Cardenal Müller: No hay ningún problema entre el Papa Francisco y yo
Por Elise Harris
ROMA, 02 Jul. 17 / 12:30 pm (ACI).- En una breve entrevista concedida apenas horas después de conocer que ya no dirigiría la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Gerhard Müller dijo que la decisión era normal y no el resultado de algún conflicto entre él y el Papa Francisco.
“No hubo diferencias entre el Papa Francisco y yo”, dijo el Cardenal Müller en Mainz (Alemania) al Allgemeine Zeitung, un diario local.
Müller habló al diario mientras visitaba Mainz para la reunión por el 50 aniversario de su promoción de secundaria. Viajó a la ciudad alemana el 30 de junio, después de reunirse con el Papa Francisco y recibir la noticia de que no se renovaría su periodo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El Cardenal, de 69 años, dijo que aunque no sabe los detalles específicos de por qué su periodo de 5 años no fue extendido, el Papa le informó de su deseo de abandonar la costumbre de renovar los mandatos en la curia romana.
Aunque ha sido común hasta ahora que estos periodos de 5 años sean renovados, el Cardenal dijo que durante su reunión, el Papa Francisco le dijo que quiere avanzar progresivamente hacia una práctica de limitar los mandatos a solo 5 años, y “sucedió que soy el primero al que esto aplicaba”.
“No me importa mucho”, dijo el Cardenal, añadiendo que “en algún punto, todos tienen que parar”.
El Cardenal Müller fue nombrado para dirigir la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio más importante en la curia romana, por Benedicto XVI, antes de su renuncia en 2012. El cargo incluía la responsabilidad de ser Presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, la Pontificia Comisión Bíblica y la Comisión Teológica Internacional.
El Papa Francisco renovó el nombramiento del Cardenal en la Congregación para la Doctrina de la Fe y para las otras comisiones tras su elección, permitiendo al Prelado servir durante su periodo de 5 años, que termina el 2 de julio.
El Vaticano anunció el 1 de julio que el Arzobispo jesuita Luis Ladaria tomaría asumirá el cargo del Cardenal Müller.
Mons Ladaria fue nombrado Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe por Benedicto XVI, en 2008, y es conocido por ser sencillo, ortodoxo en su teología, muy intelectual.
En su entrevista con Allgemeine Zeitung, el Cardenal Müller reiteró que su periodo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe “ha llegado a su fin”, y que la decisión de reemplazarlo no tuvo nada que ver con algún tipo de conflicto, como han insinuado algunos medios de comunicación.
Tampoco fue el resultado de diferencias de opinión sobre la exhortación apostólica Amoris Laetitia, del Papa Francisco. Aunque los dos no estuvieron de acuerdo sobre todos los aspectos del texto, el Cardenal insistió en que no hubo una pelea al respecto.
El Cardenal Müller sí lamentó la decisión del Papa de retirar a tres miembros de su equipo, semanas atrás, pues “eran personas competentes”.
Con respecto a su nuevo rol, el Cardenal dijo que tras dejar su cargo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de julio, se quedará en el Vaticano.
“Trabajaré académicamente, seguiré sirviendo en mi rol como Cardenal, haré trabajo pastoral”, señaló.
“Hay suficiente por hacer para mí en Roma”, añadió, indicando que “en cualquier caso, normalmente yo sería un pensionista a estas alturas”.
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.
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¿Quién es Gerhard Ludwig Müller?
Nació el 31 de diciembre de 1947 en Mainz-Finthen. Hijo de Martin Müller y de Lioba, creció en su familia junto a tres hermanos: Hildegard, Antonia y Günter.
Dijo una vez que su padre "fue durante casi cuarenta años un sencillo operario de Opel en Rüsselsheim" decía el prelado hablando de su familia,.
Tras concluir el bachillerato en el Instituto Willigis de Maguncia estudió filosofía y teología en esta ciudad, en Munich y en Friburgo de Brisgovia.
En 1977 se doctoró con el Profesor Karl Lehmann -más tarde cardenal-, el tema de su tesis fue “Iglesia y sacramentos en una cristiandad sin religión. El aporte de Bonhoeffer para una teología ecuménica de los sacramentos”.
En 1978 fue ordenado sacerdote por el Cardenal Hermann Volk, en Mainz-Finthen; trabajó como capellán en tres parroquias (Klein-Krotzenburg, Bürstadt-St. Michael, Offenbach-St. Josef) y como profesor de religión en los Institutos de Büdingen y Nidda.
En 1985 consiguió la habilitación docente discutiendo ante el Profesor Karl Lehmann en Friburgo de Brisgovia una tesis sobre el tema “Comunión y veneración de los Santos. Fundamentación historio-sistemática de la hagiología”.
Un año después fue llamado a la cátedra de Dogmática católica de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich donde es ahora profesor honorífico.
Con sus 38 años era, en 1986, uno de los profesores más jóvenes de la universidad de Munich.
Ludwig Müller ha sido invitado como profesor visitante por muchas universidades, como las de Cusco (Perú), Filadelfia (EU), Kerala (India), San Dámaso de Madrid, Santiago de Compostela, Salamanca (España), la Universidad Lateranense (Roma), Lugano (Suiza) y São Paulo (Brasil).
Durante su actividad como catedrático numerario de Dogmática (1986-2002) era el encargado de colaborar en la pastoral de la parroquia de la Pasión de Cristo en Munich.
Desde 1990 se ha dedicado a la difusión y preservación del depósito de la fe católica como miembro de la Comisión para la doctrina de la fe de la Conferencia Episcopal de Alemania y, desde 1998 hasta 2002, como miembro de la Comisión Teológica Internacional.
En 1999 fue nombrado perito de la Segunda Asamblea especial para Europa del Sínodo de los Obispos celebrada en el Vaticano.
En 2001 colaboró como consultor teológico en la X Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos que tuvo por tema: “El Obispo: servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”. Y en 2005 participó como padre sinodal en la XI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos cuyo tema era “La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”.
Después de su nombramiento como obispo el 1 de octubre del 2002 por el Papa Juan Pablo II, el Profesor Gerhard Ludwig Müller fue ordenado obispo de Ratisbona con una ceremonia solemne en la Catedral, el 24 de noviembre de 2002, fiesta de Cristo Rey.
Presidió la consagración el entonces arzobispo de Munich y Frisinga, el Cardenal Friedrich Wetter. Los concelebrantes fueron el obispo de Maguncia, el Cardenal Karl Lehmann y el predecesor de Müller, el obispo de Ratisbona Manfred Müller. Estaba presente en la ceremonia wl entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger.
Entre sus más de 400 publicaciones científicas destaca “Dogmática. Teoría y práctica de la teología”. Consta de 900 páginas y fue editada por la editorial alemana Herder. Ha sido traducida hasta ahora al español, italiano y húngaro.
Los temas centrales de sus investigaciones teológicas son el ecumenismo, la teología en la edad moderna, la concepción cristiana de la revelación, la hermenéutica teológica y la eclesiología. Como docente se ha dedicado siempre a promover la formación científica de los jóvenes.
Su reconocimiento internacional se refleja además en los doctorados honoris causa que ha recibido:
Fue nombrado en 2001 miembro honoris causa de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma, y en 2002 miembro correspondiente de la sección de teología de la Real Academia de Doctores de España, en Madrid.
Siendo joven estudiante leyó el libro “Introducción al cristianismo” de Joseph Ratzinger, publicado en 1968. “En aquellos años” dijo Müller, “en los seminarios había incertidumbre. En el libro la profesión de fe de la Iglesia se expone de modo convincente, analizada con la ayuda de la razón y explicada con maestría. Se trata de un tema importante que caracteriza toda la obra teológica de Joseph Ratzinger: fides et ratio, fe y razón”. Después conoció a Ratzinger también en persona. “En mi empeño como profesor y como obispo fue para mí un apoyo y un punto de referencia claro. Le definiría un amigo paterno, al ser una generación mayor que la mía”, comentaba sobre el Papa emérito.
Fue encargado de la preparación de la visita de Benedicto XVI a Ratisbona en 2006.
Los momentos más destacados de aquella visita a la diócesis de Ratisbona fueron la celebración de una Santa Misa en la explanada de Isling, en la que participaron aproximadamente 250 mil fieles, la celebración ecuménica de las vísperas en la catedral de Ratisbona y una lección magistral en la universidad, conocido como el “Discurso de Ratisbona”, que tuvo una polémica de escala mundial, al sentirse ofendidos los musulmanes.
El 2 de julio de 2012 fue nombrado por Benedicto XVI Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica.
Sucedió el cardenal Joseph Levada Núñez que a su vez había sucedido al cardenal Ratzinger, al ser nombrado Papa en 2005.
Sobre su nuevo cargo decía: “la Congregación para la doctrina de la fe tiene la responsabilidad de aquello que interesa a toda la Iglesia en profundidad: la fe que nos conduce a la salvación y a la comunión con Dios y entre nosotros” y añadió “la Congregación debe, ante todo, promover y hacer comprensible la fe, y es éste el factor decisivo. A ello se añade después el hecho de que la fe debe ser defendida contra errores y desvalorizaciones”.
El 12 de enero de 2014, el papa Francisco mencionó a Gerhard Ludwig Müller como uno de los cardenales a los que nombraría en el primer consistorio de su Pontificado, el 22 de febrero.
Crítico del papa: la carta secreta.
Müller defendió que “todos los cardenales y obispos tienen derecho de escribir al Papa algunas observaciones”, y se ha manifestado en contra de la filtración de esta carta, alegando que “el único destinatario de estas cartas es el Papa”.
Durante su visita a Chile, se le preguntó acerca de la oposición al papa por parte de algunos “cardenales conservadores”, a lo que contestó que “entre los vaticanistas hay muchos tontos“, ya que según él, “están interesados en ganar dinero con sus especulaciones”. Además ha asegurado que los que hablan de este tipo de luchas entre conservadores y progresistas, “no saben mucho de la teología católica”.
“Algunos vaticanistas y analistas tienen que estudiar antes el Concilio Vaticano I y II, y después pueden venir a discutir con el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe”, declaró el cardenal.
En cuanto a la comunión de los divorciados vueltos a casar, Müller ha destacado que “el interés de los medios de comunicación estaba solo centrado en este tema, pero este no era el tema del Sínodo”. Así mismo ha defendido que “el progreso en el campo del matrimonio será favorecer los matrimonios, y no relativizarlos”. “El sacerdote no puede decir cualquier cosa según su propio placer.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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