La tragedia ocurrió hace seis y no hay justicia…, aun.

La tragedia ocurrió hace seis y no hay justicia…, aun.

La mañana del lunes 4 de noviembre de 2019, una tragedia conmocionó a México y al mundo: un grupo de la delincuencia organizada masacró a nueve personas —tres mujeres y seis menores de edad— miembros de las familias LeBarón, Langford y Miller, cuando se trasladaban entre las comunidades de Galeana, Chihuahua, y Bavispe, Sonora.

Las víctimas mortales fueron tres madres de familia: Christina Langford Johnson (29 años), Dawna Ray Langford (43 años) y Rhonita Miller (29 años); además de seis menores: Howard Miller (12), Krystal Miller (10), Titus Miller (8 meses), Tiana Miller (8 meses), Trevor Langford (11) y Rogan Langford (2). Todos contaban con doble nacionalidad (mexicana y estadounidense). La violencia del ataque, que incluyó la calcinación de uno de los vehículos, dejó también a varios menores heridos y generó una gran indignación nacional e internacional, poniendo en alerta al Gabinete de seguridad del entonces Presidente López Obrador.

¿Quiénes fueron los responsables?

Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) señalaron a presuntos miembros del grupo "Gente Nueva del Jaguar" o "Los Jaguares", célula vinculada al Cártel de Sinaloa, así como a integrantes del brazo armado del Cártel de Juárez conocido como "La Línea".

Se ha informado que al menos 12 hombres, y se estima que más de 100 personas participaron de manera directa e indirecta en el ataque, el cual fue planeado.

Hasta la fecha, se han reportado múltiples detenidos (alrededor de 37 según diversas fuentes), pero los familiares de las víctimas continúan exigiendo sentencias por homicidio, ya que la mayoría de las imputaciones iniciales han sido por delincuencia organizada.

¿Qué pasó y por qué?

La caravana familiar, compuesta por tres vehículos, fue emboscada en un camino de terracería en los límites de Sonora y Chihuahua. Los atacantes dispararon con armas de alto poder (se encontraron más de 200 casquillos percutidos en el lugar).

La camioneta de Rhonita Miller, que se había quedado varada por una llanta ponchada, fue la primera en ser atacada, y posteriormente incendiada, con ella y sus cuatro hijos dentro. Las otras dos camionetas, que llegaron poco después, también fueron atacadas a balazos.

Una de las líneas de investigación más fuertes, señalada en su momento por las autoridades, es que la familia fue confundida por los atacantes con un grupo rival en un contexto de disputa territorial entre cárteles.

La declaración de Julián LeBarón sobre la existencia de un video que muestra el ataque y la orden de incendiar una de las camionetas subraya la brutalidad y la alevosía del crimen.

El dolor y el reclamo de justicia de la familia LeBarón, que ya había sido golpeada por el crimen organizado en el pasado, se han mantenido firmes desde entonces.; Han pasado seis años y dlo sigue ahí, 

¿Y la justicia?