- Sin miedo al poder/RODRIGO VERA
A unos cuantos días de que Eduardo Sánchez, exabogado
general de Grupo MVS, asumiera las funciones de coordinador general de
Comunicación Social de la Presidencia, la empresa de Joaquín Vargas inició una
escalada contra Carmen Aristegui y su equipo de investigación, el mismo que
reveló el escándalo de la Casa Blanca del primer mandatario Enrique Peña Nieto
y su esposa Angélica Rivera.
El acoso se inició como una reacción airada de la empresa
contra la presentación de la nueva plataforma digital Méxicoleaks.
En desplegados a página entera en la mayoría de los
periódicos capitalinos y con spots en sus propios espacios informativos, Grupo
MVS afirmó el miércoles 11 que no forma parte de Méxicoleaks y calificó “no
sólo como un agravio y una ofensa, sino un engaño a la sociedad”, el uso de su
marca.
El jueves 12 se difundieron más desplegados y spots de
Grupo MVS donde corrigieron su posición original: “La plataforma Méxicoleaks no
es el problema”, afirmaron. El conflicto obedece a que “es inaceptable” que
“algunos de nuestros colaboradores comprometan y dispongan de recursos y marcas
de la empresa para realizar alianzas, sin conocimiento y la autorización de la
administración.
“El problema obedece y se limita a la disposición
indebida de recursos, marcas y facultades de la empresa”, afirmó Grupo MVS. El
texto no mencionaba a Aristegui ni a sus colaboradores, pero la alusión era
evidente.
En menos de 48 horas MVS decidió despedir –al mediodía
del jueves 12– a los reporteros Daniel Lizárraga e Irving Huerta, ambos de la
unidad de investigaciones especiales del equipo de Carmen Aristegui, con el
argumento de la “pérdida de confianza” y “el uso indebido de nuestros recursos
humanos tecnológicos y materiales”.
De concretarse la salida de Aristegui de MVS, sería la
segunda ocasión que la periodista abandona la conducción del noticiario
matutino desde que llegó a la compañía de la familia Vargas en enero de 2009.
El 7 de febrero de 2011 los radioescuchas de MVS
amanecieron con la sorpresa de que Aristegui ni siquiera se pudo despedir al
aire. Su nombre fue borrado de la página web. Un spot de la empresa afirmó que
la conductora “transgredió nuestro código de ética”, que prohíbe “la
presentación y difusión de rumores como noticias”.
El despido de Aristegui ocurrió tras lanzar una pregunta
al aire: “¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?”
El contexto de su salida era la agresiva disputa entre Televisa y Telmex por
presuntas irregularidades de la compañía de Carlos Slim al tener una sociedad
con MVS en Grupo Dish. El gobierno de Felipe Calderón presionó con no refrendar
las concesiones de la banda de 2.5 Ghz, pertenecientes a MVS (Proceso 1789).
En aquel episodio, la empresa le pidió a Aristegui que
leyera una “disculpa pública” al aire, que fue redactada desde Los Pinos por la
entonces coordinadora de Comunicación Social, Alejandra Sota. La periodista se
negó. Y las protestas en redes sociales y frente a las instalaciones de MVS se
realizaron dos días seguidos.
Dentro de MVS se polarizaron las posiciones a favor y en
contra de la reinstalación de Aristegui. Alejandro Vargas, junto con el
entonces abogado de la empresa, Eduardo Sánchez, defendió la posición de no
recontratar a la periodista para no tensar las relaciones con el gobierno de
Calderón y obtener el refrendo de las concesiones en la banda de 2.5 Ghz.
Cuatro años después, la disputa dentro de MVS se repite.
La diferencia es que Sánchez es coordinador de Comunicación Social del gobierno
de Enrique Peña Nieto y el equipo de Aristegui ha logrado mayor reconocimiento
nacional e internacional por las coberturas informativas realizadas en este
periodo.
La red compartida
El contexto del mercado de telecomunicaciones también ha
cambiado. La sociedad entre Telmex y MVS se fracturó. Ahora la compañía de los
Vargas es una de las interesadas en participar en el despliegue de la llamada
“red compartida mayorista” o “red troncal”, que licitará la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT), con inversiones por más de 10 mil millones
de dólares para armar una infraestructura paralela a la que actualmente posee
América Móvil, de Slim.
El pasado miércoles 11 la SCT emitió un comunicado en el
que anunció que está disponible la solicitud de Manifestación de Interés (MDI),
a través de la cual “cualquier persona interesada en diseñar, financiar,
desplegar, operar y comercializar la red compartida puede aportar información,
conocimientos, experiencias o puntos de vista”.
La fecha límite para presentar las solicitudes de MDI es
el próximo 22 de abril. La “red compartida” fue incluida en uno de los
transitorios de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, que
estableció que el Poder Ejecutivo federal, en coordinación con el Instituto
Federal de Telecomunicaciones, “deberá garantizar la instalación de una red
pública compartida de telecomunicaciones que impulse el acceso efectivo de la
población a la comunicación de banda ancha y a los servicios de
telecomunicaciones”.
Desde diciembre de 2013, el entonces subsecretario de
Comunicaciones, Ignacio Peralta, dio a conocer que entre los interesados en
invertir en esta red compartida estarían consorcios internacionales como Intel,
Cisco, Huawei, Ericsson y la mexicana Alcatel, filial de Grupo Alfa.
Para lograrlo “habría que apoyarse en el modelo que
desarrolló MVS y sus socios para la banda 2.5 Ghz. Lo que se está planeando es
un esquema público-privado”, abundó Peralta. MVS desde hace tres años se
adelantó proponiendo este modelo de red compartida.
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Sin miedo al poder/RODRIGO VERA
En una amplia entrevista que dio a la revista Gatopardo, publicada en su edición de marzo último, Carmen Aristegui asegura que criticar al poder es “entrar en una zona de riesgo”, por lo que todo periodista debe sustentar muy bien su información. “Si dices algo que afecte al poder, tienes que decirlo con una precisión quirúrgica”.
Y luego aborda dos de las revelaciones periodísticas más importantes dadas a conocer por su equipo de investigación: el de la “Casa Blanca” de Las Lomas, que develó un posible conflicto de intereses del presidente Enrique Peña Nieto al permitir que su esposa recibiera esa residencia de manos del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú (consentido de los gobiernos que ha encabezado el mexiquense), y la polémica sobre las versiones acerca del presunto alcoholismo del presidente Felipe Calderón, que en 2011 le costó a Aristegui ser despedida temporalmente del grupo MVS.
Entrevistada por Wilbert Torre, Aristegui comenta que la investigación sobre la casa de Las Lomas se gestó en mayo de 2013, cuando el reportero Rafael Cabrera –integrante de su equipo de investigaciones especiales– se topó con un ejemplar de la revista Hola donde se mencionaba esa residencia. Cabrera consideró que podría ser un asunto importante y empezó a indagar.
Aristegui relata que fue una pesquisa de meses. “Había periodos de espera por las solicitudes de información. Esta investigación es producto de la curiosidad de un periodista que se preguntó: ‘¿Esta casa estará declarada en el patrimonio de Peña?’ Con esa pregunta de pertinencia comenzó a jalar una hebra, solicitar información y ver la negativa del poder a colaborar. Fue una investigación de largo alcance. Llegamos al punto donde dijimos: ‘Ya está’. La respuesta de Presidencia (de la República) fue que no contestaría ella, sino Función Pública. Al final la respuesta fue: ‘No vamos a decir nada’”.
Ante esta negativa, prosigue la titular de la Primera Emisión de Noticias MVS, “decidimos publicar el reportaje, que coincidió en el tiempo con la cancelación del tren de alta velocidad México-Querétaro. Lo del tren nos cayó del cielo. La investigación venía muy firme en función de que el dueño legal de la ‘Casa Blanca’ era el contratista de Peña. Pero con el reportaje hecho surgió la información del tren de alta velocidad y a la hora de revisar dijimos: ‘¿Cómo? ¡Es el dueño de la Casa Blanca!’ Si lo hubiéramos publicado 15 días antes, nos perdemos el tren. Lo del tren aceleró el asunto en horas”.
Cuenta Aristegui que cuatro días antes de difundir la historia se reunió con corresponsales extranjeros y con los directivos de La Jornada, Reforma y Proceso, a quienes propuso dar a conocer conjuntamente el explosivo asunto. Todos aceptaron.
Respecto del presunto alcoholismo de Felipe Calderón, la también conductora de CNN en Español señala que abordó el caso a raíz de que, el 3 de febrero de 2011, se exhibió una manta en la Cámara de Diputados donde se leía: “¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?”
Otros medios también dieron a conocer esa información, pero sólo Aristegui sufrió las represalias de Calderón, quien logró que la despidieran temporalmente.
“El caso de Calderón tomó una dimensión extraordinaria por tratarse de una reacción desmedida del poder presidencial frente a una interrogante que no fue afirmación de una periodista que consideró y sigue considerando pertinente preguntar”, rememora.
Ése fue un “hecho específico con una dimensión pequeña”, pero se convirtió en “un gran conflicto entre la Presidencia y un grupo empresarial. Se me pedía una disculpa que no estaba dispuesta a dar, porque no debía disculparme por algo que sigo considerando pertinente, que es preguntarle al poder lo que sea”.
Este, dice, fue “un caso donde el poder político, disgustado con la periodista, exigió algo inadmisible, que era que se arrodillara para satisfacer el enojo presidencial”.
En la entrevista con Gatopardo –titulada “Aristegui: sin miedo al poder”– la periodista radiofónica comenta que su “principal aspiración son los contrastes, que se vean todos los lados. Espero lograrlo. Si tenemos un reportaje sobre Cuauhtémoc Gutiérrez, hay que buscarlo. Si tenemos un reportaje como el de la “Casa Blanca”, que alude al presidente, hay que buscar a la Presidencia. Ya es otra cosa si te contestan o no”.
Y asevera que no está arrepentida de su actitud crítica frente a los poderosos:
“Sobre lo sucedido con el expresidente Calderón y una investigación cabal como la de la “Casa Blanca”, yo diría que ambos (casos) tienen su peso y significado y de ninguno me arrepiento. En ambos me sostengo en lo dicho y en lo hecho.”
1 comentario:
Muchas gracias por compartir estos reportajes. Saludos!
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