Se parece a Fox?
El bronco en las columnas y artículos de opinión hoy, 5 de octubre de 2015…
El bronco en las columnas y artículos de opinión hoy, 5 de octubre de 2015…
Bajo Reserva/ El Universal
La bendición a El Bronco
Tras su toma de protesta como gobernador de Nuevo León, y minutos antes de iniciar la cabalgata, el padre Alejandro Solalinde le dio la bendición a Jaime Rodríguez, El Bronco, con la intención de que lleve su discurso a la práctica y realice un buen gobierno, que beneficie a los ciudadanos y no sus cercanos ni a él mismo. Solalinde también le pidió al gobernador independiente que termine con la impunidad que dijo hay en la entidad. El sábado, El Bronco realizó frente al Congreso la promesa de acabar con la corrupción y ahora también se comprometió a ello con la Iglesia, así que está amarrado por todas las leyes.
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Frentes Políticos/ Excelsior.III.Lenguajes. “Estoy aquí porque ustedes decidieron vencer la adversidad, es por ustedes que voy a jalar cada mañana; cuando dijimos ‘la raza paga, la raza manda’, fue para recordarnos que el poder reside en el pueblo; voy a ser siempre sincero y responsable con ustedes, por eso nunca he ofrecido las perlas de la virgen ni cosas irracionales; conocí la luz eléctrica hasta los 15 años, así que ni la oscuridad me espanta; si quieren lana, háganla por la buena, como la gente honrada, trabajando; aquí no vamos a permitir que vengan a huevonear”. Así, clarito y directo, como en su debut, El Bronco deberá gobernar Nuevo León a todas luces con finanzas flacas. Para empezar.
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¿Será?/24 Horas
Desafíos estatales
Enfrentar deuda estatal, inseguridad y cuentas pendientes con sus antecesores es el denominador común entre los mandatarios estatales que recién tomaron posesión: Jaime Rodríguez El Bronco en Nuevo León, Silvano Aureoles en Michoacán y Francisco Domínguez en Querétaro. Para desgracia de los mexicanos, no hay entidad que esté exenta de esos problemas. Y en la mayoría de los casos, los nuevos gobernadores vienen con muchos bríos. Ahora sólo falta ver qué tanta capacidad tienen para alinear sus discursos con la realidad. Esperemos que ésta no los supere más pronto de lo que imaginan. ¿Será?
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Lenguas Viperinas/LSR
PRESIDENTES MUNICIPALES jefes delegaciones y gobernadores han denunciado corrupción, discrecionalidad e irregularidades en las entregas-recepción de las administraciones locales, lo que los ha llevado a solicitar auditorías externas a fin de establecer denuncias y demandas penales y administrativas. Como hace muchos años no pasaba, además de las prácticas que parecen de la cultura mexicana como llevarse muebles, computadoras o mandar quemar archivos completos, ahora también dejan deudas casi imposibles de pagar. Por ejemplo, Jaime Rodríguez 'El Bronco' pidió a todo su gabinete no firmar ni avalar nada hasta que entren los auditores externos, mismos que también evaluarían la legalidad, validez y viabilidad de pago del adeudo.
Y A PESAR de que las elecciones de junio pasado dieron la victoria a varios independientes, los partidos políticos insisten en regular las leyes necesarias para que no lleguen al poder "improvisados". Incluso, ha levantado polémica la opinión del presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones que aseguró directa y tajantemente que los gobernantes independientes jamás sustituirán a los partidos políticos y la estructura dentro de ellos. Dijo que los priístas están abiertos a la competencia pero pidió a sus bases en formación y capacitación ser más audaces en la manera en que comunican los logros del partido y del gobierno federal.
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Templo Mayor/ Reforma
DEL tamaño del entusiasmo, así de grande es la expectativa. Ahora sí Jaime Rodríguez deberá comenzar a demostrar que no sólo fue un candidato singular, sino que será un gobernante ídem.
TRAS prácticamente 15 horas de ceremonias, discursos, festejos, cabalgatas y nombramientos, “El Bronco” pidió a las cerca de 9 mil personas que lo aclamaban ayer en la Arena Monterrey que no lo dejen solo....
POR lo pronto, empieza con dos retos en cuanto a la integración de su equipo. El primero, que el Congreso valide el nombramiento de Fernando Elizondo como Coordinador Ejecutivo del gobierno estatal, que juran por ahí que es mero protocolo -nuevo y cuestionado- de los diputados locales, pero que ya está planchadito.
EL OTRO desafío es que le den el visto bueno a Roberto Flores, su gallo para la Procuraduría estatal, luego del escándalo que le estalló este fin de semana en las redes sociales con un audio que aparentemente lo exhibe en pleno tráfico de influencias, grabación que el interfecto dice que está truqueada.
DADO que este cargo también requiere el aval de los diputados locales, a ver si no se convierte en la primera gran bronca de “El Bronco”.
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Columna Sólo para Iniciados
Reforma derrota a Televisa con ‘El Bronco’/ Juan Bustillos
Impacto,
Al margen de la fiesta democrática en Monterrey por el triunfo de un candidato independiente sobre la partidocracia, del regocijo regiomontano por el espectáculo gratuito a cargo de la estrella folclórica que los va a gobernar, lo cierto es que lo realmente ocurrido en Nuevo León fue una revancha entre poderes fácticos: los periódicos El Norte y Reforma se vengaron de Televisa y 6 años después se hacen de la gubernatura.
Basta ver el despliegue mediático de las ediciones virtuales de Alejandro Junco para advertir el orgullo justificado por la meta alcanzada.
Lo que ocurre en Nuevo León, “Hoy comienza la Nueva Independencia”, sería mera anécdota o el segundo episodio (el piloto, la campaña) de una miniserie política aldeana, si el verdadero proyecto de los impulsores de Jaime “El Bronco” Rodríguez, y no necesariamente solamente sus creadores periodísticos, no fuera la Presidencia de la República.
Y por donde se le vea, Televisa no tiene a quién oponerles; no al menor por hoy.
No obstante, como una bocanada de aire fresco llega el nuevo gobernador de Nuevo León. Con un personaje mejor diseñado que el de los publicistas cocacoleros de Vicente Fox, “El Bronco” es una mezcla de Chente, Cruz Treviño de la Garza y “El Piporro” que ojalá y por el bien de Nuevo León, no termine siendo una versión región 4 de “Chelelo”.
Pero mientras el ex gobernador Rodrigo Medina y familia, así como sus colaboradores, contratan abogados para defenderse del tsunami que amenaza con arrastrarlos, la realidad es que el personaje folclórico que inaugura las candidaturas independientes en las gubernaturas, sólo tapa la lucha entre poderes fácticos por el control del poder.
Seis años atrás, Televisa impuso al gobernador de Nuevo León pensando, quizás (y sin el quizás, también), en el futuro. Rodrigo Medina parecía hecho para causas mejores, pero poco a poco todo conspiró en contra suya, incluso él mismo y, si son ciertas las versiones del periodismo regiomontano, su padre Rodrigo Medina Ainslie.
Medina ya nunca será candidato presidencial como indicaba el proyecto de su arribo a la gubernatura de Nuevo León, pero además Televisa se ha quedado sin un buen cliente porque su sucesor anunció, como fue instruido, que el gobierno estatal ya no se anunciará en esa cadena.
Televisa ya no tiene gobernador en Nuevo León ni proyecto presidencial, ahora lo tiene el periódico Reforma constructor de “El Bronco” con la misma paciencia con que la cadena de Emilio Azcárraga fabricó a Rodrigo.
No es casual que el hombre fuerte de “El Bronco”, Fernando Elizondo, sea el consuegro del propietario de los periódicos “El Norte” y “Reforma”, Alejandro Junco, derrotados ambos en 2009 por Medina.
Hijo del ex gobernador Eduardo Elizondo, Fernando fue priísta por décadas y gobernador interino por 8 meses en sustitución de Natividad González Parás en 2003. Intentó repetir por la vía electoral como candidato del PAN, pero Rodrigo lo derrotó; buscó una vez más el puesto en 2014, pero al negarle el PAN la candidatura renunció a su militancia y aceptó la postulación por Movimiento Ciudadano sólo para declinar por “El Bronco” cuando sus parientes políticos se convencieron de su incapacidad para entibiar un vaso de agua.
No obstante, Elizondo será el verdadero gobernador de Nuevo León porque los intereses atrás de Rodríguez se lo impusieron como el hombre del dinero y del gobierno.
El sábado empezó la fiesta en Monterrey y siguió hasta el domingo con “El Bronco” en su caballo y Rodrigo Medina exiliándose a la Ciudad de México porque después de escuchar a su sucesor acusándolo de haberle dejado la “casa sucia, las columnas destruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose en otras y, para acabarla de fregar, hipotecada”, necio sería permanecer a su alcance.
Por lo pronto Rodríguez que lució traje ante el adusto representante presidencial, Miguel Osorio Chong, se volvió a disfrazar de “Bronco”, botas, pantalón de mezclilla y sombrero (le falta la camisa a cuadros) y anunció que a los responsables de la mega deuda que asfixia a la entidad “se les apareció el diablo y algunos se irán al infierno a pagar sus pecados”.
Algo parecido prometió sin cumplir el también norteño Francisco Barrio que no pescó ni charales después de anunciar que lo haría con tiburones y ballenas, pero por lo pronto los neoloneses no caben de gozo con su versión propia de Vicente Fox.
Pero quizás el más feliz sea Alejandro Junco con su venganza contra Emilio Azcárraga.
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2018: INDEPENDIENTES Y VOTO FRAGMENTADO/Salvador García Soto
Columna Sólo para Iniciados
Reforma derrota a Televisa con ‘El Bronco’/ Juan Bustillos
Impacto,
Al margen de la fiesta democrática en Monterrey por el triunfo de un candidato independiente sobre la partidocracia, del regocijo regiomontano por el espectáculo gratuito a cargo de la estrella folclórica que los va a gobernar, lo cierto es que lo realmente ocurrido en Nuevo León fue una revancha entre poderes fácticos: los periódicos El Norte y Reforma se vengaron de Televisa y 6 años después se hacen de la gubernatura.
Basta ver el despliegue mediático de las ediciones virtuales de Alejandro Junco para advertir el orgullo justificado por la meta alcanzada.
Lo que ocurre en Nuevo León, “Hoy comienza la Nueva Independencia”, sería mera anécdota o el segundo episodio (el piloto, la campaña) de una miniserie política aldeana, si el verdadero proyecto de los impulsores de Jaime “El Bronco” Rodríguez, y no necesariamente solamente sus creadores periodísticos, no fuera la Presidencia de la República.
Y por donde se le vea, Televisa no tiene a quién oponerles; no al menor por hoy.
No obstante, como una bocanada de aire fresco llega el nuevo gobernador de Nuevo León. Con un personaje mejor diseñado que el de los publicistas cocacoleros de Vicente Fox, “El Bronco” es una mezcla de Chente, Cruz Treviño de la Garza y “El Piporro” que ojalá y por el bien de Nuevo León, no termine siendo una versión región 4 de “Chelelo”.
Pero mientras el ex gobernador Rodrigo Medina y familia, así como sus colaboradores, contratan abogados para defenderse del tsunami que amenaza con arrastrarlos, la realidad es que el personaje folclórico que inaugura las candidaturas independientes en las gubernaturas, sólo tapa la lucha entre poderes fácticos por el control del poder.
Seis años atrás, Televisa impuso al gobernador de Nuevo León pensando, quizás (y sin el quizás, también), en el futuro. Rodrigo Medina parecía hecho para causas mejores, pero poco a poco todo conspiró en contra suya, incluso él mismo y, si son ciertas las versiones del periodismo regiomontano, su padre Rodrigo Medina Ainslie.
Medina ya nunca será candidato presidencial como indicaba el proyecto de su arribo a la gubernatura de Nuevo León, pero además Televisa se ha quedado sin un buen cliente porque su sucesor anunció, como fue instruido, que el gobierno estatal ya no se anunciará en esa cadena.
Televisa ya no tiene gobernador en Nuevo León ni proyecto presidencial, ahora lo tiene el periódico Reforma constructor de “El Bronco” con la misma paciencia con que la cadena de Emilio Azcárraga fabricó a Rodrigo.
No es casual que el hombre fuerte de “El Bronco”, Fernando Elizondo, sea el consuegro del propietario de los periódicos “El Norte” y “Reforma”, Alejandro Junco, derrotados ambos en 2009 por Medina.
Hijo del ex gobernador Eduardo Elizondo, Fernando fue priísta por décadas y gobernador interino por 8 meses en sustitución de Natividad González Parás en 2003. Intentó repetir por la vía electoral como candidato del PAN, pero Rodrigo lo derrotó; buscó una vez más el puesto en 2014, pero al negarle el PAN la candidatura renunció a su militancia y aceptó la postulación por Movimiento Ciudadano sólo para declinar por “El Bronco” cuando sus parientes políticos se convencieron de su incapacidad para entibiar un vaso de agua.
No obstante, Elizondo será el verdadero gobernador de Nuevo León porque los intereses atrás de Rodríguez se lo impusieron como el hombre del dinero y del gobierno.
El sábado empezó la fiesta en Monterrey y siguió hasta el domingo con “El Bronco” en su caballo y Rodrigo Medina exiliándose a la Ciudad de México porque después de escuchar a su sucesor acusándolo de haberle dejado la “casa sucia, las columnas destruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose en otras y, para acabarla de fregar, hipotecada”, necio sería permanecer a su alcance.
Por lo pronto Rodríguez que lució traje ante el adusto representante presidencial, Miguel Osorio Chong, se volvió a disfrazar de “Bronco”, botas, pantalón de mezclilla y sombrero (le falta la camisa a cuadros) y anunció que a los responsables de la mega deuda que asfixia a la entidad “se les apareció el diablo y algunos se irán al infierno a pagar sus pecados”.
Algo parecido prometió sin cumplir el también norteño Francisco Barrio que no pescó ni charales después de anunciar que lo haría con tiburones y ballenas, pero por lo pronto los neoloneses no caben de gozo con su versión propia de Vicente Fox.
Pero quizás el más feliz sea Alejandro Junco con su venganza contra Emilio Azcárraga.
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2018: INDEPENDIENTES Y VOTO FRAGMENTADO/Salvador García Soto
El Universal
En el futurismo de la sucesión presidencial, a dos años de distancia, dos cosas empiezan a verse claras: la primera, la irrupción de las candidaturas independientes por primera vez en la disputa por la Presidencia, y la segunda, que en la competencia entre independientes y partidos formales, el voto electoral se verá fragmentado y hasta pulverizado, lo que al final puede beneficiar a aquella opción partidista que tenga la mayor estructura nacional y el mayor “voto duro”.
Porque todo apunta a que 2018 será una “elección de pequeños”. De las tres opciones partidistas que se enfrentarán en esos comicios ninguna tiene un voto mayoritario o abrumador. El PRI, que es el de mayor voto duro y estructura operativa, ronda los 22 millones de votantes, seguido por el PAN, cuyo voto militante se calcula en 17 millones y, en un cercano tercer lugar, estaría Morena, de Andrés Manuel López Obrador, con un voto duro estimado en 15 millones ganado en sus dos elecciones presidenciales, a costa del PRD. Es decir que, en un duelo de estructuras y votos partidistas, gana el PRI.
Pero ahí entran otros factores que pesarán, por primera vez, en estas presidenciales: las candidaturas independientes o ciudadanas, un factor novedoso en la decisión de los votantes. En escena se ven, en estos momentos, al menos tres independientes para 2018: Miguel Angel Mancera, cada vez más distante del PRD y en busca de un proyecto “ciudadano”; Margarita Zavala que ya ha expresado que si la vetan en el PAN será la primera candidata independiente; y el tercero, Jaime Rodríguez El Bronco, en la cúspide de su popularidad tras su espectacular ascenso al poder en Nuevo León, a galope de caballo, arropado por las masas y con la espada lista para cortar cabezas como la de su antecesor Rodrigo Medina.
A la fiebre “independiente” se suma el grupo de intelectuales y académicos que busca consensuar e impulsar un “candidato independiente único” que acapare el voto ciudadano y antipartidista. Aunque loable, el intento de este grupo no deja de ser una paradoja: que después de que a los mexicanos nos llevó décadas romper el monopolio partidista de las candidaturas —con todo y las resistencias que aún se enfrentan en estados— ahora se proponga monopolizar la representación ciudadana con un “candidato independiente único”.
Como sea, entre más independientes haya se pulveriza el voto antipartidista, a menos que surgiera a nivel nacional un fenómeno de carisma, arrastre y popularidad similar al de Jaime Rodríguez en Nuevo León que lograra aglutinar a los independientes y amenazar realmente al sistema de partidos en la elección presidencial.
Veremos pues el papel que juegan los independientes en una elección de voto fragmentado como la que se ve venir en 2018, y qué tanto se corre el riesgo de que las candidaturas ciudadanas no terminen haciéndole el juego a los partidos políticos, a los que quieren combatir, si en lugar de sumar y aglutinar, los candidatos independientes más bien pulverizan y atomizan el voto ciudadano. No es gratuito que ya hasta el PRI, en voz de su dirigente Manlio Fabio Beltrones o el PAN con Ricardo Anaya, le den la “bienvenida” a los independientes a los que seguro intentarán montar y tripular para que terminen beneficiando a sus partidos.
NOTAS INDISCRETAS…El saqueo a las oficinas públicas que denunciaron al menos 8 nuevos delegados del DF, que dijeron haber encontrado oficinas vacías, sin computadoras ni otros bienes públicos, se explica porque durante 18 años que gobernaron ininterrumpidamente la ciudad los perredistas no tuvieron una real “transición de gobierno”. Por cinco trienios seguidos, las jefaturas delegacionales eran entregadas a gente del mismo partido y en muchos casos hasta de la misma tribu, por lo que las actas de “entrega-recepción” eran más de forma que de fondo. Hay casos, como la Cuauhtémoc, en donde simplemente hacían un cambio de escritorio, pues durante 18 años seguidos gobernó el grupo de René Bejarano. ¿A quién entonces le iban a entregar cuentas, inventarios o libros blancos? No en balde el finado Ricardo García Sáinz, cuando fue contralor del DF con Marcelo Ebrard, comentó alguna vez que en el tiempo en que ejerció ese cargo “nunca pude entrar a la delegación Cuauhtémoc” porque no se lo permitían los Bejaranos, que actuaban como los amos y señores de esa demarcación. Por eso ahora que a varias delegaciones llegaba la oposición se llevaron todo lo que pudieron… Serpiente mandan los dados. Mal comienza la semana.
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EL ‘REY SOL’/Ciro Gómez Leyva
El Universal
Los 34 minutos del discurso de toma de posesión como gobernador de Nuevo León fueron sobre él, de él. Podría decirse que para él. Marcadamente los últimos que, por el entretejido edípico (constantes evocaciones a su madre) y de delirio de grandeza bien podrán ser un manjar para los psicoanalistas.
“Se han ido los nubarrones y ha vuelto a salir el sol”, concluyó sin timideces Jaime Rodríguez, El Bronco, su mensaje de investidura ante el Congreso local. Lo escuchaban a la izquierda un hierático secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y un apaleado ex gobernador, Rodrigo Medina. El Rey Sol no mostró una libra de piedad y lo mordió repetidamente con la cadencia de un descuartizador profesional y la soberbia del que cree que el beneplácito de arranque del 72% de quienes serán sus gobernados (Gabinete de Comunicación Estratégica) le da derecho a la ofensa justiciera. Botones de muestra: “Hemos encontrado la casa sucia y, para acabar de fregarla, hipotecada (…) Encontramos una corrupción sin llenadera y el delirio de muchos que se creyeron reyes (…) Se les acabó la fiesta a los bandidos”.
¿Qué propuso El Bronco? Propuestas, propuestas, nada. Pidió seis meses para limpiar la casa y revisar las cuentas, lo que puede sonar razonable. A falta de un programa, ofreció un prontuario, un copy and paste de ética pública con lemas marquistas (mandaremos obedeciendo), hits de la primavera (la raza paga, la raza manda), lugares comunes (seremos un modelo de buen gobierno) y más lugares comunes (los políticos no están por encima de los ciudadanos).
Novedosa quizá fue la forma como fraseó que en su administración no cabrán militantes de partidos políticos. Para el aplauso fácil, en cambio, aseguró que ningún familiar tendrá influencia y golpeó de a gratis a Televisa. Clap, clap.
Por eso pienso que lo sobresaliente fue la larga autoexaltación, que se movió dentro de dos fronteras cómodas: “Entiendo lo que les duele y les preocupa” y “Tengan fe, porque hemos hecho historia y la historia nos brinda una oportunidad como pocas para que Nuevo León sea el mejor lugar para vivir de América Latina”. Con él como jinete, claro.
“Soy sencillo y seguiré siendo el Jaime que ustedes conocen”, prometió y confesó que su mayor anhelo es que cuando la gente lo encuentre en la calle, en una taquería, le diga “gracias”. Clap, clap.
A juzgar por los 34 minutos, El Bronco asume el poder proclamando el empoderamiento ciudadano, pero sintiéndose un elegido del destino. Hay redentorismo, por más que diga que nunca ha prometido las perlas de la virgen.
Y hay megalomanía. No recuerdo caso así desde el 1 de diciembre del 2000 con Vicente Fox.
En fin, conoceremos a El Bronco al verlo bronquear. En el poder. Suerte, Rey Sol.
MENOS DE 140. John Kerry meterá está semana a Miguel Ángel Mancera hasta la Casa Blanca. Gran oportunidad para que el jefe de Gobierno fije un discurso.
gomezleyvaciro@gmail.com
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¿Quién se impondrá? ¿Rodríguez o El Bronco?/JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior,
El Bronco no cambiará, ni sus patrocinadores lo permitirían, una política de seguridad en Nuevo León que ha sido exitosa.
Llegó como Bronco y tomó protesta como Rodríguez. ¿Jaime Rodríguez y El Bronco son la misma persona?, ¿el nuevo gobernador de Nuevo León y el candidato que ganó con casi 50 por ciento de los votos son los mismos? El sábado en la noche, cuando tomó posesión como gobernador vimos dos caras: llegó con pantalón de mezclilla, chaleco de piel y botas (y con su caballo) para juntarse con la gente. Pero se cambió por un elegante traje para tomar posesión en el Congreso. Dijo que acabaría con la vieja forma de gobernar, pero todos los exgobernadores estaban invitados al evento. Hay que reconocer que una cosa unifica a ambos personajes: el discurso, que habrá que ver cómo se mantiene en el futuro.
Por lo pronto, no habló de viboras y tepocatas como Fox en el 2000, pero sí de que “se acabó la fiesta para los bandidos”, de que “le bajará los humos a los políticos”. Retiró la silla del despacho de gobernador , porque “está enferma de poder y egolatría” (una vez, allá por 1998, Fox, entonces gobernador de Guanajuato, me dijo que lleva como seis meses sin pisar su despacho oficial, estaba orgulloso de eso) y dice que tampoco dará publicidad a las empresas de televisión porque fomentan “la idolatría y la soberbia”.
Dice que llega con una nueva forma de hacer política que a veces, más allá de un nuevo discurso, es la misma: a los que iban llegando a la fiesta en la que se convirtió la toma de posesión en la plaza le regalaban un paquete con carne, salchichas, tortillas, salsa y carbón para que hicieran su carne asada. Y ayer inauguró la administración con una cabalgata por el lecho del río Santa Catarina. Llegaron más de mil remolques con caballos. Creo que eso ya lo vimos, también con Fox. Se podrá decir lo que se quiera, pero que hay quienes apoyan y respaldan económicamente a El Bronco, es indudable (la pregunta es si apoyarán el día de mañana, y por cuánto tiempo a Rodríguez).
Pero terminará la fiesta y habrá que empezar a gobernar y a asumir realidades. Por ejemplo, asumir que Rodríguez no tiene mayoría en el Congreso y que si bien ordenó limpias y auditorías para todo el mundo, habrá que ver, primero, qué sale de ellas y segundo cómo son procesadas por un Poder Judicial en el que su influencia es menor.
No deja de desconcertarme que, luego de cuatro meses de transición, Rodríguez anunciara que en seis meses no hará nada de obra pública, salvo terminar algunas de las obras ya iniciadas, y que se tomará tres meses para analizar cómo están las cosas y otros tres para armar un plan de gobierno. Puede ser que, como hizo en su campaña, quiera ir por fuera de cualquier libreto, pero lo cierto es que se supone que es en los cien primeros días de gobierno cuando se construye una imagen, cuando se plantean los objetivos y los programas ejes sobre los que girará una administración. Es válido preguntarse entonces con qué se llenarán esos seis primeros meses de gobierno, o sea hasta marzo del año próximo, y me imagino que con recorridos, acusaciones de corrupción y algún detenido de dentro o de fuera del gobierno como para mantener y reforzar su imagen.
Por lo pronto, la designación del secretario de Seguridad demuestra que no se apartará del guión que ya estaba escrito en la administración de Rodrigo Medina y la designación de su secretario de Seguridad Pública, sin duda, debe venir, por lo menos, con el visto bueno, si no es con la recomendación, de la Secretaría de la Defensa. El gobernador Rodríguez designó para ese cargo al general Cuauhtémoc Antúnez Pérez, que fue hasta hace unos meses, jefe de la zona militar de Torreón (que cubre áreas de Coahuila y Durango) y donde encabezó exitosos programas contra la delincuencia y, cuando pasó a retiro, el año pasado, se había convertido en asesor de Rubén Moreira en Coahuila. Más allá de los discursos de El Bronco, Rodríguez no cambiará, ni sus patrocinadores lo permitirían, una política de seguridad en Nuevo León que ha sido exitosa.
El operador político de Rodríguez tampoco es un improvisado ni un innovador. Manuel González Flores es su secretario de gobierno y su hombre de confianza, mucho más que Fernando Elizondo, el exgobernador panista del estado que estará en su gabinete, pero no es su mano derecha (la izquierda, dijo que es el general Antúnez Pérez). Manuel González Flores es, como Rodríguez, un expriista que fue secretario particular del exgobernador Jorge Treviño, coordinador de la fracción del Partido Revolucionario Institucional en el estado y delegado del Infonavit.
Habrá que ver si finalmente se impone en la visión de la gente y en su propio accionar Rodríguez sobre El Bronco o será al revés. Más allá de eso, El Bronco sacó las garras unos días antes de tomar posesión como gobernador con una larga declaración en contra de López Obrador. Él, Andrés Manuel, dijo “es la verdadera mafia en el poder”. El Bronco mira hacia el 2018, Rodríguez deberá comenzar a enfrentar lo que queda del 2015.
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El tiempo de El Bronco/Javier Solórzano Zinser
La Razón
El futuro como gobernador de Nuevo León de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, es todo un enigma. No hay antecedentes en la trompicada democracia mexicana de algo similar que permita vislumbrar qué pueda pasar.
Todo es inédito. Desde el desarrollo de la elección hasta la crítica que hizo a los poderosos medios de comunicación, a los cuales enfrentó y terminó por no necesitarlos; junto con El Bronco los otros grandes ganadores fueron las redes sociales.
Las formas con Rodríguez Calderón también son inéditas. Su toma de posesión, su discurso y la presentación de su gabinete no tuvieron que ver con el glamur propio de estos actos.
Si bien El Bronco ya está echado a andar ahora viene algo nada fácil: hacer política, tener acuerdos y aprender a negociar. Va a tener que sentarse para establecer acuerdos con los partidos a los cuales no sólo venció con relativa facilidad, sino que también los confrontó.
No va a ser fácil porque los acuerdos se construyen en las cámaras y es ahí en donde por más que Jaime Rodríguez proponga y lleve importantes propuestas va a tener que convencer al Congreso de NL, con mayoría PAN-PRI.
El Bronco va a tener un tiempo de gracia y deberá aprovechar el vuelo que le da el inicio de su administración. El bono democrático lo coloca en una situación de privilegio. Los ciudadanos decidieron de manera clara, pero también pueden ser severos y desencantarse pronto porque el nuevo gobernador no responde a lo que el imaginario colectivo imagina, fantasea, supone o quiere ver.
Va a estar bajo innumerables miradas. Muchos lo van a querer ver fracasar desde ya, pero El Bronco tiene la ventaja de que los y las neoleoneses saben que requiere de tiempo y que no está fácil echar a andar su gestión con los escenarios que le rodean.
El inédito triunfo de un independiente ha abierto las puertas a que esta figura se repita. No es casual que muchos Congresos, influidos por los gobernadores, estén cerrando el paso a los independientes a través de una buena cantidad de cuestionables requisitos; les entró el miedo.
Los independientes llegaron para quedarse. El Bronco ya gobierna un estado importante y estratégico para el país. Lo que haga y no haga va a ser visto con lupa. Puede ser el gran detonante para el futuro o una decepción y si alguien lo sabe es El Bronco mismo.
solorzano52mx@yahoo.com.mx
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IDEAS, MODOS Y ACTITUDES/Rafael Cardona
La Crónica de Hoy,.
Hace un par de años recibí un libro maravilloso. Se llama simplemente Ideas. Son mil trescientas páginas abrumadoras. Llenas de esplendores, de magia mental, de creatividad por encima del tiempo. Tiene un subtítulo más para la promoción editorial y no tanto como designio de su autor, Peter Watson, Historia intelectual de la humanidad.
La idea: la materia prima de la transformación de la vida.
Del hallazgo y dominio del fuego a la llamada incoherencia moderna. Ideas, siempre una idea detrás de todo en la interminable aventura de la conciencia, la razón y el entendimiento. En la creatividad artística, en la ciencia, en cualquier orden del pensamiento.
Una idea. De la manzana de Newton a la invención de Dios. Una chispa detrás de todo.
Por eso cuando en la actividad política aparecen los hombres cuyas actitudes suplantan a las ideas, cuando todo es una postura (o una impostura), uno se asoma con desconfianza. No a la condena ni a la negación, simplemente a la cautela ante tanto y tanto simplismo.
No sé si alguno de los lectores les haya asaltado este pensamiento hace algunos años cuando México tuvo la feliz actitud de llevar a la presidencia Vicente Fox. A mí jamás me produjo ninguna atracción esa figura. Me pareció siempre una caricatura. La historia dirá si estuve equivocado.
Hoy vemos una segunda versión de esa mojiganga.
Un caballero cuya definición personal lo define con un sobrenombre ramplón y pendenciero para autodenominarse El Bronco. Se sube a la silla del caballo y luego al sillón del Palacio de Gobierno de Nuevo León y desata pasiones. Pero jamás expone una idea. Solamente exhibe propósitos y en momentos felices, hasta logra juegos palabreros.
Se entiende su llegada al poder como la consecuencia del hartazgo y el mal gobierno anterior, pero esa es una actitud pública de revancha ciudadana, en todo caso.
Eso no lo hace mejor, lo hace preferible y quizá sólo en términos electorales.
Estas son algunas de sus frases en la tarde de su asunción al despacho del gobierno. Primero, ponerle a la silla un letrerito:
—“Peligro… no sentarse, esta silla enferma de poder y egolatría”. Una burda copia del dicho de Soto y Gama atribuido a Zapata: la silla está embrujada. Puras palabras huecas, a fin de cuentas.
“Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose –dijo—, y, para acabarla de fregar, hipotecada.
“Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos de quienes se creyeron reyes y no gobernantes que donde había ciudadanos veían súbditos, que donde había dinero público veían botín.
“Hoy les digo claro y fuerte: se les acabó la fiesta a los bandidos…”.
Nadie podría oponerse al sentido justiciero de esas palabras. Su transformación en hechos administrativos las va a convertir de palabrería en programa, pero si nos atenemos a esta información, las cosas caminan por un sendero de improvisación un tanto riesgosa. “Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose y, para acabarla de fregar, hipotecada. Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos de quienes se creyeron reyes y no gobernantes. Que donde había ciudadanos veían súbditos, que donde había dinero público veían botín. Hoy les digo claro y fuerte: se les acabó la fiesta a los bandidos…”. Veamos (Animal Político):
“Sin plan de gobierno, sólo promesas.
“Centrado en la revisión de las finanzas que deja Rodrigo Medina, Rodríguez Calderón llegó a pleno del Congreso sin plan de gobierno. Y tampoco lo tendrá en los próximos días.
“Los ciudadanos de Nuevo León deberán esperar tres meses para conocer, primero, el estado del erario, y después, otros tres para los objetivos de la administración. En cambio, pidió paciencia a sus gobernados.
“En tres meses a partir de hoy tendré conocimiento del gobierno completo y en tres meses más construiremos junto con ustedes y la ciudadanía el plan de gobierno específico que vamos a seguir.
“El vacío en el plan de gobierno, no obstante, se compensó con anuncios y promesas. La más trascendente y que marca precedente en una administración pública local es que por primera vez un gobernador exige a su equipo que presente tres declaraciones que ayudan a transparentar el trabajo público: la patrimonial, la fiscal y la de intereses”.
¿Y ésa es una idea? Cuando más es una receta.
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"Se les acabó la fiesta a los bandidos"/ Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero,
A 90 días escasos de que terminara la gubernatura, Rodrigo Medina le preguntó a su interlocutor: “¿Cómo se para esto?”. El gobernador y su familia vivían un escándalo. Aldo Fasci, exlíder local del PRI y exsubprocurador, había dado a conocer 800 documentos que dibujaban un imperio inmobiliario y enriquecimiento inexplicable de la familia Medina presuntamente construido, según investigaciones periodísticas, a través del tráfico de influencias, corrupción y 'lavado' de dinero. “Esto no se para”, le respondió su interlocutor. “Hay tres opciones: o inicias un proceso legal contra tu padre y le ayudas al presidente a no tener que actuar él, o dejas que sea la PGR la que lo haga, o El Bronco será quien lo inicie y ahí no tendrás forma de detenerlo”. Medina no hizo nada.
Este sábado, al asumir la gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, anunció que investigaría al gobierno de Medina. “Hemos encontrado la casa destruida e hipotecada por (una) corrupción sin llenadera”, afirmó. “(He pedido) una auditoría extensa, que se revise cada papel, cada cajón, (y) si alguien cometió un crimen que le responda al pueblo”. La inacción de Medina y versiones de priistas, dejaban entrever que había una negociación para que El Bronco no lo investigara. Incluso hace dos meses, el entonces gobernador electo no se mostraba seguro de perseguir a Medina y a su familia.
Bajo esa percepción, a principio de septiembre la PGR anunció una investigación contra los Medina, en respuesta a la denuncia presentada en julio por el Consejo Nacional Ciudadano, compuesto por grupos sociales y empresariales de Nuevo León. Claramente no fue suficiente. El discurso de El Bronco fue claro: “Se le acabó la fiesta a los bandidos; se acabaron muchas tranzas. Si quieren lana háganle como la gente honrada, trabajando. Robarse dinero público es un crimen”.
De acuerdo con la documentación de Fasci, cuando Rodrigo empezaba a despuntar en la política, Alejandro Medina comenzó un negocio de bienes raíces en San Antonio, Texas, en 2005. Dos años después Rodrigo -ya secretario general de Gobierno en la administración de Natividad González Parás- Alejandro y su padre, Humberto Medina Ainslie, eran dueños de cuatro pequeñas empresas inmobiliarias. El negocio cambió de escala el 3 de noviembre de 2009, un mes después que Rodrigo asumió la gubernatura.
Ese día, Alejandro solicitó el cambio de dominio en la Secretaría de Estado de Texas para consolidar las cuatro empresas existentes y ampliar la propiedad a otras cuatro más. Durante el gobierno de Medina, las empresas familiares fueron incorporadas en un holding en el paraíso fiscal de las Islas Caimán y la fortuna de los Medina, según Fasci, ascendía a mil millones de pesos. Medina lo negó a su interlocutor hace tres meses y dijo que tampoco existía ese holding. Pero hasta ahora, no ha probado la inocencia de su familia, como prometió.
La documentación de Fasci, quien no ha dejado de investigar en varios países, incluye propiedades en San Pedro Garza García, municipio conurbado de Monterrey, con un valor comercial estimado en 228 millones y medio de pesos, y ejidos en Nuevo León por 35 millones de pesos, que compraron sus familiares a precio de terreno ejidal y modificaron su régimen de propiedad. Ese imperio tiene su origen, sospechan los empresarios regiomontanos, en las comisiones que cobraba Medina Ainslie por contratos de obra pública que él controlaba, y en negocios paralelos a la sombra del gobierno de su hijo.
El discurso de El Bronco iba dirigido a la familia Medina, a la que desde su campaña para gobernador había advertido que los perseguiría. No está solo. Además de la PGR, el FBI y la DEA, como se publicó en este espacio, lo llevan investigando hace tiempo, y han enfocado parte de sus pesquisas en una franquicia de comida rápida, propiedad de un amigo de la infancia del exgobernador, por la sospecha que a través de esa cadena de restaurantes se 'lavaba' el dinero de las comisiones de obra pública que fueron a parar, tratan de determinar, a bancos en San Antonio, y a una institución financiera en Andorra, un principado en los Pirineos y paraíso fiscal entre España y Francia. La franquicia creció casi al doble durante el sexenio de Medina, y se está estudiando la mecánica de los ingresos y egresos para determinar patrones que les aclaren las transacciones irregulares que tienen registradas.
Pero nadie debe hacer cuentas alegres. La auditoría anunciada por El Bronco difícilmente probará algo ilegal en el manejo inmobiliario, porque no es dinero que pasara o saliera del erario.
Voltearlos de cabeza para demostrar si fueron o no corruptos, significará probar que se cobraron comisiones para obra pública que sólo podrá ser demostrado con testimonio de los afectados, o descubrir mediante el patrón de ingresos a las franquicias y egresos a bancos extranjeros, que hay recursos de procedencia ilícita. No será fácil probarles delitos, pero tiempo y mandato tiene el nuevo gobernador de Nuevo León. Su enemigo público será una presa fácil, sin apoyo y sin fuero. El séptimo año de gobierno de Rodrigo Medina, apenas comenzó.
P.D. En la columna del viernes, se apuntó que el hijo de Jaime Rodríguez, El Bronco, tiene un elefante enano. Lo correcto es que tiene un caballo enano que, en efecto, lo sigue como perro faldero.
Twitter: @rivapa
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Columna Alhajero/Martha Anaya/24 Horas.
Estrictamente Personal
El Financiero,
A 90 días escasos de que terminara la gubernatura, Rodrigo Medina le preguntó a su interlocutor: “¿Cómo se para esto?”. El gobernador y su familia vivían un escándalo. Aldo Fasci, exlíder local del PRI y exsubprocurador, había dado a conocer 800 documentos que dibujaban un imperio inmobiliario y enriquecimiento inexplicable de la familia Medina presuntamente construido, según investigaciones periodísticas, a través del tráfico de influencias, corrupción y 'lavado' de dinero. “Esto no se para”, le respondió su interlocutor. “Hay tres opciones: o inicias un proceso legal contra tu padre y le ayudas al presidente a no tener que actuar él, o dejas que sea la PGR la que lo haga, o El Bronco será quien lo inicie y ahí no tendrás forma de detenerlo”. Medina no hizo nada.
Este sábado, al asumir la gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, anunció que investigaría al gobierno de Medina. “Hemos encontrado la casa destruida e hipotecada por (una) corrupción sin llenadera”, afirmó. “(He pedido) una auditoría extensa, que se revise cada papel, cada cajón, (y) si alguien cometió un crimen que le responda al pueblo”. La inacción de Medina y versiones de priistas, dejaban entrever que había una negociación para que El Bronco no lo investigara. Incluso hace dos meses, el entonces gobernador electo no se mostraba seguro de perseguir a Medina y a su familia.
Bajo esa percepción, a principio de septiembre la PGR anunció una investigación contra los Medina, en respuesta a la denuncia presentada en julio por el Consejo Nacional Ciudadano, compuesto por grupos sociales y empresariales de Nuevo León. Claramente no fue suficiente. El discurso de El Bronco fue claro: “Se le acabó la fiesta a los bandidos; se acabaron muchas tranzas. Si quieren lana háganle como la gente honrada, trabajando. Robarse dinero público es un crimen”.
De acuerdo con la documentación de Fasci, cuando Rodrigo empezaba a despuntar en la política, Alejandro Medina comenzó un negocio de bienes raíces en San Antonio, Texas, en 2005. Dos años después Rodrigo -ya secretario general de Gobierno en la administración de Natividad González Parás- Alejandro y su padre, Humberto Medina Ainslie, eran dueños de cuatro pequeñas empresas inmobiliarias. El negocio cambió de escala el 3 de noviembre de 2009, un mes después que Rodrigo asumió la gubernatura.
Ese día, Alejandro solicitó el cambio de dominio en la Secretaría de Estado de Texas para consolidar las cuatro empresas existentes y ampliar la propiedad a otras cuatro más. Durante el gobierno de Medina, las empresas familiares fueron incorporadas en un holding en el paraíso fiscal de las Islas Caimán y la fortuna de los Medina, según Fasci, ascendía a mil millones de pesos. Medina lo negó a su interlocutor hace tres meses y dijo que tampoco existía ese holding. Pero hasta ahora, no ha probado la inocencia de su familia, como prometió.
La documentación de Fasci, quien no ha dejado de investigar en varios países, incluye propiedades en San Pedro Garza García, municipio conurbado de Monterrey, con un valor comercial estimado en 228 millones y medio de pesos, y ejidos en Nuevo León por 35 millones de pesos, que compraron sus familiares a precio de terreno ejidal y modificaron su régimen de propiedad. Ese imperio tiene su origen, sospechan los empresarios regiomontanos, en las comisiones que cobraba Medina Ainslie por contratos de obra pública que él controlaba, y en negocios paralelos a la sombra del gobierno de su hijo.
El discurso de El Bronco iba dirigido a la familia Medina, a la que desde su campaña para gobernador había advertido que los perseguiría. No está solo. Además de la PGR, el FBI y la DEA, como se publicó en este espacio, lo llevan investigando hace tiempo, y han enfocado parte de sus pesquisas en una franquicia de comida rápida, propiedad de un amigo de la infancia del exgobernador, por la sospecha que a través de esa cadena de restaurantes se 'lavaba' el dinero de las comisiones de obra pública que fueron a parar, tratan de determinar, a bancos en San Antonio, y a una institución financiera en Andorra, un principado en los Pirineos y paraíso fiscal entre España y Francia. La franquicia creció casi al doble durante el sexenio de Medina, y se está estudiando la mecánica de los ingresos y egresos para determinar patrones que les aclaren las transacciones irregulares que tienen registradas.
Pero nadie debe hacer cuentas alegres. La auditoría anunciada por El Bronco difícilmente probará algo ilegal en el manejo inmobiliario, porque no es dinero que pasara o saliera del erario.
Voltearlos de cabeza para demostrar si fueron o no corruptos, significará probar que se cobraron comisiones para obra pública que sólo podrá ser demostrado con testimonio de los afectados, o descubrir mediante el patrón de ingresos a las franquicias y egresos a bancos extranjeros, que hay recursos de procedencia ilícita. No será fácil probarles delitos, pero tiempo y mandato tiene el nuevo gobernador de Nuevo León. Su enemigo público será una presa fácil, sin apoyo y sin fuero. El séptimo año de gobierno de Rodrigo Medina, apenas comenzó.
P.D. En la columna del viernes, se apuntó que el hijo de Jaime Rodríguez, El Bronco, tiene un elefante enano. Lo correcto es que tiene un caballo enano que, en efecto, lo sigue como perro faldero.
Twitter: @rivapa
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Columna Alhajero/Martha Anaya/24 Horas.
Se les acabó la fiesta a los bandidos
Al secretario de Gobernación se le fueron… ¡la sonrisa y los aplausos!
De lo bien que la pasó en la toma de posesión de Silvano Aureoles en Michoacán –donde el perredista le lanzó sus buenos elogios– y de lo más o menos tolerable que fue la transición en Querétaro con Francisco Domínguez –aun cuando el panista lanzó algunas indirectas a su antecesor–, lo que ocurrió en Nuevo León con Jaime Rodríguez El Bronco, lo dejó lívido.
Porque el independiente norteño no se contuvo frente a Miguel Ángel Osorio Chong –representante presidencial– y sí que le tundió duro y a la cabeza al gobernador saliente, Rodrigo Medina (quien por cierto estaba ahí presente en el auditorio, sentado al lado del titular de Bucareli).
Al principio, parecían ir bien las cosas: Osorio palmeaba a la par de los asistentes las menciones a los familiares de El Bronco; pero a partir del minuto siete –y a lo largo de dos minutos más que parecieron interminables– aquello cambió.
El de Galeana no tuvo la menor compasión por su antecesor y asestó:
“Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose en otras y para acabarla de fregar, hipotecada.
“Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes, que donde había ciudadanos veían súbditos, que donde había dinero público, veían botín”.
Comenzó la celebración de los asistentes. Aplausos y gritos de “¡bravo!”, alzándose aquí y allá entre la concurrencia.
Osorio Chong se mantuvo inmóvil. Medina también.
“Hoy les digo claro y fuerte: ¡Se les acabó la fiesta a los bandidos!”, agregó El Bronco.
La celebración subió de tono. El secretario de Gobernación siguió con las manos en el regazo. Otro tanto el ya ex gobernador. Ni siquiera se miraban.
El nuevo jefe del Ejecutivo de Nuevo León –el primer independiente en la historia del país que asume una gubernatura– continuó.
“A partir de hoy se acabaron los moches y las tranzas, se acabaron los lujos a costillas de la gente. Si quieren lana, háganla por la buena, como la gente honrada: ¡trabajando!”
“¡Claro!”, se escuchó un grito contundente en medio de los vítores. Y ya ni qué decir cuando anunció “una auditoría exhaustiva” a la gestión de su antecesor.
Pero Osorio Chong no sólo se quedó estático cuando de corrupción se trató. Nunca más volvió a aplaudir. De hecho, cuando El Bronco concluyó su discurso, el secretario de Gobernación aprovechó las palmas de la concurrencia para ponerse de pie y abrochar el botón de su saco. Le tendió la mano a Rodríguez y fue todo.
(…)
(…)
GEMAS: Regalito de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco: “Por primera vez en mi vida vi la televisión cuando yo tenía 15 años de edad. Por eso no traigo las telarañas de la televisión en mi cabeza”.
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Ahí viene Jaime Rodríguez/Roberto Zamarripa
Columna Tolvanera, en Reforma
El caballo le decía 'vente pa acá' y se venía pa'cá, le decía 'vete pa allá' y se iba pa allá y hablaba por teléfono y no contestaba, pues si nomás era caballo no secretario. (El Piporro. Agustín Jaime).
"Antes de que aprendas de los libros, voy a enseñarte lo que aprendí en la escuela de la vida", le dice "El Piporro" (Eulalio González. 1921-2003) a Martincillo en la primera escena de la mítica película Ahí viene Martín Corona (México, 1952).
"En el mundo sigue habiendo rateros y malditos que matan y desgracian a la gente con tal de enriquecerse. Contra ellos, mijo, guerra a muerte. Los hombres son malvados porque no son hombres completos; crecen mochados porque no aprenden lo que Dios enseña...", le dice un cariñoso Piporro al güerco.
El sábado, ya casi para arrancar domingo, llegó Jaime Rodríguez "El Bronco", para espetar a sus martincillos desde la tribuna de la Cámara de Diputados de Nuevo León: "¡Se les acabó la fiesta a los bandidos! Vamos, que ni se hagan ilusiones los manos largas. A partir de hoy se acabaron los moches y las transas, se acabaron los lujos a costillas de la gente".
Ya llegó "El Bronco". No relincha porque no le dejaron pasar a "Tornado", su caballo.
Yo soy de Nuevo León, donde rasuran a pedradas y hacen el pelo con hacha. (El Piporro. Chulas fronteras).
"Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose en otras y, para acabarla de fregar, hipotecada. Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes...Vamos a investigar, sin afán de venganza, pero con sed de justicia... Si alguien cometió un crimen, que dé la cara al pueblo y le responda a la ley, sea quien sea".
Ahora sí que Martín Corona se quedó chiquito. Con "El Bronco", Piporro dixit, van a cruzar gallinas con puercos para que den huevos con chorizo.
Así, de chaleco, desparpajado, retador, autosuficiente, "El Bronco" levanta la expectativa hasta lo alto. Sus referencias simples, sus gracejadas, la frescura de discurso, no solo regresan identidad a sus votantes o aligeran la manera de encarar el desastre.
Le ponen sonrisa al compromiso pero obligan al cumplimiento pronto. Muchos justicieros ya han predicado desde las tribunas máximas para terminar sus sexenios en las peores decepciones.
"El Bronco" osa romper con las televisoras a las que ya no dará dinero público para advertir que desde ahí no estará el control remoto del gobierno.
La tele, contó, la vio hasta los 15 años. "Por eso no traigo las telarañas de la televisión en mi cabeza. Perdón por Televisa", disparó para la audiencia, mucha, pero mucha, que lo oía por internet no solo porque ninguna televisora a esas horas iba a sacrificar su rating para transmitir la ceremonia sino porque la avalancha que lo puso en la gubernatura viene de ahí, de la virtualidad y la necesidad.
Tuiteros somos y en el camino reclamamos. La base de "El Bronco" es el murmullo incesante del tecleo que por ahí, seguramente, le apretarán el paso. No lo van a dejar ni respirar.
Simbiosis de la modernidad con la tradición, del estilo con la descompostura, de la solemnidad con el desparpajo, que puede transitar de la esperanza a la demagogia, del sueño a la pesadilla, de la euforia a la depresión.
"El Bronco" no es el primero que por su cuenta, de manera independiente, se lanza a la palestra, moviliza, estremece y resuena. Eso sí, es el primero que gana una gubernatura. Eso es lo que acredita. No solo cacarear sino poner. Del sí se puede al ya llegó por quien lloraban.
"El Bronco" toca con humor: "Peligro, no sentarse, esta silla enferma de poder y egolatría", le puso su letrero a la asentadera del gobernador saliente. Y la mandó para un museo.
Aunque la raza lo que le pide son rejas no vitrinas. Tiene que superar la venganza para hacer justicia y mostrar que lo cortés no quita lo independiente.
Las rejas no matan pero más vale que no me metan porque a lo mejor ya no me sacan. (El Piporro. Puros hombres de delito).
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Desconectar’ al ‘Bronco’/POR RAMÓN ALBERTO GARZA -
Reporte Indigo,
“Se les acabó la fiesta a los bandidos.”
Con esa frase lapidaria, y la jubilación de la silla oficial de gobernador, Jaime “El Bronco” Rodríguez se estrenó el sábado pasado como el primer gobernador independiente del México moderno.
Mas allá de lo que dijo, es el dónde, el cómo y ante quién lo dijo.
Lo hizo al tomar posesión en el Congreso de Nuevo León. Fue en su primer mensaje como gobernador entrante. Y en presencia de su antecesor, Rodrigo Medina, y del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.
Pero el discurso inaugural de “El Bronco” fue mas allá. Fustigó directo a las televisoras, a las que les dijo que ni un centavo más del erario, que se acababan los mil 300 millones de pesos anuales que se les pagaba para pulir la imagen al gobernador en turno.
Y en un acto de elevado contenido simbólico, retiró la silla en la que se sentaban los gobernadores y se mandó instalar una silla de oficina, para despachar no como gobernador, sino como ejecutivo. No como rey, sino como súbdito.
Y ayer fuimos testigos de su elocuente discurso con un tono todavía más elevado ante miles de nuevoleoneses que, sin acarreos ni dádivas, fueron a la Arena Monterrey, incluidos el jefe de Gobierno del DF, media docena de gobernadores, empresarios y líderes sociales.
Al margen de la euforia, reacción comprensible frente al hartazgo político de los ciudadanos, me quedo con dos preocupaciones.
La primera tiene que ver con la revolución de las expectativas creada por el nuevo mandatario nuevoleonés, una leyenda que ya cabalga por sí misma en el escenario nacional.
Los nuevoleoneses esperan, a la voz de ya se hizo tarde, que “El Bronco” exhiba los excesos de corrupción que dejaron un estado en bancarrota, con 100 mil millones de pesos en deudas y una infraestructura dada al traste.
Cada día que el nuevo gobernador y su equipo dilaten en exhibir y poner tras las rejas a los culpables, será un día de desesperanza que operará en contra del nuevo sistema. El golpe de timón, más allá del discurso, será obligado.
Pero lo que más me preocupa es la amenaza sobre la integridad moral y la física de quien está haciendo historia y se convirtió de la noche a la mañana en una seria amenaza política rumbo a la elección presidencial del 2018.
Sobre la integridad moral, porque no tardaremos días en que alguien filtre audios, videos o evidencias intentando ligar a “El Bronco” o a algunos de sus cercanos, con actos de corrupción. El juego será desacreditar para bajarle los humos.
Y sobre la integridad física, porque son tantos los intereses que ya pisó y que pisará “El Bronco”, que aquellos “bandidos” a quienes se les acabó “la fiesta” están intranquilos, nerviosos. Y estarían dispuestos a mandar el mensaje. Colosio reloaded.
Ellos saben, porque lo ven como lo vimos todos ayer, que “El Bronco” conecta con el pueblo. Hay que desconectarlo, dicen.
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Desconectar’ al ‘Bronco’/POR RAMÓN ALBERTO GARZA -
Reporte Indigo,
“Se les acabó la fiesta a los bandidos.”
Con esa frase lapidaria, y la jubilación de la silla oficial de gobernador, Jaime “El Bronco” Rodríguez se estrenó el sábado pasado como el primer gobernador independiente del México moderno.
Mas allá de lo que dijo, es el dónde, el cómo y ante quién lo dijo.
Lo hizo al tomar posesión en el Congreso de Nuevo León. Fue en su primer mensaje como gobernador entrante. Y en presencia de su antecesor, Rodrigo Medina, y del secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.
Pero el discurso inaugural de “El Bronco” fue mas allá. Fustigó directo a las televisoras, a las que les dijo que ni un centavo más del erario, que se acababan los mil 300 millones de pesos anuales que se les pagaba para pulir la imagen al gobernador en turno.
Y en un acto de elevado contenido simbólico, retiró la silla en la que se sentaban los gobernadores y se mandó instalar una silla de oficina, para despachar no como gobernador, sino como ejecutivo. No como rey, sino como súbdito.
Y ayer fuimos testigos de su elocuente discurso con un tono todavía más elevado ante miles de nuevoleoneses que, sin acarreos ni dádivas, fueron a la Arena Monterrey, incluidos el jefe de Gobierno del DF, media docena de gobernadores, empresarios y líderes sociales.
Al margen de la euforia, reacción comprensible frente al hartazgo político de los ciudadanos, me quedo con dos preocupaciones.
La primera tiene que ver con la revolución de las expectativas creada por el nuevo mandatario nuevoleonés, una leyenda que ya cabalga por sí misma en el escenario nacional.
Los nuevoleoneses esperan, a la voz de ya se hizo tarde, que “El Bronco” exhiba los excesos de corrupción que dejaron un estado en bancarrota, con 100 mil millones de pesos en deudas y una infraestructura dada al traste.
Cada día que el nuevo gobernador y su equipo dilaten en exhibir y poner tras las rejas a los culpables, será un día de desesperanza que operará en contra del nuevo sistema. El golpe de timón, más allá del discurso, será obligado.
Pero lo que más me preocupa es la amenaza sobre la integridad moral y la física de quien está haciendo historia y se convirtió de la noche a la mañana en una seria amenaza política rumbo a la elección presidencial del 2018.
Sobre la integridad moral, porque no tardaremos días en que alguien filtre audios, videos o evidencias intentando ligar a “El Bronco” o a algunos de sus cercanos, con actos de corrupción. El juego será desacreditar para bajarle los humos.
Y sobre la integridad física, porque son tantos los intereses que ya pisó y que pisará “El Bronco”, que aquellos “bandidos” a quienes se les acabó “la fiesta” están intranquilos, nerviosos. Y estarían dispuestos a mandar el mensaje. Colosio reloaded.
Ellos saben, porque lo ven como lo vimos todos ayer, que “El Bronco” conecta con el pueblo. Hay que desconectarlo, dicen.
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