Revista Proceso # 2188, 7 de octubre de 2018...
En San Lázaro, jaloneos con Muñoz Ledo por la Coordinación de Comunicación Social/
JESUSA CERVANTES
La inminente salida de Óscar Argüelles de la Coordinación de Comunicación Social en San Lázaro, programada para el lunes 15, ha generado una serie de amagos de éste contra el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo. El propósito es sabotear a Roselli Reyes Cuevas, la colaboradora del legislador que se perfila como sustituta de Argüelles. Las rémoras tienen fondo y se centran en los abultados pagos al personal free lance contratado por ese personaje.
La llegada de Morena al recinto de San Lázaro generó escozor en sus pilares administrativos. Provocó renuncias adelantadas que, a partir del lunes 15, dejarán en el limbo a tres de sus áreas centrales: la secretaría general, la de servicios parlamentarios y la de servicios financieros.
El sacudimiento morenista fue más fuerte de lo esperado. Alcanzó a Óscar Argüelles Dorantes, coordinador de Comunicación Social, quien durante seis años se mantuvo inamovible.
Durante tres semanas, golpes bajos y peticiones de apoyo emanaron de las oficinas de Comunicación Social, en un vano intento de doblar al presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo. El propósito era aplazar la remoción para después de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, el 1 de diciembre.
Desde la primera semana de septiembre, Muñoz Ledo decidió ubicar a gente de toda su confianza en el complejo organigrama de comunicación y auditar la gestión de los seis años de Argüelles, empezando por un riguroso análisis de las listas de empleados free lance y sobre las cuales pesa la sombra de “aviadores”.
Argüelles intentó desmentir su inevitable relevo. Primero lo hizo con Proceso el 19 de septiembre y luego con la reportera Claudia Salazar de Reforma, quien el día 28 reveló la tajante exigencia que le hizo Muñoz Ledo para que presentara su renuncia. En paralelo, el Comité de Administración canceló contratos millonarios de monitoreo “en tiempos del Estado” y en medios de comunicación, a la par que hacía números para recortar el presupuesto de la Coordinación de Comunicación Social para 2019.
Comunicación, ¿otra
pista de aterrizaje?
Óscar Argüelles llegó a San Lázaro el 12 de septiembre de 2012 como propuesta del PRI y avalado por el entonces presidente de la Mesa Directiva, Jesús Murillo Karam. A partir de entonces ocupó el cargo y tuvo bajo su mando cinco direcciones, siete subdirecciones y, de manera excepcional, una dirección administrativa a cargo de Rafael Márquez, quien elabora las listas de los llamados free lance, cuyos emolumentos los cubre la oficina de pagos que depende de la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros.
Proceso tuvo acceso a listas de pagos mensuales al personal free lance correspondientes a los meses de julio y agosto de 2016, julio y agosto de 2017, julio-septiembre de 2018 entregados a la Mesa directiva de la Cámara de Diputados ante la presunción de que incluía los nombres de los llamados “aviadores”; es decir, gente que cobra pero no trabaja.
Los documentos muestran el pago bruto, la retención de impuestos y los cobros netos, tan dispares, que oscilan entre 9 mil 734 pesos con 30 centavos y 65 mil 98 pesos con 13 centavos.
Consultado al respecto el 20 de septiembre, Argüelles admitió que la coordinación contrata free lance cuando hay sesiones de comisiones, del pleno y reuniones legislativas diversas. Sin embargo, aclaró que los pagos son de 8 mil a 28 mil pesos cuando más y que todos los nombres que aparecen en sus listas “trabajan, no son aviadores”.
Se le mostraron algunas de las listas, dijo, tajante: “Son falsas”.
En los documentos consultados por Proceso aparecen pagos a 141, 159, 142, 156, 170 y 142 personas durante los meses de julio y agosto, justo cuando la actividad legislativa baja de manera considerable por tratarse de periodos de receso parlamentario.
Los pagos mensuales resultan elevados. En julio de 2016, por ejemplo, la nómina de los free lance fue de 3 millones 679 mil 609 pesos. Al mes siguiente se elevó a 4 millones 337 mil 522; en julio de 2017 se mantuvo en 4 millones 401 mil pesos, y en agosto subió a 4 millones 836 mil pesos.
En julio de 2018, pasadas las elecciones del 1 de julio –en las que Morena arrasó– y en pleno receso legislativo la Cámara de Diputados contrató a 170 free lance; la nómina se elevó a 5 millones 77 mil 369 pesos.
Y en agosto, aún en receso, pero en los preparativos para acreditar a los nuevos 500 diputados federales, la nómina llegó a 4 millones 353 mil pesos con 142 personas contratadas.
Y ya con la llegada de Morena, la Coordinación de Comunicación Social bajó considerablemente: sólo se contrató a 65 personas y las erogaciones fueron de 1 millón y medio de pesos.
Tras una consulta a diversas áreas administrativas de San Lázaro, Proceso detectó que de las listas que incluyen de 140 a 170 contratados o pagados, cerca de 40 sí laboran –“son los que hacen la talacha”–, comentaron los empleados consultados.
No obstante, otros, como Enrique Márquez Jaramillo, quien cobró 363 mil 777 pesos por siete meses de trabajo, son completamente desconocidos. Su nombre llama la atención, pues es similar al del antiguo asesor de Manuel Camacho Solís cuando éste fue jefe de Gobierno en la Ciudad de México, donde coincidió con Argüelles y es un destacado investigador del Colegio de México. Sin embargo, es probable que se trate de un homónimo.
Otro nombre que llama la atención es Roberto Sergio Villarreal Morales, quien por cuatro meses cobró 146 mil pesos. El mismo nombre aparece en la página de transparencia de la Cámara de Diputados como “director general de información”. Sin embargo, en el organigrama actual de la Coordinación de Comunicación Social, aún a cargo de Argüelles, aparece José Luis Garza Garza. Como en el caso anterior, quizá se trate de un homónimo.
Un dato curioso: en contraste con lo dicho por Argüelles a Proceso, justo en septiembre –el mes de mayor trabajo por tratarse del inicio de la Legislatura LXIV– sólo se contrató a 65 personas y el monto fue de 1 millón y medio, contra los 5 millones 777 mil pesos de julio pasado.
Al consultar a las áreas administrativas de San Lázaro se detalló a Proceso que los pagos para los free lance contratados por Comunicación Social salen del llamado “fondo revolvente”. Si bien esa área elabora las listas, corresponde a la de relaciones laborales de San Lázaro regular los pagos.
Auditoría en puerta
El presupuesto de Comunicación Social es de 121 millones de pesos. Si se pagara con dichos recursos a los trabajadores free lance, se iría poco más de 50% de esa suma.
De acuerdo con el documento Información presupuestal y financiera del 18 de septiembre de 2018 elaborado por la Secretaría de Servicios Financieros de la Cámara de Diputados, la Coordinación de Comunicación Social tiene un saldo presupuestal para ejercer de septiembre a diciembre de este año cercano a 40 millones y medio de pesos.
Mientras Muñoz Ledo daba a conocer a sus colaboradores; al coordinador de Morena, Mario Delgado, y al propio Argüelles su decisión de hacer un cambio en el área de Comunicación Social definitivo, el Comité de Administración –encargado de autorizar el uso de los recursos de todas las áreas de San Lázaro– ya había arrancado con la revisión de las cuentas del feudo de Argüelles.
A Proceso se le confirmó, por ejemplo, de la cancelación de varios contratos por “aproximadamente 26 millones de pesos” para “monitoreo de los tiempos del Estado”.
“Es un absurdo hacer ese monitoreo”, comentaron los encargados de revisar los números.
–¿Es cierto que existe un contrato por un año de 50 millones de pesos por el monitoreo de medios de comunicación? –se le preguntó a miembros de Comité de Administración.
–Lo que hay son contratos para monitoreo de medios y pago para síntesis informativa por aproximadamente 68 millones de peso. Todo eso se revisará.
La propia estructura de la Coordinación de Comunicación Social cuenta con un “departamento de monitoreo a medios electrónicos”, a cargo de Miriam Morgado Pérez, por lo cual resulta ilógico la contratación de empresas.
Los diputados de Morena también adelantaron que se detectó un contrato por 38 millones de pesos por monitoreos y otro de 18 millones. Ambos serán cancelados.
Esos contratos no fueron localizados en la página de transparencia de la Cámara de Diputados. Lo que sí se encontró es un contrato del 10 de enero de 2013 al 10 de septiembre de 2015 –Argüelles ya fungía como coordinador de Comunicación– por 99 millones 200 mil pesos por la realización del “monitoreo e información legislativa” a cargo de la empresa Sistema de Seguimiento Legislativo Mexicano.
Y por tan sólo ocho meses de trabajo, del 1 de enero al 31 de agosto de 2015 –durante la LXII Legislatura–, se pagaron 10 millones 126 mil 800 pesos a la empresa Gaini, por concepto de “servicio de monitoreo de tiempos oficiales de radio y televisión”. Es decir, por mes, la Cámara erogó 1 millón 265 mil 850 pesos.
Por un monitoreo simple en 2017, la misma empresa cobró 14 millones 406 mil pesos, más impuestos. El año previo, por sólo tres meses, de octubre a diciembre, GAINI SE EMBOLSÓ 4 millones 179 mil pesos por “servicios de monitoreo”; es decir, 1 millón 393 mil pesos por mes.
Se detectaron también pagos dispares. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2017 se pagaron 2 millones 580 mil pesos a la empresa Especialistas en Medios –860 mil pesos por mes; en los últimos nueve meses de 2018 la misma empresa cobró, por el mismo servicio, 221 mil 860 pesos.
En diversos casos se trató de adjudicación directa o de licitación pública.
En el mercado, un monitoreo de medios mensual cuesta entre 150 mil y 170 mil pesos.
Como dato adicional, pero que no sale del presupuesto de Comunicación Social, se tiene “prevista la adquisición de equipo para el Canal del Congreso” por 7 millones de pesos, aunque ello entra en el rubro bienes muebles, inmuebles e intangibles del rubro 5000.
Golpes bajos
En la carrera por mantenerse en la Coordinación de Comunicación Social, el miércoles 3 hubo “cambios atípicos”: Germán Contreras Vázquez, de la Subdirección de Información, y José Lizardo Cámara Cámara, del Departamento de Información pasaron al régimen de “honorarios” u “homólogos”.
Consultada al respecto, la Mesa Directiva aclaró que ellos nunca pidieron esas plazas. En otras palabras, los cambios se decidieron en Comunicación Social.
Lo extraño fue que el mismo miércoles 3 en la “estructura” de la coordinación apareció el nombre de Roselli Reyes Cuevas en lugar del de José Luis Garza Garza.
El viernes 5 a mediodía y luego de un reclamo, el encargado de la Dirección Administrativa, Rafael Márquez de la Paz –quien incluso ya se despidió de varios colaboradores–, “bajó” del portal el nombre de Reyes Cuevas, ya que no cobra ni está en la nómina de la coordinación, mucho menos fue consultada sobre el tema.
Los golpes a Reyes Cuevas se multiplicaron en columnas periodísticas. En algunos casos se puso en duda su estatus académico, en otras se le ubicó en un área donde no labora.
Desde 2009 ella ha trabajado al lado de Muñoz Ledo y se perfila como la sucesora de Argüelles.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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