10 ago 2015

Las columnas políticas hoy, lunes 10 de agosto de 2015..

Las columnas políticas hoy, lunes 10 de agosto de 2015..
Eso de sana cercanía suena poético….amoroso
¿o me equivoco?
¡Oh, ven más cerca! ¡Ven a mi.!
Y si fuera insana distancia?
Por cierto, hoy es día de San Lorenzo martír, uno de los diáconos que ayudaba al papa San Sixtus II, quien fue asesinado por la policía del emperador mientras estaba celebrando Misa en un cementerio de Roma.

Frentes Políticos/Excelsior
I. Sana cercanía. Fijó su postura. La simbiosis entre Enrique Peña Nieto, gobierno y el PRI será total. Terminaron los tiempos de la “sana distancia”, porque ello significó perder la Presidencia, afirmó Manlio Fabio Beltrones, quien pedirá licencia como diputado. No son tiempos de conceder ventajas. Se requiere de institutos políticos adultos que se responsabilicen del destino del país. Beltrones está dispuesto a la sana cercanía, aunque dentro del PRI algunos temen se convierta en peligrosa cercanía. El viernes deja la Coordinación en San Lázaro. Se va con la tarea hecha. Nadie como él cumplió la encomienda. Fue la clave en las reformas conseguidas por la administración de Peña Nieto.
II.¿No al dedazo? Ante el reto que representarán los comicios en 12 gubernaturas, a los priistas no les debe quedar ninguna duda: serán ellos, las bases a plenitud, los que determinen quién o quiénes serán sus representantes populares en todos los niveles; no habrá dedazo ni imposiciones en esto, garantizó Carolina Monroy, aspirante única a la Secretaría General del PRI. Se ve difícil que los priistas, ya no los que militan en otros partidos o quienes no tienen partido, se traguen aquello de que no habrá dedazo, si ella misma llegará por esa vía al CEN del Partido Revolucionario Institucional. Cuesta creerlo, habrá que esperar y ver si de verdad quieren democratizar el partido, abrirlo a la sociedad, o esperar a que el jefe de todos ellos sea el único elector al interior de ese instituto político.

III.Sacudida. Por unanimidad de votos, el Consejo Nacional del PRD avaló el relevo anticipado de toda su dirigencia nacional. Será en octubre. El sol azteca le tomó la palabra a Carlos Navarrete, quien tras los resultados electorales puso a disposición su cargo. A Navarrete se lo comió la ambición. Su relación con Jesús Ortega y Jesús Zambrano estaba fracturada y, además, les dio la espalda como si no les debiera la chamba. Lo pagará. Y no sería raro, incluso, que abandone al partido como hicieron antes buena parte de sus dirigentes nacionales. ¿Hará mancuerna con Marcelo Ebrard, su anterior jefe? Fernando Belaunzarán o Armando Ríos Piter, son las mejores cartas amarillas. Las más limpias.
IV.Diálogo, la llave. Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, llamó a los alcaldes del país a llevar a cabo una política a través del diálogo con la sociedad y dejar atrás los colores partidistas. Destacó que a través del diálogo se sacaron adelante las reformas estructurales para el país. Instó a las autoridades electas a no desaprovechar la Reforma Electoral. En lugar de decir que el entorno económico internacional afecta y que grupos delictivos pudieran cometer algún agravio contra los ciudadanos, la responsabilidad de los alcaldes electos es entregar los resultados que la sociedad merece. La mala: ediles son los primeros en fallar.
V.Previsor. Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno del Distrito Federal, buscará reunirse con Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México, para reforzar las medidas de seguridad en las sucursales. Ante el evidente modus operandi de los delincuentes al interior de las sucursales bancarias, donde existe gran libertad de los sujetos en contra de los cuentahabientes, se debe establecer una estrategia conjunta con los bancos para inhibir a los criminales. No olviden a los propios empleados delatores. Hace bien en ajustar el tema de seguridad, porque existe la percepción de que la tranquilidad que vivió el DF en los últimos años ahora es mucho más frágil.
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TEMPLO MAYOR/Reforma
EL PROCESO de transición en algunos estados se está convirtiendo en una pesadilla financiera para los gobernadores electos.
AHÍ ESTÁN los casos de Nuevo León, donde ya se descubrió que Rodrigo Medina ¡triplicó la deuda! que deberá enfrentar Jaime “El Bronco” Rodríguez; y el de Sonora, donde Guillermo Padrés le está dejando un auténtico cochinero a Claudia Pavlovich.
A ESTE CLUB de los próximos mandatarios angustiados se acaba de sumar Ignacio Peralta, al ver el desastre que heredará en Colima.
RESULTA QUE Fitch Ratings le bajó la calificación a ese estado debido a que cayó en “default restringido”. Esto significa que incumplió con el pago de dos créditos bancarios por 343 millones de pesos, aunque más o menos mantiene al corriente otros compromisos financieros.
SIN EMBARGO, para la calificadora algunas de las deudas que enfrenta actualmente el gobierno colimense tienen una perspectiva negativa. A su juicio, los problemas en las finanzas estatales se deben, en buena medida, a la mala conducción de parte de las autoridades.
TAN ES ASÍ que en el colmo de los colmos financieros, la administración de Mario Anguiano pudo haber refinanciado algunas de sus pesadas obligaciones, pero… ¡se les chispoteó!
EN LA BANCADA panista de los diputados hay, o mejor dicho había, 21 millones de pesos que nadie sabe ni nadie supo dónde quedaron. Se esfumaron de las arcas y los albiazules están que trinan porque quieren “su” lana.
BUENO, pues por ahí dicen que a quien deben preguntarle es a su compañero diputado Isaías Cortés, pues fue él, como tesorero del grupo parlamentario, quien debe saber en qué cajón se quedó ese dinerito.
LA OTRA OPCIÓN, según dicen, es preguntarle al ex coordinador Luis Alberto Villarreal o a su dirigente, Gustavo Madero. Dicen que tanto El Señor de los Moches como el chihuahuense seguramente tienen, al menos, una pista de dónde pudo haber quedado ese dinero.
AL QUE le urge que se aclare el asunto es a Ricardo Anaya, quien aspira a la presidencia panista y no quiere seguir cargando con un bulto que ni es suyo.
ES UNA LÁSTIMA que no se puedan exportar los suspirantes, pues Quintana Roo trae una producción récord este año.
EL ADELANTADÍSIMO proceso para suceder a Roberto Borge volvió a agitarse hace unos días con la designación digital de Manlio Fabio Beltrones como nuevo dirigente nacional del PRI.
RESULTA QUE el diputado Raymundo King estaba prácticamente desahuciado en la carrera por la candidatura tricolor, pero el ungimiento del sonorense renovó sus esperanzas dada la cercanía entre ambos.
ESTO vino a inquietar a los que se consideraban punteros, como el subsecretario federal de Turismo, Carlos Joaquín; y los alcaldes Mauricio Góngora y Paul Carrillo, de Playa del Carmen y Cancún, respectivamente… más los que se acumulen esta semana.
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BAJO RESERVA/El Universal
La luna de miel de El Bronco y MC
En plena luna de miel viven en estos días los dirigentes del partido Movimiento Ciudadano, al mando de Dante Delgado, y el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco. El sábado el partido naranja ofreció poner a las órdenes del primer candidato independiente en ganar una gubernatura en México su bancada en la Cámara de Diputados. En reciprocidad, don Jaime los invitó ayer al estadio universitario para que vieran el partido de futbol Tigres-Chivas. Acudieron a un palco conseguido por Rodríguez casi todos los diputados electos de MC que llegarán a San Lázaro en septiembre. Aunque El Bronco no estuvo con ellos, las entradas corrieron por su cuenta. Amor, con amor se paga.
Duarte frente a los medios
El gobernador de Veracruz pasará a la ofensiva. Nos aseguran que hoy muy temprano Javier Duarte saldrá ante los medios para hablar del caso del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien fue asesinado, junto con otras cuatro mujeres, en un departamento de la céntrica colonia Narvarte en la ciudad de México. Don Javier, a quien las redes sociales y algunos medios culparon a priori del crimen contra Espinosa, nos dicen, planea realizar un posicionamiento sobre el tema, ahora que las primeras investigaciones de las autoridades capitalinas apuntan al robo como el móvil de los homicidios. Duarte abordará también el tema de los homicidios de periodistas en el estado y la agresión a estudiantes universitarios. La metralla que recibió durante 10 días el gobierno de Veracruz, ahora amenaza con impactar a la administración capitalina si en breve no captura al resto de los presuntos asesinos y esclarece el móvil del crimen.
La sorpresa de la procuradora
La Procuraduría General de la República, al frente de la cual se encuentra Arely Gómez, está aplicando una táctica interesante para evaluar a su personal, nos comentan. Sin previo aviso, personal del Centro de Control y Confianza llega a las delegaciones que tiene la PGR en el país y aplica exámenes a los funcionarios de las sedes y subsedes. Nos explican que estos exámenes “sorpresa” han derivado incluso en órdenes de aprehensión en contra de funcionarios, especialmente por delitos como extorsión.
Otra mujer va por la UNAM
En la competencia hacia la rectoría de la UNAM, hay otra mujer que pretende hacer historia y convertirse en la primera universitaria en conducir los destinos de la máxima casa de estudios del país. Nos dicen que la ex directora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Suemi Rodríguez Romo, planea realizar un segundo intento por llegar a la rectoría. Doña Suemi —quien es integrante del Sistema Nacional de Investigadores— esperará la convocatoria y tratará de que esta vez la Junta de Gobierno la designe. Su candidatura se suma a la de la directora de la Facultad de Ciencias Rosaura Ruiz, con lo que hasta el momento son dos las mujeres que buscan suceder en el cargo al rector José Narro.
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, acudirá en estos días al Senado por invitación del coordinador del PRD y presidente de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa, para dialogar sobre temas que atañen al pacto federal y el mando único policiaco, pendiente aún en esa cámara.
Que la candidatura de Rodríguez Calderón no solo fue apoyada por particulares, sino que también se puso con su cuerno el gobernador priista de Nayarit, Roberto Sandoval.
Que hay inquietud en la PGR por saber la decisión que tomará el juez que sujetó a proceso penal a Elba Esther Gordillo, luego de que la profesora demandó el beneficio de prisión domiciliaria.
La institución ha hecho todo lo posible por mantenerla en la cárcel y retrasar el veredicto, pero el fallo es tan inminente que se espera esta semana.
Que la llegada de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI no altera el guiño de ojos al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, como principal alternativa para competir por la gubernatura de Oaxaca en 2016.
Que en Pemex hicieron efectiva la línea cero tolerancia que impulsa el director Emilio Lozoya, al destituir e inhabilitar a un funcionario de Exploración y Producción que era socio de una empresa subcontratada que él mismo supervisaba y con un contrato de más de 400 millones de pesos.
El señalado, José Aroldo de Hoyos Morales, está bajo investigación para fincarle otras responsabilidades, y la empresa es sujeta de rigurosas auditorías.
Que para la sucesión del doctor José Narro Robles en la Rectoría de la UNAM hay un número extraordinario de mujeres.
Entre las consideradas están las académicas Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias; Ana María Cetto, ex titular de la misma Facultad; Alicia Bárcena, ex subsecretaria de la ONU; Elena Zenteno, directora del Instituto de Geología, y Arlette López Trujillo, directora de la FES Iztacala.
Que el martes habrá reunión de los diputados electos del PRD en la Ciudad de México y saldrá el coordinador de la bancada para la Asamblea Legislativa.
Cada uno de los dos posibles, Raúl Flores y Leonel Luna, están reuniéndose con los legisladores electos, porque el coordinador saldrá por votación.
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Lenguas Viperinas / LSR
LOS GOBERNADORES alistan una cena con Manlio Fabio Beltrones en su calidad de nuevo presidente nacional del PRI a fin de cerrar fuerzas para enfrentar dos cosas, una, la situación económica que incluye la petición al sonorense de mediar con Hacienda un mejor trato y un plan de solución de pagos para cada caso, y dos, el plan electoral para la renovación de 12 gubernaturas. Nos aseguran que el tema de la relación con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, es un punto de verdadera preocupación entre los mandatarios.
CONTINÚA LA BATALLA del Partido del Trabajo con el Instituto Nacional Electoral por la conservación del registro, y ahora se enfoca en el momento en que el órgano electoral tuvo problemas con su página de internet y con sus sistemas de conteo de votos. Nos aseguran que el equipo de abogados petistas peleará ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, las fallas de conteo de votos para pedir la apertura de paquetes.
LOS DIPUTADOS FEDERALES
recibieron ya 2.1 millones de pesos de prestaciones por los tres años trabajados en San Lázaro. Se trata de su fondo de retiro más sus equivalentes salariales de este año. Los legisladores del PRI, nos aseguran, recibirán más de 4 millones de pesos por instrucciones de Manlio Fabio Beltrones quien repartiría para de las subvenciones.
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Será?/24 Horas
Se busca dirigente
Luego de que Carlos Navarrete puso su renuncia sobre la mesa se comenzaron a barajar varios nombres. Incluso, hay voces que piden que llegue un intelectual reconocido para ayudar al sol azteca a salir de su crisis. Unos mencionan a Juan Ramón de la Fuente y a José Woldenberg, y otros proponen a René Drucker, idea que al científico fundador del PRD no le desagradó, más ahora que analiza buscar una candidatura para 2018. Aunque hay un problema, ya tuvo un par de desencuentros con Los Chuchos Zambrano y Navarrete.
Relevos en el Senado
Existe un acuerdo preliminar para que el PAN presida el Senado, a partir del 1 de septiembre, y el PRI se quede los últimos dos años de la legislatura. El nombre del panista que presidirá la Cámara alta se conocerá una vez que se elija al nuevo líder nacional del blanquiazul, es decir la próxima semana. Por lo pronto, ya hay una terna compuesta por Fernando Herrera, José Rosas Aispuro y Roberto Gil; sin embargo, de confirmarse el triunfo de Ricardo Anaya, la balanza podría inclinarse por el aguascalentense Herrera, que actualmente coordina a los panistas y suspira por la gubernatura de su estado.
Una tras otra
Gabino Cué no termina de salir de un problema cuando ya entró en otro. Su ex publirrelacionista Marcela Pezet demandó a Carlos Velasco, director del semanario Correo de Oaxaca. Lo demandó ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial por supuestamente lucrar con su imagen. Lo que hizo el periodista fue publicar imágenes de esta persona para hablar de su labor como servidora pública. El caso cobra relevancia porque el comunicador recurrirá a otras instancias esta semana y se espera que el director IMPI, Miguel Ángel Margáin, se pronuncie al respecto.
 Sucesión en el INEGI
 Rolando Ocampo Alcántar, vicepresidente del Subsistema Nacional de Geografía y Medio Ambiente, se perfila como el próximo presidente del INEGI, una vez que concluya en noviembre el periodo de Eduardo Sojo Garza-Aldape. Recientemente, Ocampo Alcántar fue nombrado copresidente del Comité de Expertos sobre la Gestión Global de Información Geoespacial de la ONU. En la administración de Fox, fungió como subsecretario en la Reforma Agraria y trabajó con Ernesto Cordero.
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Columna Alhajero/Martha Anaya.
24 Horas
Doble cachucha
Mal comienza Carolina Monroy del Mazo su camino rumbo a la secretaría general del PRI.
Será porque le parece poca cosa ocupar la segunda posición del partido (a lo mejor cree que por provenir de la cuna de Atlacomulco merece la primera), será porque pertenece a la estirpe de los acaparadores, de quienes no sueltan ni reparten…

El caso es que la ex presidenta municipal de Metepec ¡no quiere perder el hueso de la diputación!
Dice que se queda con las dos posiciones, que puede andar corriendo de un lado al otro, de Insurgentes Norte a San Lázaro (a lo mejor va a usar helicóptero al estilo de su coterráneo David Korenfeld).
Que para ella, seguirle el paso durante 18 o 20 horas diarias a Manlio Fabio Beltrones es lo de menos (le quedarán cuatro horas al menos para ocuparse de los menesteres de la Cámara de Diputados).
¿Dormir? ¡Para nada! La prima de Enrique Peña Nieto no lo necesita.
A este paso los priistas no tardarán en volver a los tiempos en que Beatriz Paredes era al mismo tiempo presidenta del partido y diputada.
O a la de Roberto Madrazo…, recuerdan, que insistió en jugar la candidatura presidencial desde la presidencia del PRI y terminó enfrentando a unos y otros, empinando a su partido a una de sus peores derrotas.
¿No se supone que eso es precisamente lo que quieren evitar?
A contrapié, Beltrones anunció que el próximo viernes presentará a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión su solicitud de licencia para poder contender por la presidencia nacional de su partido y hará entrega de los libros blancos de fin de legislatura.
OTROS QUE NO ENTIENDEN- Si de algo pueden presumir hoy los perredistas, particularmente los llamados Chuchos, ¡es su desprestigio!
Lo forjaron a pulso: por sus divisiones, sus innumerables corrientes, su ambición de poder; por dejar de lado a sus mejores cuadros, repartiéndose los cargos entre cuates, familiares y compadres; por echarse en brazos del gobierno por un plato de lentejas; por su falta de ética…
Hasta que les estalló el descrédito en el rostro con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, con la pérdida del bastión histórico que les significa la Ciudad de México –se los arrebató Morena, con Andrés Manuel López Obrador– y el hundimiento en perspectiva del partido.
En ese estado, de putrefacción francamente, algunos –los de Nueva Izquierda– buscan arroparse con el prestigio de otros, aunque no formen parte de sus filas, para ver si salvan al sol azteca.
Es así como Los Chuchos mayores han ido en busca del ex rector Juan Ramón de la Fuente; del ex consejero del IFE, José Woldenberg; del antropólogo Roger Bartra. Pero ninguno de ellos les ha dado el sí.
Otras corrientes, en cambio, creen que les toca su hora; que con quitarle las riendas a Los Chuchos es suficiente. ¡Y sueltan una serie de nombres para suceder a Carlos Navarrete!: Fernando Belaunzarán, Zoé Robledo, Carlos Sotelo, Armando Ríos Piter, Vladimir Aguilar, Víctor Hugo Romo, David Razú.
Con decir que hasta Beatriz Mojica –la derrotada candidata a la gubernatura por Guerrero– está en la baraja…
BASTA DE PLEITOS ENTRE PANISTAS.- Eso pide Ricardo Anaya a sus propios compañeros de Acción Nacional: ¡Que ya le paren a los pleitos, a las acusaciones, a la confrontación!
El queretano insistió en que era hora de “unificarse” y de “regenerarse”, porque los próximos meses serán cruciales para los militantes de su partido y para el devenir del país.
¿Qué ve el aspirante a la dirigencia del PAN en el horizonte?
Según sus propias palabras, el riesgo de que “gobiernos corruptos o populistas lleven al país a la quiebra”.
GEMAS: Regalito de Manlio Fabio Beltrones a propósito de la actitud que dispuso Ernesto Zedillo de su presidencia hacia el PRI: “Esa sana distancia nos hizo perder la Presidencia de la República… Entonces, no fue tan sana.”
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PRD: Son Los Chuchos, no Navarrete/ Roberto Rock L.
LSR
La virtual destitución de Carlos Navarrete como presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no marca el derrumbe de la dirigencia del guanajuatense.  Anticipa el fin de un largo periodo de dominio de ese organismo político por parte de la facción Nueva Izquierda (NI) –Los Chuchos-, que encabeza Jesús Ortega y que ha impuesto a los suyos en los últimos tres relevos en el control de la agrupación.
 Con Jesús Ortega mismo inicialmente, luego con Jesús Zambrano y finalmente con Navarrete Ruiz, NI configuró un PRD que tuvo en el control de las estructuras y en la negociación con el gobierno federal –fuera del PAN o del PRI- su principal esquema de fortaleza. Los Chuchos se han enfrentado al dilema de mantener el control o abrir el partido a nuevas voces y expresiones. Siempre optaron por el primero.
 La consecuencia, denunciada por voces múltiples dentro y fuera del PRD, ha sido un aniquilamiento progresivo de la vida interior del partido, una reducción de espacios para el debate político e ideológico y un pragmatismo que deriva en pactos a los que se les atribuye ocultar complicidades y negocios.
 Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD y protagonista de algunas de sus etapas más importantes, abandonó la agrupación con discreción, pero con eficacia para denunciar que ese partido iba en vías de convertirse en una franquicia sin eficacia electoral, carente de voz opositora e inútil para la ciudadanía. Muchos más han seguido el camino del ingeniero Cárdenas.
 Los resultados de los comicios de junio pasado, cuando el PRD fue desplazado por Morena, el nuevo partido de Andrés Manuel López Obrador, confirmaron los peores augurios de personalidades de la izquierda ante un organismo que parecía sufrir mala oxigenación en su vida interna y encaraba el riesgo de una muerte prematura.
 Carlos Navarrete era el rostro formal de este estado de cosas. Ello provocó su derrumbe, pese a tratarse quizá de uno de los políticos más sofisticados dentro de Nueva Izquierda, el primer líder de izquierda en conducir el Senado de la República. Pero ello no le alcanzó para frenar el desastre interno y externo.
 En las horas finales de su presidencia, probó la amargura del abandono. Su grupo, Los Chuchos, lo dejó solo. Jesús Ortega ni siquiera interrumpió sus vacaciones; Zambrano no lo apoyó con una sala frase; Guadalupe Acosta Naranjo, otro “chuchista” de primera línea, vive su propio proceso de distanciamiento pues reclama para sí la coordinación de la próxima legislatura en Diputados, que disputa con el citado Zambrano.
 En los días previos a la reunión de vienes y sábado del Consejo Nacional perredista, Los Chuchos buscaron impulsar a otro de ellos como relevo de Navarrete, pero ante la falta de cuadros de nivel entre ellos mismos, voltearon a ver a su segunda división. Surgieron así los nombres de Fernando Belaunzarán y de Beatriz Mujica, ésta última derrotada en junio pasado como candidata al del PRD al gobierno de Guerrero.  Ninguno de los dos ha logrado generar el consenso mínimo –antes al parecer lo contrario- para lograr este objetivo.
 En esa indefinición sistémica, con un futuro incierto, el PRD decidió tomar algunas semanas para discutir internamente cuáles son sus alternativas. Es probable que intente una apuesta que puede sacudir su imagen: Impulsar a un dirigente ajeno a las corrientes pero con prestigio en la sociedad. Puede ser el caso de Agustín Basave, diputado federal electo, ex priísta.
 Seguramente este político regiomontano, cercano amigo de Luis Donaldo Colosio, estará en una reducida lista de quiénes pueden recibir tan espinosa encomienda. El que sea seleccionado tendrá ante sí dos escenarios: rescatar al PRD de una extinción inminente, u otorgarle la debida sepultura.
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EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
Milenio
Unos ni jóvenes, otros ni de izquierda
Linchado desde el caso Iguala pese a que acababa de llegar a la dirigencia nacional del PRD, Carlos Navarrete pone su cabeza en la picota en pos de la unidad de su partido y de la indescifrable izquierda mexicana.
Un liderazgo interno que acepten todas, impulsan las corrientes internas (Juan Ramón de la Fuente, José Woldenberg y Roger Bartra entre los sugeridos), con lo que se reactiva la probabilidad de que el PRD vuelva a ser encabezado por su fundador, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Desafortunadamente, ninguno de los considerados por lo pronto o en definitiva cumple con la expectativa ideal de que el partido lo dirijan “jóvenes”.
Pero menos afortunados aún son los asomos de que, para alcanzar esa ilusoria “unidad de la izquierda”, se busque a quienes tanto han ofendido y despreciado a Cárdenas y al PRD: Andrés Manuel López Obrador con su Morena, activistas de la cesión de la rectoría del Estado en la educación a una facción sindical (la 22 de Oaxaca) y, en consecuencia, opositores a que se respeten los derechos superiores (Constitución dixit) de la infancia.
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Fue un vulgar robo; nada implica a Duarte/Ricardo Alemán
El Universal,
Rubén Espinosa se encontraba en el lugar y la hora equivocados.
En toda democracia que se respete, la defensa de la libertad de expresión –y en general de las libertades básicas–, debe ser una de las prioridades sociales.
Y es que libertades como las de expresión, prensa y manifestación de ideas, además de los derechos de información y acceso a datos públicos, son el termómetro que permite medir la salud democrática de un pueblo.
De igual manera, el atentado a la vida de los trabajadores de los medios –periodistas, opinadores, fotógrafos, cartonistas o articulistas–, y la impunidad que ampara a los agresores de los periodistas –y a los agresores a ciudadanos en general–, muestran el atraso del Estado en una de sus tareas básicas; la de garantizar la vida, la integridad y los bienes de las personas.
Además, para nadie es nuevo que México es uno de los países de más alto riesgo para periodistas; con el mayor número de periodistas muertos. Tampoco es nuevo que Veracruz es la entidad en donde más periodistas han sido asesinados en años recientes.
Por eso, nadie en su sano juicio puede escatimar un gesto de solidaridad con periodistas atacados, muertos y/o amenazados por instituciones del Estado, por gobiernos locales, autoridades o por el crimen organizado.
Pero también es cierto que no todos los ataques, atentados y crímenes cometidos contra trabajadores de los medios pueden ser considerado un ataque a la actividad del periodista, al ejercicio de sus libertades básicas. No toda agresión a un periodista –por influyente que se crea--, está vinculada de manera directa a callar su voz y su libertad de expresión. Más aún, en no pocos casos se trata de agresiones o crímenes iguales a los que sufren los ciudadanos en general.
Y es que en tanto ciudadanos comunes, los periodistas no están (estamos) exentos de los mismos riesgos, peligros y flagelos que los ciudadanos comunes. Tampoco los periodistas están (estamos) exentos de las debilidades, excesos y “pecados” humanos. Los periodistas no son (somos) santos o demonios; son (somos) ciudadanos como cualquiera.
Por eso resulta –por decirlo suave–, una estupidez suponer que todo despido, accidente, agresión, secuestro o crimen contra un periodista es un atentado a la libertad de expresión de todos los mexicanos.   
Y es el caso de Rubén Espinosa, fotoperiodista muerto el viernes 31 de julio en un homicidio quíntuple en la colonia Narvarte y quien habría regresado al Distrito Federal huyendo de Veracruz y de la barbarie del gobierno de Javier Duarte, el peor gobierno veracruzano y el más represivo para los periodistas.
Como saben, cuando se conoció que una de las víctimas del crimen quíntuple había sido un fotoperiodista perseguido por el gobierno de Veracruz, un sector del gremio periodístico y de la sociedad en general señaló –sin una sola prueba–, que se trató de un crimen de Estado y que el mandatario veracruzano era culpable.
Hoy se sabe que, en efecto –como aquí lo expusimos el pasado lunes en la primera de las tres hipótesis planteadas por el GDF–, Rubén Espinosa se encontraba en el lugar y la hora equivocados.
Es decir, que el GDF tiene evidencias de que se trató de una presunta agresión mezcla robo y venganza y que los presuntos responsables no sabían siquiera que Rubén Espinosa era fotoperiodista. Más aún, no existe un solo indicio de que el crimen tenga vínculos con el gobernador Javier Duarte. ¿Qué dirán ahora los promotores de la impostura de un crimen de Estado?
¿Y por qué no da a conocer las evidencias el GDF? Por miedo al qué dirán. Al tiempo.
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Beltrones y la política como virtud/Jorge Fernández Menéndez
Excelsior
¿Qué hacer con Beltrones?, ésa fue la pregunta que en el mundo político todos se habían planteado desde hacía meses. ¿Qué hacer con el priista que estaba vigente en primeros planos desde el gobierno de Miguel de la Madrid, que fue gobernador, subsecretario de Gobernación, diputado, senador, que había tenido casi todo y estuvo cerca de perder todo, que fue objeto de una durísima campaña difamatoria de la que salió casi indemne y terminó dando la cara en la época sombría de la derrota en el 2000 y más aún después del desastre electoral del 2006? ¿Qué hacer con el que aceptó que sí quería la candidatura presidencial, incluso cuando todas las luces estaban puestas en el entonces gobernador Peña Nieto?
Pues se tenía que hacer lo que finalmente se hizo: colocarlo al frente del PRI jugando una carta, no sólo de unidad interna en ese partido, sino también de reconocimiento a esa trayectoria y lealtad (entendida ésta como coherencia, no como una disciplina acrítica).
Desde que se supo que Beltrones sería el próximo presidente del PRI, el juego de los destapes de cara al 2018 lo ha ubicado en esa carrera. Sin duda lo está, como también otros integrantes del equipo presidencial. Pero para esas definiciones falta mucho y, para llegar a ello, el PRI tiene que recorrer un camino que no es sencillo: es verdad que este año, en los comicios de junio, el priismo en alianza con el Verde (y con Nueva Alianza) ha podido refrendar la mayoría en la Cámara de Diputados. Pero perdió Nuevo León, Jalisco y es lejana tercera fuerza en el Distrito Federal. Es verdad que recuperó Sonora, pero su porcentaje de votos a nivel federal fue el más bajo de su historia, salvo aquella catástrofe que fue la elección de Madrazo en el 2006, y hoy en las encuestas de popularidad política ninguno de sus dirigentes y funcionarios, tampoco de sus gobernadores, está en los primeros lugares. Las grandes reformas aprobadas en los meses pasados no terminan de germinar, recuperar la seguridad sigue siendo un capítulo pendiente y la economía está lejos de refrendar las expectativas de la gente.
El año próximo habrá doce elecciones para gobernador y en nueve de esos estados gobierna el PRI, pero hace seis años perdió ante alianzas del PRD con el PAN en Oaxaca, Sinaloa y Puebla y existen posibilidades serias de que esas coaliciones se repitan y amplíen en el 2016, también en el 17 e incluso de cara a la elección presidencial del 18. La tarea de Beltrones será enfrentar esos comicios, pero es responsabilidad tanto suya como de la administración federal. La operación partidaria es importante, sin duda, pero debe ir de la mano con los resultados del  gobierno. Y eso es lo que al final marcará las posibilidades de cualquiera de los aspirantes priistas, incluido Beltrones, Osorio, Videgaray y Nuño, más los que se sumen, como Velasco, de cara al 2018.
En todo caso, lo importante de la designación de Beltrones en el PRI es que el presidente Peña abrió los espacios a personajes que no son parte de su equipo más cercano y que ello le permite tener una visión más amplia del panorama general. No creo en las teorías del cerco a un Presidente: éstos se cierran o abren con base en sus propias expectativas y decisiones. Juegan con más o menos cartas con base en ellas. El presidente Peña siempre ha jugado, desde que era gobernador, con equipos pequeños y cercanos, pero también supo sumar y abrir espacios sobre todo cuando buscó la candidatura presidencial. Me imagino que Peña, con la designación de Beltrones en el PRI, quiere dar ese mensaje: lo que ha hecho es comenzar la inevitable búsqueda de preservar para su partido la Presidencia de la República. Colocando en el PRI a un hombre como Beltrones se fortalece él y fortalece a cualquiera que sea el aspirante para entonces.
Porque hay que comprender que éstos han sido años de mucho desgaste político para todos los actores, por eso debe haber renovación. No es casual que en el PRI se esté dando una vuelta de tuerca, pero tampoco que, al mismo tiempo, tanto el PRD como el PAN estén cambiando sus dirigencias. Los comicios de junio pasado demostraron varias cosas: primero, que ese desgaste partidario era una realidad; segundo, que precisamente por ello la posibilidad de la consolidación de opciones “independientes”, llámense El Bronco, Alfaro o el propio López Obrador, pasando por Mancera o Moreno Valle, pueden trascender los partidos; tercero, que en los partidos hace falta trabajo e imaginación, pero que no se puede soslayar la experiencia y la política. En última instancia la designación de Beltrones en el PRI (y la casi segura llegada de Ricardo Anaya en el PAN y esperemos que la de personajes, más frescos, como Ríos Piter en el PRD) es una reivindicación de la política y de los hombres y mujeres que hacen de ella una virtud que abona los acuerdos y las posibilidades futuras.
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¿Había otro?/Juan Bustillos el 9 de agosto de 2015
Impacto, 9 de agosto
Tal vez hubo caras largas y algún puchero, pero el Presidente había hecho uso de su derecho, exclusivo, a designar al líder nacional de su partido, y no había nada más que decir
Pasaban las 6:00 de la tarde del martes (4 de agosto) y Manlio Fabio Beltrones se despidió, en la puerta de IMPACTO, con un abrazo fuerte, fraternal; marchaba sin incertidumbre, con paso seguro, a encontrarse con su futuro inmediato, pero con cierta prisa. Había tomado sólo un poco de agua, por recomendación médica; desdeñó el whisky, el tequila y el mezcal. Un poco antes de las 7:00, su camioneta ingresó a Los Pinos, y entre las 7:30 y las 8:00 escucharía las palabras mayores que, tratándose de priístas, sólo el Presidente Peña Nieto puede pronunciar.
Atrás había dejado la mesa poblada por hombres, como él, de probada experiencia y, sobre todo, lealtad: Carlos Romero Deschamps, Rafa Reséndiz, David López, Manuel Aguilera, Homero Cárdenas, Arturo Zamora, Miguel Romo, Andrés Chao, Alfonso Camacho, Javier Castellanos y más.
Nada denotaba en sus palabras, y en su lenguaje corporal, que tuviese alguna pista sobre su destino. Entrenado, desde sus tiempos con don Fernando Gutiérrez Barrios, a no dejarse delatar por el rostro ni las inflexiones en la voz, se despidió alegando que acudía al llamado de sus jefes, César Camacho e Ivonne Ortega; no mentía del todo, pues en minutos habría una reunión del CEN del PRI, pero, para encubrir lo que ocurría y a dónde se dirigía, dejó en prenda a sus leales escuderos, Marco Bernal y Manuel Añorve, que media hora después emprenderían la graciosa retirada.
Era otro el llamado, y Manlio, el experto conocedor de las reglas priístas, él mismo las aplicó sobre sus subalternos en momentos claves; sabía que sólo son llamados quienes van a ser; los que no serán se quedan esperando frente al teléfono.
Y, después del abrazo fraterno, enfiló rumbo a la residencia presidencial. Apenas le quedaba el tiempo justo para no llegar tarde a la cita.
Ya no había lugar a la duda: Sería Presidente del PRI. Lo pudo ser cuando Carlos Salinas le confió el destape de Ernesto Zedillo como heredero de la candidatura vacante por la ejecución de Luis Donaldo Colosio. Se lo ofrecieron el Presidente y el candidato; él se negó porque no podía regresar a Sonora como usufructuario de la sangre de su compadre, derramada en Lomas Taurinas.
Lo pudo ser, de nueva cuenta, cuando Roberto Madrazo no encontraba la manera de imponer su candidatura presidencial. Una propuesta fue la de Sergio García Ramírez (el mismo que se quedó, toda la madrugada, frente al teléfono esperando a que Miguel de la Madrid le confirmara que Alfredo del Mazo no mentía al destaparlo en lugar de Carlos Salinas), pero el ex procurador no aceptó. El encargo era demasiado para él. Entonces se abrió el espacio para Beltrones, pero Arturo Montiel consideró que Manlio le garantizaba la misma neutralidad que Enrique Peña Nieto le podría ofrecer a Madrazo; hasta en dos ocasiones, el mexiquense negó abrirle el espacio. Así fue como César Augusto Santiago rompió el récord de Pedro Lascuráin y fue presidente del PRI unos minutos, suficientes para que Mariano Palacios Alcocer fuese reelecto líder nacional violando el estatuto partidista.
Beltrones no lo cuenta, pero en plena refriega por la candidatura, Madrazo y Montiel pactaron una reunión cumbre en un lugar del Estado de México; la única condición fue la ausencia de Beatriz Paredes. Antes de la reunión, Roberto le planteó que ante la improbabilidad de un acuerdo entre los precandidatos, Manlio fuese el candidato. El sonorense se negó tajante y hasta amenazó con retirarse.
 ‘PON TUS BARBAS A REMOJAR CON FAB…’
Pero esa es otra historia; al día siguiente de la comida en IMPACTO, a las 12:40, una mano amiga me hizo llegar un mensaje cifrado, pero salpicado de humorismo: “No te calientes MAN… pon tus barbas a remojar con FAB…”. A quien sabe leer quedó clara la referencia a Manlio Fabio. Minutos después, IMPACTO adelantaba la noticia en su portal de Internet.
La tarde-noche del martes lo habían despedido los pocos, escrupulosamente, convocados al “Panchos´Bar”, como los irreverentes Bustillos de esta casa bautizaron al salón Francisco Galindo Ochoa, dominado por el gran lienzo, fruto del arte de don Toño Anaya, que muestra a aquel jalisciense, ¿de dónde más podía ser?, que acumuló en su persona todas las virtudes y los defectos del viejo priismo.
El último dinosaurio, como a sí mismo se llamaba aquel prohombre del priÍsmo, marcó, durante décadas, la vida pública con su lealtad incuestionable a los muchos amigos que tuvo en la cumbre y a los muy pocos que le quedamos cuando los priístas se hundieron en la orfandad de la que fueron rescatados por Enrique Peña Nieto en 2012.
Sólo no asistió Emilio Gamboa, que cumplía menesteres propios del momento.
No faltó el despistado que no resistió las ganas de preguntar por qué desde 2012 dejamos de celebrar los cumpleaños de IMPACTO, La Revista y por qué reiniciamos, precisamente, el martes.
La primera tiene respuesta. En realidad nunca se suspendieron; sólo que ya no había motivo para hacer los festejos en grande; los hicimos en familia.
En 2012 se atravesó Ángela Merkel al abrir las puertas al Presidente electo Peña Nieto y, por el empalme de las fechas, ya no hubo comilona; al menos eso explicó el secretario particular presidencial, Erwin Lino, aunque sospecho que la famosa Triada, cuyo poder, ya desde entonces, era insuperable, aconsejó la inconveniencia de la presencia del mandatario en nuestras instalaciones.
En realidad, aquellas celebraciones de la revista política más antigua de México fueron concebidas para enmarcar la lucha por la sucesión presidencial de 2012; era tal la demanda para estar cerca de los aspirantes priístas, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, que si hubiésemos vendido, y revendido, las entradas habríamos acumulado una pequeña fortuna. Hubo, incluso, auto-invitados, colados, pues.
¿Por qué, precisamente, el martes pasado se reanudaron con cierta prisa? Sólo hay una respuesta: La lealtad, un homenaje a esa virtud facilona porque, según don Pancho Galindo, el hombre nace con ella. Mérito tienen los desleales, me decía carcajeándose, porque sabía que mentía.
La celebración fue presidida por Rafa Reséndiz, no sé si el único, pero sí de los pocos que tuvieron la hombría de marcharse a casa después de la ejecución de Luis Donaldo Colosio.
Cuando animados por unos whiskys me mostraba el camino al hielo en la soledad de la casona de San Ángel que aún no habitaba Diana Laura, y que no terminó de pagar, “Pelo Chino” me dijo: “Rafael es mi conciencia”. Su jefe de prensa en el PRI y Oficial Mayor en Sedesol le decía lo que nadie se atrevía. Sí, su conciencia y la de muchos otros; la mía, martes a martes.
Al lado derecho de Rafa, Carlos Romero Deschamps, en cuyo nacionalismo y lealtad tiene puesta su confianza el Presidente en estos momentos difíciles para el país, Pemex, los petroleros y el gobierno; es de los pocos que intentaron evitar la entrega del poder al PAN en 2000. Con la aprobación de su gremio puso en juego el patrimonio de los petroleros, pero también su libertad y vida. Más aún, soportando presiones, amenazas y rechazando los cantos de las sirenas, gracias a su hombría selló su boca y guardó las palabras que habrían desencadenado la desaparición del partido al que ama.
A la izquierda de Rafa, el aún coordinador de los diputados priístas esperaba, con paciencia, la decisión del Presidente. “Sólo él y Aurelio (Nuño) me han tratado bien”, decía. Nada sabía sobre su destino; sólo tenía la seguridad de que aplaudiría la determinación de Peña Nieto, cual fuese, pero, eso sí, defendería su derecho a definir el qué hacer con su vida en caso de no ser seleccionado para sustituir a César Camacho en el PRI. A su edad ya se siente viejo para aprender echando a perder; quizás 20 años atrás habría aceptado presuroso cualquier posición, pero sus tiempos ya no son los de aprender echando a perder.
Ignoraba que el Presidente se disponía a inaugurar con él la nueva era sexenal en la toma de decisiones; digamos que, en realidad, volvería a lo básico, como aconsejaba Vince Lombardi a los jugadores de los Green Bay Packers cuando el equipo iba perdiendo.
Y lo básico en esta ocasión, como en todas, es jugar a ganar. Mirando a la banca, Peña Nieto encontró que sólo podía echar mano del jugador más experimentado, el que, como nadie, conoce el terreno de juego, a los jugadores contrarios, y ofrece cierta garantía de triunfo en los encuentros electorales por venir.
Y al político simple y llano se impuso el estadista, porque ese único del que podía echar mano es, precisamente, quien le compitió en 2011 por la candidatura presidencial, y el único en quien, según las voces cercanas, no podía confiar la espalda; lo menos que como líder nacional del PRI puede hacer Manlio, si le gana su proyecto personal, sugería la “opinocracia” empujada desde la oscuridad por manos interesadas, será adueñarse de la estructura del partido para su propia causa.
LAS PALABRAS MAYORES
¿Cuándo, cómo, dónde y por qué se decidió Peña Nieto por Manlio? Sólo lo sabe él.
La tarde-noche del martes (porque oscurece pasadas las 8:00) quizás se repitió paso a paso, en Los Pinos, el mismo episodio que años atrás en la Casa de Gobierno de Toluca cuando ni el leal Jorge Corona se enteró del ingreso de Eruviel Ávila a escuchar las llamadas “palabras mayores” que Luis Spota registró en sus libros sobre la política mexicana.
Al ya salir Manlio como único candidato a presidir el PRI, tal vez ocurrió como cuando Eruviel lo hizo a candidato a gobernador: Hubo caras largas y algún puchero, pero el Presidente había hecho uso de su derecho, exclusivo, a designar al líder nacional de su partido, y no había nada más que decir.
Caras largas y pucheros porque, en automático, el Presidente rompió el equilibrio de poder que él mismo creó al seleccionar a su grupo compacto y delegarle su gran poder; la intromisión de Beltrones tiene la virtud de ofrecer a los desplazados, a quienes durante tres años no pudieron penetrar las murallas de Los Pinos para acercarse al Presidente, un nuevo conducto o, por lo menos, un interlocutor con peso propio, igual y, en algunos casos, superior a los existentes. Y porque, a querer o no, dependiendo siempre de lo que Manlio haga en los procesos electorales, los aspirantes al futuro tienen un fuerte competidor.
Pero el nuevo presidente del PRI no es el único que con su arribo desquebraja los pilares que impedían ver a doña Blanca. El todavía líder nacional, César Camacho, en su nueva advocación de coordinador de los diputados priístas de la siguiente Legislatura, dejará de ser apéndice de la Oficina de la Presidencia. Su condición de mexiquense y líder legislativo en la etapa más difícil del sexenio le permite sacudirse cualquier jefatura que no sea la del Presidente.
Ni imaginar lo que puede ocurrir si Manlio y César hacen frente común.
¿Por qué Peña Nieto se ofrece en apariencia temerario en exceso a vísperas de iniciar la segunda mitad de su mandato? ¿No teme que le sea arrebatada su facultad, también exclusiva, de designar al candidato presidencial?
Durante tres años fue un amigo leal que dio oportunidad a sus amigos y paisanos; llegó el tiempo en que amigos y paisanos, si aprendieron, correspondan a su jefe, pero también que él piense en sí mismo y en su futuro. Le asiste todo el derecho del mundo.
Le llegó, fatalmente, el momento de pensar en su “verdugo”, es decir, en su sucesor. No le queda tiempo, cuando mucho seis meses para empezar a construir al que le gustaría o a quien quiera que lo suceda; las encuestas de Los Pinos y las ajenas indican que no hay priísta que caliente un jarro de agua. Hoy no tiene con quién ganar, con las implicaciones históricas, políticas y jurídicas que esto trae consigo.
La construcción de Colosio llevó unos nueve años; Zedillo fue un invento de último momento porque, en realidad, el candidato en aquella campaña fue Carlos Salinas; la de Peña Nieto también fue construida en nueve años.
Es probable que el candidato priísta del 2018 necesite, para competir con cierta garantía de éxito, a un Peña Nieto ubicado, nuevamente, en las alturas de la popularidad. No es tarea fácil la que tienen Eduardo Sánchez y Aurelio Nuño.
La realidad es que así como en la banca del PRI no había otro para echar mano de él y colocarlo en la oficina de César, sólo Manlio, los priístas no tienen a otro Peña Nieto para competir en 2018; quien sea postulado necesitará que el Presidente lo arrastre, lo empuje y le comparta su popularidad. Ninguno podrá ganar por sí solo y, a menos que la soberbia se mantenga, deben saberlo los aspirantes.
Algún lisonjero dijo el miércoles que en IMPACTO ya sabíamos que Manlio era el hombre y que por eso la comida; ignoran que el Presidente no es hombre dado a confiar sus decisiones. La comida sólo fue un encuentro de hermanos, la mayoría sobrevivientes del 94.

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