Intercambio de mísivas entre Enrique Krauze y Porfirio Muñoz Ledo en Reforma.
En el fondo la propuestas del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas
El pasado 24 de febrero de 2008 Krauze escribió en el periódico Reforma un artículo denominado: "Democracia o Revolución"
"La izquierda mexicana no se decide entre ser democrática o revolucionaria. Pero ha llegado la hora de la verdad. En los próximos 24 días -del día de hoy hasta el 18 de marzo- cifrará su destino.
La comparecencia de Cuauhtémoc Cárdenas ante el Congreso en torno al tema del petróleo fue un ejemplo de la opción democrática. El líder histórico del PRD acude al Poder Legislativo. Lo recibe la perredista Ruth Zavaleta con palabras que son, cada una, sinónimas de democracia: "Pluralidad de pensamiento", "respeto a todo tipo de ideologías", voluntad de "construir acuerdos", disposición a que la cuestión petrolera se "debata con argumentos bien fundamentados" en un marco de "racionalidad... por encima de las descalificaciones". Cárdenas, por su parte, expuso en detalle su propuesta para rescatar a Pemex y, en clara alusión a los radicales de su partido, advirtió: "Se está corriendo el riesgo de viciar de antemano, a priori, un debate que es necesario pero respecto al cual, por polarizarlo, se está perdiendo objetividad". Finalmente hizo un llamado a los legisladores a "presentar iniciativas", para concretar "un debate abierto de las posiciones por encima de la mesa". Esa libre confrontación de ideas -concluyó- permitirá determinar, a posteriori, "cuál es la mejor política petrolera para el país".
(Empero) La comparecencia del camaleónico Porfirio Muñoz Ledo ante profesores, alumnos y activistas en un auditorio de la UAG y en torno al mismo tema fue un ejemplo de la opción revolucionaria. Diazordacista en el 68, echeverrista en el 71, lópezportillista en el 76, cardenista en el 88, foxista en el 2000, lópezobradorista en el 2006, porfirista siempre, tras informar a sus reconfortados oyentes que "no le interesan los cargos públicos" y fustigar la "condición dinástica" del "caudillo" Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, delineó la estrategia golpista del FAP, Frente Amplio Progresista, que preside. Se trata, nada menos, que de "reventar el sistema", de "echar toda la carne al asador", para "acortar por vías pacíficas el mandato de Felipe Calderón".
Y ¿cuáles son esas "vías pacíficas"? "Hay muchas... con un millón de gentes en la calle, como se han hecho las transiciones democráticas". Enseguida afinó la cifra: "300 mil gentes en la calle pueden hacer una transición democrática". Según el artífice de la Reforma del Estado, "el Estado mexicano es un cascarón", y nuestra democracia es "colonial", por eso la izquierda debe superar el actual modelo (que podría "maicear" hasta "mil diputados") y provocar en cambio una "ola democrática" que nos permita "transitar" a la "auténtica" democracia. La situación actual, concluyó, con todas sus letras, "no tiene una solución institucional".
Tomemos en serio las palabras de ambos. Las diferencias son insalvables. Cárdenas reconoce a los otros, confía en el diálogo, presupone la complejidad del asunto petrolero, alienta a abrir el debate. Muñoz Ledo descalifica a los otros, se aferra al monólogo, se proclama poseedor de la verdad absoluta, alienta a una movilización cuyo fin manifiesto es una carambola de tres bandas: quedarse con el PRD, bloquear toda reforma energética y "reventar el sistema". Para el primero, la democracia atañe a la libre opinión de decenas de millones de electores. Para el segundo, la democracia es una "ola" de 300 mil personas movilizadas. La estrategia considera la toma o cierre de los 82 aeropuertos nacionales e internacionales del país, así como el cierre de las carreteras federales, a partir de hoy, portando sólo colores patrios, con el pretexto de la privatización que supuestamente busca el gobierno federal (Excélsior, 21 de febrero).
¿Quién ganará la partida? Lo sabremos en los próximos 24 días, pero no debemos permanecer con los brazos cruzados ante un espectáculo del cual no sólo depende la suerte de la izquierda sino del país. El gobierno -nunca sobra decirlo- deberá abstenerse por completo de usar la fuerza. Tendrá que discurrir formas imaginativas de enfrentar el proyecto de los radicales y disipar las mentiras que se han planteado en torno a la posible y necesaria reforma energética. En su momento, el Ejecutivo deberá hablar también, con claridad y convicción. El Legislativo debe propiciar intervenciones como la de Cárdenas y afirmarse como el foro natural y legal para dirimir las diferencias. Los medios deberían organizar con urgencia debates plurales con expertos, comunicadores e intelectuales. Y la ciudadanía responsable debe despertar del letargo en que vive para defender con valentía la democracia, antes de que la "ola" de la demagogia revolucionaria nos ahogue a todos.
**
Estas son las misivas publicadas
Réplica / En respuesta a Enrique Krauze, (26-Feb-2008).-
Sr. Director:
Respondo a las imputaciones que el domingo pasado me enderezó Enrique Krauze y que entiendo como parte de una campaña rudimentaria que divide a los militantes de izquierda en "malos", y por tanto peligrosos, y "buenos", aunque los presente como colaboracionistas.
Se refiere a una cátedra que dicté el viernes en la Universidad de Guadalajara sobre el pasado, el presente y el futuro de la energía.
Ciertamente, describí el plan de acción aprobado por el Comité del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y el Frente Amplio Progresista.
El diario local que mejor lo entendió lo llamó "revolución de terciopelo", en memoria de Vaclav Havel.
Me sorprende la textualidad de algunos pasajes, que no fueron transcritos por ningún medio informativo, ni impreso ni en línea.
Bien algún asistente se apresuró a enviar a Enrique la grabación, o bien mi amigo dispone de servicios de inteligencia que hacen albergar sospechas sobre el origen palaciego de la invectiva.
Sorprende también el tratamiento que otorga, esta vez, Krauze a mi biografía y que vuelve inexplicable la prolongada y fructífera relación que hemos tenido.
Atentamente,
Porfirio Muñoz Ledo
***
Precisa Enrique Krauze
Señor Director:
No soy yo sino Muñoz Ledo quien debe revisar sus "servicios de inteligencia": las declaraciones suyas que transcribí textualmente en mi artículo "Democracia o Revolución", no provienen de ninguna "conspiración palaciega" sino de las páginas de La Jornada de Guerrero (Véase www.lajornadaguerrero.com.mx del 9 de febrero).
Y no las pronunció en Guadalajara sino en la UEPI de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Ahora Porfirio quiere suavizar el contenido de sus palabras y en vez de "reventar el sistema" habla de propiciar una "Revolución de terciopelo". La equiparación del régimen actual mexicano con una dictadura totalitaria es absurda.
El llamado a una revolución (aunque sea de terciopelo) es irresponsable para el país y suicida para la izquierda.
Así lo comprendió el grueso de la militancia, que sólo acudió en número de 5,000 al muy publicitado mitin del domingo 24.
Yo no quiero negar las aportaciones de mi amigo a la democracia mexicana. Pero para honrarlas lo invito lealmente a recapacitar.
En el tema del petróleo y en todos los temas nacionales, el ala radical de la izquierda a la que pertenece debe medir sus palabras, moderar sus actos, abrirse al debate y desterrar la intolerancia y bravuconería que -contagiado acaso por su líder- exhibió Muñoz Ledo ante los guerrerenses.
Atentamente
Enrique Krauze
**
Réplica / A Enrique Krauze, (28-Feb-2008).-
Estimado Enrique:
Agradezco el reconocimiento de mis aportaciones a la democracia mexicana. Ellas sirven tal vez para probar que las transiciones no sólo proceden contra "dictaduras totalitarias" sino contra todo régimen autoritario, corrupto y subordinado, como es el caso de México.
La cita no corresponde en efecto a mi conferencia en La Universidad de Guadalajara sino en la de Guerrero y la confusión proviene de la identidad de siglas.
Más sorprendente aun tu curiosidad, ya que la pronuncié hace 20 días y -a no ser que me tengas marcaje personal- parece extraño que hurgues en La Jornada de ese estado, cuando difícilmente debes leer la nacional.
Me invitas "lealmente" a recapacitar, como antes lo hiciste a debatir con argumentos.
Debo decirte que, desde que coordiné en 1981 la primera Conferencia mundial de fuentes de energía, no he dejado de hacerlo en todas las latitudes.
Ojalá tuvieras la misma disposición.
Porfirio Muñoz Ledo
**
En Respuesta a Muñoz Ledo
Estimado Porfirio:
Tu sorpresa ante mi costumbre de leer la prensa nacional me parece extrañísima. ¿Dónde quedó tu acusación sobre las filtraciones "palaciegas" que me proporcionan oscuros "servicios de inteligencia"? En todo caso, déjame explicarte: la lectura de La Jornada, incluso la de Guerrero, es (como la de muchos diarios más) habitual en Lupa Ciudadana, portal que creamos en Letras Libres hace dos años para recoger y analizar los dichos y hechos de los principales políticos del país, de todas las tendencias.
Pero no te preocupes, Porfirio: no hay marcaje personal sobre ti.
Todos sabemos que te mueves por todo el campo y que has cambiado de camiseta muchas veces, tantas que es casi imposible seguirte: ¿debo recordarte que el régimen que ahora consideras "autoritario, corrupto y subordinado" es el mismo que ayudaste a instaurar y representaste como embajador durante cinco años?
Serviste al autoritarismo hasta 1985.
Trabajaste por la democracia por casi dos décadas.
Ahora que has regresado a tus orígenes me invitas a debatir contigo.
Prefiero esperar a que, en un nuevo giro sorprendente, vuelvas a vestir los colores que nos unieron: los colores de la democracia.
Cordialmente
Enrique Krauze
***
Réplica / Se rehúye el debate, (29-Feb-2008).-
Enrique:
Tu respuesta es de nuevo inexacta e innecesariamente ofensiva. En la guía de "lupa ciudadana" sólo aparecen miembros del Ejecutivo, del Legislativo y del gobierno de la ciudad. Por alguna razón me añadiste a la lista.
El relato que haces de mis "camisetas" y de mis ciclos de actividad política es impropio de un historiador y analista de tu reputación. No me referiré a tus intereses y conexiones, porque éste es un asunto de ideas, que no de acusaciones.
Rehúyes el debate. Tu pretexto: que no "visto los colores de la democracia". Esta supone justamente la confrontación entre posiciones diferentes.
Confirmas que tú, simplemente, calzas los zapatos de la derecha.
Porfirio Muñoz Ledo
**
Para debatir se necesitan dos
Porfirio:
Siempre me ha gustado debatir, pero para debatir -como para bailar tango- se necesitan dos, y tú no estás ahora para debatir.
Como coordinador del FAP, estás para bloquear las cámaras legislativas y las carreteras, cercar los palacios de gobierno, secuestrar los aeropuertos y las instalaciones petroleras y financieras de todo el país. ¿"Asunto de ideas"? "Reventar el sistema" ¿es una idea?
Lo dicho: cuando redescubras las más elementales reglas de la democracia podremos debatir todo lo que quieras.
Enrique Krauze
P.D. Lupa ciudadana contiene un portal de noticias y tú, Porfirio, siempre serás noticia.
En el fondo la propuestas del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas
El pasado 24 de febrero de 2008 Krauze escribió en el periódico Reforma un artículo denominado: "Democracia o Revolución"
"La izquierda mexicana no se decide entre ser democrática o revolucionaria. Pero ha llegado la hora de la verdad. En los próximos 24 días -del día de hoy hasta el 18 de marzo- cifrará su destino.
La comparecencia de Cuauhtémoc Cárdenas ante el Congreso en torno al tema del petróleo fue un ejemplo de la opción democrática. El líder histórico del PRD acude al Poder Legislativo. Lo recibe la perredista Ruth Zavaleta con palabras que son, cada una, sinónimas de democracia: "Pluralidad de pensamiento", "respeto a todo tipo de ideologías", voluntad de "construir acuerdos", disposición a que la cuestión petrolera se "debata con argumentos bien fundamentados" en un marco de "racionalidad... por encima de las descalificaciones". Cárdenas, por su parte, expuso en detalle su propuesta para rescatar a Pemex y, en clara alusión a los radicales de su partido, advirtió: "Se está corriendo el riesgo de viciar de antemano, a priori, un debate que es necesario pero respecto al cual, por polarizarlo, se está perdiendo objetividad". Finalmente hizo un llamado a los legisladores a "presentar iniciativas", para concretar "un debate abierto de las posiciones por encima de la mesa". Esa libre confrontación de ideas -concluyó- permitirá determinar, a posteriori, "cuál es la mejor política petrolera para el país".
(Empero) La comparecencia del camaleónico Porfirio Muñoz Ledo ante profesores, alumnos y activistas en un auditorio de la UAG y en torno al mismo tema fue un ejemplo de la opción revolucionaria. Diazordacista en el 68, echeverrista en el 71, lópezportillista en el 76, cardenista en el 88, foxista en el 2000, lópezobradorista en el 2006, porfirista siempre, tras informar a sus reconfortados oyentes que "no le interesan los cargos públicos" y fustigar la "condición dinástica" del "caudillo" Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, delineó la estrategia golpista del FAP, Frente Amplio Progresista, que preside. Se trata, nada menos, que de "reventar el sistema", de "echar toda la carne al asador", para "acortar por vías pacíficas el mandato de Felipe Calderón".
Y ¿cuáles son esas "vías pacíficas"? "Hay muchas... con un millón de gentes en la calle, como se han hecho las transiciones democráticas". Enseguida afinó la cifra: "300 mil gentes en la calle pueden hacer una transición democrática". Según el artífice de la Reforma del Estado, "el Estado mexicano es un cascarón", y nuestra democracia es "colonial", por eso la izquierda debe superar el actual modelo (que podría "maicear" hasta "mil diputados") y provocar en cambio una "ola democrática" que nos permita "transitar" a la "auténtica" democracia. La situación actual, concluyó, con todas sus letras, "no tiene una solución institucional".
Tomemos en serio las palabras de ambos. Las diferencias son insalvables. Cárdenas reconoce a los otros, confía en el diálogo, presupone la complejidad del asunto petrolero, alienta a abrir el debate. Muñoz Ledo descalifica a los otros, se aferra al monólogo, se proclama poseedor de la verdad absoluta, alienta a una movilización cuyo fin manifiesto es una carambola de tres bandas: quedarse con el PRD, bloquear toda reforma energética y "reventar el sistema". Para el primero, la democracia atañe a la libre opinión de decenas de millones de electores. Para el segundo, la democracia es una "ola" de 300 mil personas movilizadas. La estrategia considera la toma o cierre de los 82 aeropuertos nacionales e internacionales del país, así como el cierre de las carreteras federales, a partir de hoy, portando sólo colores patrios, con el pretexto de la privatización que supuestamente busca el gobierno federal (Excélsior, 21 de febrero).
¿Quién ganará la partida? Lo sabremos en los próximos 24 días, pero no debemos permanecer con los brazos cruzados ante un espectáculo del cual no sólo depende la suerte de la izquierda sino del país. El gobierno -nunca sobra decirlo- deberá abstenerse por completo de usar la fuerza. Tendrá que discurrir formas imaginativas de enfrentar el proyecto de los radicales y disipar las mentiras que se han planteado en torno a la posible y necesaria reforma energética. En su momento, el Ejecutivo deberá hablar también, con claridad y convicción. El Legislativo debe propiciar intervenciones como la de Cárdenas y afirmarse como el foro natural y legal para dirimir las diferencias. Los medios deberían organizar con urgencia debates plurales con expertos, comunicadores e intelectuales. Y la ciudadanía responsable debe despertar del letargo en que vive para defender con valentía la democracia, antes de que la "ola" de la demagogia revolucionaria nos ahogue a todos.
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Estas son las misivas publicadas
Réplica / En respuesta a Enrique Krauze, (26-Feb-2008).-
Sr. Director:
Respondo a las imputaciones que el domingo pasado me enderezó Enrique Krauze y que entiendo como parte de una campaña rudimentaria que divide a los militantes de izquierda en "malos", y por tanto peligrosos, y "buenos", aunque los presente como colaboracionistas.
Se refiere a una cátedra que dicté el viernes en la Universidad de Guadalajara sobre el pasado, el presente y el futuro de la energía.
Ciertamente, describí el plan de acción aprobado por el Comité del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y el Frente Amplio Progresista.
El diario local que mejor lo entendió lo llamó "revolución de terciopelo", en memoria de Vaclav Havel.
Me sorprende la textualidad de algunos pasajes, que no fueron transcritos por ningún medio informativo, ni impreso ni en línea.
Bien algún asistente se apresuró a enviar a Enrique la grabación, o bien mi amigo dispone de servicios de inteligencia que hacen albergar sospechas sobre el origen palaciego de la invectiva.
Sorprende también el tratamiento que otorga, esta vez, Krauze a mi biografía y que vuelve inexplicable la prolongada y fructífera relación que hemos tenido.
Atentamente,
Porfirio Muñoz Ledo
***
Precisa Enrique Krauze
Señor Director:
No soy yo sino Muñoz Ledo quien debe revisar sus "servicios de inteligencia": las declaraciones suyas que transcribí textualmente en mi artículo "Democracia o Revolución", no provienen de ninguna "conspiración palaciega" sino de las páginas de La Jornada de Guerrero (Véase www.lajornadaguerrero.com.mx del 9 de febrero).
Y no las pronunció en Guadalajara sino en la UEPI de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Ahora Porfirio quiere suavizar el contenido de sus palabras y en vez de "reventar el sistema" habla de propiciar una "Revolución de terciopelo". La equiparación del régimen actual mexicano con una dictadura totalitaria es absurda.
El llamado a una revolución (aunque sea de terciopelo) es irresponsable para el país y suicida para la izquierda.
Así lo comprendió el grueso de la militancia, que sólo acudió en número de 5,000 al muy publicitado mitin del domingo 24.
Yo no quiero negar las aportaciones de mi amigo a la democracia mexicana. Pero para honrarlas lo invito lealmente a recapacitar.
En el tema del petróleo y en todos los temas nacionales, el ala radical de la izquierda a la que pertenece debe medir sus palabras, moderar sus actos, abrirse al debate y desterrar la intolerancia y bravuconería que -contagiado acaso por su líder- exhibió Muñoz Ledo ante los guerrerenses.
Atentamente
Enrique Krauze
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Réplica / A Enrique Krauze, (28-Feb-2008).-
Estimado Enrique:
Agradezco el reconocimiento de mis aportaciones a la democracia mexicana. Ellas sirven tal vez para probar que las transiciones no sólo proceden contra "dictaduras totalitarias" sino contra todo régimen autoritario, corrupto y subordinado, como es el caso de México.
La cita no corresponde en efecto a mi conferencia en La Universidad de Guadalajara sino en la de Guerrero y la confusión proviene de la identidad de siglas.
Más sorprendente aun tu curiosidad, ya que la pronuncié hace 20 días y -a no ser que me tengas marcaje personal- parece extraño que hurgues en La Jornada de ese estado, cuando difícilmente debes leer la nacional.
Me invitas "lealmente" a recapacitar, como antes lo hiciste a debatir con argumentos.
Debo decirte que, desde que coordiné en 1981 la primera Conferencia mundial de fuentes de energía, no he dejado de hacerlo en todas las latitudes.
Ojalá tuvieras la misma disposición.
Porfirio Muñoz Ledo
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En Respuesta a Muñoz Ledo
Estimado Porfirio:
Tu sorpresa ante mi costumbre de leer la prensa nacional me parece extrañísima. ¿Dónde quedó tu acusación sobre las filtraciones "palaciegas" que me proporcionan oscuros "servicios de inteligencia"? En todo caso, déjame explicarte: la lectura de La Jornada, incluso la de Guerrero, es (como la de muchos diarios más) habitual en Lupa Ciudadana, portal que creamos en Letras Libres hace dos años para recoger y analizar los dichos y hechos de los principales políticos del país, de todas las tendencias.
Pero no te preocupes, Porfirio: no hay marcaje personal sobre ti.
Todos sabemos que te mueves por todo el campo y que has cambiado de camiseta muchas veces, tantas que es casi imposible seguirte: ¿debo recordarte que el régimen que ahora consideras "autoritario, corrupto y subordinado" es el mismo que ayudaste a instaurar y representaste como embajador durante cinco años?
Serviste al autoritarismo hasta 1985.
Trabajaste por la democracia por casi dos décadas.
Ahora que has regresado a tus orígenes me invitas a debatir contigo.
Prefiero esperar a que, en un nuevo giro sorprendente, vuelvas a vestir los colores que nos unieron: los colores de la democracia.
Cordialmente
Enrique Krauze
***
Réplica / Se rehúye el debate, (29-Feb-2008).-
Enrique:
Tu respuesta es de nuevo inexacta e innecesariamente ofensiva. En la guía de "lupa ciudadana" sólo aparecen miembros del Ejecutivo, del Legislativo y del gobierno de la ciudad. Por alguna razón me añadiste a la lista.
El relato que haces de mis "camisetas" y de mis ciclos de actividad política es impropio de un historiador y analista de tu reputación. No me referiré a tus intereses y conexiones, porque éste es un asunto de ideas, que no de acusaciones.
Rehúyes el debate. Tu pretexto: que no "visto los colores de la democracia". Esta supone justamente la confrontación entre posiciones diferentes.
Confirmas que tú, simplemente, calzas los zapatos de la derecha.
Porfirio Muñoz Ledo
**
Para debatir se necesitan dos
Porfirio:
Siempre me ha gustado debatir, pero para debatir -como para bailar tango- se necesitan dos, y tú no estás ahora para debatir.
Como coordinador del FAP, estás para bloquear las cámaras legislativas y las carreteras, cercar los palacios de gobierno, secuestrar los aeropuertos y las instalaciones petroleras y financieras de todo el país. ¿"Asunto de ideas"? "Reventar el sistema" ¿es una idea?
Lo dicho: cuando redescubras las más elementales reglas de la democracia podremos debatir todo lo que quieras.
Enrique Krauze
P.D. Lupa ciudadana contiene un portal de noticias y tú, Porfirio, siempre serás noticia.
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