que se ventilen.
 En este caso en particular, déjeme decirle que durante todo el año pasado nos sentamos a platicar con el relator, tanto de manera directa como por escrito, pidiéndole que reconsiderara el uso de ese término y pidiéndole también que nos documentara las denuncias que hubiese recibido durante su visita en México.
 Y de ese intercambio, de esa petición reiterada, de eso encuentros, el relator, por conducto del Alto Comisionado nos mandó 14 casos; 14 casos, respecto de los cuales 12 estaban siendo ya investigados y pudimos suministrarle la información sobre esos 12 casos. De ahí que resulte pues muy difícil decir que se trata de una situación generalizada.
 Ahora, en cuanto a su pregunta de qué sigue, pues no sigue nada, más que seguir en diálogo con todos y cada uno de los mecanismos. En Ginebra hay una reflexión que se está dando, sobre, a veces, poco con la idea de que han proliferado muchos de estos mandatos y que no es una muy buena idea para atender adecuadamente las situaciones hay un número ya muy grande de relatores y no todos los Estados tiene la capacidad institucional de un país grande como México para cooperar con todos.
 Entonces a veces ya hay dudas de qué tanto está funcionando ciertas partes del sistema, pero es parte de una reflexión que no va dirigida en contra de persona alguna, insisto en ello, es una reflexión sobre cómo están operando estos procedimientos especiales que ha creado el Consejo.
 Pregunta: Subsecretario entre los argumentos de México para no aceptar ahora sí que este término son que documentó solamente 14 casos, me parece que sería como menos de uno por mes, poco más de uno por mes ¿si hubiera hecho el doble aun así serían suficientes subsecretario?
 Juan Manuel Gómez Robledo: Qué bueno que me lo plantea en esos términos. Un solo caso es en sí preocupante. No debería haber un solo caso de comisión de la tortura como no debería haber un solo caso de desaparición forzada, evidentemente.
 Pero lo que es importante es, primero, como señalaba hace poco una representante de una organización muy importante, lo primero es reconocer que hay un problema, y en eso creo que el gobierno de la República no ha cejado en reconocer que tenemos todavía desafíos muy grandes en esta materia.
 Ahora bien, si usted lee su informe, y lo invito a que lo lea, en varias partes dice “acudí a determinado centro de detención y no recibí denuncias”, y eso está desglosado centro de detención por centro de detención, por lo que él al final señala que el peligro más latente está entre el momento de la detención y el momento de la puesta a disposición.
 Eso es muy distinto a decir que se trata de una situación generalizada la cual equivaldría entonces a decir que se comete en las 32 entidades federativas, en los tres órdenes de gobierno y en todo momento del proceso, desde la detención hasta la sentencia firme y luego cuando se está purgando sentencia. Eso es lo que creemos debió haber sido dicho en términos más equilibrados y objetivos.
 Pregunta: Subsecretario, después de haber conversado con el relator un año, ¿no es un fracaso de la diplomacia no haber logrado que el relator fuera objetivo y fuera muy preciso en su informe?
 Embajador Juan Manuel Gómez Robledo: Si lo quiere poner en esos términos, Natalia, yo asumo el no haber logrado convencerlo, en efecto.
 Pero no hay que olvidar también que en respuesta a la crítica que recibió, y no nada más de México, sino también de otro país y al más alto nivel, contestó, y usted lo señala en una nota publicada el pasado sábado: “reconozco que mis métodos son rudimentarios y en cierta medida, y en muchos sentidos, insatisfactorios, pero aun así creo que estoy cumpliendo con las instrucciones que me ha dado el Consejo de Derechos Humanos”.
 Bueno, evidentemente está reconociendo que la metodología que utilizó no era la adecuada para arribar a esas conclusiones. Por lo menos así lo leo yo.
 Muchas gracias.


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