Palabras del Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, durante la inauguración del International Bar Asociation realizada en el Hotel Camino Real en la Ciudad de México. México D.F., a 29 de febrero de 2008.
Licenciada Margarita Zavala, Licenciado Fernando Pombo, Presidente de la International Bar Asociation, Doctor Fernando Pelaez, Vice Presidente de la International Bar Asociation, señor David Rivkin, Director de la División de Práctica Legal de la International Bar Asociation, Licenciado Daniel Del Río. Buenos Días.
El señor Presidente de la República me ha pedido representarlo en este evento, la primera conferencia de las Américas de la International Bar Asociation, en su nombre, les damos la más cordial bienvenida a nuestro país.
Como abogado, el señor Presidente Felipe Calderón, se encuentra consciente de la importancia que tienen reuniones internacionales de juristas como esta que hoy compartimos, porque en el contraste de experiencias podemos facilitar el camino para mejorar nuestros sistemas de derecho, nuestros mecanismos de justicia, nuestras formas de prevenir y resolver conflictos.
El Estado mexicano está dedicado y decidido a recuperar el orden en nuestra sociedad, a generar condiciones de vida en sus ciudadanos donde la tranquilidad en nuestras ciudades y nuestras comunidades sea una realidad cotidiana.
Este tiempo que vivimos, es un tiempo de grandes desafíos y de grandes cambios. El mundo, como lo conocieron nuestros padres, resultado del arreglo de la posguerra y de la Guerra Fría, ha prácticamente desaparecido y el nuestro se mantiene en una constante evolución y cambio. Los líderes de este cambio, los impulsores, somos los abogados. A diferencia de otros tiempos en que los revolucionarios y los guerreros encabezaban los cambios, hoy son los ideólogos, los pensadores y los que conocen la ley quienes marcan el camino. Los abogados son los guías y el derecho es el mapa.
La función del jurista, del profesional del derecho siempre ha sido fundamental en toda sociedad y durante toda la historia de la civilización: hoy ya no sólo es importante. Es definitoria.
México ha sido actor en los últimos meses de un intenso proceso de negociación y debate sobre uno de los temas más sensibles para la sociedad mexicana: la Reforma del Sistema de Justicia Penal, después de su valoración prácticamente unánime en la Cámara de Diputados, se encuentra en estos momentos en la Cámara de Senadores, y justamente ayer ha sido aprobado por unanimidad en la comisiones respectivas para ser puesta a consideración del Pleno la próxima semana. Éste, es uno de los cambios y rediseños institucionales más importantes a nivel constitucional que se han dado en nuestro país desde la promulgación de nuestra Constitución en 1917.
En esta definición nacional el papel que los abogados tenemos, ha sido y es, esencial. Durante todo el proceso legislativo, barras de abogados, colegios de profesionistas, jueces, magistrados, profesores universitarios, abogados litigantes, comisiones de derechos humanos, a través de una gran apertura de los medios de comunicación, analizaron, criticaron y fortalecieron los trabajos del Poder Legislativo que iniciaron a partir de diversas iniciativas de Ley que complementaron la presentada por el señor Presidente de la República hace, justamente, un año.
En esta reforma, se pretende llevar a México al siglo XXI, modernizando el sistema de justicia para ponerlo a la altura de los sistemas más modernos de los países más avanzados. Transitar del sistema mixto al acusatorio, adversarial y oral, implementar medidas alternativas de resolución de conflictos; así como, dar mayores garantías a la víctima y al inculpado al tiempo que se fortalece al Estado para que este cuente con las herramientas necesarias para combatir al crimen organizado, que es uno de los grandes males que aquejan a toda sociedad moderna y contra el que todo Estado y gobierno debe estar preparado y tener los instrumentos, las armas para combatirlo.
La primera etapa de negociación, debate de ideas y confrontación de puntos de vista, está concluida. El dictamen, que hoy se encuentra en la Cámara de Senadores, es el resultado de muchos meses de intensa discusión, en la que distintos puntos de vista, esencialmente enfrentados, se lograron poner de acuerdo para privilegiar lo que es la obligación de los gobernantes: proveer la certidumbre, la seguridad cotidiana a los ciudadanos y trabajar para que México se consolide como un país de Imperio de la Ley.
Ahora sigue la parte más compleja. A partir de la aprobación de la reforma correrá un plazo de ocho años durante los cuales se dará la transición determinada pero paulatina al nuevo sistema. Durante este tiempo, todos los actores del sistema de justicia (policías, Ministerios Públicos, abogados y jueces) deberemos prepararnos. Para que el sistema funcione es necesario contar con profesionales preparados, inteligentes, abiertos a las nuevas experiencias y listos para asumir estos nuevos desafíos.
Felicito a nombre del Presidente de la República y de todo el Gobierno Federal a la International Bar Asociation por el gran esfuerzo que realiza y la gran labor que sin duda acreditan sus tareas.
Las barras y colegios de abogados nacen como producto de la iniciativa de profesionales capaces y comprometidos con la abogacía, con el ejercicio del Derecho. Éstos sientan los estándares bajo los cuales el resto de los abogados deben ejercer esta noble profesión. Sus miembros, son generalmente los generadores de cambios y creadores de ideas que impulsan para asegurar que el sistema legal de sus países sea siempre eficiente.
Más aún, las barras internacionales. ¿Qué mejor espacio de debate de encuentro de ideas que el Internacional, en el que algunos de los mejores abogados del mundo encuentran puntos de vista y conocen experiencias de sus pares, de sus similares? Estamos viviendo, hoy, tiempos desafiantes para México, y también para el mundo.
Las opiniones políticas de diferente signo y rumbo se encuentran y la construcción de una hoja de ruta compartida es en extremo compleja. En tiempos como éste necesitamos, más que nunca, seguir un mapa claro que nos explique, no sólo a dónde nos dirigimos, sino también de donde venimos y nos explique cual es el contexto en el que hacemos este esfuerzo. Sólo la Ley nos puede proporcionar ese tipo de conocimiento.
Quiero concluir estas palabras haciendo un llamado a todas las fuerzas políticas de México para que cerremos filas con esta Reforma al Sistema de Seguridad y Justicia; qué nos comprometamos a trabajar para que el sistema funcione y marque, en el futuro, la pauta de lo que es correcto y es conveniente en un Sistema de Seguridad y Justicia. Abogados: que recordemos que los sistemas son mapas y los actores son guías. Sólo un buen guía puede leer bien un mapa.
Preparémonos y hagamos un esfuerzo por tener un sistema efectivo, transparente y democrático al que todos aspiramos y que ciertamente nuestro México necesita.
Muchísimas gracias.
Palabras de la Licenciada Margarita Zavala, Presidenta del Consejo Consultivo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia
Muchas gracias doctor Fernando Pombo, Presidente Internacional de la Barra de Abogados; doctor Fernando Peláez, Vicepresidente Internacional; David Rivkin, Director de la División de Práctica Legal de la Barra de Abogados; licenciado Daniel Del Río; licenciado Eduardo Medina Mora, Procurador General de la República.
Para mi es un honor estar aquí, que me hayan invitado a ser testigo para la firma del convenio de la declaración Probono, porque yo estoy convencida de la capacidad que tenemos los abogados y las abogadas de nunca olvidarnos, los motivos superiores que nos llevaron a estudiar nuestra carrera, y a ejercer nuestra profesión. Quizá muchos de nosotros crecimos y fuimos formados bajo los principios de solidaridad, subsidiaridad de bien común, de reglas como primero en tiempo, primero en derecho; la retroactividad de una norma es sólo en beneficio de la persona, y que se presume la buena fe, del principio de legalidad y legitimidad.
Todos los que estamos aquí sabemos la importancia que tiene la equidad, la búsqueda de la justicia, para ser verdaderamente pueblos con libertad. Al realizarse la justicia se genera un bien común y este bien común que se genera en la sociedad, siempre se referirá a las actividades que cada uno de nosotros aportamos o no aportamos, para que haya bien público. Ejercemos nuestra profesión, la mayoría de los que estamos aquí, en una realidad que no nos gusta, porque somos una de las regiones más desiguales del mundo.
Y es cierto, hay una enorme diferencia entre los que han tenido todas las oportunidades y quienes no las han tenido. Y es cierto que eso también significa que hay una gran oportunidad para hacer el bien, y que entonces hacer el bien, es muy fácil. Y yo estoy convencida que precisamente este tipo de trabajos Probono, son un instrumento más que tenemos abogados y abogadas para hacer el bien, por eso para mi es un honor presenciar precisamente esta declaración de trabajo Probono para el continente Americano.
Felicito y reconozco a todas las firmas de abogados que se han ido uniendo a esta declaración, a quienes han hecho, desde hace muchos años, el esfuerzo para que se haga esta declaración y se firme y se haga una organización que permita, precisamente un trabajo organizado, y solidario. En un libro que se llama “México Solidario”, dice precisamente, que uno de los problemas que tenemos en México no es exactamente la falta de solidaridad, sino lo desconfiados y desorganizados que somos. Me parece que este tipo de declaraciones y de organizaciones y de redes que se están formando, precisamente va a ayudar al desarrollo de nuestro país en un gran tema que es en el de igualdad de oportunidades. Es cierto que este compromiso Probono a veces tiene, porque lo he oído de algunas críticas, que dicen, bueno, sería mejor el de (inaudible) donara tres horas de su tiempo, que cobra, lo que cobra tres horas, lo que cobra toda una tarde y se lo donara a una organización o precisamente a alguien que ayudara o a la fundación o a una institución.
Desde luego no quiero desalentar ninguna donación, al contrario, pero es cierto que este trabajo Probono, sí ayuda a hacer una sociedad más solidaria. No hay sociedades solidarias, si quienes son jóvenes o los menores de una generación no ven a sus mayores trabajando y siendo solidarios. No va a haber abogados solidarios si desde pasantes no ven a los socios del despacho siendo solidarios y trabajando por los demás. No habrá hijos solidarios, si no ven a sus papás siendo solidarios y trabajando por los demás. Yo creo que ahí hay una gran aportación del trabajo Probono. Sí quisiera hacer mención a lo que la propia declaración dice, en uno de sus compromisos. “Aportar anualmente un mínimo de 20 horas o tres días de servicios legales Probono, por abogado individual o el promedio en el caso de firmas e instituciones o grupos.” Y al mismo tiempo empieza a hablar de tratar de que sea cada uno de los asuntos Probonos que se llevan que sea como uno más del despacho, y creo que, me parece que ese sería prestar un servicio con ética, con eficacia y con calidad. Y sólo así realmente estaría cumpliendo su función, lo que hoy se estaría firmando. Yo estoy segura que estos esfuerzos se traducen también en una nueva cultura del abogado; me parece que honran al abogado, porque para ejercer precisamente una práctica privada que se tenga siempre la conciencia de que todos tenemos una función social que cumplir, y que se pueda ya representar legalmente a otras personas que ni siquiera tuvieron la oportunidad de estudiar, que se les pueda representar ante tribunales, frente a instituciones. Sé muy bien que lo definen, que es una prestación de servicio gratis. Yo creo que lo que se hace por los demás nunca es gratis, siempre se recibe y se recibe teniendo, de entrada, una sociedad más igual. Yo tengo esa certeza, que si se proporcionan los servicios de calidad, si se dedica el mismo tiempo y la atención que se brinda a cualquier cliente, eso nos hará más humanos y mejores. Sí quiero comentarlo, que yo sé que muchas veces hay toda esta intención, y sé que a veces las mujeres somos más propensas a aceptar esos trabajos, y sí me ha tocado ver despachos de abogados donde no sé por qué, siempre le tocan a las mujeres esos asuntos que no se cobra.
Y estoy segura, lo hacemos con mucho gusto, con mucha sensibilidad; yo diría casi no abusaran, pero más bien les diría, no se pierdan la oportunidad de servir a los demás, y repártanlos un poquito, háganlos más distribuidos en términos de sus abogados y sus abogadas. Eso es una petición que les hago, precisamente para que nadie en un despacho se pierda la oportunidad de servir a los demás.
Hace muchos años, en 1991, bueno, antes incluso de que yo me recibiera, yo me acordaba, me acuerdo, pues, que me preocupaba y me preguntaba por qué los abogados teníamos tan mala fama. Luego me dediqué a la política; me gustaron los retos, más bien de las malas famas, pero me acuerdo haber ido, precisamente a la inauguración del Congreso de la Unión Internacional de los Abogados, y entre los grandes discursos que se pronunciaron, me acuerdo de uno, que fue dicho por Juan Antonio Cremades, y hace unos días un amigo me hizo el favor de conseguirlo. Quiero terminar con lo que él inició.
Él inició su discurso diciendo, “A los 20 días del mes de diciembre del año de gracia de 1522, unos procuradores partieron del Puerto de la Villa Rica de la Veracruz, portadores de un mensaje que un puñado de soldados enviaba a su majestad católica el emperador Carlos V, encomiando las maravillas de la tierra mexicana y de sus habitantes. Una de dichos soldados, Bernal Díaz del Castillo, escribe pocos años después en un libro memorable ‘ Todos a una voz les suplicamos al Emperador que no enviase letrados, porque entrando en tierra, le pondrían en revuelta con sus libros y habría pleitos y disensiones”.
Muchas gracia a todos ustedes por entrar al desquite de los abogados y las abogadas.
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