29 ene 2009

Calderón en Davos, Suiza, 29 de enero

El Presidente Calderón en la Sesión Almuerzo Individual Titulada: "Riders on the Storm: Mexico Overcoming the Crisis - 29/1/2009; Discurso, Davos, Suiza
(Interpretación del inglés al español)
Gracias, muchísimas gracias, gracias por acompañarnos.
Damas y caballeros.
Estimados amigos:
Es un placer para mí volver a estar aquí, en Davos. Les agradezco por su interés sobre lo que México está haciendo para afrontar la tormenta y superarla.
Quisiera comenzar recordando mi participación en Davos hace dos años, en este mismo foro, haber yo tomado la Presidencia bajo situaciones muy complejas; había yo dicho que estábamos comprometidos a transformar a México para convertirse en un país ganador, a convertir a México en un sitio privilegiado para la inversión en el mundo.
Luego dije que México tiene todo lo que necesita para convertirse en una de las economías más importantes en el mundo para mediados de este siglo. Ese es el pronóstico de algunas empresas financieras y esa es nuestra visión para el futuro.
También había dicho que era crucial implementar una agenda de reformas estructurales para alcanzar esta meta.
Hoy, dos años después, me enorgullece informarles que hemos logrado avances significativos en esta tarea. México es uno de los pocos países latinoamericanos que está implementando reformas para poder lograr una economía más competitiva y dinámica, orientada hacia mercados abiertos e inversión extranjera.
Hemos enfrentando tiempos difíciles por supuesto, sin embargo, contra las probabilidades que en su momento se hacían, hemos trabajado con el Congreso y logrado un consenso sobre reformas fundamentales. Antes de esto, México perdió una década sin ninguna reforma estructural significativa y ahora, apenas en 2 años, hemos logrado que se aprueben varias.
Primero. Se aprobó en el Congreso una Reforma Fiscal que incrementará los ingresos públicos en un dos por ciento anual y reducirá nuestra dependencia del petróleo.
Segundo. De la misma manera un Congreso dividido aprobó una Reforma de gran impacto, logrando una Reforma del Sistema de Pensiones de los servidores públicos.
Hemos pasado del sistema tradicional de ir pagando sobre la marcha, a uno de cuentas individuales. Para poder dar a ustedes una idea sobre la importancia de esto, el ahorro en finanzas públicas es equivalente al 30 por ciento del PIB en su valor actual neto.
Tercero. Estamos mejorando la calidad del gasto público, hemos implementado un sistema de indicadores de eficiencia, hemos armonizado la contabilidad de las finanzas públicas bajo una transparencia obligatoria a los niveles Federal, estatal y municipal.
Pasamos luego nuestra atención a la educación. Construimos una alianza para la calidad de la educación con el sindicato de maestros, algo que dos años atrás muchos no hubieran creído que fuera posible.
Este acuerdo nos permitirá iniciar la tan necesaria transformación a mediano y largo plazo de nuestro sistema educativo, así como mejorar su calidad.
Y en último lugar, pero no menos importante, hemos reformado la industria petrolera de México; aunque parecía imposible, logramos cambiar la ley, a fin de permitir que Pemex, la compañía pública petrolera, reciba participación e inversión, a través de contratos de desempeño con la compañía.
Asimismo, promovimos cambios en el gobierno corporativo de Pemex, a fin de aumentar su eficiencia, transparencia y rendición de cuentas. En breve, México está cambiando y se está convirtiendo en un país moderno, con una visión a largo plazo y gran potencial de crecimiento.
Hoy estamos enfrentando problemas que durante años se habían soslayado. Uno de los asuntos más acuciantes era el Estado de Derecho. Desde el primer día no vacilé para usar la fuerza plena del Estado para combatir el crimen y la delincuencia, incluyendo no sólo a la Policía Federal, sino también al Ejército y la Marina.
El combate contra el crimen organizado había sido y continuará siendo una larga y difícil batalla que otros probablemente hubieran preferido evitar. Sin embargo, estamos seguros de que es la única manera de que México pueda convertirse en un país seguro: el México que queremos.
Actuando con firmeza, estamos perjudicando las estructuras operativas y financieras de las principales organizaciones criminales en el país. Los zares de las drogas han sido llevados ante la justicia en México y más de 150 de ellos han sido extraditados a la justicia estadounidense. Los estamos golpeando y los estamos golpeando muy duro.
Para darles una idea, en estos tres años hemos establecido tres récords mundiales muy excepcionales de combate contra el crimen organizado: en primer lugar, en un solo ataque, aseguramos más de 206 millones de dólares en efectivo. En segundo lugar, en una sola operación confiscamos medio millón de balas y casi 500 armas, incluyendo todo, desde AK-47, hasta lanzamisiles. El tercer récord se estableció cuando descubrimos, también en solo un evento, 24 toneladas de cocaína.
En resumen, permítanme sólo decirles que el monto total de drogas que hemos asegurado en estos tres años sería suficiente para proporcionar 20 dosis a cada mexicano ó 66 dosis a cada joven entre 15 y 30 años de edad en el país.
Cuando empezamos sabíamos que esta guerra contra el crimen organizado tomaría tiempo, dinero y que también constaría vidas humanas. La opción más fácil hubiera sido cerrar los ojos, pero no lo hicimos, puesto que decidimos emprender acciones fuertes contra el crimen organizado. No hay ningún costo más alto que la falta de libertad que pudiéramos haber sufrido si el Gobierno no tomará acción alguna. A la vez, a fin de restablecer la autoridad del Estado, estamos reestructurando las instituciones de procuración de la ley, así como sus capacidades y, algo muy importante, también estamos combatiendo la corrupción dentro de las corporaciones de procuración de ley.
Lanzamos la Operación Limpieza y, por ejemplo, encarcelamos a un ex subprocurador general y a un ex director de la policía federal. Por lo tanto, si ustedes ven polvo que salen por las ventanas es porque estamos limpiando la casa.
Otro paso que tomamos fue la Reforma constitucional, para el establecimiento de los juicios orales, en vez de nuestro sistema inquisitorial tradicional.
Esta reforma le dará transparencia y equidad a nuestro sistema. También hemos implementando programas para reducir el consumo de drogas entre los jóvenes y, finalmente, estamos profesionalizando las fuerzas policiacas, empezando al nivel Federal.
Continuaremos trabajando para asegurar la seguridad de nuestros ciudadanos y para crear las mejores condiciones para la inversión.
Ahora, qué estamos haciendo para enfrentar esta terrible crisis.
En el 2008, a pesar recesión global, México creció más de 1.5 por ciento. Como saben, en el pasado México ha experimentado severas crisis. Sin embargo, en la situación actual hay una gran diferencia, porque estamos mejor preparados que nunca antes para enfrentar la tormenta. Asimismo, estamos bien preparados porque hicimos la tarea: tenemos finanzas públicas sólidas, una de las más bajas tasas inflacionarias y riesgo-país en la región, un sistema bancario estable y reservas internacionales que equivalen a cuatro veces nuestra deuda extranjera total.
Esto nos ha dado la flexibilidad de responder ante todos los eventos y a responder oportunamente. Quisiera mencionarles algunos ejemplos del año pasado: cuando empezó la crisis mundial de alimentos, aumentamos los pagos de transferencia para las familias más pobres del país. Esta medida implicó ayudar a 25 por ciento de la población total de México. Cuando los precios de la gasolina empezaron a aumentar estratosféricamente en todo el mundo, nosotros aumentamos gradualmente para que los consumidores se adaptaran al problema. Ahora hemos alcanzado los precios del mercado y los hemos estabilizado.
Finalmente, con la aguda caída en los precios del petróleo, muchos se preguntaron si el Gobierno mexicano iba a poder financiar las políticas anticíclicas. Anticipando la caída de ingresos petroleros cubrimos nuestras exportaciones petroleras a un precio de 70 dólares por barril para apoyar nuestro presupuesto este año.
Cómo está México respondiendo a la crisis mundial.
Hace algunos días mi Administración, junto con los gobiernos locales, el Congreso, el sector privado y los sindicatos, firmamos un Acuerdo Nacional para enfrentar y superar la crisis. El Gobierno mexicano ha instrumentando políticas fiscales contracíclicas que equivalen a 1.8 por ciento del PIB, es decir, más de 14 mil millones de dólares y ha inducido financiamiento adicional a los Bancos de Desarrollo por un monto de casi dos por ciento del PIB.
El programa implicó beneficios para las familias y negocios, medidas públicas y una inversión adicional para infraestructura. Algunas de las otras medidas son la ampliación de la cobertura para la atención a la salud, así como prestaciones para las cuentas de retiro para los desempleados, programas de trabajo temporal, apoyo financiero para despidos temporales, así como expansión crediticia para las pequeñas y medianas empresas, para Bancos de Desarrollo y programas para la sustitución de aparatos electrodomésticos con un uso más eficiente de energía.
Por otro lado, el Gobierno amplió el programa y cambió reglas para concentrar un gasto adicional a inicios de este año. El Gobierno Federal se ha comprometido a que por lo menos 20 por ciento de sus compras se harán a medianas y pequeñas empresas del país.
Asimismo, también estamos trabajando arduamente para diversificar nuestras exportaciones y reducir nuestra dependencia de la economía estadounidense. Y, finalmente, continuamos eliminando las barreras comerciales. Por lo tanto, incluso en esta situación tan compleja estamos decididos a convertir a México en una plataforma logística de clase mundial para la inversión y el comercio, que sirva como un vínculo que conecte a Norteamérica con Sudamérica, así como con Asia y Europa.
Esta es una razón adicional para promover un agresivo programa de infraestructura, para crecer aún más en este 2009. Permítanme darles algunos ejemplos específicos: este año esperamos que la inversión pública y privada en infraestructura exceda 43 mil millones de dólares. Se trata de una cifra histórica que representa aproximadamente cinco por ciento del PIB. Sólo el año pasado el Gobierno Federal construyó y modernizó más carreteras y autopistas que cualquier otro año del país. Y para este año Pemex, una paraestatal, también invertirá más de 16 mil millones de dólares, lo cual también no tiene precedentes.
No sólo estamos pensando de grandes obras públicas en infraestructura, también estamos pensando en infraestructura a escala humana, es decir, estamos pensando en escuelas públicas. Por ejemplo, remodelaremos y repararemos escuelas públicas en las áreas más remotas del país, 17 mil sólo este año, y también invertiremos más de 500 millones de dólares en la construcción de hospitales públicos y pequeñas clínicas en el país.
Por consiguiente, con estas medidas no sólo estamos activando la economía y creando empleos, sino que también estamos construyendo una economía más competitiva. La meta de México es convertirse en uno de los destinos de inversión más atractivos del mundo. Pensamos que en este año en particular necesitamos avanzar con mayor determinación para convertirnos en una economía más competitiva.
Esa es la razón por la que reiniciamos el proceso de abrir nuestra economía. Muchos países han hecho declaraciones sobre combatir el proteccionismo, pero México, es una de las pocas economías del mundo que ha reducido sus obstáculos aún más, para aumentar la competitividad.
Por las mismas razones, sabemos que necesitamos avanzar para reformar otras áreas de la economía. Necesitamos más reformas en el mercado de mano de obra, en el sector telecomunicaciones, entre otros, para poder llegar a mercados realmente competitivos.
En el esfuerzo internacional para superar la crisis, México tiene un papel activo pues participa en el G-20 y coordinamos el G-5, que incluye a China, India, Brasil y Sudáfrica, más de 40 por ciento de la población mundial. El G-5 mantiene un diálogo permanente con la economía del G-8. México también está participando en la APEC y tiene un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En esos foros México ha hecho varias propuestas. En primer lugar, es crucial arreglar el sector financiero. Debemos contener la crisis en las instituciones financieras y minimizar su impacto en la economía global.
En segundo lugar, es esencial que todas las naciones, especialmente los países desarrollados, adopten políticas fiscales de expansión y coordinadas para aumentar el consumo y enfrentar la contracción en la inversión. Esto lo necesitamos hacer sin poner en peligro las finanzas públicas sólidas.
En tercer lugar, se requiere una Reforma del sistema financiero internacional. Es especialmente importante darle una mayor voz a las economías emergentes y recapitalizar y rediseñar las instituciones financieras multilaterales.
En cuarto lugar, debemos evitar el resurgimiento del proteccionismo, pues sólo a través de una integración más de las economías podremos retomar el camino hacia el crecimiento.
Señoras y señores:
La historia nos ha enseñado que el hombre tiene la capacidad de superar cualquier reto. Estoy verdaderamente convencido de que la situación de hoy representa una oportunidad para transformar al mundo y transformar al México en particular. Mi Gobierno está enfrentando todos estos retos con una total determinación. Asimismo, estamos sentando los cimientos para una economía más dinámica y competitiva.
Estoy convencido de que superaremos esta crisis, tal como hemos superado las anteriores. Estamos en un mundo cíclico, en el que ni los auges ni las crisis son para siempre. Vendrán otros tiempos y serán mejores, pero llegarán más pronto si hacemos todo lo que está en nuestro poder por enfrentar las causas y los efectos de esta crisis y si hacemos todo para transformar la economía.
Eso es precisamente lo que México está haciendo. Y según el dicho mexicano: Si avanzas con esperanza los caminos te darán la bienvenida.
Muchas gracias.
***
Intervención del Presidente de México, Felipe Calderón, en la sesión de preguntas y respuestas
(Interpretación del inglés al español)
Muchas preguntas muy interesantes se han formulado, pero quisiera seguir el orden en que se formularon. Una es cómo trabajar con el sector externo a fin promover a México. Esa era una de las ideas que teníamos cuando creamos ProMéxico. La idea es que ProMéxico podría integrar todos nuestros esfuerzos no solamente para promover la inversión extranjera y las exportaciones mexicanas, sino también para unificar y coordinar nuestros esfuerzos en el sector externo.
Mi percepción es que cuando entré a la Presidencia vi que había diversos esfuerzos en México: uno, por parte del Banco de exportación, otro, por parte de la Secretaría de Economía, otro de la oficina de turismo, otro más de Relaciones Exteriores, entre otros. Así que la idea es integrar todos nuestros esfuerzos y establecer una percepción, una imagen y una estrategia unificada de todas las relaciones de México.
Todavía hoy tenemos que trabajar juntos, por ejemplo, para la promoción del turismo en México. El Consejo para la Promoción del Turismo es una corporación pública y privada, más o menos independiente del Gobierno. Hicieron una campaña especial para promover sitios de sol y playa en México, sitios arqueológicos, y demás, pero tenemos que unirnos en la estrategia. Por ejemplo, necesito una estrategia muy fuerte de relaciones públicas para cambiar la percepción sobre México en algunos círculos de los Estados Unidos, estoy seguro.
Anoche, en la cena, me reuní con el señor Steve Forbes, y le dije que, a pesar de la edición de diciembre de su revista, nos iba muy bien en México. Alguien tiene que hablar con él para explicarle exactamente qué pasa en México. Decir que, tiene que visitar México y entender que esto no es Pakistán. Y para poder hacer esto tenemos que esforzarnos, unirnos en la estrategia.
Otra política es cómo combinar las preocupaciones ambientales con el turismo promocional.
Tengo un fuerte compromiso con el medio ambiente, pero me doy cuenta de que es posible expandir la inversión y el turismo en áreas de México sin dañar el medio ambiente.
Y el otro es establecer una política pública para poder revisar cotidianamente nuestras ventajas comparativas o situación comparativa respecto a otros países en varias áreas. Comprendo muy bien la situación fiscal, y estoy seguro que el Secretario de Hacienda escuchará con gran interés este tema de doble impuesto. Estoy seguro de que tiene un muy buen argumento para discutir eso.
Pero para poder estar bien en el Gobierno necesitamos igualar nuestras condiciones a las mejores condiciones del mundo, para poder fomentar la inversión extranjera en México.
Podemos observar, por ejemplo, que tenemos ciertos problemas con los costos de los energéticos en México, y digo, bien, podemos igualar el precio internacional de energéticos, por ejemplo, para poder equilibrar nuestra participación.
Con el problema de los impuestos, necesitamos equiparar el promedio, al menos, de los impuestos de nuestra competencia en varios países.
Yo no puedo competir, por ejemplo, en términos salariales contra China, pero sí tengo claras ventajas respecto a cualquier país asiático. Por ejemplo, tenemos el mismo horario que los Estados Unidos, y por ejemplo, para su negocio es claro que los mexicanos son claramente más competitivos para ofrecerles servicios en los Estados Unidos. Así es que México tiene una clara ventaja, y tenemos que trabajar sobre eso.
Por supuesto, creo que la mejor política para combatir el crimen es crear empleos para la gente, y de hecho es exactamente lo que estamos tratando de hacer, y el problema es que tenemos que romper el círculo en ese sentido. Esa percepción de que el crimen en México está dañando las inversiones, y la falta de inversiones está dañando el desempeño de nuestra economía, tenemos que romperla.
Al mismo tiempo, tenemos una serie de ventajas por vivir junto al mercado más grande en el mundo, incluso en esta época que está viviendo los Estados Unidos, pero, al mismo tiempo tenemos ciertos problemas que provienen de esta situación en particular. Tenemos al lado nuestro al mayor consumidor de drogas en el mundo. Entonces, tenemos los mayores problemas relacionados con el crimen organizado, y en relación a drogas.
El punto que quiero señalar es que estamos trabajando arduamente para resolver ese punto. Y sería un placer estar, incluso, en contacto directo con usted, y voy a pedir a Bruno que concierte una reunión aquí o en México, porque mi política es que necesitamos atender a los inversionistas extranjeros personalmente. Y necesitamos corregir todo lo que sea posible para poder crear y promover más inversión extranjera en México.
Nuestra meta es transformar a México en el mejor lugar para invertir en el mundo. Y como usted mencionaba, tenemos inmensas ventajas en México. Y gracias por sus palabras, pero creo que estoy de acuerdo con usted. Un aspecto sumamente crucial, para cualquier economía, es fundamental el liderazgo en el Gobierno para orientar la economía hacia el libre mercado y la competitividad.
Segundo, estoy de acuerdo con usted, tenemos un muy buen equipo económico, probablemente uno de los mejores del mundo, y esto puede ser muy saludable en tiempos tan difíciles
como estos.
Y en tercer lugar, de nuevo, estoy de acuerdo con usted respecto al tequila. Y alguien dijo que la cerveza mexicana es la mejor del mundo.
Pero déjenme decirles que hay otras ventajas que nos damos cuenta que son sumamente importantes en este momento.
En una economía global tenemos una posición estratégica, tenemos 11 mil kilómetros de litorales, tenemos costas con el Pacífico, costas con el Atlántico, conexiones directas con Asia, con todas las economías del Pacífico, conexiones directas con Europa, con la costa este y oeste de Estados Unidos, con el centro de la economía, porque somos un país latinoamericano y eso nos enorgullece.
Así que nosotros podemos ser el eje crucial o estratégico de la economía global, y para lograrlo estamos mejorando la logística de nuestro país para resolver los problemas de infraestructura.
Creo que México tiene una tremenda oportunidad, tenemos gente muy joven, la edad promedio es de 28 años en México, un país muy joven.
Miramos hacia el futuro con esperanza. Y estamos trabajando muy duro para salir adelante. México está impulsando su economía, y seremos no sólo un mercado sumamente competitivo, sino también, como mencioné, una de las economías del mundo más grandes y prósperas en la próxima década. Y estamos trabajando sobre eso.
Muchas gracias a todos.

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