24 jun 2025

Ante el conflicto con Medio Oriente tenemos que ceñirnos a la Constitución, CSP

 Posicionamiento de Claudia Sheimbaum Pardo ante la situación en el Medio Oriente, lo hizo el domingo 22 de junio con un post, retomando las palabras del papa Francisco..

@Claudiashein

Un hombre sabio, el papa Francisco, dijo algo que resulta sumamente pertinente en este momento: “La guerra es el mayor fracaso de la humanidad. No hay futuro en la destrucción sino en la fraternidad. La paz no es solo ausencia de guerra es la construcción de la justicia”.


México será siempre factor de paz. 

Nuestra Constitución, en su artículo 89 fracción X, enumera los 8 principios con base en los cuales el Poder Ejecutivo Federal debe conducir la política exterior de México: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales. 

Naciones Unidas debe ser hoy más que nunca la institución que llame a la construcción de la paz."

Punto..

Y en la mañanera del lunes lo reiteró ante la pregunta de Ernesto Ledesma, de Rompeviento TV……"dije que condenamos la agresión.    Y también dije que México tiene una política exterior muy definida, más allá de la opinión de la Presidenta, y nosotros tenemos que ceñirnos a la política exterior establecida en la Constitución. Esa política exterior tiene principios básicos, que fueron los mismos que publiqué el día de ayer para el caso del bombardeo que hubo en Irán y el conflicto en el Medio Oriente.

- Y no sé, y le pregunto a usted de manera directa si, ¿usted está de acuerdo o está consciente que lo que está padeciendo el pueblo de Palestina es un genocidio? Es un genocidio-, le pregunta el reportero de Rompeviento.

CSP:: Hace cerca de… hace cerca de no sé, varios años, yo publiqué una carta en La Jornada con mi pensamiento en aquella época.  Ahora, nos tenemos que ceñir a la política exterior de México, que es la búsqueda de la paz, siempre.

Si ustedes escuchan en la última de las declaraciones que hizo el Presidente López Obrador, creo que fue abril del 2024, es muy parecido a lo que estamos diciendo ahora. Y desde entonces, ya estaba esta situación.

PREGUNTA: ¿Eso le impide reconocer que es un genocidio?., le pregunta Ernesto Ledesma.

 CSP: Como Presidenta de México lo que tenemos que hacer siempre es en el marco de la Constitución y siempre la búsqueda de la paz. México tiene que ser factor de paz, siempre. Y ese es el marco en el que tiene que moverse la Presidenta de la República y todo aquel que sea Presidente de la República.

PREGUNTA: ¿No señalar un genocidio es promover la paz?-, le revira el reportero.

-Bueno, ya lo contesté, respondió CSP, y agrego: "Estamos hablando de que condenamos lo que pasó, lo he dicho varias veces, lo que está pasando, pero que nuestra posición como Presidenta de la República tiene que ser en el marco de la Constitución, así lo hizo también el Presidente López Obrador y así tiene que ser, en el marco de la Constitución.

-Ok, esa es su respuesta, lo entiendo, le dice el reportero., y cierra el tema..

Orale..

#

Columna Estrictamente Personal

La conexión Palenque-Irán/ Raymundo Riva Palacio

El Financiero, junio 24, 2025 |

El ataque de Estados Unidos a las centrales nucleares de Irán obliga al mundo a definirse. Cada país lo hará de acuerdo con sus intereses estratégicos y en función de las circunstancias coyunturales que lo impacten. De ahí, la posición de la presidenta Claudia Sheinbaum, que se contuvo en condenar a Estados Unidos por bombardear Irán, y señaló de manera general que la guerra es el mayor fracaso de la humanidad. Sheinbaum no se peleó con Donald Trump. No está en condiciones de hacerlo y tampoco se corrió un milímetro hacia Irán, alejándose sutilmente de su mentor Andrés Manuel López Obrador, que sí lo hizo.

No es un quiebre con quien le heredó la Presidencia, pero no se pertrechó en su trinchera. Sheinbaum dijo que su actuación era como la de López Obrador en abril del año pasado, cuando Irán e Israel se enfrascaron en escaramuzas militares, pero no es así. En aquel entonces, el tramposo expresidente jugó con las palabras y veladamente criticó a Estados Unidos. “La guerra es irracional, sinónimo de sufrimiento y muerte”, escribió en X. “No beneficia a nadie, ni siquiera a los magnates y gobernantes belicistas”.

López Obrador tenía espacio y razones para hacerlo. Por un lado, tenía chantajeados a los presidentes Donald Trump –en su primer término– y Joe Biden, urgidos en bajar el flujo migratorio hacia Estados Unidos.

Por el otro, su relación de una década de antigüedad con Irán había forjado compromisos profundos: el régimen teocrático del ayatola Ali Jamenei le inyectó dinero a su campaña presidencial de 2006, que aunque fue detectado y documentado por el gobierno mexicano, nunca quiso hacerlo público ni usarlo en su contra. Se la perdonaron, como Estados Unidos lo ha hecho en otras investigaciones, hasta ahora.

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, agentes iraníes, cubanos y venezolanos operaron junto a él en la Ciudad de México para silenciar a quienes pudieran dar a conocer detalles de los arreglos financieros y políticos que tenían –que pese a tener conocimiento de ello las autoridades peñistas no actuaron–, en una relación que se fue consolidando durante su Presidencia, aunque no hay información de que Irán hubiera vuelto a inyectar recursos a las campañas presidenciales en 2012 o 2018.

Lo que sí existe es una investigación de la CIA sobre lavado de dinero en el Caribe, ligado al régimen venezolano, que tiene vinculaciones con Morena que llevan a Palacio Nacional en tiempos de López Obrador. El eje de Irán, Cuba y Venezuela con López Obrador, estableció un puente aéreo en Toluca durante la pandemia del Covid-19, en donde llegaban operadores a México y la Presidencia los proveía de documentos mexicanos falsos, mientras enviaba medicinas y dinero a Caracas.

Con Cuba se arregló el envío de médicos a México como una forma disfrazada de financiamiento al régimen en La Habana –que Sheinbaum no puede suspender–, y el envío de miles de barriles de petróleo por los cuales no pagan un dólar.

La cara más visible de esta oscura relación fue el caso del Jumbo 747 de la empresa venezolana Emtrasur, que aterrizó en el aeropuerto de Querétaro procedente de Caracas, y que al día siguiente partió a Buenos Aires, donde fue detenido por las autoridades argentinas por sospechas de estar vinculados con el terrorismo, y arrestaron a 14 venezolanos y cinco iraníes. El gobierno de López Obrador, en respuesta a una solicitud de transparencia de Infobae sobre el caso, reservó por cinco años la información.

La alianza con ese eje fue posible por la circunstancia en la que gobernó López Obrador y las necesidades estratégicas de Trump y Biden, que a cambio de militarizar la frontera sur le condonaron todo.

La columnista de temas latinoamericanos de The Wall Street Journal, Mary Anastasia O’Grady, escribió en 2020 que desde que López Obrador asumió la Presidencia, Irán se le fue acercando conforme al patrón establecido por el general Qasem Soleimani, responsable de la Fuerza Qud, especializada en guerras asimétricas a través del tráfico de armas, ataques y asesinatos a objetivos enemigos. Soleimani murió ese año en un ataque aéreo ordenado por Trump.

Aquel momento y coyuntura es parte de una historia que está muy lejos, porque Sheinbaum se encuentra en una situación muy diferente. Las condiciones internas en México no eran tan precarias entonces como las que afronta Sheinbaum en todos los ámbitos, en lo económico, lo social y la seguridad, con un mundo que cambia al ritmo de los temperamentos mercuriales del Trump del segundo mandato. De hecho, ninguno de sus antecesores desde la posguerra, habían enfrentado circunstancias de acotamiento como las que afronta Sheinbaum.

Esos espacios permitieron en el pasado momentos épicos de la política exterior mexicana. Adolfo López Mateos respaldó a La Habana en la OEA, cuando, liderados por Estados Unidos, sus miembros expulsaron a Cuba. Luis Echeverría ignoró una amenaza de Richard Nixon y respaldó el ingreso de China a la Organización de las Naciones Unidas. José López Portillo y Miguel de la Madrid se le cruzaron a Ronald Reagan en sus intentos intervencionistas en Centroamérica. Carlos Salinas condenó la invasión de Estados Unidos a Panamá. Y Vicente Fox chocó con George W. Bush cuando votó en la ONU contra la invasión a Irak.

Todos ellos pudieron asumir posiciones más frontales ante Estados Unidos porque el espacio de maniobra que tuvieron los expresidentes no los tiene Sheinbaum que, sin embargo, tampoco está caminando en la ruta de la insensatez que recorrió López Obrador, que se alió a los enemigos de Estados Unidos. Ninguno de sus antecesores priistas o panistas perdieron el sentido de la realidad mexicana, ni durante los largos años de la Guerra Fría ni en el mundo que emergió tras la caída del Muro de Berlín.

Sheinbaum está haciendo lo mismo. Entiende cuál es la esfera de influencia en la que se encuentra México y en qué lado de la historia tiene que estar, no porque necesariamente se sienta ideológicamente a gusto, sino porque tiene una responsabilidad con 130 millones de mexicanos que fueron traicionados por el aventurismo desfachatado de López Obrador, sin consecuencias porque el tiempo en el que gobernó no era aún el de las definiciones.



No hay comentarios.:

Vigencia y necesidad de Juan de la Cruz/ Carlos Aganzo es escritor y poeta.

San Juan de la Cruz fue el nombre religioso de Juan de Yepes Álvarez (1542-1591), una de las figuras más importantes de la literatura y la e...