18 nov 2025

Las columnas políticas hoy, martes 18 de noviembre de 2025

Trump No descarta ataques militares en México y muestra "descontento"

Donald Trump elevó drásticamente el tono sobre la seguridad fronteriza al afirmar este lunes que estaría dispuesto a ordenar ataques militares directos contra cárteles del narcotráfico en territorio mexicano. El inquilino de la Casa Blanca también expresó su "descontento" con el gobierno de México por su gestión en el combate a las drogas.

Durante una rueda de prensa en el Despacho Oval, Trump fue categórico al responder sobre la posibilidad de lanzar operaciones estadounidenses al sur de la frontera:

"¿Lanzaría ataques en México para detener el narcotráfico? No tengo problema con eso. Haría lo que sea necesario para detenerlo," respondió.

El presidente comparó la crisis de drogas con una guerra, argumentando que el tráfico proveniente de México causa la muerte de "cientos de miles de personas" en EU y enfatizó que las agencias de inteligencia conocen a detalle las rutas de los capos.

"Déjenme ponerlo así: no estoy contento con México", remató Trump, aludiendo incluso a hechos de violencia recientes en la Ciudad de México (evidentemente se refería al exceso del uso de la fuerza contra la manifestación de la Generación Z).

A pesar de no confirmar una acción inmediata, el presidente enfatizó su total disposición: "Estaría orgulloso personalmente de hacerlo... salvaríamos millones de vidas al hacerlo. Es como una guerra, estaría muy orgulloso y es probable que vaya al Congreso a decirles".

Contraste con la postura diplomática

Las declaraciones del presidente chocan frontalmente con la postura diplomática expresada apenas la semana pasada por su Secretario de Estado y la Embajada de EU en México.

Apenas el miércoles pasado, el Secretario de Estado, Marco Rubio, calificó la colaboración antinarcóticos con México como "excelente" tras reunirse con el Canciller mexicano, Juan Ramón De la Fuente.

Rubio había descartado explícitamente una incursión unilateral de fuerzas armadas estadounidenses en territorio mexicano, destacando que cualquier apoyo debe ser solicitado por el país vecino:

"Obviamente, no quieren que tomemos medidas, no vamos a tomar medidas unilaterales ni enviar fuerzas estadounidenses a México, pero podemos ayudarlos con equipo, capacitación, intercambio de inteligencia y todo tipo de ayuda que podamos ofrecerles si la solicitan. Tienen que pedirla."

La tarde de ayer, la embajada de EU, a cargo del embajador Ronald Johnson, reiteró en redes sociales este mensaje, insistiendo en que la ayuda en seguridad "solo sucederá si lo solicitan".

El mensaje de la embajada se lanzó precisamente en el marco de las declaraciones de Trump, evidenciando el fuerte contraste de visiones dentro del gobierno estadounidense.

¡A quien le hacemos caso?

#

Trasladan a 18 detenidos de la 'Generación Z' al Reclusorio Norte

 Las 18 personas arrestadas durante los disturbios de la marcha de la "Generación Z" el pasado sábado en el Zócalo capitalino, fueron trasladadas ayer al Reclusorio Norte para su audiencia inicial; los 16 hombres y dos mujeres, cuyas edades varían entre 19 y 60 años, enfrentan graves imputaciones por parte de las autoridades, incluyendo tentativa de homicidio, robo agravado y agresiones y lesiones. Estos cargos se derivan de los enfrentamientos registrados con elementos de la policía capitalina

Preocupación de la ONU por uso excesivo de la fuerza

La relatora Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Asociación y la Asamblea, Gina Romero, expresó su preocupación por los hechos violentos del pasado sábado, poniendo el foco en el uso excesivo de la fuerza y de armas menos letales contra manifestantes y periodistas.

A través de sus redes sociales, Romero urgió al gobierno mexicano a tomar las siguientes acciones:

Detener la Estigmatización: Exhortó al gobierno a detener la estigmatización de la protesta pacífica y a respetar el principio de diferenciación de participantes con comportamientos violentos.

Investigar Infiltraciones: Llamó a las autoridades a investigar posibles infiltraciones, incluyendo la presencia de posibles agentes provocadores, que pudieran haber causado caos y justificado la dispersión de la manifestación.

Exigió garantizar la independencia judicial para el esclarecimiento de los hechos.

Solicitó asegurar la atención necesaria a todas las personas heridas, incluyendo a los oficiales de policía.

Proceso Judicial y Traslado

Los detenidos fueron movidos desde la Coordinación Territorial Cuauhtémoc Uno (Cuh-1) de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), lugar donde permanecieron desde su arresto.

El traslado se realizó en dos convoyes resguardados por la Policía de Investigación.

Según los defensores legales, el objetivo principal es la realización de las audiencias iniciales, en las que se definirá la situación jurídica de los imputados en relación con los delitos que se les acusan.

La versión de los familiares

Familiares y asesores legales de nueve de los detenidos se congregaron a las afueras de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc Uno, señalando que la información proporcionada por las autoridades sobre la situación jurídica y el estado de salud de los arrestados ha sido limitada.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Paulina Miroslava Carreón, prima de uno de los imputados identificado como Eduardo, afirmó que su familiar fue detenido de manera injusta y golpeado por los agentes. Testificó que Eduardo intervino pacíficamente para detener una presunta agresión policial contra una familia, momento en que fue sometido y detenido.

Los familiares manifestaron una profunda preocupación por el estado físico de los detenidos tras su arresto

#

Las columnas políticas hoy, martes 18 de noviembre de 2025

Columnas Estrictamente Personal

Expedientes ¿para López Obrador?/ Raymundo Riva Palacio

Estrictamente Personal

El Financiero, noviembre 18, 2025 |

En vísperas de iniciar su gira por Tabasco, la presidenta Claudia Sheinbaum, que tiene una fijación con los “comentócratas”, desmintió sus interpretaciones de que se iba a reunir con Andrés Manuel López Obrador, asegurando que no iría a Palenque, donde el expresidente celebró el viernes con funcionarios federales, del gobierno de la Ciudad de México y muchos otros, su cumpleaños. No se sabe si lo vio o no, pero en vísperas de partir, solicitó los expedientes de su círculo más cercano para revisar los casos de corrupción en los que están involucrados.

Sheinbaum visitó el sábado Macuspana –la tierra de López Obrador– y Jonuta, dejando para el domingo Villahermosa. No muy lejos de donde vive el expresidente, a quien no ha visto personalmente desde el 8 de octubre, cuando platicó con él durante dos horas por la noche en la casa de una periodista muy cercana al expresidente. Lo que se filtró de ese encuentro fue que llegaron a acuerdos a los cuales les iba a dar seguimiento Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Gobernación, que por la confianza de ambos con ella, es el enlace directo entre ellos.

Desde entonces, Rodríguez ha mantenido informado a López Obrador, presuntamente sobre lo acordado, lo que coincide con el freno de algunas acciones que tenían previstas en Palacio Nacional para seguir exhibiendo las irregularidades y excesos del senador Adán Augusto López Hernández. Ninguna reunión con López Obrador o conversación telefónica ha trascendido a la opinión pública, pero internamente no son un secreto herméticamente guardado.

Los encuentros cara a cara entre Sheinbaum y López Obrador, o sus conversaciones telefónicas, que son al menos tres en lo que va del año, son conocidas en un sector no del todo pequeño. Pero sobre el contenido específico de lo que han hablado, la información es escasa. Lo más detallado fue una conversación telefónica que sostuvieron cuando estalló el escándalo de La Barredora y su jefe, Hernán Bermúdez Requena, donde López Obrador le pidió que cuidara al senador López Hernández.

El coordinador de Morena en el Senado es una de las imposiciones que le dejó López Obrador, y una de las muchas que la han desgastado porque no le responden a ella, sino a él, una rebeldía institucional que sólo es posible porque tienen al expresidente detrás de ellos. La última, que provocó uno de los grandes enojos recientes de la presidenta, fue la reciente declaración del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, donde cínicamente, dijo que no había ganado la encuesta del partido para la candidatura, pero por decisión de López Obrador se la quitaron a quien ganó todas las encuestas, el exalcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, que ya expulsaron de Morena.

Rocha Moya es uno de los grandes dolores de cabeza de Sheinbaum, pero no el más en estos momentos. Previo al viaje, la presidenta solicitó memorandos sobre el estado de los casos e investigaciones del hijo del expresidente, Andrés Manuel López Beltrán, del senador López Hernández, y del principal caso de corrupción del sexenio anterior, Segalmex, que dirigía un viejo amigo de López Obrador, Ignacio Ovalle, que fue exonerado a priori de cualquier ilegalidad por él. Junto con ellos hay dos expedientes más de militantes en la periferia, el senador Gerardo Fernández Noroña, a quien trae atravesado la presidenta, y la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, a quien investigan por presuntas irregularidades en el manejo de 898 millones de pesos destinados a obras públicas por la devastación de Otis, con recursos públicos en 2023. No se sabe cuál fue la razón de ello, si tenía pensado un encuentro con él, o si le enviaría los documentos con un propio.

Previamente la presidenta ya había enviado mensajes indirectos a López Obrador sobre los abusos y excesos de varios de sus herencias, como fue la filtración desde Palacio Nacional de las fotografías de López Beltrán; el secretario de Educación, Mario Delgado, y el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, en sus lujosas vacaciones en Asia y Europa. Sin embargo, la intención de los mensajes no tuvo el efecto esperado. López Obrador se molestó con su hijo, pero no lo frenó. López Beltrán sigue en sus negocios de siempre.

Todas las herencias de López Obrador, hasta ahora, son intocables. Asimismo, los márgenes de autonomía en los que se movía Sheinbaum ante el expresidente, se han ido reduciendo en la medida en que los problemas se han acrecentado. Su propia retórica se ha endurecido en las últimas semanas con respecto a cómo inició el sexenio y en relación con el discurso de López Obrador, mostrando un corrimiento hacia el ala más radical del régimen.

Lo que se ve hacia fuera de Palacio Nacional tiene como destinatarios a las audiencias ajenas a sus clientelas políticas y electorales, como a los que peyorativamente llama “comentócratas”, mostrando que su piel es cada vez más sensible a las críticas sobre su mala gestión, especialmente sobre los crecientes señalamientos de tolerancia a narcopolíticos, y de omisión e inacción ante las corruptelas galopantes del sexenio anterior. Enemigos externos es lo que necesita para la cohesión interna, especialmente del ala dura del obradorismo.

La imagen de subordinación ante López Obrador es motivo de preocupación en la presidenta que, sin embargo, no puede –o quiere– hacer nada por evitarlo porque su fortaleza depende en buena medida de él. Haber establecido un mecanismo para revisar los acuerdos entre ambos no habla de independencia, sino de dependencia, quizás coyuntural, quizás efímera, quizás sexenal. No puede tomar decisiones autónomas porque algunas de ellas, como el contrabando de combustible de los marinos, golpea al círculo íntimo del expresidente o, como en el caso de Rocha Moya y el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, actuar contra ellos por sus presuntos vínculos con los cárteles de las drogas, cree que golpearía en Palenque, dañaría al movimiento y afectaría su gobierno.

Las reuniones y conversaciones que han tenido los dos desde el cambio de estafeta fueron coyunturales, pero desde la que tuvieron en octubre, se volvió parte de un mecanismo de gestión. Plantear que existe en México un co-gobierno, puede ser prematuro, pero de mantenerse el statu quo, así podrá identificarse más adelante si no hay cambio alguno..

#

El movimiento "Yo Soy 132" y su destino político: Morena

Loret analiza en su columna en El Universal, el movimiento juvenil "Yo Soy 132" de 2012, que surgió semanas antes de la elección presidencial para protestar contra el candidato puntero, Enrique Peña Nieto, y los medios de comunicación (especialmente Televisa) que, según acusaban, lo favorecían.

Y ocurrió que fueron arropados por el obradorismo, ya que sus demandas coincidían con el discurso del entonces candidato opositor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Operadores de AMLO apoyaron las manifestaciones y asambleas de los jóvenes.

 Tras la elección, la gran mayoría de los líderes de "Yo Soy 132" se integraron a la vida política dentro del movimiento que se convertiría en Morena. El autor menciona ejemplos de exlíderes que hoy son diputados, funcionarios, o propagandistas del actual régimen.

Contraste en la respuesta oficial (2012):

 Entre mayo y noviembre de 2012, bajo el sexenio de Felipe Calderón, los jóvenes no encontraron vallas ni se enfrentaron a la policía o granaderos de la Ciudad de México. La izquierda no los descalificó ni exigió investigaciones sobre su financiamiento o apoyo.

El único episodio violento mencionado ocurrió el 1 de diciembre de 2012, día de la toma de posesión de Peña Nieto, cuando un grupo minoritario (Acampada Revolución) usó violencia y bombas molotov. Curiosamente, los detenidos ese día (14 personas) fueron arrestados por la policía de la Ciudad de México, que en ese momento estaba comandada por Marcelo Ebrard, hoy figura del actual régimen.

En esencia, la columna subraya la paradoja de un movimiento que, surgido de la protesta contra el establishment, fue absorbido por la actual administración, contrastando la tolerancia que recibieron entonces con la respuesta que el autor infiere que tienen hoy las protestas juveniles desde la cúpula del poder.

#

Cuando los jóvenes salieron a protestar contra Peña Nieto/Carlos Loret de Mola

En 2012, el movimiento fue abrazado por el obradorismo. Tenía toda la lógica: el discurso del candidato opositor empataba con las demandas de Yo Soy 132

El Universal

Entre mayo y noviembre de 2012, miles de jóvenes salieron a las calles de la Ciudad de México para protestar. El movimiento “Yo Soy 132” hizo marchas, plantones y manifestaciones. Los jóvenes jamás encontraron una valla. Nunca se enfrentaron con los granaderos del gobierno de la Ciudad de México, quienes solían resguardar los edificios por los que pasaban.

Los jóvenes salieron a las calles cuando faltaban unas cuantas semanas para la elección presidencial. Su manifestación buscaba incidir directamente en las elecciones: el movimiento surgió en protesta contra Enrique Peña Nieto, que lucía imbatible en las encuestas, y contra los medios de comunicación a los que acusaban de apapachar al candidato presidencial priista, marcadamente Televisa.

En ese 2012, el movimiento juvenil fue de inmediato abrazado por el obradorismo. Tenía toda la lógica del mundo: el discurso del candidato presidencial opositor empataba con las demandas de Yo Soy 132. Los operadores de Andrés Manuel López Obrador les ayudaron con las manifestaciones y con la organización de sus asambleas.

De manera natural, la inmensa mayoría de los líderes de ese movimiento juvenil se fueron con Morena: Antonio Attolini es diputado en Coahuila, Antonio Jiménez se volvió presidente del Congreso de Campeche, Valeria Hamel fue secretaria particular de Alejandro Encinas en Gobernación, Saúl Alvidrez se engarzó con Epigmenio Ibarra, Alina Duarte es destacada propagandista del régimen en varios de sus medios, Carlos Brito fue funcionario con AMLO, su asesor Genaro Lozano fue nombrado por Sheinbaum embajador en Italia, etc.

Cuando esos jóvenes tomaron las calles, la izquierda no los descalificó por los dirigentes partidistas que los apoyaban, ni por los medios internacionales que dieron difusión a sus demandas, ni porque tuvieran de adultos (incluso adultos mayores) entre sus asesores, no pidió hacer una investigación de Estado sobre quiénes los apoyaban y financiaban, ni por las conexiones en redes sociales que tenían.

Entre que surgió el Yo Soy 132 en mayo de 2012 y el 30 de noviembre que terminó el sexenio de Felipe Calderón (a quien los manifestantes también señalaban como aliado de Peña y Televisa) no sufrieron ni un raspón. Ese Calderón militarista, desatador de la guerra contra el crimen organizado, que combatía la violencia con violencia, violador de derechos humanos… nunca mandó a la policía para atacar a los de Yo Soy 132.

El 1 de diciembre de 2012 tuvieron su primer episodio violento. Ese día tomó posesión Enrique Peña Nieto. Un grupo juvenil que reivindicaba la violencia como método de lucha, llamado Acampada Revolución, empezó el día robando carritos de super para construir barricadas y llevó bombas molotov a la protesta. Se enfrentaron con la policía federal en la Cámara de Diputados… y con la policía de la Ciudad de México en la Alameda.

Esa policía de la Ciudad de México estaba comandada por Marcelo Ebrard, hoy figura del régimen, y todos los detenidos ese día (14 en total) fueron detenidos por el gobierno de Ebrard.

Paradojas de la vida.

historiasreportero@gmail.com

#

Los ojos del águila calva sobre México/ Salvador García Soto

El Universal 

Tras la noticia internacional y viral en redes sociales que se volvió la represión de los granaderos capitalinos contra manifestantes pacíficos en el Zócalo de la Ciudad de México, que extrañamente tuvo más difusión en medios internacionales que en muchos medios mexicanos que minimizaron o de plano ignoraron la información en sus portadas principales –como déjà vú del pasado represor del viejo PRI– la reacción más fuerte y contundente a lo sucedido en México llegó desde Washington en una frase tan contundente como amenazante del presidente Donald Trump:

“¿Lanzaría ataques en México para detener al narcotráfico? No tengo problema con eso, haría lo que sea necesario para detenerlo. México es… mira, estuve viendo lo que pasó en CDMX el fin de semana, hay grandes problemas allá”, declaró ayer el presidente estadounidense, aludiendo a la manifestaciones ciudadanas que terminaron con una respuesta represiva y violenta de las autoridades políticas y policiacas de la capital del país.

El mensaje de Trump contrasta totalmente con la respuesta soberbia y autoritaria que ayer dieron las autoridades mexicanas, desde la presidenta Sheinbaum que justificó muy temprano en su mañanera la represión de los granaderos –esos que ella decía haber desaparecido hace 7 años– bajo el argumento de  que los encapuchados violentos agredieran a los policías, tras derribar una buena parte de las vallas que blindaron al Palacio Nacional, hasta la Jefa de Gobierno, Clara Brugada que de plano salió a culpar al empresario Ricardo Salinas Pliego, al que no se atrevió a mencionar por su nombre, de ser el causante de la violencia de los manifestantes ciudadanos.

Y mientras la presidenta actuaba como la censora y represora también de la información, distorsionando lo sucedido para adaptarlo forzadamente a la versión oficial, la mayoría de los medios mexicanos, incluidos los más críticos, escondieron o bajaron el tono de la información sobre cómo terminó la marcha ciudadana del pasado sábado, ya sea como muestra de una operación del gobierno para ocultar la información o como un repliegue de autocensura de los potentados de los medios.

La misma noticia que en México era minimizada por la prensa capitalina, en el resto del mundo, a través de corresponsales y despachos de las principales agencias extranjeras y también de las redes sociales, las imágenes, videos y fotografías mostraron el rostro autoritario del gobierno de Sheinbaum y de Morena, consignado a través de crónicas, noticias y narraciones de influencers la brutalidad policiaca que se desplegó en contra de los ciudadanos que cuestionaron y repudiaron la violencia, inseguridad y descontrol que se vive en el país ante el reinado del narcotráfico.

Para cerrar el círculo del autoritarismo que el sábado se confirmó en la República, la misma Clara Brugada que ordenó, a través de sus funcionarios, la respuesta violenta de los policías granaderos contra los manifestantes, a los que agredieron de forma indiscriminada y sin distinguir entre pacíficos o violentos, ni entre participantes reales o transeúntes que caminaban por las calles del Centro Histórico, también apareció ayer junto al aparato policiaco y judicial de su gobierno, del que actúa como empleada la fiscal Bertha Alcalde, para anunciar que de los 19 jóvenes detenidos, a varios de los cuales se los llevaron sin tener nada que ver con la violencia, por lo menos a tres los acusarán del delito de “intento de homicidio”, lo que supondría una pena de hasta 30 años de cárcel para los jóvenes estudiantes.

Así que el tiempo y el dinero público que invirtió la presidenta, para desacreditar a los convocantes a la marcha y para insistir en que no era una marcha de jóvenes sino de “la derecha siniestra” y de Claudio X González, no le funcionaron de nada. Y su discurso de pretender que nadie vio lo que pasó en el Zócalo y que en todo caso la represión y brutalidad policiaca que avaló su gobierno con su silencio estuvo plenamente justificada, no le sirvieron al final de nada, porque más allá de su base clientelar, esa a la que se empeña demagógicamente en llamar “pueblo”, nadie le cree a su versión oficialista de lo sucedido ni el resto de los mexicanos que no están contentos con su gobierno, ni claramente en la Casa Blanca tampoco le creen.

Y aunque es muy probable que lo de Trump sea otro de esos de sus exabruptos con los que amenaza y golpea, más como estrategia de presión que como un discurso de acción real, lo que confirma la reacción de la Casa Blanca, junto con el despliegue en los medios estadounidenses y la viralidad en redes sociales, es que los ojos del águila calva, la del escudo estadounidense, están puestos sobre lo que sucede en México, como los de quien mira con recelo y ambición el patio trasero del vecino.

Se batieron los dados y repiten la Escalera Doble para los ciudadanos valientes de este país. 

@SGarciaSoto

#

La descalificación sistemática de la protesta social

La columna de Héctor de Mauleón en El Universal,  critica fuertemente la respuesta del gobierno encabezado por la presidenta de la República ante la marcha de la "Generación Z" del pasado sábado, argumentando que se priorizó la descalificación sistemática de los manifestantes sobre la atención a los reclamos de fondo y la violencia real en el país.

La Pregunta de la Infiltración: Mauleón cuestiona la narrativa oficial sobre los "reventadores" violentos. Si las autoridades tenían el control total del acceso al Zócalo, se pregunta ¿cómo ingresaron las herramientas (esmeriles, marros, ganzúas) que tumbaron las vallas de Palacio Nacional?

 Sheinbaum dedicó "largas horas" a investigar a los organizadores, hablando de un gasto de 90 millones de pesos, acusando a la oposición, un "empresario" (el Tio Richi), y cuentas extranjeras.

La principal estrategia mañaneril fue restar legitimidad a la marcha desmintiendo su nombre: Sheinbaum insistió en que "la gran mayoría no eran jóvenes", sino "las mismas caras de aquellas manifestaciones de la Marea Rosa" (adultos y personas mayores).

Héctor acusa al oficialismo de un "frenético y absurdo esfuerzo descalificador" que se burla de la edad de los manifestantes, etiquetándolos de "derecha internacional" con intenciones golpistas.

Señala que la reacción del gobierno, que Sheinbaum mostró con un "aire colérico" y "desencajada", logró que el foco mediático se desviara de las causas de la protesta.

Y buen io los temas olvidados: Nadie habla ya del asesinato del alcalde Carlos Manzo (el detonante de la marcha), la corrupción de altos funcionarios (lujos, riqueza inexplicable), los nexos de gobernadores con el crimen organizado, ni la crisis de violencia generalizada.

Y mentras el gobierno se enfoca en el "grito y la leperada" de la marcha, el país registró 160 nuevos homicidios en un fin de semana, ataques con drones explosivos, y vastas regiones siguen en manos del crimen.

La crítica de Hécto concluye con una poderosa imagen: "Batman (Omar) no logra pacificar el país mientras a un lado suyo, todos roban."

El gobierno, que se dice de izquierda y democrático, termina exhibiendo y tratando como conspiradores y delincuentes a quienes ejercen su derecho legítimo a protestar en las calles.

Recomiendo su lectura

Batman y Roban/Héctor De Mauleón

EL UNIVERSAL

Si el sábado pasado las autoridades tenían control total del acceso al Zócalo, ¿cómo ingresaron al perímetro las herramientas con que luego fueron tumbadas las vallas que protegían el Palacio Nacional?

La pregunta es válida: la propia presidenta Claudia Sheinbaum ha encargado a la fiscal de la ciudad de México que investigue a los reventadores que desataron una violencia inaceptable en la plaza, y arremetieron contra policías que la custodiaban, dejando más de 100 elementos policiacos heridos.

Largas horas ha dedicado la presidenta de México a investigar quiénes se encuentran detrás de la marcha de la llamada Generación Z. Ha hablado de un gasto de 90 millones en la promoción de esta; dice que de un lado estuvo la oposición y del otro “un empresario”.

Dice que hubo cuentas que desde el extranjero convocaron a la marcha y dice, sobre todo, que entre las decenas de miles de personas que el sábado marcharon del Ángel al Zócalo, “la gran mayoría no eran jóvenes”: “Vimos las mismas caras de aquellas manifestaciones de la Marea Rosa, mucho adulto, poco joven…”, insistió.

La respuesta ha sido la descalificación contra la que, se quiera o no, es la primera protesta multitudinaria en contra de Claudia Sheinbaum, a solo un año —hay que repetirlo: a solo un año— del inicio de su sexenio. Grupos de tontos útiles, y de otros tontos que se creen útiles, han gastado saliva y tinta en los últimos días intentando subrayar la edad de quienes marcharon el sábado como una forma de restar legitimidad a una protesta detonada por el asesinato del alcalde Carlos Manzo, a la que se sumaron reclamos perfectamente válidos en una democracia por el abandono y la crisis de violencia en que se hallan hundidas vastas regiones del país.

Hasta de la abuela del alcalde asesinado se burlaron en el frenético y absurdo esfuerzo descalificador: si marchas y eres mayor de edad, la única explicación es que eres de la derecha internacional y tienes intenciones golpistas.

Sheinbaum ha dicho que lo que más llamó su atención fue el grupo violento que se infiltró en el Zócalo con “esmeriles, ganzúas, martillos, marros”: un grupo formado por individuos “muy preparados”, según dijo, que provocaron a los granaderos “que ya no existen” y dieron pie a una campaña con ecos internacionales, según la cual “en México se reprime a los jóvenes”.

Sheinbaum dice respetar a los jóvenes. Al mismo tiempo insiste en que en la marcha “había muy pocos jóvenes”. Al final, si lo que se buscaba a través de grupos manejados por el ala radical de Morena era asociar la manifestación con la violencia, el tiro salió por la culata.

En respuesta a un movimiento que según ella carece de importancia, y que desde el día mismo en que estalló fue considerado ilegítimo por el oficialismo, la presidenta apareció una vez más desencajada y con los labios apretados, en lo que ya va siendo su tradicional aire colérico: “¿Creen que nos van a debilitar, que van a debilitar a la presidenta con lo que gritan? No. Más fuerte soy, más fuerte. ¿Ustedes creen que esos gritos y leperadas me van a hacer algo?, dijo.

Muy pronto, el asunto se volvió una conjura en contra de la Cuarta Transformación. Ya nadie habla de Carlos Manzo, ya nadie habla de Hernán Bermúdez Requena, ya nadie habla de la Marina y el tráfico de huachicol, ni del almirante Rafael Ojeda, ni de los hermanos Farías Laguna.

Ya solo importan la violencia y los gritos y las leperadas pronunciados en la marcha: la infiltración de la derecha internacional, el gasto de 90 millones, la cobertura que “una televisora” hizo de la manifestación.

Mientras tanto 160 nuevos homicidios se registraron en México entre el viernes y el domingo pasado. Un dron cargado con explosivos dejó 10 heridos. Entre sábado y domingo, 13 personas fueron asesinadas en ese estado.

En Guerrero, Sonora, Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas Tabasco y Guanajuato, ciudades, poblaciones y comunidades enteras siguen en manos del crimen organizado.

Se han revelado los nexos de gobernadores y alcaldes con los cárteles de la droga. Se siguen exhibiendo los lujos, la riqueza inexplicable, la escandalosa corrupción de las altas figuras de la 4T.

Batman no logra pacificar el país mientras a un lado suyo, todos roban.

En Palacio Nacional, mientras tanto, un gobierno que se dice de izquierda y presume de democrático exhibe y trata como conspiradores y como delincuentes a quienes ejercen el derecho legítimo de salir a la calle a protestar.

@hdemauleon

##

Los opositores no solo son jóvenes

El asalto a la razón/Carlos Marín

Milenio, 

La jefa de Gobierno capitalino, Clara Brugada, descubre el hilo negro con la obviedad de que la marcha del sábado “fue de la oposición”.

Pues ni modo que de simpatizantes del régimen.

Y entre los elementos que la presidenta Claudia Sheinbaum esgrime para descalificar la movilización está que la mayoría de manifestantes “no eran jóvenes”.

¿Acaso en la convocatoria se fijaron requisitos de edad para manifestarse?

Porque no fue así. Precisamente, participaron familias completas, adultos mayores, muchachas y muchachos, grupos vecinales y profesionistas en su mayoría sin estructura partidista… pero también encapuchados del criminal e impune “bloque negro”, vestidos casi todos de claro para confundirse con los genuinos protestantes.

La marcha no inquieta a Sheinbaum, porque el pueblo y ella, dijo el domingo en Villahermosa, son “invencibles”.

Veterano de la protesta muy fogueado en manifestaciones civiles y prevención del delito como titular de Seguridad en Tijuana y en los estados de Morelos y Quintana Roo, Alberto Capella subió a las redes su testimonio:

“Estuve presente durante la marcha convocada por la Generación Z y otros grupos ciudadanos, cuyo detonante principal fue el terrible asesinato del alcalde Carlos Manzo. Lo que aquí escribo no es especulación ni reconstrucción de terceros. Es lo que vi, viví y analicé desde el terreno con la experiencia de haber encabezado —como activista ciudadano— marchas contra la violencia y haber coordinado como autoridad la atención de manifestaciones masivas. Lo hago con la sensibilidad y el entendimiento de quien conoce estas dinámicas por dentro. (Fue) una marcha de múltiples sectores ciudadanos profundamente espontánea y pacífica (…). Desde el inicio quedó claro que se trataba de una movilización plural (…). Las consignas fueron claras y numerosas contra Morena, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y, sobre todo, exigencias insistentes de justicia por el asesinato de Carlos Manzo…”.

Coincide con lo que de otra manera publiqué aquí sobre por qué no se vio atestada la Plaza de la Constitución: el gobierno montó “un operativo diseñado para inhibir, no para proteger”.

La policía, con vallas metálicas en torno de la Catedral y Palacio Nacional más el cierre del cruce Lázaro Cárdenas y Madero, dejó como único acceso al Zócalo la calle 5 de mayo.

Según Capella, “este tipo de configuración genera confusión, lentitud, fragmentación y temor. Quien conoce estas tácticas sabe que están diseñadas para reducir el impacto visual, político y numérico de una concentración ciudadana”.

Y ojo: mes y medio después de los hechos criminales del 2 de octubre, por los del sábado reciente son acusados de robo, lesiones y tentativa de homicidio varios de los detenidos.

Con excepción de robo, ¿de lo mismo acusará a los policías que molieron a golpes y patadas en la cara a un manifestante que tenían ya sometido?, por ejemplo.

¿Se sabrá por fin qué autoridad patrocina al bloque negro...?

cmarin@milenio.com

##

El montaje violento de la derecha

Los derechos hoy/ Arturo Zaldívar

Milenio…

El 15 de noviembre pasado se realizó la llamada “marcha de la Generación Z”. La oposición la presentó como una sacudida juvenil contra el estado de las cosas; una protesta fresca, espontánea y vibrante. Pero los hechos —y no la propaganda— terminan imponiéndose: aquello no fue una expresión libre de una generación agraviada, sino un montaje violento de la derecha que, moralmente derrotada, recurre a cualquier treta para simular fuerza social.

Desde días antes se veía venir. El comportamiento en redes ya revelaba una operación mediática. Y lo que ocurrió el sábado lo confirmó: una movilización orquestada y financiada por la derecha que apuesta por la violencia y la confrontación, con contingentes sembrados y un impulso artificial generado mediante millones de bots adquiridos en el extranjero.

Entre los contingentes apareció un grupo cuya intención era evidente: llegar a violentar. No buscaban expresar un agravio ni exigir un cambio, sino provocar una reacción. Llegaron preparados para agredir a la policía, romper el cerco de seguridad y detonar un ambiente de confrontación que justificara la narrativa de caos que se quería imponer. Esa violencia no surgió de las y los jóvenes de México —que históricamente han marchado de forma pacífica—, sino de quienes, detrás de la operación, necesitan generar estallidos artificiales para sostener un montaje que no encuentra sustento en la realidad.

Distintos periodistas revelaron lo obvio: no fue un movimiento orgánico, sino una campaña coordinada desde oficinas de marketing político. El “manifiesto” y el dominio web de la supuesta Generación Z fueron creados por una agencia ligada al PRI. Las “cuentas juveniles” que impulsaron la convocatoria eran, en realidad, los mismos perfiles que antes operaron la marea rosa y otras movilizaciones del PAN y sus aliados empresariales.

Tan evidente era la maniobra que el colectivo original Generación Z México, integrado por jóvenes reales, se deslindó públicamente. Llamaron a no participar por tratarse de una movilización partidista, contraria a sus causas e instrumentalizada con fines ajenos. Estas viejas tácticas no engañan a las y los jóvenes de México. La juventud auténtica, la que sí se organiza por ideales, rechazó ser convertida en mercancía política.

Este método no es nuevo. En México y en el mundo, la derecha opera con la misma plantilla: cuando pierde legitimidad, recurre a la violencia y el artificio para fingir músculo social, lucra con causas reales para usarlas como ariete político y fabrica escándalos para desestabilizar y recuperar privilegios. Lo mismo han hecho con tragedias, instituciones y movimientos sociales: convertir el dolor en munición, la desinformación en estrategia y la manipulación en forma de vida.

No les funcionó. Lo que vimos fue un espectáculo grotesco. Grupos de choque, influencers pagados, medios afines, hashtags prefabricados y millones de pesos invertidos en comprar una épica que no tienen. Si la oposición dedicara sus esfuerzos a construir un proyecto nacional, en lugar de promover el caos y la calumnia, quizá no seguirían hundidos en la irrelevancia.

Por supuesto, hubo jóvenes que marcharon honestamente. Algunos por su afinidad con la oposición; otros movidos por preocupaciones legítimas sobre la seguridad, que siguen presentes aunque el país viva una reducción significativa de violencia. Y tienen todo el derecho de expresarse y protestar. Pero reconocer eso no borra el hecho central: la maquinaria propagandística de la derecha explotó esas inconformidades para fingir una rebelión generacional que nunca ocurrió.

Lo cierto es que ningún partido es dueño de una generación o de sus causas. Las y los jóvenes de México tienen preocupaciones reales. A la derecha no le interesa dialogar con ellas y ellos, representarlos ni escucharlos. Lo que busca es convertir sus anhelos en un arma del juego político para desestabilizar al país y recuperar privilegios.

Olvidan que las y los jóvenes de México no son instrumento de nadie. No son un accesorio electoral, ni un ejército disponible al mejor postor. Son una fuerza viva que merece respeto, escucha y futuro. Y su lucha —la auténtica— no será jamás propiedad de quienes buscan incendiar al país para recuperar privilegios. 

##

Crece el apetito internacional por el futbol mexicano/Mario Maldonado

EL UNIVERSAL

El futbol mexicano está reconfigurándose como negocio y la llegada del Mundial 2026 acelerará esa transformación. En julio pasado di cuenta de cómo empezaban a moverse las fichas en la industria y hoy, a menos de ocho meses del torneo de la FIFA, ese movimiento apunta a una sacudida del ecosistema financiero y de propiedad en la Liga MX.

En medio de todo ese proceso hay un actor que ha sido clave: Mikel Arriola, actual presidente de la Liga Mx y comisionado presidente de la FMF, quien llegó en 2021 con la encomienda de ordenar la multipropiedad, abrir la Liga a la inversión institucional y transformar un modelo manejado por unos pocos clubes. Durante su mandato, la apuesta más ambiciosa, impulsada principalmente por Juan Carlos Rodríguez “La Bomba”, excomisionado de la FMF, fue el acuerdo por mil 300 millones de dólares con Apollo Global Management para centralizar derechos y modernizar la gobernanza, el cual fracasó por el veto de ocho clubes. Pero con el tiempo, lo que parecía una derrota terminó convirtiéndose en un punto de inflexión.

El primer caso fue la compra del Querétaro por 120 millones de dólares por parte de Innovatio Capital, del estadounidense Marc Spiegel. La operación no solo resolvió la multipropiedad del Grupo Caliente, que también controla a Xolos, sino que abrió la puerta a una tendencia que hasta ahora parecía impensable: el capital extranjero comprando clubes de la Liga MX con mayoría accionaria, en un modelo más parecido al europeo que al mexicano.

El segundo golpe llegó con Grupo Orlegi, que inició formalmente el proceso de venta del Atlas. El grupo de Alejandro Irarragorri contrató a Moelis & Company y a Weil, Gotshal & Manges para estructurar la desinversión. La valuación ronda los 200 millones de dólares. Orlegi mantendría únicamente al Santos Laguna.

El tercer frente es el más delicado políticamente. Mazatlán FC, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, hoy enfrenta presiones del gobierno estatal, auditorías federales y la guerra legal de Grupo Salinas con el SAT y la Suprema Corte. En este contexto, se ha explorado su venta o incluso su sustitución por otra franquicia en Primera División. La versión más constante señala que Atlante negocia la compra de la plaza de Mazatlán para regresar a la Liga MX después del Mundial.

Por su parte, León deberá vender una participación mayoritaria para cumplir con las reglas de la FIFA, después de que su multipropiedad con Pachuca lo dejó fuera del Mundial de Clubes. Puebla, también del Grupo Salinas, es otro candidato natural a desinvertirse. Y el caso Atlético de San Luis ya tuvo un cambio indirecto de dueño luego de que Apollo Sports Capital adquirió el control del Atlético de Madrid, y con ello, de su red de filiales.

Así, mientras algunos grupos buscan vender, del otro lado de la mesa ya hay compradores e interesados. Fondos estadounidenses, family offices, exdeportistas y celebridades ven en la Liga MX una ventana que Europa ya cerró. Marc Spiegel lo resumió hace unos días en una entrevista al señalar que las ligas europeas ya están más maduras. “No puedes esperar crecer los ingresos un 30% o 50% allá. En México sí”.

La MLS tampoco es opción. Sus equipos ya valen más de mil millones de dólares y se venden en múltiplos de 9 a 10 veces ingresos. México, en cambio, sigue siendo un mercado relativamente barato, con una audiencia de al menos 40 millones de aficionados entre México y Estados Unidos y con 13 partidos mundialistas en puerta.

Este fenómeno responde a una tendencia global. Un informe reciente de JP Morgan Private Bank, elaborado tras entrevistar a 111 de las familias más ricas del mundo, revela que los ultrarricos ya no se concentran solo en activos financieros tradicionales. El 34% invierte en propiedades deportivas; el 23% en arte y el 10% en autos clásicos. El deporte dejó de ser un hobby para ser un activo de valor y el futbol mexicano encaja perfecto: está “barato”, tiene alto potencial de crecimiento y comparte afición con EU.

Además de Innovatio y Apollo, otros interesados en el futbol mexicano son Blue Crow Sports (propietario del Leganés y del Cancún FC), inversionistas del Necaxa como Eva Longoria, Mesut Özil, Justin Verlander, Kate Upton, Ryan Reynolds y Rob McElhenney, e incluso músicos y deportistas mexicanos como Canelo Álvarez, Alejandro Fernández o Peso Pluma, quienes han sido relacionados cómo potenciales inversionistas del Altas.

Ahora falta que las inversiones se concreten y que sean redituables. México está frente a la internacionalización del futbol nacional.

Posdata 1

Y hablando del Mundial, este lunes estuvo de visita en la Casa Blanca el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Sin embargo, el contexto no fue el mejor de cara al próximo Mundial 2026 que compartirán México, Estados Unidos y Canadá.

Donald Trump volvió a tensar la relación con México, a unos días de que su secretario de Estado, Marco Rubio, despresurizó el ambiente al decir que Estados Unidos no pretendía enviar a sus tropas al territorio nacional. Cuando le preguntaron al presidente estadounidense si estaría dispuesto a autorizar ataques contra instalaciones del crimen organizado en México, respondió textualmente: “Si me dijeran: ‘¿Harías eso para detener las drogas?’, Yo estaría de acuerdo.” Y remató con otra frase contundente: “No estoy contento con México. En absoluto.”

Trump también exigió públicamente que no se programen partidos del Mundial en Nueva York, donde acaba de ganar la alcaldía el socialista demócrata Zohran Mamdani. Es decir que el exmandatario no sólo puso sobre la mesa la posibilidad de acciones militares contra México, sino que también intentó intervenir en la logística del mayor evento deportivo global que ambos países compartirán en menos de ocho meses.

Horas antes, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró en su conferencia matutina que la protesta del sábado forma parte de “una campaña internacional de desinformación” y sostuvo que detrás hay “bots, influencers y grupos de la derecha internacional”. También minimizó la participación juvenil: “Mucho adulto, pocos jóvenes.”

No queda duda de que la relación México-EU seguirá tensa, incluso durante el Mundial.

Posdata 2

Vaya pronunciamiento del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México (INCAM) sobre lo sucedido él sábado pasado, durante el 15N.

“La libertad de expresión, la libertad de reunión y el derecho de la protesta pacífica son pilares esenciales de toda democracia”, advirtió el Colegio, mientras la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reportaba 19 detenidos durante la marcha del 15 de noviembre de la Generación Z, entre ellos tres imputados por tentativa de homicidio.

"Rechazamos cualquier narrativa que pretenda criminalizar a quienes legítimamente exigen un México más seguro. El Estado está obligado a proteger no a reprimir”, pidió la institución.

Así, mientras el órgano jurídico denuncia la criminalización de la protesta, la Fiscalía arropa su actuación bajo “protocolos establecidos” y clasifica a decenas como infractores del orden público. ¿Quién marca la línea entre un manifestante legítimo y un sujeto criminalizable? Se está cruzando una frontera peligrosa.

Posdata 3

Ayer la presidenta Claudia Sheinbaum informó que varias aerolíneas mexicanas aceptaron ceder una parte de sus franjas horarias (“slots”) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a compañías estadounidenses, en el contexto del conflicto en curso entre México y Estados Unidos por la asignación de vuelos y rutas.

Este movimiento es respuesta a la determinación del Departamento de Transporte de EU de revocar más de una decena de rutas operadas por aerolíneas mexicanas hacia Estados Unidos y cancelar servicios combinados de carga y pasajeros desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Según Sheinbaum, el número exacto de slots transferidos no fue detallado, aunque las medidas obedecen a criterios de competitividad y a una futura implementación de un sistema digital de distribución de vuelos para el próximo año.

En este sentido, la decisión adquiere un doble significado: por un lado, demuestra disposición del gobierno mexicano para reordenar el acceso al espacio aéreo capitalino y atender presiones externas; y por otro, plantea riesgos de depender de compromisos con líneas aéreas extranjeras cuando se trata de infraestructura estratégica.

@MarioMal

#

Ruido, Nueces y Lecciones", columna Antilogia de Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados,

Analiza en Milenio la marcha de la "Generación Z" bajo una perspectiva dual, reconociendo el fracaso de la convocatoria mientras legitima las demandas de fondo.

Habla del "Ruido", dictamina el  fracaso de la convocatoria . Mmm.

Dice que se esperaban cientos de miles y marcharon solo miles; ¿le pregunto a Monreal si cree que solo fueron 17 mil? A él ya le hicieron  trampas sus propios compañeros..

Dice que No fue un movimiento puramente juvenil: solo uno de cada 10 participantes era Generación Z, o sea repite la frase de Palacio y señala que si la intención fue "cimbrar al gobierno de Claudia", pero solo cimbró las plazas de cinco ciudades principales. Cinco ciudades representativas.

Precisa que el evento fue manchado por la violencia con 120 heridos, 100 de ellos policías; no critico al cuerpo de granaderos ni hace eco de lo que la ONU ha manifestado de exceso de uso de la fuerza.

Y aqui las "Nueces, la legitimidad de las demandas..

Monreal afirma que aunque hubo  fracaso de la convocatoria (Sic) "no desacredita ni un ápice la legitimidad de las demandas de la marcha". Hay que distinguir entre los juicios de valor (prejuicios, emociones) y los juicios de hecho (datos duros); dice que la inseguridad, extorsión y corrupción son innegables y eventos como el homicidio de Carlos Manzo "incendian la pradera", aunque el gobierno siga avanzando.

¿Avanzando en dónde Ricardo? ¿En Palizada, Campeche?

Y aquí la crítica a la derecha:  La derecha mexicana, "nacida, criada y cultivada en las zonas del confort palaciego", es ineficaz al tener que salir a la calle a defender "privilegios fiscales y presupuestales perdidos".

Acusa a la derecha de querer "importar un movimiento juvenil para derrocar a un gobierno legítimamente constituido", lo cual es un error político, pues "ni el odio ni la ira son buenos consejeros".

Coincido en eso con Ricardo

La columna de Monreal, aunque valioso por ser una voz oficialista que legitima las demandas de fondo (inseguridad, corrupción), incurre en una doble vara al juzgar la protesta:

Aunque cita a Max Weber sobre la necesidad de enfocarse en los "juicios de hecho" (la realidad terca de la inseguridad), dedica una parte significativa de su análisis a criticar la cantidad de asistentes y su edad. Caray Ricardo, esto desvía la atención de las "nueces" (los agravios innegables) hacia el "ruido" (el fracaso de la convocatoria), lo cual es una táctica sutil de minimización.

En sintesis Moreal descalifica a la derecha como un todo, acusándola de ser elitista, golpista y de solo buscar recuperar privilegios. Si bien esto es una crítica política válida, no ofrece una solución para encauzar a los jóvenes genuinamente preocupados que, según el propio Monreal, "ya se volvieron verbo y acción", más allá de la simple admonición moral.

 Al final, el análisis político sobre la ineficacia de la derecha parece dominar sobre la autocrítica profunda al desempeño gubernamental en materia de seguridad.

Por otro lado, Monreal,  hizo un llamado a la ciudadanía para que cualquier inconformidad con el gobierno  sea expresada por la vía electoral y pacífica, en lugar de recurrir a la violencia.

Por supuesto, todo mundo queremos eso: las urnas pero no cargadas como lo fue con los acordenes.

#

Generación Z: ruido, nueces y lecciones

Antilogía/ Ricardo Monreal Ávila

Milenio…

Se esperaban cientos de miles: marcharon miles. Se esperaba la irrupción de jóvenes de la Generación Z: solo uno de cada 10 lo era. Se esperaba una protesta apartidista, pero los cachavotos no podían dejar pasar la oportunidad de, por lo menos, una selfi. Se esperaba que fuera pacífica, pero la violencia la manchó: 120 personas heridas, 100 de ellas policías. No es para cantar victoria, sino para compartir derrotas.

Se vendió en las redes sociales como el movimiento que haría “cimbrar al gobierno de Claudia”: fue la marcha que solo cimbró las plazas públicas de cinco ciudades: CdMx, Morelia, San Luis Potosí, Guadalajara y Monterrey. En otras ocasiones, las organizaciones y personajes convocantes han logrado reunir más seguidores; por ello, ahora llaman a un segundo intento, el 20 de noviembre, para ver si ahora “sí prende”.

Las nueces:

El hecho de que no fuera lo que se esperaba no desacredita ni un ápice la legitimidad de las demandas de la marcha. Hay que distinguir, como sugería Max Weber, los juicios de valor (prejuicios ideológicos, emociones sociales, intereses económicos y hasta dolencias psicosomáticas) de los juicios de hecho (el dato duro, la realidad terca y los agravios colectivos). La inseguridad, la extorsión, la corrupción son innegables. Se ha avanzado mucho; se están destinando programas, leyes, recursos y políticas públicas como nunca, pero un solo evento, como el lamentable homicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, golpea la conciencia colectiva e incendia la pradera. Sin embargo, hay que continuar. Que esos eventos sirvan para tomar fuerza y avanzar, no para retroceder ni mucho menos para rendirse. Así se camina frente a la adversidad: un paso atrás, dos adelante.

Aunque no llenaron las plazas, hoy la Generación Z está en boca de la mayoría; es el colectivo de jóvenes que tienen entre 13 y 28 años, nativos digitales, sensibles a las causas sociales, escépticos y críticos del orden establecido (de izquierda o derecha), así como muy preocupados por los temas de salud, educación, cambio climático e incertidumbre laboral. Qué bueno que ya se volvieron verbo y acción, porque un segmento de esta generación ha sido carne de cañón de los cárteles, tienen sobrepoblados los centros penitenciarios del país y han dado lugar a un doloroso concepto: el juvenicidio.

Lecciones:

México no es Nepal ni Madagascar. Nuestra democracia está lejos de la perfección, pero tampoco es la putrefacción de los Estados fallidos. Aún tiene instituciones, leyes y capacidad de maniobra para procesar demandas legítimas, encauzar movimientos sociales y garantizar la gobernabilidad democrática.

Nuestra derecha tampoco es de primer mundo. Nacida, criada y cultivada en las zonas del confort palaciego, ahora que debe salir a la calle a defender los privilegios fiscales y presupuestales perdidos, el sol del mediodía la derrite, la sofoca y la agota.

No puede abandonar sus ismos identitarios: clasismo, racismo, elitismo y golpismo. Antes buscaban emperadores, hoy buscan importar un movimiento juvenil para derrocar a un gobierno legítimamente constituido; eso no se le hubiese ocurrido ni a Lucas Alamán, conservador inteligente. Al final, la lección es clara: ni el odio ni la ira son buenos consejeros para hacer política del lado de la gente.

##


En primera fila

Sobrevive la red de huachicol fiscal/Atzayaelh Torres

El Financiero, noviembre 18, 2025 |

El 1 de noviembre de 2025 fue removido el coronel retirado Octavio Othón López Pérez, administrador de la Aduana de Ciudad Juárez, después de que la FGR asegurara nueve pipas de Windstar con gasolina y diésel declarados como “aceite quemado”. El caso prometía un quiebre, pero solo marcó un relevo: la red del huachicol fiscal siguió operando con las mismas rutas, empresas y patrones.

De acuerdo con reportes periodísticos recientes, el seguimiento satelital mostró trayectos constantes: descargas en estaciones Phillips 66 en Camargo, pasos por Jiménez, Torreón, Fresnillo y Aguascalientes, y retorno a Texas. Otras unidades se dirigieron a Piedras Negras, donde funcionaban patios clandestinos en Nava sin permisos de la CRE.

El mecanismo es tan simple como eficaz: el combustible entra legalmente al país y se vuelve ilegal en el papel mediante pedimentos falsos que evaden un IEPS de 6.45 a 7 pesos por litro. No es robo de ductos, pero tampoco es una operación inocua: en varios puntos, la red opera con protección, intimidación y control territorial.

Las notas en diversos medios de comunicación dan cuenta que en el núcleo empresarial aparecen Petro Soluciones, representada por Mario Alberto Valdez Luna, e Ingemar, vinculada al exgobernador Ernesto Ruffo Appel. Petro Soluciones figura en los pedimentos asociados a las pipas aseguradas. Ingemar fue señalada tras el decomiso de 129 ferrotanques en Coahuila el 7 de julio de 2025, unos 15 millones de litros movidos con documentación simulada. Ambas empresas niegan irregularidades, pero sus movimientos coinciden con los patrones detectados.

La red, detallan, también utilizaba flotas de Mefra Fletes, Transportadora Aton, Autolíneas Roca, Carvel, Transportes Rápidos Regionales y CZ Fuels, que recorren el corredor entre Ciudad Juárez, Saltillo, Ramos Arizpe y el puerto de Ensenada, donde también se investigan descargas irregulares. Esa misma lógica opera hoy en el norte de Guadalajara, en el corredor Querétaro–San Juan del Río, en zonas industriales de Puebla y en puntos de la CDMX, donde se mezclan combustibles formales con producto de contrabando.

Ante la expansión, la FGR inició una revisión de permisos de importación, autoconsumos, almacenes y estaciones de servicio, para cerrar grietas administrativas que sostienen este nuevo ciclo del huachicol fiscal. Aun así, la Agencia Nacional de Aduanas admite que la estructura operó durante años bajo administraciones civiles y militares sin interrupciones reales.

El riesgo es evidente: esta red no vive de perforar ductos, sino de procesos opacos, rutas controladas y, en no pocos casos, protección violenta. La caída de López Pérez y los señalamientos a Valdez Luna y Ruffo Appel revelan apenas la superficie de una industria paralela que sigue funcionando con precisión, discreción y una rentabilidad que ningún relevo administrativo ha logrado desactivar.

#

Segundo piso

Generación Z, ¿de parte de quién? Me/Luis Castro Obregón

El Financiero, 

La Generación Z no es un movimiento, ni un grupo social homogéneo. Se trata tan solo de una etiqueta (tag), una categoría social, que le asignamos a jóvenes por su año de nacimiento.

Es como si quisiéramos caracterizarlos por su horóscopo cuando, en realidad, se trata de una generación heterogénea que presenta tantas desigualdades entre sí que difícilmente pueden ser convocados por causas ajenas a sus preocupaciones directas. 

Por supuesto que hay factores históricos, económicos, culturales y tecnológicos que influyen en las características de las generaciones. Una forma de describir a la Generación Z consiste en señalar que es la primera nativa en la era digital. Hablamos de jóvenes que nacieron en este siglo.

Las características comunes a gran parte de ellos son su conectividad extrema, su preferencia por TikTok, su propensión a ser incluyentes, progresistas (más las mujeres que los hombres), preocupados por el cambio climático, el maltrato animal y el futuro mismo.

Sin embargo, la brecha digital es tan amplia que, en México, según INEGI, solo el 43.9% de los hogares mexicanos tienen una computadora (incluyendo tabletas); el 26% cuenta con dispositivos inteligentes conectados a internet o a una red local (38% en CDMX, el 9.6% en Chiapas) y el 53.1% todavía son usuarios de TV abierta. 

Resultó escasa la participación de jóvenes en las manifestaciones del sábado. Aunque es claro que se reunieron grupos descontentos con el tetrateísmo, no fue una movilización Z. Sus banderas y consignas fueron contradictorias, en un lenguaje que no corresponde a la propia actuación juvenil porque sí; en el lenguaje digital de la Generación Z hay peculiaridades, símbolos, señas particulares que no incorporan ni entienden quienes pretendieron convocarlos y provocarlos. Aunque tuvieron empresa mercadotécnica y organización similar a la que congregó a la marea rosa, a estos les fallaron dos factores: teoría y barrio.

Un movimiento social, para adquirir vida, debe cumplir tres principios (Touraine): Identidad, Oposición y Totalidad como un marco para articular la autodefinición del movimiento, la identificación de su antagonista y la visión del mundo por la que se lucha.

El principio de identidad responde a la pregunta fundamental de quién es el actor colectivo y en nombre de quién actúa. Esta distinción es crucial para comprender la legitimidad del movimiento y su conexión con la base que representa. Hace agua cuando la categoría social movilizada y la categoría en cuyo nombre se convoca no coinciden.

El principio de oposición, por su parte, define al adversario y establece la naturaleza de la confrontación. La forma en que se conceptualiza el adversario influye en la estrategia y radicalidad del movimiento.

Finalmente, el principio de totalidad se refiere al campo de batalla cultural, donde se libran luchas por el control de los grandes modelos que orientan a la sociedad. Metas, fines y utopías forman parte del principio de totalidad.

Un conjunto de comportamientos colectivos se considera realmente un movimiento social cuando cumple criterios específicos que van más allá de una simple acción grupal. Debe haber orientaciones comunes, un mínimo de organización y una conciencia colectiva que permitan mantener su identidad a través de diversas expresiones concretas en distintos contextos políticos. Esta definición es crucial, ya que distingue a un movimiento de un motín efímero o una protesta aislada.

Los movimientos no son entidades estáticas; nacen, crecen, se transforman y mueren. La capacidad del movimiento para adaptarse a nuevas circunstancias, resistir crisis y gestionar conflictos internos es fundamental para su longevidad. A lo largo de su historia, muchos movimientos experimentan cambios que pueden alterar su carácter original, como la burocratización o la institucionalización, así como conflictos internos que pueden derivar en su debilitamiento o transformación.

Cuando en el escenario político los partidos muestran una crisis de representación, surge el caldo de cultivo para que parte de la sociedad, sin actores políticos que hablen en su nombre, se movilice. Cuando la oposición no alcanza a articular institucionalmente el conjunto de intereses minoritarios, pero relevantes, surgen las tentaciones radicales y desestabilizadoras. La dificultad es responder a la pregunta: ¿quién se beneficia del conflicto? ¿Quién promueve la inestabilidad?

#

La batalla en EU, primeros rounds/Pablo Hiriart

El Financiero,

Los recientes resultados de elecciones estatales en el vecino del norte no son suficientes para que algún partido eche las campanas al vuelo con miras al año próximo. Dan pistas, pero nada más.

El triunfo del socialdemócrata Zohran Mamdani en Nueva York de ninguna manera marca un “cambio de paradigma” en la política estadounidense, como me argumentó un respetado colega.

Nueva York no es una plataforma para ganar la candidatura presidencial por alguno de los dos partidos. Al contrario, tritura aspirantes.

Si lo dudan, vean lo que sucedió con dos destacados alcaldes de la urbe de hierro: Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg.

Menos aún si se tiene en cuenta la agenda de promesas de Mamdani: congelar rentas de alquiler de viviendas y transporte público para todos.

Si bien le va a Mamdani, podría ser el relevo de Bernie Sanders en la izquierda estadounidense, pero ir más alto es conjeturar sin bases.

Por su parte, el presidente Trump y su partido enfrentan desafíos enormes a menos de un año de las cruciales elecciones intermedias que ponen en juego el control del Congreso de Estados Unidos.

Trump tiene una aprobación nacional que ronda 40-42 por ciento, con desaprobación en la banda de 54-56 por ciento.

En una encuesta reciente, sólo 33 por ciento aprueba la forma en que Trump está gobernando el país.

Dentro del Partido Republicano su aprobación bajó de 81 por ciento a 68 por ciento.

En el sondeo, cerca de 41 por ciento dijo que su voto para el Congreso serviría como un mensaje contra Trump, mientras que sólo 21 por ciento lo plantea como uno a favor suyo.

En las elecciones recientes, del 4 de noviembre de este año, hubo victorias significativas para los demócratas en la pelea por las gubernaturas de Virginia y Nueva Jersey, así como el triunfo de Mamdani en Nueva York.

Perdieron los candidatos de Trump.

Se interpretó que los resultados fueron un voto de repudio a la “agenda Trump”. Eso es real, pero no menos real es que a pesar de la caída en la aprobación del presidente, el Partido Demócrata no tiene una mejor perspectiva.

Dentro de las filas republicanas se evidencia una tensión entre los que siguen al ala “clásica” del partido y los que se alinean más al estilo “MAGA” del presidente. Esas divisiones están costando cohesión, erosionada fundamentalmente por las revelaciones de los archivos de Jeffrey Epstein.

En el Partido Demócrata se ve un choque generacional e ideológico: por un lado, la vieja guardia (“moderados”), y por otro los más jóvenes, “progresistas”, que quieren propuestas más radicales.

Así es que, para las elecciones de mitad de mandato, el partido del presidente enfrenta lo inevitable: desgaste y malestar por expectativas no cumplidas.

El tema económico –inflación, costo de la vida en general–, es el gran dolor de cabeza para el bando de Trump y los candidatos republicanos, y se perfila como el arma más eficaz para los demócratas.

La encuesta lo indica: 61 por ciento cree que las políticas de Trump empeoraron la economía.

De esta manera, las elecciones locales y estatales de este mes sirvieron como un primer reflejo del termómetro político “de arranque”.

En el mapa electoral, los estados “switcher”, como Virginia, muestran un retroceso para los republicanos. Mala señal para Trump de cara a 2026.

Y un reto para los demócratas: aunque ganan en algunos frentes, tienen problemas para motivar a sectores jóvenes e independientes de manera consistente. La motivación puede variar.

El fracaso del cierre del gobierno provocó una división en las filas demócratas. A raíz de eso, la corriente progresista presiona por la renuncia de su líder senatorial, Chuck Schumer.

Pero también la imagen de Trump se está erosionando entre los independientes y algunos republicanos “moderados”, lo cual abre una ventana de vulnerabilidad.

En 2026 se espera que la movilización de las bases será clave. Los demócratas parecen más incentivados tras los resultados de noviembre, pero tendrán que convertirlo en votos reales.

Síntesis: el votante de Nueva York no tiene nada que ver con el elector de Utah o el de Alabama. De ahí que resulte ocioso extrapolar los resultados de los comicios recientes a un escenario nacional.

Dan pistas, pero están muy lejos de darnos una orientación determinante.

##



No hay comentarios.:

Trump pone por escrito su sueño imperial

  Trump pone por escrito su sueño imperial/   Jesús A. Núñez Villaverde  El País,  Viernes, 12/Dic/2025 Es imposible no alarmarse ante la pu...