28 oct 2008

¿A quién le corresponde prevenir el delito?

¡A los ciudadanos!
En el marco de la inauguración del Foro “A quién le corresponde prevenir el delito”, organizado por México Unido Contra la Delincuencia A.C., el Presidente Calderón aseguró que su Gobierno trabaja fuertemente para debilitar y hacer retroceder las estructuras de la delincuencia, mediante detenciones, decomisos de droga, armas y dinero, así como del aseguramiento de bienes de procedencia ilícita.
El Presidente Calderón aseguró que la participación ciudadana es el elemento fundamental para la prevención del delito y para el combate a la delincuencia, entre otras cosas, para establecer los mecanismos de seguimiento y evaluación de las políticas de seguridad.
El texto completo
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El Presidente Calderón en la Inauguración del tercer Foro contra la Delincuencia: A quién le toca prevenir el delito
Martes, 28 de Octubre de 2008 Discurso
Ciudad de México
Muy buenos días.
Doctora María Elena Morera de Galindo, Presidenta de México Unido Contra la Delincuencia.
Señor Procurador General de la República.
Señor Procurador General de Justicia del Distrito Federal.
Distinguidos integrantes del presídium.
Señoras y señores:
La participación ciudadana es el elemento fundamental para la prevención del delito y para el combate a la delincuencia.
Por eso agradezco mucho a México Unido Contra la Delincuencia la oportunidad de participar en esta inauguración del foro: A quién le toca prevenir el delito, que ha sido convocado por la organización de ciudadanos que ha crecido de manera consistente en credibilidad y confianza entre la sociedad.
Quiero por ello expresarle mi mayor reconocimiento a los integrantes de esta organización ciudadana, que ha mostrado con valentía, a lo largo de ya casi 11 años, un firme compromiso por construir un México más seguro, un México de leyes.
Muchas felicidades.
Está claro que hoy el principal reto que tiene nuestro país es la seguridad pública, y por esa razón, desde el primer día de Gobierno como Presidente tomé la decisión de combatir de frente a la delincuencia.
Muy en concordancia con lo que México Unido Contra la Delincuencia había planteado a los distintos candidatos a la Presidencia de la República, comprendimos que ésta tendría que ser una lucha que partiera de una estrategia integral.
Es decir, una estrategia que atendiera los diversos ángulos del fenómeno delictivo.
Integral porque debiera concurrir en su lucha todas las fuerzas del orden a nivel federal, de manera coordinada.
Integral porque debiera incluir la participación también coordinada de las autoridades locales.
Integral porque debe abarcar todas las aristas de este problema desde la prevención, que es el tema de este Foro, la persecución del delito, la administración de justicia y, desde luego, la rehabilitación social.
Integral porque debiera implicar, precisamente, visiones de corto, de mediano y de largo plazos.
Con esa estrategia integral hemos avanzando en varios frentes.
Uno. Comenzando con el tema sobre el cual ustedes estarán reflexionando durante los próximos días en este Foro; la estrategia tiene un frente preventivo.
El Gobierno ha puesto especial atención en la prevención del delito porque sabemos, como bien dijo la señora Morera, que las acciones policiacas por sí solas no son suficientes para detener la delincuencia.
Es por ello que estamos trabajando, junto con la sociedad, en el diseño e implementación de una estrategia a la que hemos denominado Limpiemos México, que tiene varias vertientes preventivas.
Una, fundamental, es el rescate de espacios públicos. Particularmente estamos empeñados en que, junto con las autoridades locales, fundamentalmente autoridades municipales, rescatemos espacios, parques, calles que están en manos de la delincuencia o del vandalismo y los reintegremos al poder de la ciudadanía.
A la fecha son ya más de mil los espacios públicos en el país en este programa: parques, plazas, jardines en los que hemos hecho esta labor de limpieza, de rehabilitación, de infraestructura urbana, de construcción de infraestructura deportiva popular y de corresponsabilización con los habitantes de ese barrio acerca de la manutención de esos espacios, en coordinación con las labores de vigilancia que deben realizar a través de un nuevo compromiso, las autoridades locales.
Dentro del Programa Limpiemos México otra vertiente fundamental es la que tiene que ver con las escuelas, y particularmente el propósito de defender a las escuelas de la delincuencia y de las drogas. Por eso, el Programa Escuela Segura lo que busca es poner a trabajar a ciertos comités que están creados, por cierto, en la ley desde hace muchos años y que no habían tenido toda la eficacia o el despliegue que podían tenerlo, en donde participan los padres de familia, donde participan los maestros y donde participa, también, en los casos en que esto es posible, la autoridad local para integrar, precisamente, acciones que permitan erradicar de manera definitiva la violencia, las armas y las drogas de las escuelas, particularmente en las escuelas de educación básica del país.
De manera que, junto con los padres de familia, los maestros y el sindicato, echamos a andar este Programa Escuela Segura, que hoy opera ya en más de 10 mil planteles en todo México.
Un tercer elemento preventivo de la Estrategia Limpiemos México tiene que ver con el esfuerzo para rescatar a los niños, a los jóvenes, a los adolescentes que han caído precisamente en las garras de las adicciones.
He dicho, estoy plenamente convencido de que las adicciones son la esclavitud del Siglo XXI, que es una esclavitud que se busca deliberadamente por quien tiene poder de distribución de droga, busca generar dependientes que ni siquiera en el mediano en el corto plazo tienen tal necesidad de droga que comienzan a abrir el monedero de la mamá, comienzan a robar en las casas o en los vehículos de los vecinos para pagar su adicción y, posteriormente, comienzan a tomar la ruta de la delincuencia que es piramidal, que empieza con delincuencia menor, robo de espejos de automóviles, sigue con asaltos y termina con delincuencia organizada, secuestros.
En esa misma ruta también está, precisamente, esta ruta de la nueva esclavitud que significa que en función de la dependencia que tiene con quien suministra precisamente la droga, se generan todas estas redes de dependencia y de reclutamiento del crimen organizado, que son los principales causantes de la violencia que vemos en el país.
Es decir, el sicariato, el reclutamiento de la criminalidad parte, precisamente, de sus redes de distribución de droga en el país, del impulso que se le ha dado desde hace aproximadamente ocho años al narcomenudeo en todo México y que ha generado un despliegue que México no había visto, que es más bien de carácter territorial y distributivo, que el tradicional de rutas y de tráfico exclusivamente que había visto el país hasta la década pasada.
De manera que estamos trabajando fuertemente en esta acción y con el dinero confiscado al narcotráfico, estamos construyendo más de 300 centros para la prevención y el tratamiento de adicciones en el país. Ya hemos casi quintuplicado el presupuesto de la Secretaría de Salud para la prevención y el tratamiento de las adicciones.
El Desarrollo Integral de la Familia, por su parte, el DIF, ha establecido una campaña y una estrategia que también se denomina Información para una Nueva Vida, que implica, precisamente, capacitar básicamente a través de los DIF de todo el país: DIF municipales, DIF estatales, a servidores públicos, a voluntarios, a voluntarias para a través, primero de los servidores públicos y luego a través de los padres de familia y de la sociedad, se capacite para saber qué hacer en el caso de que se encuentre un caso de adicción.
Todos como padres de familia estamos absolutamente expuestos y en posibilidad de enfrentar un caso de adicción, y lo que hemos detectado es que la mayoría de los padres de familia no saben o no sabríamos cómo reaccionar y cómo actuar ante estos casos.
De manera que Información para una Nueva Vida se centra en la capacitación para una detección temprana y una canalización oportuna hacia los centros de prevención y tratamiento de adicciones.
Por otra parte, coincido plenamente con la doctora Morera que es indispensable no centrar la acción en contra del delito de la delincuencia en la parte persecutoria, como yo le llamaría, sino también enfatizar la parte preventiva y no podemos ser ajenos, omisos a las causas sociales y económicas que están también detrás del origen de la delincuencia o de la violencia.
Efectivamente, las oportunidades de desarrollo social y/o económico inciden de manera directa, están correlacionadas con las probabilidades de delito.
De ahí, amigas y amigos, la importancia de que independientemente de lo grave que sean las circunstancias económicas internacionales que estamos enfrentando, yo diría que, precisamente por esa gravedad, México debe acelerar el paso para transformar su economía en una economía que sea capaz de recibir mucha más inversión, de generar mucho más empleo y, en consecuencia, de crecer mucho más rápido.
Las transformaciones que están en curso en el país, las transformaciones que, incluso hoy mismo se discuten en el Congreso de la Unión, tienen que ver con ese propósito medular de largo plazo, que es hacer de la economía mexicana una economía competitiva, capaz de producir más, de recibir más inversión, de canalizar más inversión, de generar mayor crecimiento económico y de generar mayores empleos, sin los cuales, evidentemente, se amplían las probabilidades de comisión de delitos.
Por lo que toca a las causas sociales, estamos haciendo un trabajo muy importante en materia social, a partir de una premisa de que políticas sociales que se han implementado en México desde hace más de una década, lo que es ahora, por ejemplo, el Programa Oportunidades, en sus distintas facetas desde que inició en México; hay que decirlo, han dado resultados que deben ponderarse, precisamente, para su aplicación en el tiempo y en la política social.
Por ejemplo este programa que le da transferencias directas, ingresos a más de cinco millones de familias de México, los 25 millones de mexicanos más pobres que, de otra manera, no tendrían ingreso.
Es una transferencia que depende del número de hijos en la escuela, pero que alcanza en algunos casos los dos mil 300 pesos al mes; en otros casos el promedio es más o menos de 685 pesos, lo acabamos de aumentar, por cierto, a todos los derechohabientes, en 120 pesos al mes.
Este programa permite que a la vez que hay un ingreso para las familias más pobres, se atacan las causas estructurales de la pobreza a través de la inversión en valor humano, o como otros llaman en capital humano, que es educación y salud.
Es decir, no se le da este dinero a la familia, a menos de que la madre, que es quien recibe el dinero por cierto, no el padre, acredite que sus hijos van a la escuela y que ella misma y sus hijos van al centro de salud con una periodicidad establecida en el programa.
Porque sólo a través de educación y de salud pueden revertirse las causas de pobreza.
El resultado ha sido que de acuerdo con los datos del INEGI y de otros organismos internacionales: la CEPAL, de los datos del Fondo Monetario; en México la población en lo que se considera pobreza alimentaria, pobreza extrema, se redujo de 37 millones de personas a poco menos de 15 millones de personas, en una década.
De manera que hemos profundizado esas políticas, hemos ampliado un programa a quienes estaban excluidos de las mismas, que es el programa para adultos mayores, el Programa 70 y Más, de comunidades rurales muy marginadas, y tenemos, he presentado al Congreso de la Unión el presupuesto más amplio en la historia de México, en materia de gasto social.
En materia de educación, concretamente, que mencionó la doctora, si bien es cierto, en todas las fases educativas hay preocupación. A nivel primaria en realidad hay espacios educativos suficientes para satisfacer esa demanda, es decir, en términos prácticos, un niño en edad de primaria tiene espacios educativos en México, y en términos prácticos, también, procuramos que esos niños terminen su educación primaria. Y donde comienza, precisamente, la restricción de espacios es a nivel preparatoria y, particularmente, a nivel profesional.
Cuando entré a la Presidencia de la República, sólo el 22 por ciento de los jóvenes en edad universitaria tenían espacios universitarios.
El parámetro de países con desarrollo equivalente a México implica que lleguemos a un nivel de 30 por ciento, por lo menos, en el mediano plazo, que es incluyendo el crecimiento de la población en esa edad, por el comportamiento demográfico del país.
Y, actualmente a través de mecanismos que tienen que ver con el impulso de nuevos centros universitarios, estamos impulsando más de 40 nuevos centros universitarios en distintas partes de la República, a través de lo que propuse al Congreso de la Unión, recientemente en el Programa de Impulso al Empleo y el Crecimiento, que fueron tres mil millones de pesos más para nuevos bachilleratos y universidades tecnológicas. A través de sistemas también de educación abierta, educación a distancia estamos elevando hasta 27 por ciento ahora ya la cobertura en esa edad, y esperamos arribar a 30 por ciento.
Además, para evitar la deserción que, también ya fue mencionada, hemos ampliado el espectro de becas del Gobierno Federal, y hoy 2008, se están dando seis millones de becas a través de las diferentes dependencias del Gobierno.
Por otra parte, estamos destinando recursos históricos al campo. De hecho, en este escenario de recesión o estancamiento económico internacional, en los últimos dos trimestres ha sido la actividad en el campo mexicano la que más ha crecido en nuestra economía, con tasas superiores al cinco por ciento y eso genera, evidentemente, debe generar oportunidades para erradicar estas causas económicas y sociales de la delincuencia.
Otra parte de la estrategia integral es, desde luego, bueno, aparte de lo que estamos haciendo en salud, que hemos casi duplicado el presupuesto de salud respecto del 2006, para el 2009 estará casi duplicado, si aprueba el Congreso de la Unión lo que hemos propuesto, que de cinco millones, poco menos de cinco millones de familias en el Seguro Popular, hemos pasado ya a más de ocho millones.
Y con el Programa de Seguro Médico para una Nueva Generación hemos incorporado a, prácticamente, una gran mayoría de los niños que han nacido en casi dos años de Gobierno.
De manera tal que a ese ritmo, México va a alcanzar cobertura universal de salud, es decir, tratamiento médico y medicinas garantizadas para cualquier mexicano, hacia el año 2011.
Pasando a otras partes de la Estrategia Integral, evidentemente esta estrategia tiene un frente operativo, que es el que le corresponde medularmente hacer al Gobierno; es decir, investigar y perseguir a los delincuentes.
Y lo que tenemos que hacer es, precisamente, el debilitar y el hacer retroceder las estructuras de la delincuencia, que prácticamente habían tomado el control de partes del territorio nacional, de ciudades, de pueblos, de regiones.
Y por esa razón hemos hecho operativos que lo que hacen es acumular la fuerza del Estado para generar, precisamente, un rompimiento de las estructuras operativas, para decomisar drogas, dinero, bienes de procedencia ilícita.
Simplemente para hablar de lo que han hecho estas fuerzas, las Fuerzas Federales, en la última semana, si ustedes quieren en los últimos 10 días; el 18 de octubre se capturó a la principal o probablemente la principal banda de narcotraficantes de cocaína colombianos operando en México, 24 personas vinculados a la organización de Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas.
Con esto se asestó un duro golpe al narcotráfico porque rompe la estructura logística de distribución en el país, del cártel o uno de los cárteles principales, es la cadena logística desde Colombia-México-Estados Unidos.
El 20 de octubre, unos cuantos días después, se capturó a Jesús Zambada, El Rey Zambada, que controlaba, precisamente, el tráfico de drogas del aeropuerto internacional y buena parte del comercio que se realiza en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, y que es, probablemente, uno de los cinco capos más, con mayor liderazgo en toda la estructura criminal de los distintos cárteles del país.
El 26 de octubre, el sábado pasado, se logró la detención de Eduardo Arellano Félix, alias El Doctor, que es uno de los líderes del cártel de los Arellano, el último hermano que faltaba por ser capturado en vida, y que la Interpol lo buscaba en más de 180 países.
Se sabe que esta organización se había diversificado no sólo al narcotráfico, sino al secuestro, a la extorsión, particularmente en Tijuana, y se ofrecía por él, por cierto, una recompensa de varios millones de dólares.
En fin, también hay que decir que en esta lucha que tiene un flanco operativo han perdido la vida cientos, es la verdad, cientos de integrantes de las fuerzas de seguridad, que hay que decirlo, han dado la vida por mexicanos, por mexicanas como nosotros y que tenemos que reconocerlos definitivamente en su esfuerzo.
A ellos, a quienes han caído y a quienes siguen cotidianamente arriesgando, verdaderamente, todo por cumplir con su deber. Quiero referirme concretamente a 10 elementos del Ejército Mexicano, que fueron cobardemente asesinados en las últimas semanas en el Estado de Nuevo León, a manos del crimen organizado y a quienes en su memoria no sólo se han realizado, y externo un sincero homenaje a estos valientes soldados, sino que, precisamente, se continuará y reforzará esa lucha hasta que no sólo se castigue a los culpables, sino que su sacrificio claramente no sea en vano.
No lo ha sido, pero no lo debe ser, y por eso el Gobierno seguirá trabajando y actuando con firmeza en la lucha contra los criminales.
Tres. Parte de la estrategia también ha sido el reenfocar a partir de la presión de México Unido Contra la Delincuencia, a partir de la presión social, vital, diría yo, para poner a trabajar a los Gobiernos.
Hemos reenfocado en mucho la estrategia a los temas y a los delitos más sensibles para la gente, por ejemplo, en el caso del secuestro.
En el marco del Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, se ha diseñado la Estrategia Nacional e Integral Contra el Delito de Secuestro y también con el fin de apoyar a los gobiernos locales en el combate a este cruel delito, que sigue siendo un delito local, el Gobierno tiene un modelo de operación de las unidades antisecuestro en el país y ha concluido un prototipo para el modelo de base de datos nacional antisecuestro.
También he enviado al Congreso de la Unión diversas iniciativas para combatir con más fuerza este delito, para penalizarlo también con mayor rigor y no sólo eso, para establecer bases de coordinación mucho más claras entre las autoridades. Entre las modalidades que implican lesión o pérdida de la vida de la víctima, he propuesto la cadena perpetua para los secuestradores y, particularmente, cuando han sido integrantes de fuerza del orden, una penalización, no sólo más severa.
Estamos buscando un abatimiento de la impunidad en el caso del delito de secuestro.
Una muestra de ello es que se ha acelerado la labor de los gobiernos, no sólo Federal, sino, desde luego, los locales y es el caso del Distrito Federal, por ejemplo, a partir de la entrada del Procurador Mancera que ha habido también una mayor eficacia y ha sido evidente Y públicos los casos de detención de bandas de secuestradores y liberación de victimas.
En el caso Federal, por ejemplo, en lo que va de este sexenio se han desarticulado más de 50 bandas de secuestradores en todo el país; en acciones de colaboración con los gobiernos locales; se ha logrado la liberación de 810 personas, cinco en los últimos seis días por parte del Gobierno Federal.
Se ha arrestado a integrantes y líderes de grupos violentos de secuestradores en el Distrito Federal, en el Estado de México, en Hidalgo, en Tabasco, en Oaxaca, en Tamaulipas, en Zacatecas, en Michoacán, algunos que destacan por su crueldad y muchos que están vinculados a grupos de crimen organizado, en esta mezcla, en esta multiplicación de las actividades criminales de quienes antes actuaban sólo especializados en un delito.
Es el caso de los secuestradores asociados a La Familia, que capturamos en el Estado de México; o más recientemente la banda de Los Lagartos, que operaba en el Estado de Tabasco, vinculado a los Zetas.
En fin, es un esfuerzo en el que participan diversas autoridades a nivel Federal, con las autoridades y entidades federativas.
Yo espero que para la próxima sesión de evaluación del Consejo de Seguridad Pública y revisión del Acuerdo y del Compromiso por la Justicia, la Seguridad y la Legalidad, podamos hacer un recuento puntual estado por estado de acciones en contra del secuestro, y que podamos ver, precisamente, un abatimiento en este tema.
Estamos avanzando, por otra parte, dentro de la Estrategia Integral en fortalecer las instituciones de seguridad y del marco legal.
Decía José Ángel Conchello, en paz descanse, que para combatir la corrupción no hay que olvidar que las escaleras deben barrerse de arriba para abajo. Y lo que estamos haciendo es precisamente, si no tenemos la parte de la autoridad limpia y comprometida en la lucha contra la delincuencia, no vamos a tener ni seguridad ni venceremos la impunidad.
Y por esa razón hemos establecido en el marco del Compromiso por la Seguridad una serie de mecanismos de control de confianza para las autoridades. Tenemos que hacerles rigurosos exámenes a cualquier integrante de los cuerpos de seguridad federales, o estatales o municipales, y nosotros queremos empezar por los mandos más altos de la estructura federal y, por supuesto, en una política clara, de manos limpias, en una estrategia de limpieza que ha iniciado la Procuraduría General de la República, estamos actuando y actuaremos con todo en contra de servidores públicos que estén implicados en actos de corrupción.
Estamos dotando a las fuerzas policiales de instrumentos que les permitan adquirir superioridad tecnológica, logística y de armamento, estamos profesionalizando y queremos depurar a todas las fuerzas del orden en el terreno federal, y queremos que ese esfuerzo se replique en el nivel estatal y municipal.
Y ante actos de corrupción por parte de policías y servidores públicos, ténganlo por seguro que ni hemos dudado ni dudaremos en detener y castigar a quienes en vez de proteger han traicionado la confianza de la ciudadanía.
Un ejemplo de este compromiso, decía yo, es la Operación Limpieza, a través de la cual se ha detenido a una red de funcionarios y elementos de la Agencia Federal de Investigación, de la AFI, adscritos a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, la SIEDO, a los que se les atribuye la entrega de información reservada a personas no autorizadas, vinculadas básicamente al crimen organizado.
Y esta Operación Limpieza implica un esfuerzo y un compromiso claro del Gobierno Federal de depurar a fondo sus cuerpos policiacos y sus cuerpos ministeriales, que no se limita, por supuesto, al ámbito de la Procuraduría General de la República, sino todo al ámbito de la estructura federal.
Estoy convencido de que para frenar a la delincuencia primero hay que sacarla de nuestra propia casa, a la que se metió quizá desde hace mucho tiempo, y eso es, precisamente, lo que estamos haciendo.
Sabemos que para que esta Estrategia Integral dé seguridad tenga éxito, en consecuencia, es indispensable una participación activa y decidida de todos los mexicanos.
Por eso, también me he reunido con diversas organizaciones civiles, incluyendo a México Unido Contra la Delincuencia, con los organizadores de la marcha y con muchas organizaciones; he respaldado la idea y el compromiso de consolidar el Observatorio Ciudadano, que contempla el Acuerdo Nacional, y que sea la instancia encargada de establecer los mecanismos de seguimiento y evaluación de las políticas de seguridad.
Cuentan, entonces, con el respaldo del Gobierno Federal para que el Observatorio Ciudadano cumpla con sus objetivos y yo estaré atento, precisamente, a lo que las propias organizaciones, la sociedad, determinen respecto de la naturaleza, el alcance y la estructura del Observatorio Ciudadano.
Otro espacio de prevención fundamental es hacer un mapa correcto del delito. El movilizar la fuerza policiaca es significativamente más eficiente cuando se hace específicamente concentrada en las ciudades, o en los lugares, o en las esquinas donde opera la criminalidad.
Por eso es medular una georreferenciación y un trabajo de información que se traduzca en inteligencia que permita operar eficazmente.
Una manera eficaz de prevenir el delito es tener una medición estadística, clara y una información proveniente de los ciudadanos, eficaz, para ver dónde ocurre la mayor incidencia delictiva. Porque es como podemos prevenir con mayor eficacia los delitos.
Otro mecanismo de participación ciudadana que hemos implementado es la revitalización, si se me permite la expresión, del teléfono 089.
Nos hemos propuesto que el 066, que es de emergencias, y el 089, que es de denuncias, y los hemos separado precisamente para que la gente pueda, precisamente, la emergencia pueda ser atendida con mayor prontitud y el 089 con mayor especificidad, tengan respuesta siempre de parte del Gobierno.
Y muchos de los casos de delincuentes que hemos atrapado han sido llamadas recibidas a través del 089. Y lo que buscamos es que este teléfono, incluso, pueda llegar a recibir, de hecho, ya está la plataforma tecnológica, pero necesitamos operarlo con mayor eficacia, que pueda recibir no sólo voz, sino también imágenes, video, y que se pueda transmitir información, por ejemplo, desde un teléfono celular, de un vehículo robado, de una acción delincuencial, etcétera, etcétera.
Y otra cosa que hemos hecho también de participación ciudadana es establecer un sistema de recompensas. Sí, vamos a pagarle a la gente por darnos información de los delincuentes, y que nos los dé de manera anónima.
Y este sistema lo que va a hacer es que va a registrar no con un nombre, sino con un número, una información, y si esa información es cierta vamos a pagar con un mecanismo que cuidará el anonimato de quien hace esas denuncias.
En fin, estoy convencido, amigas y amigos, de que necesitamos que los ciudadanos ocupen más, muchísimos más espacios de participación.
A quién le toca prevenir el delito.
Le toca al Gobierno, sí; le toca a la sociedad, también. A todos nos toca prevenir el delito, y no es exigible a los ciudadanos que sean ellos los que persigan a los delincuentes o arriesguen su vida en su captura. Que esa es la primera obligación, diría yo, de los gobiernos, y es una obligación que el Gobierno Federal está asumiendo con toda seriedad; pero sí podemos entre todos hacer las acciones preventivas, que tanta falta le han hecho al país.
El tener espacios públicos libres, el cuidar las escuelas, el ser mejores maestros, mejores padres de familia; la labor que tiene que hacerse a través de la prevención y la rehabilitación en adicciones; la labor que tiene que hacerse de información y colaboración con las autoridades.
Habrá también que discutir, y seguramente será materia de este Foro, el papel tan relevante de los medios de comunicación, precisamente, en la prevención del delito o en la formación de valores, otra causa medular que tiene un elemento, un componente fundamental, en tener una sociedad segura o tener una sociedad atrapada en la violencia.
Necesitamos ciudadanos que, precisamente, ocupen ese alto rango social que es la ciudadanía; ciudadanos que puedan ser el elemento que limpie y recomponga el tejido social que ha destruido la delincuencia. Ciudadanos que denuncien la corrupción en los gobiernos y que nos proporcionen información de criminales.
La colaboración de las organizaciones de la sociedad es también fundamental para transmitir la importancia de generar una nueva cultura de legalidad y de la denuncia.
El crimen también crece en ambientes propicios a la ilegalidad, el crimen se acelera en su dispersión en una sociedad permisiva o tolerante con la corrupción o con la ilegalidad, una sociedad que permite la mordida o que busca el violentar la ley, es una sociedad que tarde o temprano será víctima de la delincuencia y más, el poder que tiene ahora la delincuencia organizada.
Necesitamos una sociedad más fuerte, una sociedad que viva, precisamente, el principio de la legalidad con convicción propia; una sociedad que aliente, promueva, difunda y eduque a sus hijos en valores y principios de la tolerancia, de la honestidad, del respeto a los demás; valores de respeto a la vida, valores de respeto al trabajo, valores de respeto a la persona.
Sin una sociedad fuerte, capaz de rechazar la corrupción, la impunidad y la violencia en todas sus manifestaciones, no habrá, sin esa sociedad, esfuerzo policiaco suficiente para protegerla.
Amigas y amigos de México Unido contra la Delincuencia; señoras y señores:
Sé que el desafío que enfrenta México en materia de seguridad es profundo y es inaplazable enfrentarlo. No tenemos tiempo que perder ni que escatimar.
Sabemos en el Gobierno Federal, lo he dicho y lo reitero, que enfrentar el problema implicará costos importantes para la sociedad y para México.
Costos en materia de tiempo, porque es un problema de largas raíces, anquilosado en el tiempo, que costará mucho tiempo erradicar.
Costos en materia económica, y habrá, quizá, que sacrificar muchas necesidades o muchos proyectos del país para fortalecer, precisamente, las acciones en materia de seguridad.
Costos en materia, por desgracia, de vida humana, como ya ha venido ocurriendo y como ya he mencionado, pero son costos que sí estamos decididos a tener una sociedad segura, serán costos mucho menores que el evadir la responsabilidad y permitir que la delincuencia se adueñe de nuestra sociedad.
Son costos que el Gobierno Federal está absolutamente decidido a enfrentar y lo está haciendo. Son costos que hay que pagar para tener un México libre, donde haya no sólo seguridad, sino también, como ya se dijo atinadamente aquí, libertad, libertad que no puede expresarse ni ejercerse donde impera la delincuencia.
Por eso, enhorabuena a este Foro.
Enhorabuena por la existencia de organizaciones civiles fuertes y comprometidas como México Unido Contra la Delincuencia.
Y si me lo permiten, les voy a pedir que me acompañen para hacer la inauguración formal de este evento.
Hoy, martes 28 de octubre de 2008, siendo las nueve horas con 50 minutos, me da mucho gusto declarar formalmente inaugurado el Foro: A quién le toca prevenir el delito, organizado por México Unido Contra la Delincuencia.
Enhorabuena, muchísima suerte.
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Intervención de María Elena Morera de Galindo, Presidenta Nacional de México Unido Contra la Delincuencia
Buenos días.
Ciudadano Presidente Felipe Calderón Hinojosa, señora Margarita Zavala. Muchas gracias por acompañarnos, es un gusto que esté este día con nosotros.
Licenciado Eduardo Medina Mora, licenciado Mancera, honorable presídium, representantes de la sociedad civil, representantes y amigos de los medios de comunicación, amigos todos:
Es para nosotros muy importante la asistencia de todos ustedes, ciudadanos y autoridades reunidos en este importante foro para reflexionar, para encontrar soluciones y para respondernos a quién le toca prevenir el delito.
La prevención ha sido a lo largo de los años un tema olvidado, dejado de lado por las políticas inmediatistas y efectivistas, cuando la cruda realidad es que es y debe ser la piedra que sustente cualquier política eficaz de seguridad pública.
Prevenir el delito implica crear las condiciones sociales, económicas, políticas, democráticas y culturales para el desarrollo integral de los ciudadanos.
Requiere generar las oportunidades para contar con un empleo, con certeza y así evitar caer en las tentaciones de convertirse en criminales.
Pero prevenir el delito también se traduce en identificar los factores reales de la delincuencia, los elementos criminógenos y aplicar políticas públicas y sociales para abatirlo.
Es por ello que a México le urge la coordinación de los tres órdenes de Gobierno y de los tres Poderes de la Unión, pero también contar con una ciudadanía responsable de su futuro, coadyuvante a través de la denuncia, de una participación activa en el análisis de políticas públicas y del respeto a la legalidad.
De lo contrario no habrá aparato policiaco, o de justicia o militar, por más grande que éste sea, que le garantice seguridad.
No se trata de crear un Estado policiaco ni de subordinar las garantías a la seguridad. Este riesgo puede presentarse si en lugar de pensar y actuar en pos de prevención, lo hacemos únicamente en la creación de políticas con mayores recursos para policías o ministerios públicos, por supuesto, esto es importante y no lo estamos cuestionando.
La efectividad de estos esfuerzos en la materia son básicos; sin embargo, decía Benjamin Franklin que cualquier sociedad que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merece tener ninguna de las dos cosas.
A su vez, Karl Popper, subraya que tenemos que hacer planes para la libertad y no sólo para la seguridad, porque la única razón, porque sólo la libertad puede hacer segura la seguridad. Por eso, ciudadano Presidente, insistimos en la importancia de la prevención, porque nos permite reconstruir el tejido social, que por años ha sido dañado por un sistema social injusto, dispar y contrastante, y porque impide que criminalicemos la pobreza y la ignorancia.
Hoy México vive una ola de violencia, que por el número de muertos podría equipararse a un conflicto armado; nos preocupan las víctimas, los ciudadanos inocentes, los policías y los militares que han muerto en el ejercicio de su trabajo.
Y también, también los periodistas, que han sido objeto de los delincuentes y que encuentran en la impunidad una complicidad con el silencio y las omisiones.
A la sociedad nos queda claro que el responsable de esta violencia es la delincuencia organizada y que es ésta la mayor amenaza a la ciudadanía y al Estado mexicano.
Pero a esta delincuencia no podemos verla como un concepto abstracto, sino que ésta tiene rostro, tiene nombres y apellidos de hombres y mujeres, que aprovechando la ausencia de un sistema justo, engrosan sus filas con personas de escasos recursos.
Con campesinos que no tienen otra forma de ingreso, con niños y jóvenes que no tuvieron educación, o que han sido víctimas de la violencia intrafamiliar o social, y que tienen rencores y que ven en los desvalores de la delincuencia una forma de vida, incluso aspiracional.
Eso es grave, y no podemos cerrar los ojos a nuestra realidad, que no es de hoy; es el producto de décadas de marginación, de pobreza, de corrupción y de políticas de corto plazo para obtener beneficios personales, de partido o electorales.
Hoy tenemos millones de niños que deberían de estar en primaria y no lo están. Según el INEGI, el 3.9 por ciento de los niños de seis a 12 años, y el 17.5 por ciento de entre 13 y 15 no asisten a la escuela.
Qué harán estos niños y cuál es su futuro, si como país no hemos sido capaces de instruirlos, de darles preparación para enfrentar los retos de la feroz competencia por los ingresos ilícitos.Qué significa esta deserción escolar para el futuro de la seguridad del país.
Se los estamos entregando a los delincuentes en sus manos.
La tasa de desocupación es del 4.3 por ciento en mujeres y de 3.4 en hombres, sin contar con el resto de un gran porcentaje que obtiene ingresos de la economía informal, en donde se propician conductas ilegales, como son las que lesionan los derechos de autor, así como el contrabando.
Estas conductas son a su vez precursoras de otras actividades que eventualmente desencadenan y se conectan con las grandes actividades ilegales que ahora enfrenta el propio Estado, en todo el país y a todos los niveles de Gobierno.
Hablemos de valores. Distorsionados por la economía de consumo en donde vale más el que más tiene, no importando si delinque para obtenerlo.
La ausencia de valores morales y cívicos ha permitido que el tejido social se dañe, y a ello se añade la vorágine de los programas de televisión y el cine, que crean estereotipos de éxito a partir de los delincuentes.
Habrá que preguntarnos, si como nación estamos haciendo las cosas para prevenir que el futuro de nosotros tenga un futuro de una mayor inseguridad.
No ignoramos que se trata de problemas estructurales heredados por anteriores gobiernos, que no se preocuparon, cuando podían hacerlo de enfrentarlo y de corregirlo. Pero estoy convencida que en este momento debemos de dar un golpe de timón y hacer de la prevención una alta prioridad.Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para cambiar esto, vinculando a los nuestros con los más altos valores sociales: el bien, el trabajo, el respeto y la libertad.
Señor Presidente:
Saludamos el esfuerzo de coordinación en torno al Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, ciertamente de gran trascendencia, pero no puede ser el único punto de referencia para las acciones gubernamentales y de la sociedad civil.
Es por tanto necesario destacar que la fuerza de este Acuerdo ha propiciado nuevas propuestas, nuevos acuerdos y nuevas acciones, que deberán ser considerados para una nueva etapa.
Esta siguiente etapa debe tener presente la perspectiva social y preventiva del delito como eje fundamental, uno que trascienda las raíces.
El acuerdo detonó acciones que, de sostenerse, permitirán en gran medida recuperar la seguridad que sentimos perdida.
Marcar un primer paso de unión de la sociedad civil con las autoridades y de ambas en contra de la delincuencia.
Por primera vez las autoridades se comprometieron con tiempos, y señalaron responsables para evaluar junto con la sociedad su cumplimiento.
Esta primera evaluación servirá de termómetro para medir el compromiso real de todas las partes involucradas.
Señoras y señores:
Hoy como sociedad civil, estamos cumpliendo con nuestra parte y dispuestos a seguir haciéndolo de forma permanente e inequívoca. Esperamos que las autoridades lo hagan de igual forma.
En este foro ciudadano deliberaremos sobre lo que estamos haciendo en la construcción del cambio social, en la atención solidaria de grupos vulnerables y en la coadyuvancia en la reinserción social, que es, paradójicamente, otra forma muy importante de prevención del delito.
Termino con una frase del ex Secretario General de la ONU, Kofi Annan: Hoy, hoy la seguridad se entiende cada vez menos en términos militares y mucho más como la ausencia de conflicto; es de hecho, un fenómeno que abarca el desarrollo económico, la justicia social, la protección del medio ambiente, la democratización, el desarme y el respeto a los derechos humanos.
Muchas gracias.

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