6 mar 2009

Los "mea culpa" de los destituidos en Cuba

Los dos altos dirigentes cubanos destituidos a comienzos de semana por Raúl Castro, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, emitieron un mea culpa y renunciaron a todos los cargos del gobierno y el Partido Comunista (PCC) que aún ostentaban, en sendas cartas publicadas por la prensa cubana en las que reconocen, sin especificar, “errores”.
A sólo dos días de que el líder cubano Fidel Castro acusara públicamente de ser “indignos” a quienes hasta entonces se consideraba hombres de su total confianza, el diario Granma publicó este jueves sendas cartas de ambos políticos dirigidas al presidente cubano en las que asumen su “responsabilidad” por los “errores cometidos”.
En su misiva Lage, “liberado” el lunes de su cargo de secretario del Consejo de Ministros, un virtual primer ministro, presenta al “compañero Raúl” su renuncia a seguir siendo miembro del Comité Central del PCC y de su Buró Político, así como a su “condición de diputado, miembro del Consejo de Estado y vicepresidente del Consejo de Estado”.
“Reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad”, agrega Lage en la misiva, que muestra aún el membrete de la Secretaría del Consejo de Ministros y que es publicada, junto a la de Pérez Roque, en páginas interiores del rotativo.
En términos casi idénticos se explica el ex canciller Pérez Roque, en cuya carta anuncia su dimisión como miembro del Consejo de Estado, diputado e integrante del Comité Central del PCC. “Reconozco plenamente que cometí errores (...) Asumo mi total responsabilidad por ellos”, sostiene el desde el lunes ex jefe de la diplomacia cubana, sustituido por el diplomático Bruno Rodríguez.
Ambos aseguran además que su “fidelidad” se mantiene respecto a “Fidel, al partido” y al propio presidente cubano.
Las misivas están fechadas el 3 de marzo, un día después de que Raúl Castro acometiera la mayor reestructuración del gobierno cubano en décadas.
La maniobra fue interpretada en un principio como un proceso de “desfidelización” del gobierno cubano, ya que ambos, al igual que los también sustituidos José Luis Rodríguez García al frente de la cartera de Economía y Otto Rivero, hasta entonces encargado de la “Batalla de Ideas”, estaban considerados figuras más próximas al histórico líder cubano que a su hermano menor.
Con la salida de Lage del Consejo de Estado, la media de edad de la cúpula cubana (el presidente y ahora cinco vicepresidentes) pasa de 71.4 a 75 años.
Mientras muchos cubanos se preguntaban hoy cuál podría ser el “error” cometido por Lage y Pérez Roque, el opositor Manuel Cuesta Morúa consideró que el verdadero mensaje no está en el fondo, sino en la forma del mea culpa que, a su juicio, es una muestra de que Cuba “todavía está bajo un gobierno estalinista que siempre transfiere la culpa general a personas y los pone como chivos expiatorios”.
A falta de respuestas oficiales, , lo que parece quedar claro es que el futuro político de Lage y Pérez Roque ha llegado a su fin. Lage menciona en su carta un “nuevo puesto de trabajo” que no especifica, pero Pérez Roque no hace alusión alguna sobre posibilidades laborales terminada su meteórica carrera política.
Las cartas tomadas del Granma:

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