Las
columnas políticas hoy, lunes 10 de agosto de 2015..
Eso
de sana cercanía suena poético….amoroso
¿o me equivoco?
¡Oh,
ven más cerca! ¡Ven a mi….!
Y si fuera insana distancia?
Por
cierto, hoy es día de San Lorenzo martír, uno de los diáconos que ayudaba al
papa San Sixtus II, quien fue asesinado por la policía del emperador mientras
estaba celebrando Misa en un cementerio de Roma.
Frentes
Políticos/Excelsior
I. Sana
cercanía.
Fijó su postura. La simbiosis entre Enrique Peña Nieto, gobierno y el PRI será
total. Terminaron los tiempos de la “sana distancia”, porque ello significó
perder la Presidencia, afirmó Manlio Fabio Beltrones, quien pedirá licencia
como diputado. No son tiempos de conceder ventajas. Se requiere de institutos
políticos adultos que se responsabilicen del destino del país. Beltrones está
dispuesto a la sana cercanía, aunque dentro del PRI algunos temen se convierta
en peligrosa cercanía. El viernes deja la Coordinación en San Lázaro. Se va con
la tarea hecha. Nadie como él cumplió la encomienda. Fue la clave en las reformas
conseguidas por la administración de Peña Nieto.
II.¿No
al dedazo? Ante el reto que representarán los comicios en 12 gubernaturas, a
los priistas no les debe quedar ninguna duda: serán ellos, las bases a
plenitud, los que determinen quién o quiénes serán sus representantes populares
en todos los niveles; no habrá dedazo ni imposiciones en esto, garantizó
Carolina Monroy, aspirante única a la Secretaría General del PRI. Se ve difícil
que los priistas, ya no los que militan en otros partidos o quienes no tienen
partido, se traguen aquello de que no habrá dedazo, si ella misma llegará por
esa vía al CEN del Partido Revolucionario Institucional. Cuesta creerlo, habrá
que esperar y ver si de verdad quieren democratizar el partido, abrirlo a la
sociedad, o esperar a que el jefe de todos ellos sea el único elector al
interior de ese instituto político.
III.Sacudida.
Por unanimidad de votos, el Consejo Nacional del PRD avaló el relevo anticipado
de toda su dirigencia nacional. Será en octubre. El sol azteca le tomó
la palabra a Carlos Navarrete, quien tras los resultados electorales puso a
disposición su cargo. A Navarrete se lo comió la ambición. Su relación con
Jesús Ortega y Jesús Zambrano estaba fracturada y, además, les dio la espalda
como si no les debiera la chamba. Lo pagará. Y no sería raro, incluso, que
abandone al partido como hicieron antes buena parte de sus dirigentes
nacionales. ¿Hará mancuerna con Marcelo
Ebrard, su anterior jefe? Fernando Belaunzarán o Armando Ríos Piter, son las
mejores cartas amarillas. Las más limpias.
IV.Diálogo,
la llave. Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, llamó a los
alcaldes del país a llevar a cabo una política a través del diálogo con la
sociedad y dejar atrás los colores partidistas. Destacó que a través del
diálogo se sacaron adelante las reformas estructurales para el país. Instó a
las autoridades electas a no desaprovechar la Reforma Electoral. En lugar de
decir que el entorno económico internacional afecta y que grupos delictivos
pudieran cometer algún agravio contra los ciudadanos, la responsabilidad de los
alcaldes electos es entregar los resultados que la sociedad merece. La mala:
ediles son los primeros en fallar.
V.Previsor.
Miguel Ángel Mancera Espinosa, jefe de Gobierno del Distrito Federal, buscará
reunirse con Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de
México, para reforzar las medidas de seguridad en las sucursales. Ante el
evidente modus operandi de los delincuentes al interior de las sucursales
bancarias, donde existe gran libertad de los sujetos en contra de los
cuentahabientes, se debe establecer una estrategia conjunta con los bancos para
inhibir a los criminales. No olviden a los propios empleados delatores. Hace
bien en ajustar el tema de seguridad, porque existe la percepción de que la
tranquilidad que vivió el DF en los últimos años ahora es mucho más frágil.
#
TEMPLO
MAYOR/Reforma
EL
PROCESO de transición en algunos estados se está convirtiendo en una pesadilla
financiera para los gobernadores electos.
AHÍ
ESTÁN los casos de Nuevo León, donde ya se descubrió que Rodrigo Medina
¡triplicó la deuda! que deberá enfrentar Jaime “El Bronco” Rodríguez; y el de
Sonora, donde Guillermo Padrés le está dejando un auténtico cochinero a Claudia
Pavlovich.
A
ESTE CLUB de los próximos mandatarios angustiados se acaba de sumar Ignacio
Peralta, al ver el desastre que heredará en Colima.
RESULTA
QUE Fitch Ratings le bajó la calificación a ese estado debido a que cayó en
“default restringido”. Esto significa que incumplió con el pago de dos créditos
bancarios por 343 millones de pesos, aunque más o menos mantiene al corriente
otros compromisos financieros.
SIN
EMBARGO, para la calificadora algunas de las deudas que enfrenta actualmente el
gobierno colimense tienen una perspectiva negativa. A su juicio, los problemas
en las finanzas estatales se deben, en buena medida, a la mala conducción de
parte de las autoridades.
TAN
ES ASÍ que en el colmo de los colmos financieros, la administración de Mario
Anguiano pudo haber refinanciado algunas de sus pesadas obligaciones, pero… ¡se
les chispoteó!
EN
LA BANCADA panista de los diputados hay, o mejor dicho había, 21 millones de
pesos que nadie sabe ni nadie supo dónde quedaron. Se esfumaron de las arcas y
los albiazules están que trinan porque quieren “su” lana.
BUENO,
pues por ahí dicen que a quien deben preguntarle es a su compañero diputado
Isaías Cortés, pues fue él, como tesorero del grupo parlamentario, quien debe
saber en qué cajón se quedó ese dinerito.
LA
OTRA OPCIÓN, según dicen, es preguntarle al ex coordinador Luis Alberto
Villarreal o a su dirigente, Gustavo Madero. Dicen que tanto El Señor de los
Moches como el chihuahuense seguramente tienen, al menos, una pista de dónde
pudo haber quedado ese dinero.
AL
QUE le urge que se aclare el asunto es a Ricardo Anaya, quien aspira a la
presidencia panista y no quiere seguir cargando con un bulto que ni es suyo.
ES
UNA LÁSTIMA que no se puedan exportar los suspirantes, pues Quintana Roo trae
una producción récord este año.
EL
ADELANTADÍSIMO proceso para suceder a Roberto Borge volvió a agitarse hace unos
días con la designación digital de Manlio Fabio Beltrones como nuevo dirigente
nacional del PRI.
RESULTA
QUE el diputado Raymundo King estaba prácticamente desahuciado en la carrera
por la candidatura tricolor, pero el ungimiento del sonorense renovó sus
esperanzas dada la cercanía entre ambos.
ESTO
vino a inquietar a los que se consideraban punteros, como el subsecretario
federal de Turismo, Carlos Joaquín; y los alcaldes Mauricio Góngora y Paul Carrillo,
de Playa del Carmen y Cancún, respectivamente… más los que se acumulen esta
semana.
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BAJO RESERVA/El
Universal
La luna de miel
de El Bronco y MC
En
plena luna de miel viven en estos días los dirigentes del partido Movimiento
Ciudadano, al mando de Dante Delgado, y el gobernador electo de Nuevo León,
Jaime Rodríguez El Bronco. El sábado el partido naranja ofreció poner a las
órdenes del primer candidato independiente en ganar una gubernatura en México
su bancada en la Cámara de Diputados. En reciprocidad, don Jaime los invitó
ayer al estadio universitario para que vieran el partido de futbol
Tigres-Chivas. Acudieron a un palco conseguido por Rodríguez casi todos los
diputados electos de MC que llegarán a San Lázaro en septiembre. Aunque El
Bronco no estuvo con ellos, las entradas corrieron por su cuenta. Amor, con
amor se paga.
Duarte frente a
los medios
El
gobernador de Veracruz pasará a la ofensiva. Nos aseguran que hoy muy temprano
Javier Duarte saldrá ante los medios para hablar del caso del fotoperiodista
Rubén Espinosa, quien fue asesinado, junto con otras cuatro mujeres, en un
departamento de la céntrica colonia Narvarte en la ciudad de México. Don
Javier, a quien las redes sociales y algunos medios culparon a priori del
crimen contra Espinosa, nos dicen, planea realizar un posicionamiento sobre el
tema, ahora que las primeras investigaciones de las autoridades capitalinas
apuntan al robo como el móvil de los homicidios. Duarte abordará también el
tema de los homicidios de periodistas en el estado y la agresión a estudiantes
universitarios. La metralla que recibió durante 10 días el gobierno de
Veracruz, ahora amenaza con impactar a la administración capitalina si en breve
no captura al resto de los presuntos asesinos y esclarece el móvil del crimen.
La sorpresa de
la procuradora
La
Procuraduría General de la República, al frente de la cual se encuentra Arely
Gómez, está aplicando una táctica interesante para evaluar a su personal, nos
comentan. Sin previo aviso, personal del Centro de Control y Confianza llega a
las delegaciones que tiene la PGR en el país y aplica exámenes a los
funcionarios de las sedes y subsedes. Nos explican que estos exámenes
“sorpresa” han derivado incluso en órdenes de aprehensión en contra de
funcionarios, especialmente por delitos como extorsión.
Otra
mujer va por la UNAM
En
la competencia hacia la rectoría de la UNAM, hay otra mujer que pretende hacer
historia y convertirse en la primera universitaria en conducir los destinos de
la máxima casa de estudios del país. Nos dicen que la ex directora de la
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Suemi Rodríguez Romo, planea
realizar un segundo intento por llegar a la rectoría. Doña Suemi —quien es
integrante del Sistema Nacional de Investigadores— esperará la convocatoria y
tratará de que esta vez la Junta de Gobierno la designe. Su candidatura se suma
a la de la directora de la Facultad de Ciencias Rosaura Ruiz, con lo que hasta
el momento son dos las mujeres que buscan suceder en el cargo al rector José
Narro.
#
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que
el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”,
acudirá en estos días al Senado por invitación del coordinador del PRD y
presidente de la Mesa Directiva, Miguel Barbosa, para dialogar sobre temas que
atañen al pacto federal y el mando único policiaco, pendiente aún en esa
cámara.
Que la
candidatura de Rodríguez Calderón no solo fue apoyada por particulares, sino
que también se puso con su cuerno el gobernador priista de Nayarit, Roberto
Sandoval.
Que
hay inquietud en la PGR por saber la decisión que tomará el juez que sujetó a
proceso penal a Elba Esther Gordillo, luego de que la profesora demandó el
beneficio de prisión domiciliaria.
La
institución ha hecho todo lo posible por mantenerla en la cárcel y retrasar el
veredicto, pero el fallo es tan inminente que se espera esta semana.
Que la llegada
de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI no altera el guiño
de ojos al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez
Candiani, como principal alternativa para competir por la gubernatura de Oaxaca
en 2016.
Que
en Pemex hicieron efectiva la línea cero tolerancia que impulsa el director
Emilio Lozoya, al destituir e inhabilitar a un funcionario de Exploración y
Producción que era socio de una empresa subcontratada que él mismo supervisaba
y con un contrato de más de 400 millones de pesos.
El
señalado, José Aroldo de Hoyos Morales, está bajo investigación para fincarle
otras responsabilidades, y la empresa es sujeta de rigurosas auditorías.
Que para la
sucesión del doctor José Narro Robles en la Rectoría de la UNAM hay un número
extraordinario de mujeres.
Entre
las consideradas están las académicas Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de
Ciencias; Ana María Cetto, ex titular de la misma Facultad; Alicia Bárcena, ex
subsecretaria de la ONU; Elena Zenteno, directora del Instituto de Geología, y
Arlette López Trujillo, directora de la FES Iztacala.
Que
el martes habrá reunión de los diputados electos del PRD en la Ciudad de México
y saldrá el coordinador de la bancada para la Asamblea Legislativa.
Cada
uno de los dos posibles, Raúl Flores y Leonel Luna, están reuniéndose con los
legisladores electos, porque el coordinador saldrá por votación.
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Lenguas
Viperinas / LSR
LOS
GOBERNADORES alistan una cena con Manlio Fabio Beltrones en su calidad de nuevo
presidente nacional del PRI a fin de cerrar fuerzas para enfrentar dos cosas,
una, la situación económica que incluye la petición al sonorense de mediar con
Hacienda un mejor trato y un plan de solución de pagos para cada caso, y dos,
el plan electoral para la renovación de 12 gubernaturas. Nos aseguran que el
tema de la relación con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, es un punto
de verdadera preocupación entre los mandatarios.
CONTINÚA
LA BATALLA del Partido del Trabajo con el Instituto Nacional Electoral por la
conservación del registro, y ahora se enfoca en el momento en que el órgano
electoral tuvo problemas con su página de internet y con sus sistemas de conteo
de votos. Nos aseguran que el equipo de abogados petistas peleará ante el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, las fallas de conteo de
votos para pedir la apertura de paquetes.
LOS
DIPUTADOS FEDERALES
recibieron
ya 2.1 millones de pesos de prestaciones por los tres años trabajados en San
Lázaro. Se trata de su fondo de retiro más sus equivalentes salariales de este
año. Los legisladores del PRI, nos aseguran, recibirán más de 4 millones de
pesos por instrucciones de Manlio Fabio Beltrones quien repartiría para de las
subvenciones.
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Será?/24 Horas
Se busca
dirigente
Luego
de que Carlos Navarrete puso su renuncia sobre la mesa se comenzaron a barajar
varios nombres. Incluso, hay voces que piden que llegue un intelectual
reconocido para ayudar al sol azteca a salir de su crisis. Unos mencionan a
Juan Ramón de la Fuente y a José Woldenberg, y otros proponen a René Drucker,
idea que al científico fundador del PRD no le desagradó, más ahora que analiza
buscar una candidatura para 2018. Aunque hay un problema, ya tuvo un par de
desencuentros con Los Chuchos Zambrano y Navarrete.
Relevos
en el Senado
Existe un
acuerdo preliminar para que el PAN presida el Senado, a partir del 1 de
septiembre, y el PRI
se quede los últimos dos años de la legislatura. El nombre del panista que presidirá
la Cámara alta se conocerá una vez que se elija al nuevo líder nacional del
blanquiazul, es decir la próxima semana. Por lo pronto, ya hay una terna
compuesta por Fernando Herrera, José Rosas Aispuro y Roberto Gil; sin embargo,
de confirmarse el triunfo de Ricardo Anaya, la balanza podría inclinarse por el
aguascalentense Herrera, que actualmente coordina a los panistas y suspira por
la gubernatura de su estado.
Una
tras otra
Gabino
Cué no termina de salir de un problema cuando ya entró en otro. Su ex
publirrelacionista Marcela Pezet demandó
a Carlos Velasco, director del semanario Correo de Oaxaca. Lo demandó ante
el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial por supuestamente lucrar con
su imagen. Lo que hizo el periodista fue publicar imágenes de esta persona para
hablar de su labor como servidora pública. El caso cobra relevancia porque el
comunicador recurrirá a otras instancias esta semana y se espera que el
director IMPI, Miguel Ángel Margáin, se pronuncie al respecto.
Sucesión en el INEGI
Rolando
Ocampo Alcántar, vicepresidente del Subsistema Nacional de Geografía y Medio
Ambiente, se perfila como el próximo presidente del INEGI, una vez que concluya
en noviembre el periodo de Eduardo Sojo Garza-Aldape. Recientemente, Ocampo
Alcántar fue nombrado copresidente del Comité de Expertos sobre la Gestión
Global de Información Geoespacial de la ONU. En la administración de Fox,
fungió como subsecretario en la Reforma Agraria y trabajó con Ernesto Cordero.
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Columna
Alhajero/Martha Anaya.
24
Horas
Doble
cachucha
Mal
comienza Carolina Monroy del Mazo su camino rumbo a la secretaría general del
PRI.
Será
porque le parece poca cosa ocupar la segunda posición del partido (a lo mejor
cree que por provenir de la cuna de Atlacomulco merece la primera), será porque
pertenece a la estirpe de los acaparadores, de quienes no sueltan ni reparten…
El caso es que
la ex presidenta municipal de Metepec ¡no quiere perder el hueso de la
diputación!
Dice
que se queda con las dos posiciones, que puede andar corriendo de un lado al
otro, de Insurgentes Norte a San Lázaro (a lo mejor va a usar helicóptero al
estilo de su coterráneo David Korenfeld).
Que
para ella, seguirle el paso durante 18 o 20 horas diarias a Manlio Fabio
Beltrones es lo de menos (le quedarán cuatro horas al menos para ocuparse de
los menesteres de la Cámara de Diputados).
¿Dormir?
¡Para nada! La prima de Enrique Peña Nieto no lo necesita.
A este paso los
priistas no tardarán en volver a los tiempos en que Beatriz Paredes era al
mismo tiempo presidenta del partido y diputada.
O
a la de Roberto Madrazo…, recuerdan, que insistió en jugar la candidatura
presidencial desde la presidencia del PRI y terminó enfrentando a unos y otros,
empinando a su partido a una de sus peores derrotas.
¿No
se supone que eso es precisamente lo que quieren evitar?
A
contrapié, Beltrones anunció que el próximo viernes presentará a la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión su solicitud de licencia para poder
contender por la presidencia nacional de su partido y hará entrega de los
libros blancos de fin de legislatura.
OTROS
QUE NO ENTIENDEN- Si de algo pueden presumir hoy los perredistas,
particularmente los llamados Chuchos, ¡es su desprestigio!
Lo
forjaron a pulso: por sus divisiones, sus innumerables corrientes, su ambición
de poder; por dejar de lado a sus mejores cuadros, repartiéndose los cargos
entre cuates, familiares y compadres; por echarse en brazos del gobierno por un
plato de lentejas; por su falta de ética…
Hasta
que les estalló el descrédito en el rostro con la desaparición de los
normalistas de Ayotzinapa, con la pérdida del bastión histórico que les
significa la Ciudad de México –se los arrebató Morena, con Andrés Manuel López
Obrador– y el hundimiento en perspectiva del partido.
En
ese estado, de putrefacción francamente, algunos –los de Nueva Izquierda–
buscan arroparse con el prestigio de otros, aunque no formen parte de sus
filas, para ver si salvan al sol azteca.
Es
así como Los Chuchos mayores han ido en busca del ex rector Juan Ramón de la
Fuente; del ex consejero del IFE, José Woldenberg; del antropólogo Roger
Bartra. Pero ninguno de ellos les ha dado el sí.
Otras
corrientes, en cambio, creen que les toca su hora; que con quitarle las riendas
a Los Chuchos es suficiente. ¡Y sueltan una serie de nombres para suceder a
Carlos Navarrete!: Fernando Belaunzarán, Zoé Robledo, Carlos Sotelo, Armando
Ríos Piter, Vladimir Aguilar, Víctor Hugo Romo, David Razú.
Con
decir que hasta Beatriz Mojica –la derrotada candidata a la gubernatura por
Guerrero– está en la baraja…
BASTA
DE PLEITOS ENTRE PANISTAS.- Eso pide Ricardo Anaya a sus propios compañeros de
Acción Nacional: ¡Que ya le paren a los pleitos, a las acusaciones, a la
confrontación!
El
queretano insistió en que era hora de “unificarse” y de “regenerarse”, porque
los próximos meses serán cruciales para los militantes de su partido y para el
devenir del país.
¿Qué
ve el aspirante a la dirigencia del PAN en el horizonte?
Según
sus propias palabras, el riesgo de que “gobiernos corruptos o populistas lleven
al país a la quiebra”.
GEMAS:
Regalito de Manlio Fabio Beltrones a propósito de la actitud que dispuso
Ernesto Zedillo de su presidencia hacia el PRI: “Esa sana distancia nos hizo
perder la Presidencia de la República… Entonces, no fue tan sana.”
#
PRD: Son Los
Chuchos, no Navarrete/ Roberto Rock L.
LSR
La virtual
destitución de Carlos Navarrete como presidente del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) no marca el derrumbe de la dirigencia del guanajuatense. Anticipa el fin de un largo periodo de
dominio de ese organismo político por parte de la facción Nueva Izquierda (NI)
–Los Chuchos-, que encabeza Jesús Ortega y que ha impuesto a los suyos en los
últimos tres relevos en
el control de la agrupación.
Con Jesús Ortega mismo inicialmente, luego con
Jesús Zambrano y finalmente con Navarrete Ruiz, NI configuró un PRD que tuvo en
el control de las estructuras y en la negociación con el gobierno federal
–fuera del PAN o del PRI- su principal esquema de fortaleza. Los Chuchos se han
enfrentado al dilema de mantener el control o abrir el partido a nuevas voces y
expresiones. Siempre optaron por el primero.
La consecuencia, denunciada por voces
múltiples dentro y fuera del PRD, ha sido un aniquilamiento progresivo de la
vida interior del partido, una reducción de espacios para el debate político e
ideológico y un pragmatismo que deriva en pactos a los que se les atribuye
ocultar complicidades y negocios.
Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del PRD y
protagonista de algunas de sus etapas más importantes, abandonó la agrupación
con discreción, pero con eficacia para denunciar que ese partido iba en vías de
convertirse en una franquicia sin eficacia electoral, carente de voz opositora
e inútil para la ciudadanía. Muchos más han seguido el camino del ingeniero
Cárdenas.
Los resultados de los comicios de junio
pasado, cuando el PRD fue desplazado por Morena, el nuevo partido de Andrés
Manuel López Obrador, confirmaron los peores augurios de personalidades de la
izquierda ante un organismo que parecía sufrir mala oxigenación en su vida
interna y encaraba el riesgo de una muerte prematura.
Carlos Navarrete era el rostro formal de este
estado de cosas. Ello provocó su derrumbe, pese a tratarse quizá de uno de los
políticos más sofisticados dentro de Nueva Izquierda, el primer líder de
izquierda en conducir el Senado de la República. Pero ello no le alcanzó para
frenar el desastre interno y externo.
En las horas finales de su presidencia, probó
la amargura del abandono. Su grupo, Los Chuchos, lo dejó solo. Jesús Ortega ni
siquiera interrumpió sus vacaciones; Zambrano no lo apoyó con una sala frase;
Guadalupe Acosta Naranjo, otro “chuchista” de primera línea, vive su propio
proceso de distanciamiento pues reclama para sí la coordinación de la próxima
legislatura en Diputados, que disputa con el citado Zambrano.
En los días previos a la reunión de vienes y
sábado del Consejo Nacional perredista, Los Chuchos buscaron impulsar a otro de
ellos como relevo de Navarrete, pero ante la falta de cuadros de nivel entre
ellos mismos, voltearon a ver a su segunda división. Surgieron así los nombres
de Fernando Belaunzarán y de Beatriz Mujica, ésta última derrotada en junio
pasado como candidata al del PRD al gobierno de Guerrero. Ninguno de los dos ha logrado generar el
consenso mínimo –antes al parecer lo contrario- para lograr este objetivo.
En esa indefinición sistémica, con un futuro
incierto, el PRD decidió tomar algunas semanas para discutir internamente
cuáles son sus alternativas. Es probable que intente una apuesta que puede
sacudir su imagen: Impulsar a un dirigente ajeno a las corrientes pero con
prestigio en la sociedad. Puede ser el caso de Agustín Basave, diputado federal
electo, ex priísta.
Seguramente este político regiomontano,
cercano amigo de Luis Donaldo Colosio, estará en una reducida lista de quiénes
pueden recibir tan espinosa encomienda. El que sea seleccionado tendrá ante sí
dos escenarios: rescatar al PRD de una extinción inminente, u otorgarle la
debida sepultura.
#
EL ASALTO A LA
RAZÓN/Carlos Marín
Milenio
Unos
ni jóvenes, otros ni de izquierda
Linchado
desde el caso Iguala pese a que acababa de llegar a la dirigencia nacional del
PRD, Carlos Navarrete pone su cabeza en la picota en pos de la unidad de su
partido y de la indescifrable izquierda mexicana.
Un
liderazgo interno que acepten todas, impulsan las corrientes internas (Juan
Ramón de la Fuente, José Woldenberg y Roger Bartra entre los sugeridos), con lo
que se reactiva la probabilidad de que el PRD vuelva a ser encabezado por su
fundador, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Desafortunadamente,
ninguno de los considerados por lo pronto o en definitiva cumple con la
expectativa ideal de que el partido lo dirijan “jóvenes”.
Pero
menos afortunados aún son los asomos de que, para alcanzar esa ilusoria “unidad
de la izquierda”, se busque a quienes tanto han ofendido y despreciado a
Cárdenas y al PRD: Andrés Manuel López Obrador con su Morena, activistas de la
cesión de la rectoría del Estado en la educación a una facción sindical (la 22
de Oaxaca) y, en consecuencia, opositores a que se respeten los derechos
superiores (Constitución dixit) de la infancia.
#
Fue un vulgar
robo; nada implica a Duarte/Ricardo Alemán
El Universal,
Rubén Espinosa
se encontraba en el lugar y la hora equivocados.
En
toda democracia que se respete, la defensa de la libertad de expresión –y en
general de las libertades básicas–, debe ser una de las prioridades sociales.
Y
es que libertades como las de expresión, prensa y manifestación de ideas,
además de los derechos de información y acceso a datos públicos, son el
termómetro que permite medir la salud democrática de un pueblo.
De
igual manera, el atentado a la vida de los trabajadores de los medios
–periodistas, opinadores, fotógrafos, cartonistas o articulistas–, y la impunidad
que ampara a los agresores de los periodistas –y a los agresores a ciudadanos
en general–, muestran el atraso del Estado en una de sus tareas básicas; la de
garantizar la vida, la integridad y los bienes de las personas.
Además,
para nadie es nuevo que México es uno de los países de más alto riesgo para
periodistas; con el mayor número de periodistas muertos. Tampoco es nuevo que
Veracruz es la entidad en donde más periodistas han sido asesinados en años
recientes.
Por
eso, nadie en su sano juicio puede escatimar un gesto de solidaridad con
periodistas atacados, muertos y/o amenazados por instituciones del Estado, por
gobiernos locales, autoridades o por el crimen organizado.
Pero
también es cierto que no todos los ataques, atentados y crímenes cometidos
contra trabajadores de los medios pueden ser considerado un ataque a la
actividad del periodista, al ejercicio de sus libertades básicas. No toda
agresión a un periodista –por influyente que se crea--, está vinculada de
manera directa a callar su voz y su libertad de expresión. Más aún, en no pocos
casos se trata de agresiones o crímenes iguales a los que sufren los ciudadanos
en general.
Y
es que en tanto ciudadanos comunes, los periodistas no están (estamos) exentos
de los mismos riesgos, peligros y flagelos que los ciudadanos comunes. Tampoco
los periodistas están (estamos) exentos de las debilidades, excesos y “pecados”
humanos. Los periodistas no son (somos) santos o demonios; son (somos)
ciudadanos como cualquiera.
Por eso resulta
–por decirlo suave–, una estupidez suponer que todo despido, accidente,
agresión, secuestro o crimen contra un periodista es un atentado a la libertad
de expresión de todos los mexicanos.
Y
es el caso de Rubén Espinosa, fotoperiodista muerto el viernes 31 de julio en
un homicidio quíntuple en la colonia Narvarte y quien habría regresado al
Distrito Federal huyendo de Veracruz y de la barbarie del gobierno de Javier
Duarte, el peor gobierno veracruzano y el más represivo para los periodistas.
Como
saben, cuando se conoció que una de las víctimas del crimen quíntuple había
sido un fotoperiodista perseguido por el gobierno de Veracruz, un sector del
gremio periodístico y de la sociedad en general señaló –sin una sola prueba–,
que se trató de un crimen de Estado y que el mandatario veracruzano era
culpable.
Hoy
se sabe que, en efecto –como aquí lo expusimos el pasado lunes en la primera de
las tres hipótesis planteadas por el GDF–, Rubén Espinosa se encontraba en el
lugar y la hora equivocados.
Es
decir, que el GDF tiene evidencias de que se trató de una presunta agresión
mezcla robo y venganza y que los presuntos responsables no sabían siquiera que
Rubén Espinosa era fotoperiodista. Más aún, no existe un solo indicio de que el
crimen tenga vínculos con el gobernador Javier Duarte. ¿Qué dirán ahora los
promotores de la impostura de un crimen de Estado?
¿Y por qué no
da a conocer las evidencias el GDF? Por miedo al qué dirán. Al tiempo.
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Beltrones y la
política como virtud/Jorge Fernández Menéndez
Excelsior
¿Qué
hacer con Beltrones?, ésa fue la pregunta que en el mundo político todos se
habían planteado desde hacía meses. ¿Qué hacer con el priista que estaba
vigente en primeros planos desde el gobierno de Miguel de la Madrid, que fue
gobernador, subsecretario de Gobernación, diputado, senador, que había tenido
casi todo y estuvo cerca de perder todo, que fue objeto de una durísima campaña
difamatoria de la que salió casi indemne y terminó dando la cara en la época
sombría de la derrota en el 2000 y más aún después del desastre electoral del
2006? ¿Qué hacer con el que aceptó que sí quería la candidatura presidencial,
incluso cuando todas las luces estaban puestas en el entonces gobernador Peña
Nieto?
Pues
se tenía que hacer lo que finalmente se hizo: colocarlo al frente del PRI jugando
una carta, no sólo de unidad interna en ese partido, sino también de
reconocimiento a esa trayectoria y lealtad (entendida ésta como coherencia, no
como una disciplina acrítica).
Desde
que se supo que Beltrones sería el próximo presidente del PRI, el juego de los
destapes de cara al 2018 lo ha ubicado en esa carrera. Sin duda lo está, como
también otros integrantes del equipo presidencial. Pero para esas definiciones
falta mucho y, para llegar a ello, el PRI tiene que recorrer un camino que no
es sencillo: es verdad que este año, en los comicios de junio, el priismo en
alianza con el Verde (y con Nueva Alianza) ha podido refrendar la mayoría en la
Cámara de Diputados. Pero perdió Nuevo
León, Jalisco y es lejana tercera fuerza en el Distrito Federal. Es verdad
que recuperó Sonora, pero su porcentaje de votos a nivel federal fue el más
bajo de su historia, salvo aquella catástrofe que fue la elección de Madrazo en
el 2006, y hoy en las encuestas de popularidad política ninguno de sus
dirigentes y funcionarios, tampoco de sus gobernadores, está en los primeros
lugares. Las grandes reformas aprobadas en los meses pasados no terminan de
germinar, recuperar la seguridad sigue siendo un capítulo pendiente y la
economía está lejos de refrendar las expectativas de la gente.
El año próximo
habrá doce elecciones para gobernador y en nueve de esos estados gobierna el
PRI,
pero hace seis años perdió ante alianzas del PRD con el PAN en Oaxaca, Sinaloa
y Puebla y existen posibilidades serias de que esas coaliciones se repitan y
amplíen en el 2016, también en el 17 e incluso de cara a la elección
presidencial del 18. La tarea de Beltrones será enfrentar esos comicios, pero
es responsabilidad tanto suya como de la administración federal. La operación
partidaria es importante, sin duda, pero debe ir de la mano con los resultados
del gobierno. Y eso es lo que al final
marcará las posibilidades de cualquiera de los aspirantes priistas, incluido
Beltrones, Osorio, Videgaray y Nuño, más los que se sumen, como Velasco, de
cara al 2018.
En
todo caso, lo importante de la designación de Beltrones en el PRI es que el
presidente Peña abrió los espacios a personajes que no son parte de su equipo
más cercano y que ello le permite tener una visión más amplia del panorama
general. No creo en las teorías del cerco a un Presidente: éstos se cierran o
abren con base en sus propias expectativas y decisiones. Juegan con más o menos
cartas con base en ellas. El presidente Peña siempre ha jugado, desde que era
gobernador, con equipos pequeños y cercanos, pero también supo sumar y abrir
espacios sobre todo cuando buscó la candidatura presidencial. Me imagino que
Peña, con la designación de Beltrones en el PRI, quiere dar ese mensaje: lo que
ha hecho es comenzar la inevitable búsqueda de preservar para su partido la
Presidencia de la República. Colocando en el PRI a un hombre como Beltrones se
fortalece él y fortalece a cualquiera que sea el aspirante para entonces.
Porque
hay que comprender que éstos han sido años de mucho desgaste político para todos
los actores, por eso debe haber renovación. No es casual que en el PRI se esté
dando una vuelta de tuerca, pero tampoco que, al mismo tiempo, tanto el PRD
como el PAN estén cambiando sus dirigencias. Los comicios de junio pasado
demostraron varias cosas: primero, que ese desgaste partidario era una
realidad; segundo, que precisamente por ello la posibilidad de la consolidación
de opciones “independientes”, llámense El Bronco, Alfaro o el propio López
Obrador, pasando por Mancera o Moreno Valle, pueden trascender los partidos;
tercero, que en los partidos hace falta trabajo e imaginación, pero que no se
puede soslayar la experiencia y la política. En última instancia la designación
de Beltrones en el PRI (y la casi segura llegada de Ricardo Anaya en el PAN y
esperemos que la de personajes, más frescos, como Ríos Piter en el PRD) es una
reivindicación de la política y de los hombres y mujeres que hacen de ella una
virtud que abona los acuerdos y las posibilidades futuras.
#
¿Había otro?/Juan
Bustillos el 9 de agosto de 2015
Impacto, 9 de
agosto
Tal
vez hubo caras largas y algún puchero, pero el Presidente había hecho uso de su
derecho, exclusivo, a designar al líder nacional de su partido, y no había nada
más que decir
Pasaban las
6:00 de la tarde del martes (4 de agosto) y Manlio Fabio Beltrones se despidió,
en la puerta de IMPACTO, con un abrazo fuerte, fraternal; marchaba sin
incertidumbre, con paso seguro, a encontrarse con su futuro inmediato, pero con
cierta prisa. Había tomado sólo un poco de agua, por recomendación médica;
desdeñó el whisky, el tequila y el mezcal. Un poco antes de las 7:00, su
camioneta ingresó a Los Pinos, y entre las 7:30 y las 8:00 escucharía las
palabras mayores que, tratándose de priístas, sólo el Presidente Peña Nieto
puede pronunciar.
Atrás había
dejado la mesa poblada por hombres, como él, de probada experiencia y, sobre
todo, lealtad:
Carlos Romero Deschamps, Rafa Reséndiz,
David López, Manuel Aguilera, Homero Cárdenas, Arturo Zamora, Miguel Romo,
Andrés Chao, Alfonso Camacho, Javier Castellanos y más.
Nada
denotaba en sus palabras, y en su lenguaje corporal, que tuviese alguna pista
sobre su destino. Entrenado, desde sus tiempos con don Fernando Gutiérrez
Barrios, a no dejarse delatar por el rostro ni las inflexiones en la voz, se
despidió alegando que acudía al llamado de sus jefes, César Camacho e Ivonne
Ortega; no mentía del todo, pues en minutos
habría una reunión del CEN del PRI, pero, para encubrir lo que ocurría y a
dónde se dirigía, dejó en prenda a sus leales escuderos, Marco Bernal y Manuel
Añorve, que media hora después emprenderían la graciosa retirada.
Era
otro el llamado, y Manlio, el experto conocedor de las reglas priístas, él
mismo las aplicó sobre sus subalternos en momentos claves; sabía que sólo son
llamados quienes van a ser; los que no serán se quedan esperando frente al
teléfono.
Y, después del
abrazo fraterno, enfiló rumbo a la residencia presidencial. Apenas le quedaba
el tiempo justo para no llegar tarde a la cita.
Ya
no había lugar a la duda: Sería Presidente del PRI. Lo pudo ser cuando Carlos
Salinas le confió el destape de Ernesto Zedillo como heredero de la candidatura
vacante por la ejecución de Luis Donaldo Colosio. Se lo ofrecieron el
Presidente y el candidato; él se negó porque no podía regresar a Sonora como
usufructuario de la sangre de su compadre, derramada en Lomas Taurinas.
Lo
pudo ser, de nueva cuenta, cuando Roberto Madrazo no encontraba la manera de
imponer su candidatura presidencial. Una propuesta fue la de Sergio García
Ramírez (el mismo que se quedó, toda la madrugada, frente al teléfono esperando
a que Miguel de la Madrid le confirmara que Alfredo del Mazo no mentía al
destaparlo en lugar de Carlos Salinas), pero el ex procurador no aceptó. El
encargo era demasiado para él. Entonces se abrió el espacio para Beltrones,
pero Arturo Montiel consideró que Manlio le garantizaba la misma neutralidad
que Enrique Peña Nieto le podría ofrecer a Madrazo; hasta en dos ocasiones, el
mexiquense negó abrirle el espacio. Así fue como César Augusto Santiago rompió
el récord de Pedro Lascuráin y fue presidente del PRI unos minutos, suficientes
para que Mariano Palacios Alcocer fuese reelecto líder nacional violando el
estatuto partidista.
Beltrones no lo
cuenta, pero en plena refriega por la candidatura, Madrazo y Montiel pactaron
una reunión cumbre en un lugar del Estado de México; la única condición fue la
ausencia de Beatriz Paredes. Antes de la reunión, Roberto le
planteó que ante la improbabilidad de un acuerdo entre los precandidatos,
Manlio fuese el candidato. El sonorense se negó tajante y hasta amenazó con
retirarse.
‘PON TUS BARBAS A REMOJAR CON FAB…’
Pero esa es
otra historia; al día siguiente de la comida en IMPACTO, a las 12:40, una mano
amiga me hizo llegar un mensaje cifrado, pero salpicado de humorismo: “No te
calientes MAN…
pon tus barbas a remojar con FAB…”. A quien sabe leer quedó clara la referencia
a Manlio Fabio. Minutos después, IMPACTO adelantaba la noticia en su portal de
Internet.
La
tarde-noche del martes lo habían despedido los pocos, escrupulosamente,
convocados al “Panchos´Bar”, como los irreverentes Bustillos de esta casa
bautizaron al salón Francisco Galindo Ochoa, dominado por el gran lienzo, fruto
del arte de don Toño Anaya, que muestra a aquel jalisciense, ¿de dónde más
podía ser?, que acumuló en su persona todas las virtudes y los defectos del
viejo priismo.
El
último dinosaurio, como a sí mismo se llamaba aquel prohombre del priÍsmo,
marcó, durante décadas, la vida pública con su lealtad incuestionable a los
muchos amigos que tuvo en la cumbre y a los muy pocos que le quedamos cuando
los priístas se hundieron en la orfandad de la que fueron rescatados por
Enrique Peña Nieto en 2012.
Sólo
no asistió Emilio Gamboa, que cumplía menesteres propios del momento.
No
faltó el despistado que no resistió las ganas de preguntar por qué desde 2012
dejamos de celebrar los cumpleaños de IMPACTO, La Revista y por qué
reiniciamos, precisamente, el martes.
La
primera tiene respuesta. En realidad nunca se suspendieron; sólo que ya no
había motivo para hacer los festejos en grande; los hicimos en familia.
En
2012 se atravesó Ángela Merkel al abrir las puertas al Presidente electo Peña
Nieto y, por el empalme de las fechas, ya no hubo comilona; al menos eso
explicó el secretario particular presidencial, Erwin Lino, aunque sospecho que
la famosa Triada, cuyo poder, ya desde entonces, era insuperable, aconsejó la
inconveniencia de la presencia del mandatario en nuestras instalaciones.
En
realidad, aquellas celebraciones de la revista política más antigua de México
fueron concebidas para enmarcar la lucha por la sucesión presidencial de 2012;
era tal la demanda para estar cerca de los aspirantes priístas, Enrique Peña
Nieto y Manlio Fabio Beltrones, que si hubiésemos vendido, y revendido, las
entradas habríamos acumulado una pequeña fortuna. Hubo, incluso,
auto-invitados, colados, pues.
¿Por
qué, precisamente, el martes pasado se reanudaron con cierta prisa? Sólo hay
una respuesta: La lealtad, un homenaje a esa virtud facilona porque, según don
Pancho Galindo, el hombre nace con ella. Mérito tienen los desleales, me decía
carcajeándose, porque sabía que mentía.
La
celebración fue presidida por Rafa Reséndiz, no sé si el único, pero sí de los
pocos que tuvieron la hombría de marcharse a casa después de la ejecución de
Luis Donaldo Colosio.
Cuando
animados por unos whiskys me mostraba el camino al hielo en la soledad de la
casona de San Ángel que aún no habitaba Diana Laura, y que no terminó de pagar,
“Pelo Chino” me dijo: “Rafael es mi conciencia”. Su jefe de prensa en el PRI y
Oficial Mayor en Sedesol le decía lo que nadie se atrevía. Sí, su conciencia y
la de muchos otros; la mía, martes a martes.
Al
lado derecho de Rafa, Carlos Romero Deschamps, en cuyo nacionalismo y lealtad
tiene puesta su confianza el Presidente en estos momentos difíciles para el
país, Pemex, los petroleros y el gobierno; es de los pocos que intentaron
evitar la entrega del poder al PAN en 2000. Con la aprobación de su gremio puso
en juego el patrimonio de los petroleros, pero también su libertad y vida. Más
aún, soportando presiones, amenazas y rechazando los cantos de las sirenas,
gracias a su hombría selló su boca y guardó las palabras que habrían
desencadenado la desaparición del partido al que ama.
A
la izquierda de Rafa, el aún coordinador de los diputados priístas esperaba,
con paciencia, la decisión del Presidente. “Sólo él y Aurelio (Nuño) me han
tratado bien”, decía. Nada sabía sobre su destino; sólo tenía la seguridad de
que aplaudiría la determinación de Peña Nieto, cual fuese, pero, eso sí,
defendería su derecho a definir el qué hacer con su vida en caso de no ser
seleccionado para sustituir a César Camacho en el PRI. A su edad ya se siente
viejo para aprender echando a perder; quizás 20 años atrás habría aceptado
presuroso cualquier posición, pero sus tiempos ya no son los de aprender
echando a perder.
Ignoraba
que el Presidente se disponía a inaugurar con él la nueva era sexenal en la
toma de decisiones; digamos que, en realidad, volvería a lo básico, como
aconsejaba Vince Lombardi a los jugadores de los Green Bay Packers cuando el
equipo iba perdiendo.
Y
lo básico en esta ocasión, como en todas, es jugar a ganar. Mirando a la banca,
Peña Nieto encontró que sólo podía echar mano del jugador más experimentado, el
que, como nadie, conoce el terreno de juego, a los jugadores contrarios, y
ofrece cierta garantía de triunfo en los encuentros electorales por venir.
Y
al político simple y llano se impuso el estadista, porque ese único del que
podía echar mano es, precisamente, quien le compitió en 2011 por la candidatura
presidencial, y el único en quien, según las voces cercanas, no podía confiar
la espalda; lo menos que como líder nacional del PRI puede hacer Manlio, si le
gana su proyecto personal, sugería la “opinocracia” empujada desde la oscuridad
por manos interesadas, será adueñarse de la estructura del partido para su
propia causa.
LAS
PALABRAS MAYORES
¿Cuándo,
cómo, dónde y por qué se decidió Peña Nieto por Manlio? Sólo lo sabe él.
La
tarde-noche del martes (porque oscurece pasadas las 8:00) quizás se repitió
paso a paso, en Los Pinos, el mismo episodio que años atrás en la Casa de
Gobierno de Toluca cuando ni el leal Jorge Corona se enteró del ingreso de
Eruviel Ávila a escuchar las llamadas “palabras mayores” que Luis Spota
registró en sus libros sobre la política mexicana.
Al ya salir
Manlio como único candidato a presidir el PRI, tal vez ocurrió como cuando
Eruviel lo hizo a candidato a gobernador: Hubo caras largas y algún
puchero, pero el Presidente había hecho uso de su derecho, exclusivo, a
designar al líder nacional de su partido, y no había nada más que decir.
Caras
largas y pucheros porque, en automático, el Presidente rompió el equilibrio de
poder que él mismo creó al seleccionar a su grupo compacto y delegarle su gran
poder; la intromisión de Beltrones tiene la virtud de ofrecer a los
desplazados, a quienes durante tres años no pudieron penetrar las murallas de
Los Pinos para acercarse al Presidente, un nuevo conducto o, por lo menos, un
interlocutor con peso propio, igual y, en algunos casos, superior a los
existentes. Y porque, a querer o no, dependiendo siempre de lo que Manlio haga
en los procesos electorales, los aspirantes al futuro tienen un fuerte
competidor.
Pero
el nuevo presidente del PRI no es el único que con su arribo desquebraja los
pilares que impedían ver a doña Blanca. El todavía líder nacional, César
Camacho, en su nueva advocación de coordinador de los diputados priístas de la
siguiente Legislatura, dejará de ser apéndice de la Oficina de la Presidencia.
Su condición de mexiquense y líder legislativo en la etapa más difícil del
sexenio le permite sacudirse cualquier jefatura que no sea la del Presidente.
Ni
imaginar lo que puede ocurrir si Manlio y César hacen frente común.
¿Por
qué Peña Nieto se ofrece en apariencia temerario en exceso a vísperas de
iniciar la segunda mitad de su mandato? ¿No teme que le sea arrebatada su
facultad, también exclusiva, de designar al candidato presidencial?
Durante
tres años fue un amigo leal que dio oportunidad a sus amigos y paisanos; llegó
el tiempo en que amigos y paisanos, si aprendieron, correspondan a su jefe,
pero también que él piense en sí mismo y en su futuro. Le asiste todo el
derecho del mundo.
Le
llegó, fatalmente, el momento de pensar en su “verdugo”, es decir, en su
sucesor. No le queda tiempo, cuando mucho seis meses para empezar a construir
al que le gustaría o a quien quiera que lo suceda; las encuestas de Los Pinos y
las ajenas indican que no hay priísta que caliente un jarro de agua. Hoy no
tiene con quién ganar, con las implicaciones históricas, políticas y jurídicas
que esto trae consigo.
La
construcción de Colosio llevó unos nueve años; Zedillo fue un invento de último
momento porque, en realidad, el candidato en aquella campaña fue Carlos
Salinas; la de Peña Nieto también fue construida en nueve años.
Es
probable que el candidato priísta del 2018 necesite, para competir con cierta
garantía de éxito, a un Peña Nieto ubicado, nuevamente, en las alturas de la
popularidad. No es tarea fácil la que tienen Eduardo Sánchez y Aurelio Nuño.
La
realidad es que así como en la banca del PRI no había otro para echar mano de
él y colocarlo en la oficina de César, sólo Manlio, los priístas no tienen a
otro Peña Nieto para competir en 2018; quien sea postulado necesitará que el
Presidente lo arrastre, lo empuje y le comparta su popularidad. Ninguno podrá
ganar por sí solo y, a menos que la soberbia se mantenga, deben saberlo los
aspirantes.
Algún
lisonjero dijo el miércoles que en IMPACTO ya sabíamos que Manlio era el hombre
y que por eso la comida; ignoran que el Presidente no es hombre dado a confiar
sus decisiones. La comida sólo fue un encuentro de hermanos, la mayoría
sobrevivientes del 94.
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