23 sept 2015

Jersey Vargas en la Casa Blanca

9/23/2015 
La niña «portavoz» de los inmigrantes hispanos en la Casa Blanca
Entre la multitud que estuvo presente en la Ceremonia de Bienvenida, también estaba la pequeña Jersey Vargas, la hija de un mexicano procesado den Estados Unidos por inmigración ilegal



NOTA DE ANDREA TORNIELLI
Vatican Insider, 23 de septiembre de 2015, WASHINGTON  DC
Jersey Vargas demuestra menos de sus 11 años. Es pequeña y está pegada a la valla e el parque de la Casa Blanca. Tiene una manta con la imagen de la Virgen de Guadalupe recamada y la frase: «Gracias Papa Francisco». «Llegué aquí a las tres de la mañana -explicó a Vatican Insider- para dar la bienvenida al Papa. Para darle las gracias…».
Jersey es la tercera de cinco hermanos. Nació aquí en los Estados Unidos, vive en Panorama City, cerca de Los Ángeles y tiene la ciudadanía estadounidense porque nació aquí. También su mamá, Dolores, obtuvo el permiso. El que no lo logró fue el padre, Mario, inmigrado que lleva 14 años en el país. En 2013 fue arrestado en Indiana. En marzo del año pasado, la pequeña Jersey fue a Roma, con un grupo de activistas que luchan por los derechos de los inmigrantes. En la Plaza San Pedro, logró intercambiar algunas palabras con Papa Francisco y contarle su historia.
«Le dije que nos ayudara porque es injusto que muchos niños estemos pasando por la misma situación, estamos separados de nuestras familias. Me bendijo, me dio un beso y me confirmó que iba a ver al presidente Obama, yo ya me sentí más calmada porque hice una diferencia en el mundo, me dio su palabra y estoy contenta».

Hoy, Mario Vargas ya no está detenido esperando ser expulsado, sino que está bajo proceso por inmigración ilegal. Jersey espera que todo se resuelva lo mejor posible y, a pesar de ser una niña, habla sobre los problemas de los inmigrantes con la competencia de un político y con la pasión de una activista. No pudo acercarse a Francisco, las filas de soldados en uniforme de gala, las banderas, las cámaras y los periodistas le impidieron verlo. Pero escuchó su voz. Lo escuchó presentarse ante Barack Obama como «hijo de una familia de migrantes», justamente como ella.
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El caso de Jersey Vargas.
TOMADO DE
La visita de Francisco a México empieza a tomar forma/Fred Alvarez
Publicado en la revista Código Topo, de Excesior, pags 58-64, 7 de julio de 2014.
La niña Jersey Vargas llegó a Roma el pasado 27 de marzo para participar junto con una delegación de activistas por los derechos de los hispanos en la Unión Americana, en la Audiencia General que cada miércoles celebra el papa Francisco en la Plaza de San Pedro.
Allí tuvo la garra de saltar una valla y colocarse hasta la primera fila donde, emocionada, tuvo la fortuna de hablar con el papa a favor de los migrantes que viven en la zozobra por el riesgo de ser deportados. La  petición concreta a Francisco fue que le dijera al presidente Barack Obama que por favor intercediera por su padre Mario Vargas, quien estaba a punto de ser deportado por se indocumentado.
Después a saludar al papa le habló de la inminente deportación de su padre:
"-¿De dónde?"-, preguntó el líder católico;
 -"De Estados Unidos", replicó Jersey.
"Me bendijo, me dio un beso y me confirmó que iba a ver al presidente Obama, yo ya me sentí más calmada porque hice una diferencia en el mundo, me dio su palabra y estoy contenta", agregó.
“Cuando conocí al papa me alegré mucho, porque él me bendijo y me dijo que va a hablar con nuestro Presidente Obama en Estados Unidos”, dijo la pequeña Jersey en declaraciones a la prensa pocos minutos después de su encuentro con el líder religioso.
La niña explicó que si pudiera conocer el presidente Obama “le diría que por favor escuche al papa Francisco, porque ahora tiene una noticia muy importante que darle. Mi papá y otros miles de niños y sus familias están en sus manos, tienes que ayudarnos. Es injusto que él pueda estar con sus hijas mientras nosotros tenemos que separarnos de nuestros padres”.
Jersey entregó también a Francisco 1,500 cartas de niños que, al igual que ella, viven con la tristeza de poder ser separados de sus padres por las leyes migratorias del país.
El llamado no fue casual, ocurrió justo un día antes de la visita del presidente Obama con el papa.
Jersey fue escuchada por el papa, y curiosamente dos días después cuando ella regresó a los EU su padre Mario Vargas había sido liberado tras pagar una fianza y fue a recibirla al aeropuerto de Los Ángeles Internacional de Los Ángeles
La escena fue emocionante.
Jersey es la tercera de cinco hermanos del matrimonio entre Mario y Dolores Vargas. Ella y otros dos de sus hermanos son ciudadanos estadunidenses mientras los otros dos tienen permisos temporales.  Sus padres llevan 14 años residiendo en EU.
Francisco hizo el milagro a la niña Jersey. Sin duda ella estará en la frontera cuando Francisco venga a México, y quizá sea invitada por Monseñor José Gómez, arzobispo de Los Ángeles al seminario:  “Migración y desarrollo” .

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