23 sept 2015

El ‘Jaguar’ Ríos Piter es coladera

Columna: Sólo para Iniciados/Juan Bustillos
Impacto, 23 de septiembre de 2015
El ‘Jaguar’ Ríos Piter es coladera
Si bien es indudable que la vida le pondrá enfrente más oportunidades, el valor de un individuo se mide por tomarlas o dejarlas pasar
Más que “Jaguar”, el senador Armando Ríos Piter debería llamarse, a sí mismo, “El coladeras”, por aquello de que a la hora de la verdad tiene más salidas que un cernidor.
Me explico: A sus 42 años, la vida le ha puesto 2 citas con la historia, y en ambas se ha rajado; ni guerrerense parece.
La primera fue la posibilidad de ser candidato del PRD a gobernador de Guerrero; declinó cuando, gracias a su carisma y apoyos locales y nacionales, tenía todo para ganar. Esgrimió el único pretexto que sus paisanos repudian: Miedo, por la inseguridad imperante en la entidad.
La segunda: Al cuarto para las 12 se negó a contender por el liderazgo nacional del PRD; lo venció el temor a ser arrollado por el vocero del sepulcro de Luis Donaldo Colosio, Agustín Basave.

Su pretexto es increíble: Rechazo a las alianzas ya anunciadas con el PAN para los procesos electorales por venir.
¿Cómo creerle si fue él, precisamente él, uno de los más entusiastas operadores de Marcelo Ebrard en estos menesteres, por ejemplo, el enamoramiento al entonces priísta Ángel Aguirre cuando el ahora ex gobernador ya había jurado lealtad a su primero Manuel Añorve?
 Ríos Piter era, al menos parecía, una de las promesas del perredismo. Pocos con sus credenciales académicas: Dos licenciaturas, una en Derecho y otra en Economía; otras tantas maestrías, una en seguridad nacional por la Universidad de Georgetown, y otra en Administración Pública por Harvard. Realizó una extensa carrera burocrática hasta que se encontró con el Congreso, como diputado federal y ahora senador.
 Es indudable que la vida le pondrá enfrente más oportunidades, pero el valor de un individuo se mide por tomarlas o dejarlas pasar.
 Él pudo rescatar a Guerrero del terrible estado en que lo metieron priístas y perredistas, así como evitar que el PRD sea arrasado por Morena y Andrés Manuel López Obrador, pero rechazó hacer historia. ¿Por qué?
 Es evidente que el triunfo, ininterrumpido, a lo largo de dos décadas, desde que ingresó al Infonavit (sólo fracasó en la misión más importante que le asignó Vicente Fox como subsecretario de Política Sectorial de la Reforma Agraria: “arraigar a los jóvenes rurales a la tierra, evitando así la migración al extranjero y generando oportunidades para jóvenes con liderazgo y capacidad de desarrollarse como microempresarios rurales”, dice Wikipedia), aburguesó al senador y por eso su renuencia a emprender tareas titánicas, en las que arriesga el pellejo o el fracaso espera al final del camino.
 Otro “Jaguar” habría actuado de manera diferente. Este sólo tiene salidas y, por cierto, nada ingeniosas.

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