Acusa Obispo amenaza de crimen en Guerrero
El obispo dijo que con los encuentros que él ha tenido con diferentes grupos de la delincuencia se han logrado canales de diálogo. Foto: Jesús Guerrero
Nota de Jesús Guerrero
Reforma,Chilpancingo, México (28 mayo 2017).- El Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel acusó que, si bien en algunas ocasiones ellos como representantes de la Iglesia católica han tenido encuentros con dirigentes del crimen organizado para que se conduzcan por el camino de la paz, también sufren acoso y amenazas por parte de estos delincuentes.
Contó los casos de los obispos de Ciudad Altamirano y el de Tlapa que han sido objeto de hostigamiento y acoso de parte de la delincuencia organizada.
Maximino Miranda Martínez, obispo de Ciudad Altamirano, fue asaltado y despojado de la camioneta en la que viajaba por un retén instalado por un grupo armado en la carretera federal Teloloapan-Arcelia, pero logró escapar.
Y a Dagoberto Sosa Arriaga, obispo de Tlapa, los delincuentes le exigieron el pago de derecho de piso, el cual no fue cobrado porque después llegó otro grupo que desplazó al primero.
En conferencia de prensa, al término de la misa que celebró en la catedral de La Asunción con motivo de el Día Mundial de las Comunicaciones, Rangel Mendoza afirmó que en este momento un sacerdote sufre el acoso de la delincuencia y que para lograr que ya no sea molestado va a dialogar con quienes buscan agredirlo.
El obispo dijo que con los encuentros que él ha tenido con diferentes grupos de la delincuencia se han logrado canales de diálogo.
Agregó que recientemente la Iglesia católica logró desactivar un conflicto en la comunidad de Chontalcoatlán, del Municipio de Tetipac, donde llegó un grupo delictivo proveniente del Estado de México.
Contó que ese grupo que llegó a esa localidad mató a los hijos del jefe de la plaza y luego cerraron las escuelas además de que obligaron a los transportistas a suspender el servicio.
El obispo reveló que a solicitud de él, las autoridades locales enviaron varias patrullas de la Policía estatal pero fueron desarmadas y expulsadas del pueblo y que fueron los sacerdotes de esa región quienes dialogaron con los delincuentes para tranquilizar la situación.
"Eso es un ejemplo que nosotros los sacerdotes somos capaces de dialogar con esas personas para que las cosas no lleguen a mayores", aseveró el prelado.
Indicó que debido a que él ha tenido abiertos esos canales de diálogo (con las bandas de la delincuencia organizada) ha tenido problemas con las autoridades estatales, "me han regañado", afirmó.
Salvador Rangel indicó que son los grupos delictivos que vienen de Michoacán y del Estado de México los que están haciendo mucho daño a las comunidades de Guerrero.
Debido a las críticas que ha expresado a las autoridades locales porque no han resuelto el problema de la inseguridad, éstas le han retirado hasta el saludo, aseguró.
"El mismo gobernador (Héctor Astudillo,) el Secretario General de Gobierno (Florencio Salazar) ya no me atienden o me hablan como antes lo hacían", afirmó.
Hora de publicación: 17:40 hrs.
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