7 mar 2009

El Padre de uno


Don Lorenzo Alvarez Gámez, In memorian
(Baymena, Choix, Sinaloa 16 de febrero de 1919-Los Mochis, 7 de marzo de 2004)
Vivió como deseó (y pudo). De niño en la sierra sinaloense fue pastor, años después bajó con sus padres mayos al valle del Fuerte y ahí se convirtió en los años 30 en un jóven ejidatario -en El Vallejo-, después fue obrero y además trabajo de bardo...
De repente sobretodo cuando bebia "vino"* hablaba cahita; combinación del mayo, yaqui y tehueco...
Lo recuerdo bien a cinco años de su partida.
Ah y juntó con Ildeliza Palafox -mi madre- tuvo una gran descendencia; yo soy uno de ellos.
Dice el escritor Juan Cruz en un libro que habla del recuerdo de su Padre: "Un día (...) un jueves en que vivía esa desazón que a veces siento los lunes, me encontré una figura canosa y algo asustada en el espejo. Dije: 'Joder, mi padre'. Era yo. Uno se encuentra al fin con el padre que tuvo. Y eso no se puede contar con artificios literarios; eso lo tienes que escribir como si estuvieras escribiendo una carta en el espejo".
No le falta razón, la sombra del Padre de uno siempre está presente siempre nos acompaña.
De repente me vienen la mente estás líneas de Whitman:
"Mi lengua y cada moléculade mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres
que nacieron aquí,

de padres que engendraron otros padres
que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra
y de estos vientos también."
***
Dice la canción del poeta Andrés Henestrosa:
"No me llores, no, no me llores, no,
Porque si lloras yo peno,
En cambio si tú me cantas
Yo siempre vivo,
yo nunca muero" .
*Realmente no consumia la bebida obtenida de la fermentación alcohólica del zumo de uvas. No, lo que bebía era aguardiente, ron o tequila. Pero denominaban vino a las bebidas "fuertes".

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