En el
corazón de Manhattan, Nueva York, se ha pintado en un
edificio de la calle 34 un gigantesco mural del papa Francisco.
El
edificio está ubicado en la esquina de la Octava avenida junto a Penn Station y
el Madison Square Garden,.
El
mural fue diseñado por Israel Ochoa, miembro de la organización DeSales Media,
de la diócesis de Brooklyn. El diseño se basó en una foto del papa tomada por
el fotógrafo Giulio Napolitano.
En
una pared de 68 metros de largo por 28 metros de ancho el pintor estadounidense
Van Hecht-Nilsen y tres personas más, entre ellas un costarricense, utilizaron
cerca de 80 galones de pintura para la espectacular imagen.
El
pintor de 41 años vive en Loveland, en el estado de Colorado. Cuando lo
contrataron tuvo que ir a Nueva York y dejar a su esposa y a sus 7 hijos (seis
hombres y una mujer). Aunque ya había pintado varios anuncios este fue su
primer mural religioso.
“Tengo
la esperanza y rezo para que muchas personas se conviertan cuando vean el
mural. Espero que la ciudad salga un poco de su embriaguez y ponga un poco de
atención en Dios. La gente volteará y mirará el rostro de Dios a través del
Papa pintado en el mural en vez de estar haciendo bromas o riéndose de él”,
manifestó a ACI Prensa.
Trabajar
en este mural durante 10 días fue para este artista una “gran bendición” y
también una oportunidad de ofrecer su trabajo al Señor.
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