El arraigo,
fábrica de culpables/GLORIA LETICIA DÍAZ
‘Revista Proceso
# 1844, 4 de marzo de 2012
Pese a los reclamos de activistas sociales, abogados y
organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales y extranjeras, el
gobierno calderonista se niega a terminar con el arraigo, bajo cuya oprobiosa
figura jurídica las autoridades policiacas y militares detienen a cualquier
ciudadano que ellas consideran sospechoso. Tal es el afán por fabricar
culpables, que no se preocupan por demostrar si en realidad lo son. Proceso
reproduce los testimonios de algunas de las víctimas que simplemente no saben
por qué se ensañaron con ellas.
Eran las ocho de la noche del 20 de noviembre último
cuando un sedán color arena se le cerró al auto que conducía Edwin Emilio
Escamilla Cabrera en la ciudad de Pachuca, donde trabaja como policía
preventivo. De él descendió un sujeto que le preguntó: “¿Eres hijo de Francisco
Escamilla Amado?”…