Las columnas
políticas, hoy domingo 13 de septiembre de 2015 …
TEMPLO MAYOR/Reforma
CUENTAN que la suerte del gobierno federal ha cambiado de manera súbita en las últimas semanas, pero no por el azar… sino por mano negra.
SEGÚN se quejan ya varios jueces y magistrados, desde el Consejo de la Judicatura Federal les han estado apretando las tuercas para “convencerlos” de que otorguen resoluciones favorables a las causas gubernamentales.
LA GRAN DUDA es si en esto tendrá algo que ver Martha María del Carmen Hernández, quien se convirtió en consejera de la Judicatura luego de haber sido colaboradora de Enrique Peña Nieto en el gobierno del Estado de México. ¿Será?
TAL VEZ la priista Claudia Pavlovich debería darse una vuelta por el hipódromo, porque en lo que se refiere a los poderes de Sonora, le pegó ¡a la trifecta!
PRIMERO, le arrebató el Ejecutivo al PAN; luego el PRI se llevó la mayoría en el Legislativo y ahora tendrá el control del Judicial.
ESO SE DEDUCE luego de la renuncia de Juan Sebastián Sotomayor Tovar como presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
LLEGÓ AL CARGO en noviembre de 2012, pero de inmediato fue cuestionado por carecer de cédula profesional y por ostentar un título presuntamente falso como abogado. De hecho, Sotomayor no rindió protesta ante el Congreso, sino “por escrito”.
LO QUE se dice en Hermosillo es que su salida formó parte de las negociaciones entre el equipo de Pavlovich y el panista Guillermo Padrés, cuyo sexenio acabó ayer.
LLAMÓ la atención que uno de los funcionarios recién nombrados por Miguel Ángel Osorio Chong en la Secretaría de Gobernación, Ricardo Bucio, no estuvo en la ceremonia en la que se presentó al nuevo equipo.
SEGÚN ESTO el flamante titular del Sistema Nacional de Atención Integral de Niñas, Niños y Adolescentes anda de “comisión” en Europa.
ESO EXPLICARÍA, dicen, que a pesar de tener un nuevo nombramiento, no haya renunciado a la presidencia del Conapred.
Y ES QUE, por muy versátil que sea un funcionario, nadie puede repicar la campana… y andar en la procesión.
HACE UNOS DÍAS, la Fundación Carlos Castillo Peraza recordó el 15 aniversario luctuoso del ex dirigente nacional del PAN y entregó los premios “Identidad y Esperanza” a panistas distinguidos.
UNO DE los galardonados fue el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, quien recibió el reconocimiento como el mejor mandatario panista del país.
DESPUÉS de que fue entregada la presea, el hijo del ideólogo panista, Julio Castillo, recordó cómo allá en el 2009 el entonces dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, hablaba de “guanajuatizar al PAN” para “guanajuatizar al país”.
Y EN ESAS ESTABA cuando alguien le dijo que estas son otras épocas, en las que el PAN más que guanajuatizarse se está “poblanizando”. ¿Será?
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Bajo Reserva/El
Universal
PRI y PAN, Kramer vs. Kramer
Desde la dirección del PAN y su bancada en el Senado viene una campaña
contra el PRI, que emulará la famosa película de finales de los 70, Kramer vs.
Kramer, para endilgarle a los priístas la paternidad de la corrupción. En este
caso, nos explican, no se pelearán por la custodia de un hijo, como ocurre en
la cinta. Al contrario, se van a lanzar toda suerte de acusaciones sobre la
paternidad de la corrupción en el país. El acuerdo entre el líder panista
Ricardo Anaya y su coordinador en la Cámara de Senadores, Fernando Herrera, es
echar a andar una campaña para achacarle al priísmo todos los males de los
actos corruptos en México. Pero desde el lado del grupo parlamentario del PRI,
bajo el mando de Emilio Gamboa, se preparan para usar los moches, las riquezas
inexplicables de algunos líderes azules y la buena estrella financiera de los
hijos de Marta Sahagún, para responder. Sobre esta guerra de lodo, deberán
aprobar el Paquete Económico 2016, nos comentan.
Veneno del alacrán duranguense
Candente y con veneno del famoso alacrán duranguense se está poniendo la
sucesión en el estado. Faltan un par de meses para que se desate la contienda,
pero los aspirantes andan a todo lo que dan. Nos cuentan que el primer apuntado
para la candidatura del PAN es el senador José Rosas Aispuro, quien también
anduvo peleando la presidencia de la Mesa Directiva del Senado. Por el PRI, el
alcalde de la capital, Esteban Villegas, y la senadora Leticia Herrera se están
poniendo al frente. Pero la sorpresa la puede dar Movimiento Ciudadano con el
ex panista Manuel Espino, quien al menos tiene fama por su restaurante en el
centro de la capital del estado. Nos comentan que en la pelea por las
candidaturas habrá veneno de alacrán. Claro, políticamente hablando.
Desbalagados en
Bucareli
Algunos funcionarios de la Secretaría de Gobernación andan muy ocupados y
no precisamente en labores de política interna. Es el caso del delegado de
Bucareli en el Distrito Federal, Javier Mendoza, quien organizó un desayuno con
representantes de varias organizaciones sociales afines al PRI. La
invitación a los líderes se hizo a nombre de don Javier y se llevó a cabo este
sábado en un salón de eventos sobre Calzada Misterios, al norte del la ciudad
de México. Pero para evitar los malos pensamientos, nos explican, el anfitrión
no llegó y envió a su segundo, Manuel Cuevas, quien anunció que Mendoza está
muy animado y por ello ahora se dará a la tarea de crear la agrupación
denominada Vamos por Más, que busca el acercamiento con los capitalinos.
¿Estarán pensando en el 2018? ¿Ya les dio permiso su jefe Miguel Ángel Osorio
Chong?
Elena robó cámara
La escritora Elena Poniatowska conectó con muchos jóvenes universitarios
que se dieron cita en el Encuentro Internacional de Periodismo, organizado por
EL UNIVERSAL con motivo del arranque de los festejos de su centenario
(1916-2016). La periodista ponderó el ejercicio de diálogo e intercambio de
ideas entre periodistas de distintas casas editoriales y además robó cámara en
sus dos visitas al foro y en su ponencia del viernes por la mañana. Decenas de
jóvenes, que acudieron al encuentro, no perdieron ni un instante para pedirle
autógrafos y tomarse selfies con ella. Poniatowska, como siempre amable y
jocosa, accedió a las peticiones de los estudiantes, posó y sonrió en cada una
de las tomas. Apapachó, pues, a los muchachos y se dejó querer. ¡Muchas
gracias, Elenita!
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JUGUETES DE LOS
DIPUTADOS/Editorial El Universal
El ambiente reinante en la Cámara de Diputados parece ajeno a la realidad
actual de nuestro país. Pese a estar entre los funcionarios peor evaluados por
la ciudadanía, los diputados parecen no entender la exigencia social de
austeridad gubernamental, ni el hecho de que los tiempos que corren obligan a
toda la clase política a reformarse y depurarse.
Con el inicio de la LXIII Legislatura, las principales bancadas en San
Lázaro comenzaron por estos días la negociación para hacerse de las
presidencias de las 15 comisiones legislativas más codiciadas e importantes, en
términos políticos, por las reformas que ahí han de aprobarse. Entre ellas está
la de Presupuesto y Cuenta Pública, la de Hacienda, de Seguridad Pública,
Defensa, Marina, Gobernación, Justicia, Energía, Comunicaciones, Radio y
Televisión, y Desarrollo Social.
Esta “negociación” en realidad es una abierta y frontal disputa, y se
debe a que quienes encabezan dichos órganos legislativos reciben distintos
privilegios, como oficinas adicionales, secretarios técnicos, asesores, coche,
celulares y “apoyo para gestión administrativa” —es decir más dinero con cargo
a los contribuyentes—, además de la relevancia mediática que da a un diputado y
a su partido estar en primera fila del debate de leyes transcendentales.
En otras palabras, esta pugna entre bancadas se limita sólo a la
obtención de prerrogativas, recursos públicos, poder político y presencia en
los medios, y no esta motivada, como debiera ser, por una búsqueda genuina de
llevar cabo un trabajo legislativo profesional. Además, las prerrogativas
adicionales no deberían existir dado que esta clase de tareas específicas
forman parte de la responsabilidad inherente a cualquier actividad legislativa.
De hecho, no es secreto que el grueso de los integrantes de las cámaras lo que
hacen es votar conforme les instruye su respectivo coordinador parlamentario.
Además está el afán de los partidos de mantener los 56 órganos
legislativos hoy existentes, pese a la evidente necesidad de una disminución de
éstos como parte de una política de austeridad coincidente con la impulsada por
el gobierno federal. Y no se trata, como pudiera pensarse, de invalidar el
trabajo o la causa social de algunas de estas comisiones, sino de poner un alto
a la “comisionitis” de los diputados, que en la primera oportunidad anuncian la
creación de tal o cual organización especial para atender casos que al final
nunca resuelven. Cada escándalo viene acompañado con su comisión legislativa
que, contrario a la práctica estadounidense, carece de la capacidad para juzgar
a los involucrados ante la opinión pública.
Es urgente que el Congreso se sume a las propuestas de austeridad del
ejecutivo federal y locales. Es por un tema económico pero también de
eficiencia. El que mucho abarca poco aprieta. ¿Es necesario gastar en
comisiones sin resultados cuando el Legislativo tiene cientos de iniciativas
pendientes de destrabar? Mejor que se aboquen los diputados a hacer bien pocas
cosas, en vez de intentar —y fracasar— hacer muchas.
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FRENTES
POLÍTICOS/Excelsior
I.Negociación. Los temas son tan diversos como complicados. Pero nuestros
legisladores los sacarán adelante, iniciando con el Paquete Económico 2016.
Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional del PRI, admitió que la propuesta
tiene mucho margen para ser fortalecida. Se las sabe todas. Se reunió en
privado con los organismos del Consejo Coordinador Empresarial y les reconfirmó
que el gobierno presentó un paquete económico responsable. Manlio jugará un
papel importante para aprobarlo. Estas reuniones con Gerardo Gutiérrez
Candiani, líder de los empresarios, y Emilio Gamboa Patrón y César Camacho, los
coordinadores priistas en el Senado y en San Lázaro, respectivamente son la
muestra. Qué dar, qué no, negociar es su esencia.
II.El creativo. Jaime Rodríguez, El Bronco, gobernador electo de Nuevo
León, se topará con una deuda estatal de 66 mil millones de pesos y un estado
en condiciones deplorables, por la incapacidad de gobernantes, lo que, dijo, pondrá
a prueba su creatividad. “Está peor de lo que creí que estaba, admitió, hay un
desorden en el gobierno, hay una gran deuda. Los niños bonitos y los que fueron
creados con el marketing político están destruyendo a este país. Eso es lo que
pasa cuando se gobierna sin saber; que gobierne la meritocracia y no el hijo de
papi”, se explayó. Muy fresco su discurso. Sin ataduras. Le aplaudirán. A ver
si como roncas duermes, dirían en el México bronco, Bronco.
III.Para el optimismo. Las cifras siempre son mensajes directos,
inocultables. Y es su deber valorarlas. El repunte del empleo es buena noticia
difundida por el Instituto Mexicano del Seguro Social, a cargo de José Antonio
González Anaya. Uno de los indicadores más preciso y confiable reportó, que se
mantiene la generación de plazas de trabajo al alza en agosto, con la creación
de 72 mil 359 puestos laborales, un aumento de 14 mil 670 nuevos empleos
comparado con agosto de 2014. Un aumento de 13 mil 626 puestos más que el
promedio registrado en los agostos de los diez años previos. Muy cierto, las
cifras callan a los pesimistas que no reconocen avances.
IV.Los reventadores. Gabino Cué, gobernador de Oaxaca, detalló que para
este 15 de septiembre hay más de cuatro mil elementos policiales desplegados
por la presencia de la Sección 22, tras el anunció de bloqueos. En el colmo,
los maestros disidentes pretenden bloquear, además, accesos a centros
comerciales. Y como siempre, el despliegue policial inútil de efectivos
federales, municipales y Gendarmería. Ah, pero eso sí, el operativo es
meramente preventivo, pues se trata de únicamente resguardar la seguridad y
patrimonio de los comercios. Esos profesores únicamente muestran desdén por las
instituciones, violentan la paz y atentan contra todo. ¿Cuándo se terminará
esta historia?
V.Fango. Leticia Salazar, alcaldesa de Matamoros, prefirió viajar a Nuevo
Laredo por carreteras tejanas ante lo inseguro de las carreteras fronterizas
mexicanas. Pide regrese la policía local ante la inseguridad en Matamoros.
Calificó de insuficiente el resguardo que brinda a su ciudad, por lo que pugna
por el retorno de municipales. Irónica vida. Necesita al menos mil elementos
para cubrir todo Matamoros, indicó, sin embargo, apenas cuenta con 250.
Recuérdela. Es la panista impune luego de que cuatro jóvenes estadunidenses
murieron a manos del grupo policiaco creado por ella misma. Violencia genera
violencia.
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que una mujer será la encargada de encabezar la ceremonia del Grito en la
cuna misma de la Independencia de México.
Se trata de Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial
y Urbano, quien estará en Dolores Hidalgo, Guanajuato, la noche del 15 de
septiembre en representación del presidente Enrique Peña Nieto.
Que el Estado mexicano debe responder antes del 15 de septiembre a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) respecto de la labor y el
informe presentado por el grupo de expertos, cuando además solicita una
ampliación de su mandato.
El nuevo peritaje en el basurero de Cocula no tardará mucho tiempo,
porque parte de lo que Francisco Cox y Carlos Beristáin hablaron el viernes con
la procuradora Arely Gómez es que los especialistas internacionales
participarán en ese nuevo análisis.
Que no existe fecha aún para el encuentro entre Andrés Manuel López
Obrador y el dirigente de la sección 22 de la CNTE, Rubén Núñez, con el fin de
coordinar acciones contra la reforma educativa.
Mientras, el que seguirá activo es el recién nombrado secretario de
Educación Pública, Aurelio Nuño, quien además de acudir hoy domingo a la
ceremonia por el 168 aniversario de la gesta heroica de los Niños Héroes,
mañana visitará una escuela primaria en el Centro Histórico para mantener la
cercanía con los maestros, pero también para revisar las condiciones del
inmueble.
Que detrás de la paridad que tendrá el PRD con Morena en la Asamblea
Legislativa para buscar mantener el control de la aprobación de leyes y de la
asignación del presupuesto está el diputado Mauricio Toledo, quien fue el que
pactó las alianzas.
Avalado por el futuro
coordinador de los diputados perredistas, Leonel Luna, Toledo consiguió que los
representantes de PT, Panal y Partido Humanista se sumaran a su causa por la
necesidad de construir normas benéficas para los habitantes de la capital del
país.
De esta forma, Morena perderá en los hechos su tan cacareada mayoría,
pues además de que estará empatado 19-19, ha hecho todo para ganarse la
animadversión de los restantes nueve diputados de otras fracciones que no irán
en ninguna propuesta con el partido de López Obrador.
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Los 43 y la rentable
industria del desprestigio/Ricardo Alemán
El Universal
La del desprestigio político, la mentira, el engaño y el odio ya es una
de las industrias más rentables en México.
Es una industria que
lo mismo tira secretarios de Estado –como el titular de Conagua–, que obliga a la renuncia de jefes de instituciones que no pueden con
escándalos provocados por “hijos incómodos” –como el de Profeco–, y hasta crea
groseras patrañas como el supuesto ataque a la libertad de expresión, en el
crimen de la colonia Narvarte.
Pero la del desprestigio, la mentira, el engaño y el odio también es una
industria rentable para fines políticos, ideológicos y electorales, como el
caso de los 43 normalistas secuestrados y presuntamente asesinados.
En éste caso la novedosa industria fue tan eficaz que consiguió lo
impensable; hizo responsable al gobierno federal –a los ojos de miles de
ciudadanos–, de un crimen como el de Iguala, en donde los verdaderos
responsables son los políticos de Morena y del PRD y los culpables son
integrantes del crimen organizado.
Sin embargo, gracias a la eficacia de esa moderna industria, se hizo el
milagro de convertir en crimen de Estado un asesinato a manos de matarifes del
narcotráfico. Y el éxito de la nueva industria fue tal que hoy el gobierno
federal se tambalea a causa de un misil envenenado.
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN.
Y es que, como saben, la industria del desprestigio, la mentira, el
engaño y el odio tiene en la sensación y la percepción sociales sus principales
objetivos; a los que lanza verdaderos obuses envenenados que están muy lejos de
la realidad, pero que hacen más daño que la propia realidad.
Además, la industria del desprestigio, la mentira, el engaño y el odio
tiene en la moderna tecnología su principal herramienta de difusión. Nos
referimos a las redes sociales. Así, un misil envenenado con odio, mentira o
engaño logra el desprestigio social, intelectual, moral y hasta racial de un
ciudadano, un político o un gobernante, en cuestión de segundos.
Y no importa la seriedad, la validez o despropósito con el que fue
inoculado el misil; no importa si se trata de una patraña, una mentira o un
invento contra tal o cual ciudadano, político o servidor público. Lo que
importa es que pega directo en la sensación y la percepción sociales y –por ese
solo hecho–, el contenido del misil se convierten en realidad; por el sólo
hecho de circular en las redes sociales.
De esa manera, para las mayorías ciudadanas –y para los usuarios de
redes–, todo lo que circula en las redes es real, verídico y cierto. A pocos
les importa verificar la veracidad de lo que se dice en redes. Tiene valor y
validez porque lo mueven aquellos que suponen superioridad moral y ética.
Y en el nuevo circo todo marca no solo tendencia entre los usuarios sino
que construye sensación y percepción social. Como saben, la sensación es la
respuesta a un estímulo, en tanto la percepción es la primera aproximación al
conocimiento, a los hechos, las ideas, a través de los sentidos.
DEL FRUADE DE 2006 AL CRIMEN DE ESTADO DE 2015.
De esa manera, una campaña para desprestigiar, debilitar o tratar de
tirar adversarios, enemigos, contrincantes u odiados, no requiere más
explicación y más prueba que un tuit o un feis salidos de la supuesta o real
superioridad moral, política, ética o periodística. Y si tienen dudas, las
pruebas abundan.
La noche del 6 de julio de 2006 se construyó uno de los mitos más
espectaculares de la industria del desprestigio, la mentira, el engaño y el
odio. Los perdedores de siempre –perdedores en esa elección–, inventaron un
supuesto fraude que hoy –gracias a la sensación y la percepción social–, muchos
siguen creyendo. Algo parecido ocurrió con la elección de 2012 en donde misiles
engañabobos también hablaron de fraude. Hasta hoy nadie ha podido probar dichos
fraudes. Todo quedó en percepción estimulada por las redes.
Otro caso de proporciones escalofriantes –estimulado por burócratas del
Cisen, hoy despedidos–, es el de Tlatlaya, en donde según el juez de la causa
no existe una sola prueba de ejecución extrajudicial pero que no dictamina por
temor al juicio mediático. Resulta que Militares enfrentaron a criminales, a
los que mataron, pero hoy los uniformados son culpables mientras familiares de
los verdaderos criminales piden indemnización.
También producto de una venganza política fue el juicio mediático contra
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, a quien la industria del desprestigio, la
mentira, el engaño y el odio aniquiló, sin contar con una sola prueba. La misma
industria del descrédito fue empleada a favor de la conductora despedida por
MVS, quien pretendía convertirse en víctima y hasta trató de cobrar una fuerte
indemnización, gracias a un mecanismo similar; el de la victimización.
LOS 43 Y EL GOBIERNO PARALIZADO.
Pero el caso más exitoso de la industrias del desprestigio, la mentira,
el engaño y el odio es el de los normalistas de Ayotzinapa. Todos saben que el
alcalde de Iguala fue impuesto por AMLO y por el PRD. Todos saben que la
responsabilidad legal es del municipio y del gobierno perredista de Guerrero.
Pero hoy muchos no solo crucifican al gobierno federal sino que acusan que se
trató de un crimen de Estado.
¿Por qué razón se llegó a un estado de cosas que parece de locos?
1.- Porque la industria del desprestigio, la mentira, el engaño y el odio
–que está en manos del México bueno, ese que tiene en AMLO a su mesías–, ha
tenido un éxito rotundo; porque esa industria no solo es boyante sino que
parece incontenible y porque es una industria que se prepara para su mayor
éxito; 2018.
2.- Porque el gobierno federal, los gobiernos estatales y los partidos
políticos no solo son ignorantes de una tecnología y una metodología que no
entienden y no quieren entender, sino que no se han dado cuenta que viven la
metáfora de la rana y el agua tibia.
3.- Porque el gobierno de Enrique Peña Nieto fracasó rotundamente en la
estrategia de contención de la industria del desprestigio. Y fracasó porque no
existe una real estrategia de redes sociales y porque sus voceros no entienden
que no entienden nada de control de daños.
Basta ver la reacción del gobierno federal desde el momento que se
produjo la tragedia de Iguala, hasta hoy, para entender que son error tras
error, lo que ya es un horror.
A lo largo de un año nadie ha podido explicar a la sociedad que el
gobierno estatal y municipal son responsables, que el crimen organizado es
culpable y que no es un crimen de Estado.
Y si no pueden con eso, menos pueden con la nueva y exitosa industria. Al
tiempo.
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¿MANDATO?, PERITAJES…
Y NADA/Rafael Cardona
La Crónica
-“Mire usted esta belleza”. El grande embajador Rafael de la Colina con
su tono agudo y nasal ironizaba mientras caminábamos por el patio central de la
Organización de Estados Americanos en Washington. Apuntaba con un dedo
sarmentoso el balancín de un papagayo.
—“Así nos ven, como un país de guacamayas. Pero en fin… ya les trajimos
estas aves a la OEA…” y reía.
Hoy la OEA ya no es nada más patio de pajarracos de colorido plumaje cuya
alharaca llenaba la tarde junto al Potomac. Hoy es la de la casa de la
conciencia, gracias a la industrialización política de los Derechos Humanos y
al uso interno de la herramienta internacional para presionar y limitar los
poderes nacionales en un doble sentido: de dentro hacia afuera y del exterior
hacia el interior.
En el nombre de los Derechos Humanos (especialmente cuando se entienden a
la manera de la Comisión Interamericana) los gobiernos dejan de gobernar (o
gobiernan arbitrados por los apéndices) y las autoridades legalmente constituidas
se miran desplazadas por otros “mandatarios”.
Ufanos y altivos, arropados por la consagrada inmunidad de sus cargos los
”expertos” destacados para formar una múltiple y diversa Comisión Independiente
en el Caso Iguala, anuncian, con el beneplácito del arrinconado gobierno
mexicano, la extensión de su “mandato” (en algún oscuro rincón del inconsciente
se alojó la palabra mandato, cuando se debió decir asesoría).
Mientras los sabios, los peritos de toda pericia, los expertos de toda
experiencia actúan con el escudo de los DH, los opositores políticos declarados
del gobierno, se suman al coro de crear una fiscalía internacional cuya sola
propuesta anula de plano la utilidad real del trabajo previo.
—No nos dejen solos, dijo una quejumbrosa Juana de Arco en el Senado de
la República mientras entornaba los ojos al cielo americano.
Sin embargo y a pesar de las repercusiones mediáticas y políticas, el
trabajo de los “expertos” y su costosa indagatoria, no ha servido para decirnos
cómo ocurrieron las cosas, sino para descalificar una investigación abierta y
no concluida. Nos han dicho: esto no fue así, pero no han logrado decir cómo
fue.
—Los investigadores piden investigar. ¿Te lo cuento otra vez?
El gobierno mexicano, puesto contra las cuerdas por una opinión publicada
con notable sesgo e intención, ha puesto en la cárcel a más de cien personas,
algunas de las cuales ya se acogen al infalible expediente de haber sido
torturadas para arrancarles confesiones a modo, con lo cual el círculo vicioso
se amplía.
Los detenidos se convierten en víctimas y la investigación se desvirtúa
en favor de una prolongación de pesquisas de aquí a la eternidad, como decía
aquella hermosa película en cuyo título se cifra el infinito del amor. Pero
estos no son asuntos de amor, sino de política. De alta política.
La nueva conformación del poder en el mundo globalizado nos obliga en
cierto modo a agradecer las intervenciones extranjeras. La economía de Grecia
se corrige desde Berlín (si eso fuera corregir); la legalidad y la justicia de
Guatemala se decide por la ONU y los desaparecidos de Iguala son asunto de la
OEA en obligada coordinación con el gobierno mexicano cuya actitud diplomático-judicial
es altamente flexible y adaptable.
Por eso la procuradora Arely Gómez le dice sí a todo.
Sí al informe de la CNDH en el cual se señala una treintena de omisiones,
imprecisiones y errores en la obra de su predecesor; sí al informe de los
expertos extranjeros; sí a la ampliación de su mandato (¿?); cómo no, cuando
los senadores analizan la petición de una fiscalía internacional y así hasta la
eternidad en el infinito trabajo de crear comisiones, grupos, “colectivos”,
asociaciones, cuya utilidad a fin de cuentas jamás servirá para esclarecer a
fondo y definitivamente los hechos y presentar a los responsables de ellos,
pero sí para mantener viva la materia de una actividad política con muchas
derivaciones incluso electorales.
Lo demás, es lo de menos. Como en aquel vespertino patio de guacamayas en
la OEA.
Pero por lo demás deberíamos estar agradecidos con la OEA y la
globalización política. Nos permitiría, bien entendida, ahorrarnos el gasto del
gobierno. No tiene sentido un oneroso sistema para la gobernanza cuando a fin
de cuentas son otros quienes mandan.
Podríamos desmantelar la PGR y dejar al arbitrio de la OEA todo el
aparato de procuración justiciera. No tiene caso una fiscalía nacional cuya
labor se ve constantemente descalificada. Sería mejor darles a ellos la
responsabilidad constitucional, pagarles “por fuera” (como ahora) y pedirle a
la simbólica nueva PGR una labor de calificación de cuanto hagan los foráneos.
Cambiar los papeles, pues.
Lo mismo se podría hacer con el sistema electoral: no tiene sentido
legitimar los cargos públicos mediante elecciones democráticas, si cualquiera
les impone ofendas y sustituye en la vía de los hechos a los funcionarios del
gobierno. Descalificados se vuelven rehenes y a veces esclavos de dictámenes
ajenos.
Si ya las autoridades hacendarias y del Banco de México no son sino
obedientes operadores de los dictados del Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial, perfectamente se puede reducir el gobierno hasta convertirlo en
una entidad simbólica cuya función sea meramente administrativa de los residuos
de una estructura asentada en el ya casi desaparecido concepto del Estado.
Ya son demasiados campos en los cuales el “Estado”, no “está” o esta
desvanecido, atribulado ausente, inoperante, atrapado, arrinconado y
descalificado. ¿Todo en beneficio de quién, a fin de cuentas?, de un sistema
neoliberal cuyos resultados planetarios son absolutamente inadmisibles.
Si en lo económico provenimos del “Consenso de Washington”, en lo social
y lo político nos regimos por “la conciencia de Washington”.
Ideológicamente el Estado se ha anegado en las aguas del pragmatismo
concentrador, capitalista a ultranza y sometido en todos los flancos.
Y cuando en medio de ese deshilachamiento el Estado funciona mal por su
propia incapacidad o porque su estructura misma no se ajusta a las verdades
previas (como ocurrió con Murillo Karam en Iguala) y entonces se comprueba la
tesis prefabricada.
Se refuta todo y se inicia el camino de regreso. Se le exige a quien se
ha descalificado, una nueva ruta pero esta vez bajo los dictados de los
“expertos” y sus promotores.
La justicia como maquila; los organismos sociales internos y externos,
como inspectores de la calidad.
A eso le he llamado la espiral de las verdades, cuya volatilidad la
exhibe, bifronte, como la espiral de las mentiras, así las buenas conciencias
les adjudiquen a sus representantes (y sólo a ellos) el compromiso con la
certeza.
Cualquiera miente menos los consagrados por la verdad “internacional”.
Ellos son ciertos, sinceros, infalibles, puros y están por encima de las
humanas pasiones.
Otro tanto ocurre, en el caso de Narvarte, en la ciudad de México. Paso a
paso la versión “correcta” se viene abajo. Un asunto de drogas (como al parecer
había también en Iguala y la cacería de los autobuses robados en alguno de los
cuales se ocultaba una fortuna en heroína) se quiso hacer ver como una
encarnizada labor veracruzana contra la libertad de expresión o la libertad a
secas.
Pero cada día se aclara el perfil de los protagonistas y para no
calificarlos con las palabras exactas, especialmente a una de las mujeres cuya
alma ojalá descanse como no pudo hacerlo su cuerpo vejado y roto, valdría
alejar el asunto de los terrenos de la política.
Fue un abominable caso de cinco homicidios. Cinco personas alevemente
asesinadas para cuyos autores se exige todo el castigo legal posible.
Y punto.
*MANDATO (RAE).- Orden o precepto que el superior da a los súbditos
(entre otras muchas acepciones). Y uno se pregunta, ¿son los señores de la
CIEI, superiores a las autoridades mexicanas? ¿Ya somos súbditos de un grupo de
“expertos”?
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El documento histórico/Juan Bustillos
Impacto, 13 de septiembre de 2015'
Sensatez, paciencia y nacionalismo evitaron que el contrato 2013-2015 se mantuviera por dos años más, algo que no permitiría a Pemex ahorros vitales para revertir, cuando menos, la caída de la producción de crudo
El país no se puede permitir un solo día con el gremio petrolero en paro… y menos con su nunca vista protesta callejera
Para las Clementinas que, desde el jardín en donde Dios las puso, cuidaron todo
Minutos antes de iniciar el jueves 10, el país se libró de lo que podría ser una de las calamidades mayores del sexenio, histórica, por cierto, y apocalíptica en el contexto creado a Pemex por la Reforma Energética, que obliga a la ahora Empresa productiva del Estado a competir en el mercado en condiciones de igualdad, sin su antigua condición de monopolio: La huelga.
O, en el mejor de los casos, que, en términos reales, nada tendría de positivo, pues generaría incertidumbre en la base trabajadora, en la opinión pública y en los inversionistas; ante la falta de arreglo entre empresa y sindicato, la autoridad laboral habría decretado, o no, una prórroga más, o la vigencia del Contrato Colectivo de Trabajo por dos años más, posponiendo, por ese tiempo, cualquier modificación en el esquema de pensiones y otros temas vitales, amén de que se habrían perdido muchos acuerdos relacionados a la adecuación del contrato conforme a la nueva ley de Pemex, iniciativas para incrementar la eficiencia y productividad en el nuevo contexto de mercado abierto, así como beneficios para los trabajadores.
Antes de las cero horas del jueves, el documento con las firmas de Carlos Romero Deschamps y Emilio Lozoya fue entregado a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; así, el país, sin siquiera enterarse, porque los medios estaban atentos a problemas plagados de juegos artificiosos, como la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, pudo respirar tranquilo.
SIN PETROLEROS Y CON VIDEGARAY DE NERVIOS
Apenas el pasado 16 de agosto me preguntaba aquí qué sería del país con un día sin petroleros, es decir, un escenario de catástrofe que no es ocioso esbozar a grandes rasgos: Las banderas rojinegras en las puertas de todas las instalaciones de Pemex o, en el menos catastrófico de los casos, la extensión de la vigencia del Contrato Colectivo de Trabajo 2013-2015, que mantendría por dos años más condiciones que no permitirían a Pemex ahorros vitales para invertir en exploración para revertir, por lo menos, la caída de la producción de crudo.
¿Catastrofista? Realista, aunque no exhaustivo: Millones de mexicanos en largas filas esperando el combustible para realizar con normalidad su vida diaria.
Peor aún, con Luis Videgaray sin poder conciliar el sueño de tanto pensar, en Hacienda, sobre el futuro del país, el caminar del gobierno Peña Nieto en los siguientes tres años y, lo menos relevante, su destino personal, mientras sus desesperados actuarios se arrancarían los pelos manejando cifras en el aire porque ¿de dónde sacar recursos para compensar la ausencia de los que, aún con una producción menguada al extremo y con precios internacionales en el suelo, aporta Pemex vía impuestos y utilidades?
Las ocurrencias de los economistas para compensar la falta de dinero son siempre las mismas, pero de aplicación suicida para el gobierno: ¿Incumplir la promesa presidencial de no más cargas impositivas, nuevas o ampliar las existentes? ¿Generalizar y mover al alza el tema tabú del IVA o acudir a usureros extranjeros?
El país no se puede permitir un solo día con el gremio petrolero en paro, decía un mes atrás.
Imposible esbozar a detalle las consecuencias, pero habría que agregar, por lo menos, la nunca vista protesta petrolera en la calle.
Peor aún, ¿cómo evitar la infiltración, en su movimiento, de los conspicuos provocadores encapuchados cuya existencia, origen y guaridas conoce el gobierno, pero al que cotidianamente sorprenden violentando movilizaciones que intentan ser pacíficas? ¿Cómo cerrar los oídos a quienes aprovecharían la dorada oportunidad puesta en bandeja de plata para usufructuar un justo movimiento reivindicador de derechos laborales a favor de intereses políticos partidistas bien conocidos, enemigos del gobierno de Peña Nieto?
Y si el país no puede permitirse un día por lo demás inimaginable, menos los muchos que duraría, quizás semanas, una negociación presionada por los intereses internacionales que se abatirían sobre la Empresa Productiva del Estado, deseosos de que en la competencia por el usufructo de los recursos naturales nacionales participe con debilidad más extrema aún.
GRAN PASO A LA ESTABILIDAD
Aquel domingo 16 nos referimos a la segunda prórroga, dado que la primera había fracasado en las negociaciones del Contrato Colectivo de Trabajo 2015-2017, que incluye un nuevo esquema de pensiones, acorde a la expectativa de vida.
Impresiona que en un escenario de incertidumbre económica, en la que el Congreso se dispone a aprobar un recorte en el gasto del gobierno superior al de 124 mil millones de pesos (62 mil millones a costillas de Pemex), que fue una medida imprevista para enfrentar la emergencia; con el precio del dólar por las nubes; la producción y el precio internacional del petróleo en el peor de sus momentos, y en el que la única buena noticia es el control de la inflación, nadie se percatara, en especial los medios de comunicación, partidos políticos y grupos de todo tipo dispuestos a aprovechar cualquier pretexto para colocar al gobierno contra la pared, que, el miércoles pasado, la familia petrolera dio un paso decisivo para garantizar la estabilidad económica y política del país.
Y que no concedieran noticia a la firma del Contrato.
No obstante, una vez más, Carlos Romero Deschamps y Emilio Lozoya, montados en la realidad, encontraron la manera de subordinar los intereses de los trabajadores y de Pemex a los del país.
Antes de la medianoche pactaron el acuerdo, entraron en acción los grupos negociadores, redactaron los puntos conciliadores y, una vez recabadas todas las firmas, se dirigieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que recibió el Contrato Colectivo de Trabajo 2015-2017.
LAS TRES DISYUNTIVAS
Es un documento histórico el recibido esa noche por el árbitro federal en materia laboral; como ya quedó asentado, si el director de Pemex y el dirigente del gremio petrolero no se hubiesen puesto de acuerdo antes de la medianoche quedaban tres disyuntivas, cada una de catástrofe: Una nueva prórroga (la tercera, algo nunca visto en la historia de la empresa petrolera), que la Junta podría validar o no; en caso negativo, quedaría la puerta abierta para el estallido de la huelga o, en el mejor de los casos, extender por dos años más el Contrato vigente.
Cualquier alternativa tendría consecuencias desastrosas no sólo en la vida interna de la Empresa Productiva del Estado, sino en la economía y la política nacionales.
Simplemente, modificaría los planes del Presidente Peña Nieto y los cálculos del secretario de Hacienda, Luis Videgaray; en cambio, con la mal valorada paz laboral que priva en Pemex, el gobierno puede seguir haciendo frente a las consecuencias de la volatilidad económica con origen interno y en el extranjero, sin un elemento adicional que nulificaría cualquier estrategia normal o de emergencia.
Para decirlo de otra manera, sin normalidad en Pemex, no obstante las circunstancias que atraviesa la industria petrolera, el resto no funcionaría.
El riesgo para el país y el gobierno se esfumó en la segunda ronda de negociaciones del miércoles; la primera, matutina, culminó sin acuerdo ni certeza de que habría una más, y definitiva; no obstante, a las 18:00 horas, Lozoya y Romero Deschamps se reunieron de nueva cuenta y, después de largas deliberaciones, pactaron un incremento salarial de 3.99 por ciento y 1.75 por ciento a las prestaciones.
Ese miércoles fue el último día de tensas negociaciones cuyas vicisitudes a lo largo de varias semanas, en las que ya se habían declarado y agotado dos prórrogas para el estallido de huelga, no son reflejadas en la redacción del comunicado oficial porque empresa y sindicato prefirieron, una vez puestos de acuerdo, dejar atrás el alarmismo:
“Lozoya señaló que con este acuerdo se refrenda el compromiso, de ambas partes, por fortalecer las acciones encaminadas a la transformación de Pemex para ser más eficiente y competitiva, y así, afrontar de manera unida los retos derivados de un mercado abierto.
“A su vez, Romero Deschamps resaltó la disposición de los trabajadores para enfrentar los cambios que impulsa la empresa y refrendó la voluntad de la organización sindical para trabajar en conjunto con la administración en un marco de respeto a los derechos de los trabajadores”.
Atrás de este lenguaje bien cuidado está la lucha entre empresa y sindicato; una, atenazada por la Secretaría de Hacienda y en busca de la mejor manera de ser viable en un contexto en el que dejó de ser monopolio, y el otro luchando por evitar que el costo del nuevo juego dispuesto por la Reforma Energética corra a cargo de los trabajadores.
Al final, Romero Deschamps y Lozoya encontraron la fórmula de evitar al país, y al Presidente Peña Nieto, un problema de consecuencias inimaginables, dado que, más allá de los discursos, la economía nacional continúa descansando sobre Pemex, pese a la caída en la producción y precio internacional del crudo, ambas causas ajenas a la administración de Lozoya y a los trabajadores.
Ambos negociadores requirieron grandes dosis de sensatez, paciencia y nacionalismo, aunque se escuche ramplón.
Era previsible, y hasta los necios lo pueden advertir, que de imponerse la intransigencia en cualquiera de las partes, Pemex habría sufrido un quebranto mayúsculo, que se reflejaría en el presupuesto federal que debatirá y aprobará, en su caso, la Cámara de Diputados, amén de las consecuencias políticas inherentes a la parálisis o inoperancia de la empresa más importante del país, que sostiene las finanzas nacionales y garantiza estabilidad política.
La noche del miércoles, Lozoya estuvo en condiciones de informar al Presidente Peña Nieto que Pemex no sumaría uno más a los graves problemas que enfrenta el gobierno, y, al día siguiente, el senador Romero Deschamps se reunió con el pleno de secretarios generales del sindicato a confirmar el cumplimiento de la promesa presidencial de que la Reforma Energética no lesionará los derechos de los trabajadores.
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El documento histórico/Juan Bustillos
Impacto, 13 de septiembre de 2015'
Sensatez, paciencia y nacionalismo evitaron que el contrato 2013-2015 se mantuviera por dos años más, algo que no permitiría a Pemex ahorros vitales para revertir, cuando menos, la caída de la producción de crudo
El país no se puede permitir un solo día con el gremio petrolero en paro… y menos con su nunca vista protesta callejera
Para las Clementinas que, desde el jardín en donde Dios las puso, cuidaron todo
Minutos antes de iniciar el jueves 10, el país se libró de lo que podría ser una de las calamidades mayores del sexenio, histórica, por cierto, y apocalíptica en el contexto creado a Pemex por la Reforma Energética, que obliga a la ahora Empresa productiva del Estado a competir en el mercado en condiciones de igualdad, sin su antigua condición de monopolio: La huelga.
O, en el mejor de los casos, que, en términos reales, nada tendría de positivo, pues generaría incertidumbre en la base trabajadora, en la opinión pública y en los inversionistas; ante la falta de arreglo entre empresa y sindicato, la autoridad laboral habría decretado, o no, una prórroga más, o la vigencia del Contrato Colectivo de Trabajo por dos años más, posponiendo, por ese tiempo, cualquier modificación en el esquema de pensiones y otros temas vitales, amén de que se habrían perdido muchos acuerdos relacionados a la adecuación del contrato conforme a la nueva ley de Pemex, iniciativas para incrementar la eficiencia y productividad en el nuevo contexto de mercado abierto, así como beneficios para los trabajadores.
Antes de las cero horas del jueves, el documento con las firmas de Carlos Romero Deschamps y Emilio Lozoya fue entregado a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; así, el país, sin siquiera enterarse, porque los medios estaban atentos a problemas plagados de juegos artificiosos, como la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, pudo respirar tranquilo.
SIN PETROLEROS Y CON VIDEGARAY DE NERVIOS
Apenas el pasado 16 de agosto me preguntaba aquí qué sería del país con un día sin petroleros, es decir, un escenario de catástrofe que no es ocioso esbozar a grandes rasgos: Las banderas rojinegras en las puertas de todas las instalaciones de Pemex o, en el menos catastrófico de los casos, la extensión de la vigencia del Contrato Colectivo de Trabajo 2013-2015, que mantendría por dos años más condiciones que no permitirían a Pemex ahorros vitales para invertir en exploración para revertir, por lo menos, la caída de la producción de crudo.
¿Catastrofista? Realista, aunque no exhaustivo: Millones de mexicanos en largas filas esperando el combustible para realizar con normalidad su vida diaria.
Peor aún, con Luis Videgaray sin poder conciliar el sueño de tanto pensar, en Hacienda, sobre el futuro del país, el caminar del gobierno Peña Nieto en los siguientes tres años y, lo menos relevante, su destino personal, mientras sus desesperados actuarios se arrancarían los pelos manejando cifras en el aire porque ¿de dónde sacar recursos para compensar la ausencia de los que, aún con una producción menguada al extremo y con precios internacionales en el suelo, aporta Pemex vía impuestos y utilidades?
Las ocurrencias de los economistas para compensar la falta de dinero son siempre las mismas, pero de aplicación suicida para el gobierno: ¿Incumplir la promesa presidencial de no más cargas impositivas, nuevas o ampliar las existentes? ¿Generalizar y mover al alza el tema tabú del IVA o acudir a usureros extranjeros?
El país no se puede permitir un solo día con el gremio petrolero en paro, decía un mes atrás.
Imposible esbozar a detalle las consecuencias, pero habría que agregar, por lo menos, la nunca vista protesta petrolera en la calle.
Peor aún, ¿cómo evitar la infiltración, en su movimiento, de los conspicuos provocadores encapuchados cuya existencia, origen y guaridas conoce el gobierno, pero al que cotidianamente sorprenden violentando movilizaciones que intentan ser pacíficas? ¿Cómo cerrar los oídos a quienes aprovecharían la dorada oportunidad puesta en bandeja de plata para usufructuar un justo movimiento reivindicador de derechos laborales a favor de intereses políticos partidistas bien conocidos, enemigos del gobierno de Peña Nieto?
Y si el país no puede permitirse un día por lo demás inimaginable, menos los muchos que duraría, quizás semanas, una negociación presionada por los intereses internacionales que se abatirían sobre la Empresa Productiva del Estado, deseosos de que en la competencia por el usufructo de los recursos naturales nacionales participe con debilidad más extrema aún.
GRAN PASO A LA ESTABILIDAD
Aquel domingo 16 nos referimos a la segunda prórroga, dado que la primera había fracasado en las negociaciones del Contrato Colectivo de Trabajo 2015-2017, que incluye un nuevo esquema de pensiones, acorde a la expectativa de vida.
Impresiona que en un escenario de incertidumbre económica, en la que el Congreso se dispone a aprobar un recorte en el gasto del gobierno superior al de 124 mil millones de pesos (62 mil millones a costillas de Pemex), que fue una medida imprevista para enfrentar la emergencia; con el precio del dólar por las nubes; la producción y el precio internacional del petróleo en el peor de sus momentos, y en el que la única buena noticia es el control de la inflación, nadie se percatara, en especial los medios de comunicación, partidos políticos y grupos de todo tipo dispuestos a aprovechar cualquier pretexto para colocar al gobierno contra la pared, que, el miércoles pasado, la familia petrolera dio un paso decisivo para garantizar la estabilidad económica y política del país.
Y que no concedieran noticia a la firma del Contrato.
No obstante, una vez más, Carlos Romero Deschamps y Emilio Lozoya, montados en la realidad, encontraron la manera de subordinar los intereses de los trabajadores y de Pemex a los del país.
Antes de la medianoche pactaron el acuerdo, entraron en acción los grupos negociadores, redactaron los puntos conciliadores y, una vez recabadas todas las firmas, se dirigieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que recibió el Contrato Colectivo de Trabajo 2015-2017.
LAS TRES DISYUNTIVAS
Es un documento histórico el recibido esa noche por el árbitro federal en materia laboral; como ya quedó asentado, si el director de Pemex y el dirigente del gremio petrolero no se hubiesen puesto de acuerdo antes de la medianoche quedaban tres disyuntivas, cada una de catástrofe: Una nueva prórroga (la tercera, algo nunca visto en la historia de la empresa petrolera), que la Junta podría validar o no; en caso negativo, quedaría la puerta abierta para el estallido de la huelga o, en el mejor de los casos, extender por dos años más el Contrato vigente.
Cualquier alternativa tendría consecuencias desastrosas no sólo en la vida interna de la Empresa Productiva del Estado, sino en la economía y la política nacionales.
Simplemente, modificaría los planes del Presidente Peña Nieto y los cálculos del secretario de Hacienda, Luis Videgaray; en cambio, con la mal valorada paz laboral que priva en Pemex, el gobierno puede seguir haciendo frente a las consecuencias de la volatilidad económica con origen interno y en el extranjero, sin un elemento adicional que nulificaría cualquier estrategia normal o de emergencia.
Para decirlo de otra manera, sin normalidad en Pemex, no obstante las circunstancias que atraviesa la industria petrolera, el resto no funcionaría.
El riesgo para el país y el gobierno se esfumó en la segunda ronda de negociaciones del miércoles; la primera, matutina, culminó sin acuerdo ni certeza de que habría una más, y definitiva; no obstante, a las 18:00 horas, Lozoya y Romero Deschamps se reunieron de nueva cuenta y, después de largas deliberaciones, pactaron un incremento salarial de 3.99 por ciento y 1.75 por ciento a las prestaciones.
Ese miércoles fue el último día de tensas negociaciones cuyas vicisitudes a lo largo de varias semanas, en las que ya se habían declarado y agotado dos prórrogas para el estallido de huelga, no son reflejadas en la redacción del comunicado oficial porque empresa y sindicato prefirieron, una vez puestos de acuerdo, dejar atrás el alarmismo:
“Lozoya señaló que con este acuerdo se refrenda el compromiso, de ambas partes, por fortalecer las acciones encaminadas a la transformación de Pemex para ser más eficiente y competitiva, y así, afrontar de manera unida los retos derivados de un mercado abierto.
“A su vez, Romero Deschamps resaltó la disposición de los trabajadores para enfrentar los cambios que impulsa la empresa y refrendó la voluntad de la organización sindical para trabajar en conjunto con la administración en un marco de respeto a los derechos de los trabajadores”.
Atrás de este lenguaje bien cuidado está la lucha entre empresa y sindicato; una, atenazada por la Secretaría de Hacienda y en busca de la mejor manera de ser viable en un contexto en el que dejó de ser monopolio, y el otro luchando por evitar que el costo del nuevo juego dispuesto por la Reforma Energética corra a cargo de los trabajadores.
Al final, Romero Deschamps y Lozoya encontraron la fórmula de evitar al país, y al Presidente Peña Nieto, un problema de consecuencias inimaginables, dado que, más allá de los discursos, la economía nacional continúa descansando sobre Pemex, pese a la caída en la producción y precio internacional del crudo, ambas causas ajenas a la administración de Lozoya y a los trabajadores.
Ambos negociadores requirieron grandes dosis de sensatez, paciencia y nacionalismo, aunque se escuche ramplón.
Era previsible, y hasta los necios lo pueden advertir, que de imponerse la intransigencia en cualquiera de las partes, Pemex habría sufrido un quebranto mayúsculo, que se reflejaría en el presupuesto federal que debatirá y aprobará, en su caso, la Cámara de Diputados, amén de las consecuencias políticas inherentes a la parálisis o inoperancia de la empresa más importante del país, que sostiene las finanzas nacionales y garantiza estabilidad política.
La noche del miércoles, Lozoya estuvo en condiciones de informar al Presidente Peña Nieto que Pemex no sumaría uno más a los graves problemas que enfrenta el gobierno, y, al día siguiente, el senador Romero Deschamps se reunió con el pleno de secretarios generales del sindicato a confirmar el cumplimiento de la promesa presidencial de que la Reforma Energética no lesionará los derechos de los trabajadores.
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