Se enreda caso Narvarte; a
un mes del crimen se desconoce el móvil
Las hipótesis del caso han
pasado por un robo, un crimen pasional tras una fiesta y ahora a vínculos con
Los Zetas …
Texto de PARIS ALEJANDRO SALAZAR |
La Silla Rota, METRÓPOLI | 2015-09-03 11:00:00
CIUDAD DE MÉXICO (La Silla
Rota).- A más de un mes del multihomicidio de la colonia Narvarte, la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) no ha logrado
esclarecer el móvil, mientras que las hipótesis que circulan pasan por robo, el
crimen pasional tras una fiesta junto con el consumo de droga e incluso el
tráfico de cocaína y vínculos “zetas”.
El 2 de agosto pasado, tras
el multihomicidio de cinco personas en la colonia Narvarte, el procurador
Rodolfo Ríos Garza dio una conferencia de prensa en la que se informó que las
víctimas fueron torturadas y recibieron “el tiro de gracia”.
Se dijo que hasta ese
momento, la Fiscalía de Homicidios adscrita a la PGJDF, suponía la comisión de
delitos de homicidio y robo, sin cerrar otras líneas de investigación.
Días más tarde, medios
comunicación difundieron la versión de que conforme a “testigos” y
“declaraciones ministeriales”, en el departamento de Luz Saviñón 1909 se
realizaban constantemente fiestas, y que precisamente el viernes 31 de julio se
había dado una reunión, en la que en principio participaban una mujer
colombiana, Yesenia y tres hombres, mientras que Rubén Espinosa, un amigo y
Nadia se habrían unido después.
La posibilidad de que la
muerte del fotógrafo estuviera vinculada a su profesión, por amenazas recibidas
del gobierno de Javier Duarte, no fue considerada como posible móvil.
La versión de la fiesta fue
desmentida, pues Ríos Garza dijo que los vecinos no habían escuchado música o
ambiente de reunión. El fotoperiodista Espinosa y la activista Vera habían
llegado al departamento alrededor de las 2:00 horas, luego de pasar la noche en
un bar. Los asesinos habían entrado después de las nueve de la mañana, y
cometido los crímenes entre las 10 y las 12.
Más adelante, autoridades
capitalinas filtraron que en el departamento habían encontrado mariguana y 300
gramos de droga sintética, y además que el cuerpo de Nadia presentaba restos de
mariguana, cocaína en el de Rubén y en el teléfono de “Nicole”, que ahora
sabemos se llama Mile, estaban los números de “Dealer 1”, “Dealer 2”, “Dealer
3”.
Luego vino la detención de
Daniel Pachecho, un ex presidiario acusado de robo y violación, quien dijo que
un ex policía del DF y otro sujeto, lo habían invitado a tener sexo con
“Nicole” o Mile Virgina Martin. El sujeto aseguró no haber participado en el
homicidio.
También circuló la especie
de que la colombiana regenteaba una casa de citas en el departamento, por lo
que habría abierto la puerta a los asesinos.
Las filtraciones fueron
recurrentes, primero el video en el que aparecen los tres presuntos homicidas,
y uno de ellos cargando una maleta, mientras otro se encuentra cerca del
Mustang rojo. También fotografías de los cuerpos maniatados y vejados
difundidas en internet.
La abogada de los familiares
de las víctimas, Karla Michel Salas, asegura que según las pruebas periciales
no hay indicios de que la muchacha colombiana hubiera sostenido encuentros
sexuales ni con el detenido, ni con sus cómplices. Además, que se trata de
descartar el “móvil político” en el crimen.
Con la detención de un
segundo implicado, el ex policía Abraham Torres, se difundieron otras
declaraciones, en el sentido de que no habrían ido por sexo, sino por drogas al
lugar. Aceptó que la pistola con la que se disparó a las cinco personas es
suya, pero culpó a Daniel Pacheco de haber perpetrado el crimen.
Además, dijo conocía a sus
dos cómplices como “zetas”, entre los que se encuentra uno llamado Omar, y que
habían ido a llevarse la maleta que contenía ladrillos de cocaína que Mile
habría recogido en el aeropuerto de la Ciudad de México.
La Procuraduría capitalina
continúa sin dar una explicación clara de qué fue lo que motivó el crimen de
cuatro mujeres, incluida la persona que hacía el aseo, y el fotoperiodista
Rubén Espinosa, situación que deriva en la desconfianza hacia la forma en que
se ha llevado la investigación.
Amparo contra filtraciones
Luego de que obtuvieran un
amparo en contra de las filtraciones en el caso Narvarte, el abogado de la
familia del fotoperiodista Rubén Espinosa, manifestó que el juez no impone
censura a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, sino que
busca evitar que se revele información sensible de las víctimas.
El litigante Leopoldo
Maldonado opinó que la PGJDF tiene una opinión sesgada y errónea del amparo y
cuestionó “¿Qué interés público tienen fotos de cuerpos en departamento o
exámenes toxicológicos?”.
lrc
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